Capítulo 1

CAMBIANDO UNA VIDA. EL SUCESOR DEL Sr.TENEBROSO

Capítulo 1

El Sueño.

El ruido de una rama seca sobre su ventana la hizo sobresaltarse, no había parado de llover en dos noches, los días se hacían oscuros y nublados. Un par de voces extrañas la atrajeron hacia las escaleras, temerosa de un ataque de mortífagos rezagados, Ginny Weasley apretó su varita y se asomó entre el barandal de la escalera, lo que vió la sorprendió tanto que sintió palidecer. Un mago de cabello muy poblado y rojizo con una túnica vieja color lila con detalles amarillos desgastados pasó corriendo en dirección a la puerta principal seguido de una mujer bajita de cabello rizado y anaranjado que en sus brazos llevaba un bebé de no más de un año.

Papá, mamá?

Ninguno respondió, era como si ninguno la hubiese escuchado, lo que la sorprendía era el aspecto juvenil de ambos; así debieron lucir hace unos veinte años, pensó ginny sonriendo para sus adentros.

El señor Weasley abrió la puerta en el momento en que un trueno azotaba los campos de la madriguera; una mujer de aspecto acabado y jorobada, cubierta totalmente con una túnica negra de viaje acompañada de una persona más o menos alta, delgada y de porte señorial con una bella túnica verde esmeralda, con detalles bordados de plata, quien cargaba lo que parecía un bulto, que bien podría haber sido un gato.

El señor Weasley extendió los brazos, pero la persona de la túnica verde se negó a darle lo que cargaba, al tratar de huir, la anciana se mostró más hábil arrancándole el bulto que resultó ser un bebé, era precioso, blanco como la nieve, aún sin cabello, seguro tenía pocos días de haber nacido. Un fuerte grito de negación sacó a Ginny de sus pensamientos.

-No me la quiten!!- La mujer de túnicas verde lloraba y suplicaba.

- Giselle, cállate! aquì crecerá y la cuidarán bien, pero tu, tú tienes otros deberes.

- No, no!! Ginebra, Ginebra….!!

-Ginebra, si no te levantas no vas a desayunar!

Ginny abrió sus ojos amarronados para descubrir una cosa enmarañada de cabellos castaños.

-Hola Hermione, por qué no vas y molestas a Ronald?-dijo, mientras se volvía a cubrir con las mantas.

-Ya lo hice, pero tuve que huir para que buscara su pijama, no sabía que le gustara dormir desnudo-Contestó hermione, obviamente lo último sin pensar que su mejor amiga la escuchaba.

-Con un demonio hermione!! esa clase de secretos ocultos no los quiero saber, ni el mismo Voldemort los profanaría!!

-Hablando de voldemort, Harry llegó esta mañana- dijo hermione buscando una expresión en el rostro de Ginn que aun mostrara afecto por el pelinegro

-No me interesa nada que tenga que ver con Harry- la pelirroja trató de ocultar un par de lagrimas que se asomaban por sus ojos.

-Aún lo quieres verdad?

-No!! por dios hermione-contestó irritada

-Entonces por qué lloras cuando te lo menciono?

-No lloro, sólo me piqué un ojo, además, no tengo por que llorar, el señor potter está muy feliz con su nueva conquista, Morgan Eccles

- Es una chica linda, pero tu eres increíble, sigo pensando que tu eres la media naranja de Harry, cuentame, alguna idea para reconquistarlo?-Hermione trataba de buscar la vieja chispa de la sonrisa de su amiga cada vez que hablaban de Harry.

-ya te dije que no me interesa en lo más minimo, ya tengo 18 años y no necesito que me digan lo que tengo que hacer.-Ginny se ponía cada vez más roja

Está bien, sólo, no cometas una estupidez.- hermione salió del cuarto de la pelirroja rumbo al cuarto de Ron

-hay Ronald!, Ginny está cada día peor, la noto triste e irritable, harry no debió apesurar las cosas,

-Ya lo sé y lo lamento día y noche, no debí hacerla sufrir tan de golpe, al menos debí hablar con ella-harry estaba sentado con la cara sumergida entre sus manos.

-Harry!!, pero qué??, No importa…pues sí eres un tonto!!

-Sí hermano, mira que después de vencer a tu sabes quien, ella te esperó día y noche, hasta que llegaste; ella con cabía en la casa de tanta felicidad, pero llegaste con alguien más y no le diste ninguna explicación más que un "Hola familia, les presento a Morgan, mi novia", por dios harry, de no haber tenido un sillón detrás con garrid sentado en el, seguro se habría caído- Dijo ron saliendo de la ducha con un dejo de risa y lastima a la vez.

-Pero ginny se ha sabido manejar bien, ha sido fuerte; ya lo superará- mencionó la castaña- es solo cuestión de que deje entrar a alguien más a su corazón; el problema ahora son sus sueños.

Dirás pesadillas!...luego no deja dormir..

-RONALD BILIUS WEASLEY!!..deberías preocuparte por tu hermana y no por tu cálidad de sueño- contestó hermione irritada.

-Sueños, pesadillas, de que hablan ahora?-preguntó harry sorprendido, saliendo de su burbuja.

-Tienes que saberlo harry, desde que derrotaste al que no debe ser nombrado, Ginn no ha dormido bien, en ocasiones grita que él ha regresado, llora o pregunta cosas sin sentido que nada tienen que ver, pero nadie sabe por que pues nunca quiere hablar de ello o dice no recordar nada-contestó al borde del llanto – Y por si fuera poco dice que ya no le importas en lo más mínimo.

- Hermione! basta, no voy a terminar mi relación con Morgan sólo porque Ginny finge estar poseída en sueños por Riddle!!

-pero y si esto no tiene nada que ver con Riddle?, harry, incluso mis padres están preocupados, un día ginny preguntó muy despreocupada si alguno de ellos conocía a una anciana jorobada acompañada de una mujer imperial- dijo Ron un tanto apesadumbrado, con tono burlón y ojos abiertos de par en par.

-Pff!!,JAJAJAJA, lo habrán encontrado divertido los gemelos, jejeje, quizá Muriel…

Harry no terminó la frase pues fue interrumpido por Ron.

-No te rías harry, mi madre comenzó a llorar y mi padre palideció tanto que parecía que había visto reencarnar a mi tio abuelo. Esto es serio y no se de que se trata.

Cap 2: Encuentros en la mansión Malfoy.

La cocina de los Weasley era un lugar más o menos amplio, pero cargado de multiples colores y muebles desgastados, en medio una única mesa con sillas de diversos tamaños y colores, en una esquina una puerta entreabierta que da al jardín deja ver al Sr weasley, Charlie y Bill, ete último cargando a una niña de cabellos rubios cenizos, ojos azules y varias pecas, , cerca de la ventana y mientras cortaba las manzanas, la Sra. Weasley recordaba que un dia como aquel hacía 18 años, había recibido a la niña más hermosa del mundo..

-Buenos dias, señora Weasley-

Hola mamá-

-Buen día, harry, hola cariño- Contestó la señora weasley a los dos varones que acababan de entrar, ambos altos y de buen cuerpo, pero uno destacaba por sus cabellos color naranja y el otro por sus ojos color esmeralda.

-Hola Harry!!, mi vida, hoy te ves fresquisimo y tan guapo..-dijo una voz estridente y llena de suspiros

-Terrón de azúcar con cubierta de miel sentada en mi lugar george- Susurró un joven alto, delgado y de cabello naranja a otro de igual aspecto.

-Vaya harry , mi hermana es la hija de Snape comparada con tu novia, de verdad explota cuando te ve.

Antes de que harry pudiera responder al comentario de Ron unos brazos le habían rodeado el cuello con tanta efusividad que casi le asfixiaron.

- mi harry necesita muchisima alegría, que yo si le puedo dar, no mil lagrimas como otras- Contestó una chica de cabellos rizados castaños cobrizos y ojos azulados con aire de autosuficiencia.

- por favor morgan…- Comenzó harry

-pues si lo dices por mi, querida amiga, no te entiendo, yo soy la alegría andando no una chica histrionica con aires de hipocresía que se cree superior al resto del mundo por tener a potter a su lado- Ginny había bajado vestida con unos jeans que resaltaban su figura, sandalias negras y una sudadera morada que resaltaba su lacio y largo cabello rojizo que llebaba suelto solo con un prendedor que sostenía sus flecos, todo esto lo había dicho con suma tranquilidad y una sonrisa al terminar la frase dejando a hermione que venía tras ella, perpleja y con una enorme sonrisa.

-pues tu pareces feretro, desde que harry está conmigo no has vuelto a mostrar sonrisa alguna sólo de la envidia

Harry pensaba que Morgan solo se portaba de esa forma cuando ginny estaba cerca, de hecho cualquier Weasley, pero cuando estaban solos era de lo mas dulce y sencilla, no presumida, hipócrita y sí hasta cierto punto histriónica, ese comportamiento seguro era pasajero.

-No pienso discutir contigo, tengo muchas cosas que hacer para perder mi tiempo.-comentó ginny mientras alcanzaba una manzana y tomaba su bolsa negra.

-No desayunarás con nosotros Gin?-preguntó el Sr, Weasley mientras entraba a la cocina.

-Lo siento papá, he tenido miles de cosas que hacer y las he dejado para el final, así que tengo que salir-Contestó mientras se despedía de su madre.

-Quieres que te acompañemos?-Preguntó hermione

-No herms, prefiero ir sola, además iré con unos amigos-

-Con cuales?. preguntó Charlie

-Pues los de siempre, Michael, Cormac, Lenna, Edgar..y..-dijo Ginny despreocupada y comenzando a dudar sobre continuar la frase.

-Michael Corner, Cormac Mc Laggen, lenna Sieggler, Edgar Groeddeck y..?-mencionó percy que estaba con sus lentes leyendo papeles del ministerio con toda tranquilidad- Un Ravenclaw, un desgraciado, 2 Slytherins , dos de tus amigos te pretenden, uno aun te ronda y aún te falta el y..

-Seguro Ronaldito ya te chismeó de mis 2000 pretendientes y mis 50 novios, bueno me voy- dijo al tiempo que salía por la puerta de la cocina.

-Ginebra, quien es el y…?!-grito Percy desde la cocina, pero cuando salió, su hermana ya había desaparecido.

Bill había traído el profeta desde la cerca donde un buho lo había dejado caer y comenzó a ojearlo.

-parece que hoy en día los eventos sociales ocupan las primeras planas del profeta- Comentó Bill.

-Desde que Voldemort y sus mortífagos desaparecieron, los eventos tragicos son cosa del pasado-respondió Charlie

Y de quien hablan ahora?

-de Alexander y Giselle Von Waischler, ..intímos amigos de Lucius y Narcisa Malfoy..bla, bla, bla, acaban de comprar la mansión de al lado de no se donde, bla, bla, una foto con los Malfoy, miren, la señora Von no sé que se parece a Ginn, supongo que así será Ginebra cuando sea grande- dijo mirando las fotos desde diversos ángulos, pero de repente su madre le arrancó el periódico de las manos y tras observar la foto largo rato destruyó el periódico.

-Una foto con los Malfoy en primera plana, hablaste demasiado pronto de la desaparición de los mortífagos-se excusó

-pero los Malfoy se redimieron , además tu fuiste la primera en abogar por el amor de madre que profesaba Narcisa y que por eso su cambio y no se que-George imitó a su madre mientras abrazaba a Hermione como si ella fuera la señora Malfoy.

Refunfuñando, la señora Weasley se fue a servir el desayuno sin reparar en el rostro de su marido que repetía en voz baja.

- Giselle, Giselle..donde he escuchado antes ese nombre?.

Pasaban de las 10 de la noche y Ginebra no regresaba, nadie sabía nada por lo que la madriguera estaba vuelta loca; después de una botella de wiskey de fuego y una caja de cervezas de mantequilla, hermione se levantó de una silla sobresaltada.

-Es hora de llamar a sus "amigos"!!- dijo

-Estas insana¿?, no voy a llamarle a ninguna vivorita- contestó Ron con hipo.

- Entoncs llamale a Michael o a Cormac!- gritó Charlie irritado.

-Ron fue a la chimenea y arrojando unos cuantos polvos flu dijo..Con imbécil Mc Laggen.

-Mejor lo hago yo Ron- dijo Harry haciendolo a un lado- Con Michael "imbécil" Corner, perdón, con hip!, Michael, hip, Corner-no pudo dejar de pensar en las veces que encontro a su amiga besandose con Michael.

Un chico bastante simpático de cabello largo negro y ojos azules apareció entre las llamas.

-Vaya vaya, si es el Sr. Harry Potter, qué quieres si se puede saber?- contestó medio mal humorado.

-Dejate de idioteces, donde está Ginny?

-Ginebra?, no lo sé, que bien cuidas a tus novias Potty, pues..

-Hace tiempo que Ginny yo no salimos juntos-contestó con un dejo de remordimiento.

-No salen mas??-contestó abriendo los ojos como platos, -pues no se nada de ella, ¡Pero yo le llamo más tarde!, perdón, en cuanto sepa algo te llamo mas tarde!!- parecía sonrojado o al menos con más llamas en la zona de las mejillas y desapareció,.

-Pues como verán, Ginn no salió con Michael y supongo que menos con Cormac- dijo preocupada hermione.

-Y dudo mucho que haya salido con los Slytherins , Ginn apenas y hablaba con Edgar..-Comentó harry mientras se sentaba cerca de la chimenea.

-Pero Edgar la buscaba mucho, aunque eso no nos diga nada, hay que ir a su cuarto quizá haya algo ahí.-Dijo Ron apresurando

-Ronald!! eres un metiche- dijo harry mientras alcanzaba a su amigo corriendo por las escaleras, mientras escuchaba los pasos de los gemelos tras ellos.

Al entrar en el cuarto de Ginny la encontraron bastante ordenada, algo muy inusual, pero en la mesita de noche encontraron dos recortes uno decía "Holiday Arpies, en el mundo de la escoba, Diagon Alley" y otro abajo "Malfoy's Manor"

"Mansión malfoy" –dijeron todos al unísono.

Nadie vió que el señor Weasley estaba tras ellos.

-Mansión Malfoy!?- al decirlo desapareció

Al mismo tiempo en otra zona de Inglaterra, en una habitación muy amplia con tapices en verde botella, detalles de madera con plata, alfombras, grandes y hermosos muebles y una cama muy amplia con dosel, sobre su cobertor gris plata había un baúl abierto de par en par, un chico rubio estaba sentado sobre un escritorio de espaldas a un ventanal enorme con balcón y cortinas recorridas que dejaban entrar la luz de la luna y el fresco aire.

El chico de cabellos lacios, largos hasta las orejas y despeinado leía un libro viejo, sus ojos grises pasaban de línea en línea, pero se detuvieron en el nombre de una ciudad de Suiza "Ginebra".

-Ginebra, Ginebra…- repitió el chico sin saber lo que decía.

De repente, tocaron la puerta y cerró el libro de golpe reprimiendose por lo que había pensado.

-Desgraciada traidora a la sangre…pero es linda, bah!, linda y estúpida por estar con ese imbécil de Potter, pero que tanta tontería digo?..Adelante- dijo finalmente bajando del escritorio y poniendo el libro en el librero que estaba en la pared de a un lado.

-Madre?- preguntó un tanto desconcertado al ver a su madre tan elegante.

Narcisa Malfoy llevaba una túnica azul marino con las mangas bordadas en hilos de oro, una baja coleta que mostraba cabellos rubios rizados.

-Draco.., sabrás que una querída amiga de la infancia ha venido a Inglaterra, su estancia será prolongada; su esposo es íntimo de tu padre y es imperativo que los conozcas, por cortesía deberás enseñarle nuestras costumbres a su sobrino Maximus, pero se paciente con el ya que la muerte de sus padres es aún reciente- dicho esto acarició la oreja de su hijo al tiempo que enjugaba una pequeña lagrima que salía de sus ojos azul zafiro.

- Ya bajo..- al decir esto fue hacia su baúl y sacó de el una túnica negra, después de ponerla sobre su espalda trató de arreglarse el cabello y salió, bajó las escaleras y llego a un recibidor desde donde se escuchaban voces provenientes de las grandes puertas que ocultaban el salón que estaba frente a las escaleras, Draco tomó las manijas de las puertas corredizas de cedro y llegó a un amplio salón lleno de cuadros y sillones de piel negra de dragón, el decorado era exquisito, al pasar frente a las columnas de mármol percibió la sobra de un chico, más o menos de su altura, otros detalles no alcanzó a percibir. En el sofá estaba su madre platicando animadamente con un hombre de túnica guinda, era un hombre fuerte mas no demasiado corpulento, su cabello rubio cenizo estaba peinado perfectamente hacia atrás, su padre, Lucius , quien llevaba por el contrario una túnica negra con su largo cabello típicamente recojido en un moño perfecto, tomó dos copas estilizadas de la bandeja de plata que un elfo doméstico le ofrecía; una de esas copas la entregó a una mujer que estaba de frente al fuego de la chimenea y por tanto dándole la espalda al chico rubio, la otra se la dio a su esposa, quien reparó en la presencia de su hijo al tiempo que agradecía la atención de Lucius.

- Draco..!- exclamó, todos voltearon a verlo excepto la mujer de la chimenea.

- Ven hijo, acércate- Lucius puso una mano sobre el hombro de su hijo- te presento a Alexander Von Waischler, muy querido amigo a quien conocí en Portugal.

-En un partido de polo sobre escobas, cierto Lucius?- el hombre de aquellas palabras tenía una cara gentil aunque seria, algún pesar habría sufrido en su vida, sus ojos marrón contrastaban con su cabello ligeramente ondulado.

-32 a 28, favor Crimewald- respondió lucius- mi hijo juega quidditch, auque el polo no le esindiferente.

- Tendrás que enseñarle el quidditch inglés a Maximus, el siempre ha vivido en Alemania y allá no juegan mucho, cierto Max?

La sombra detrás de la columna de mármol resultó ser, efectivamente un chico, de la misma edad de Draco, unos 19 años, cabello rojo obscuro, lacio y largo peinado en una coleta, sus ojos color miel mostraban tristeza.

-No soy bueno volando- fue su única respuesta.

-Draco te enseñará, el tiene practica, quizá al final estarás jugando en el equipo de quidditch de Hogwarts- respondió Narcisa

-No quiero ir a ese lugar, deseo regresar a Durmstrang- respondió Maximus.

-Imposible, nos quedaremos aquí, ya hemos comprado la residencia de a lado además ya no es conveniente dar marcha atrás.- dijo Alexander caminando hacia Max y llevandolo cerca de la chimenea .

-Mis padres me heredaron una gran casa en Frankfurt, puedo vivir allá y asistir a Durmstrang- respondió de mala gana.

- No Max, ya hemos hablado de esto antes, mi hermana te dejó a nuestro cuidado, por ello terminarás tu educación acá, nos preocupas, por esa razón te tenemos cerca nuestro; cuando termines la universidad y puedas comenzar a hacerte cargo de los negocios de tu padre podrás hacer lo que desees en tanto aun lo quieras- respondió la mujer que estaba frente a la chimenea volteando a donde el rubio adolescente la podía medio ver.

-Agradezco sus atenciones tía, pero ya soy mayor, sólo es cuestión de que termine mis estudios, tal como mis padres lo hubiesen querido, sin embargo, es bueno saber que alguien se preocupa por mi.

Pasados un par de minutos Narcisa se levantó y fue hasta donde estaba la mujer de túnica color ciruela.

-Draco, ella es Giselle, esposa de Alexander y la amiga de quien te hablé.- draco palideció con cada palabra de su madre ya que la mujer que tenía delante era la viva imagen de la chica en quien, por "accidente", estaba pensando minutos antes, era idéntica a Ginebra Weasley solo que unos 20 años mayor, con cabellos rojo profundo, más aún que las llamas que crepitaban tras suyo, piel blanca como la nieve, pecas en los pómulos, pero a diferencia de la traidora a la sangre, la señora Giselle tenía los ojos azul agua, el cabello recogido en un peinado algo desordenado, pero elegante con unos cuantos mechones de cabello que escapaban del alto peinado.

-Un placer a todos…- se limitó a decir Draco, ya que no encontraba más palabras ante aquella sorpresa. Es que la imagen de esa tonta niña no lo dejaría de perseguir?, incluso en una mujer, que debía ser totalmente diferente, la veía 100 idéntica, en ese momento se escuchó un leve plop y la puerta de la entrada comenzó a sufrir fuertes golpes.

-MALFOY...!!- gritaban desde la puerta.

Otro elfo doméstico fue a abrir y el señor Weasley apareció en la puerta del salón despeinado y rojo de la ira.

-LUCIUS MALFOY….!! dónde está mi hija!!- gritó el señor Weasley.

CAP 3

Verdades y Mentiras.

-Draco, Por qué no llevas a Maximus a conocer la alberca, se que le gusta nadar, o mejor aun, quizá el campo de prácticas?, pueden usar mi escoba si así lo desean- dijo Lucius dandole unas palmaditas en el hombro a su pálido hijo, un refunfuño fue todo lo que le respondió.

Draco un poco desconcertado ante la amabilidad y ligero tono de diversión de su padre dijo- Ven Maximus, te hará mejor el aire fresco, aquí ya huele demasiado a establo.

Ambos se dirigieron a un oscuro pasillo fuera del salón. Tras abrir las mismas puertas Lucius Malfoy invitó al señor Weasley a seguirlo.

-Por favor, Arthur- Dijo señalando el corredor por el que hacía un momento ambos chicos habían pasado, en el instante en que Lucius cerró las puertas Giselle miró com amplia preocupación a su marido, pudiendo sólo articular dos palabras.

-Es él….- dijo consternada

Narcissa al percibir este dejo de preocupación comentó: No te preocupes querida, no sé que le pase al señor Weasley, después de que desapareció al fin el Señor Tenebroso él y Lucius limaron las asperezas, sin embargo, ignoro que pudo ponerlo tan furioso como para culpar a Lucius. Blinkel, por favor sirve la copa de Giss- ordenó al elfo que llevaba la bandeja.

-Si ama- contestó al tiempo que una botella volaba en dirección a la pelirroja.

En el estudio del Sr. Malfoy se encendieron unas velas y Lucius se sentó en un sillón negro de piel de dragón invitando a Arthur a sentarse en el de enfrente.

-Weasley, me quieres decir por qué demonios vienes a mi casa cuando tengo visitas?- preguntó un tanto molesto y en su tono se mostraba el desprecio.

- Dime donde diablos tienes a mi Ginny?-dijo levantándose de su asiento para jalar agresivamente a Lucius de la corbata.

-No sé de que me hablas, yo no tengo a tu hija, no la he visto desde hace meses- dijo un poco ronco tratando de liberarse de las manos del Sr. Weasley- Así que hazme el favor de soltarme.

Un crepitar en la chimenea del estudio los sorprendió y la cara de Hill apareció.

-Papá, Ginn acaba de llegar- dijo sorprendido al ver la escena que armaban ambos hombres y sin decir nada más desapareció.

- Ahora si Weasley, me haces el favor de soltarme?- dijo ahora con un enorme tono de desprecio.

El Sr. Weasley lo soltó y Lucius se dirigió al espejo que había a un lado del enorme librero para acomodarse la corbata mientras tosía.

-Lo siento, Malfoy, por la escena que cause con tu familia…y por tu corbata, sólo..sólo estaba preocupado por mi hija- al decir esto, salió y desapareció.

-Ese Weasley…imbécil- dijo Malfoy enojado pensando, mientras se dirigía al salón,que de no haberse redimido muy probablemente ya le habría lanzado una maldición imperdonable. En el momento en que entro, su amigo Von Waischler se levantó colocandose detrás de su esposa y con las manos apoyadas en sus blancos hombros dijo:

- Lucius, creo que… les debemos una explicación.

Desconcertado el Sr. Malfoy le contestó: Por qué amigo?, quien nos perturbó fue Arthur Weasley.

-lo sé, sin embargo, son necesarias ciertas explicaciones- prosiguió.

Ginny llegó a su casa tratando de entrar a hurtadillas por la cocina, tenía su largo cabello alborotado y un ojo morado, vestigios de que la nariz y el labio le habían sangrado, de pronto la luz se encendió.

-Ya te ví Ginebra- dijo su madre muy enojada- me quieres decir de donde y por qué vienes así?- La señora Weasley tenía a todo su séquito de hijos detrás incluyendo a Harry y hermione.

-Ay mamá!- gritó asustada- vengo de la firma de autógrafos de las Holiday, no creerás..- la frase no fue terminada ya que recibió una bofetada de su madre.

-Y tu creias que yo estaba dormida en mis laureles? Tu padre fue a reclamarle a Lucius Malfoy- su madre estaba a punto de reventar.

-pues es mejor que le vayan a avisar antes de que al Sr. Malfoy lo veamos en el hospital y a papá en Azcaban- fue lo último que dijo antes de perderse escaleras arriba, donde Hermione la siguió.

-Ginn, a mi si me dirás donde estuviste?-Dijo la castaña cerrando la puerta.-

Ya se los dije, en la firma de autógrafos- contestó la pelirroja mientras buscaba su pijama.

-La firma terminaba a las 7 de la noche, donde estuviste estas cuatro horas y media¿

-herms, disculpame, pero mi madre no eres, además, me fui temprano y regresé temprano- dijo recostandose en la cama.

-Si llamas temprano regresar a media noche, por favor Ginn, dijiste que ibas con unos amigos, Ron y Harry hablaron con Michael y seguro con él no estabas-dijo al tiempo que con un hechizo quitaba los golpes de la cara de su amiga.

- Pues si estuve con un amigo…Con Edgar.

-Con ese apestoso Slytherin?!

-No es apestoso, de hecho huele muy rico-rió irónicamente- además es muy buena onda.

-pero regresar a esta hora, por que¿?-preguntó preocupada su amiga- No habrán hecho ..nada verdad¿?

-No!!-….obvio no, sólo quiero salir con el por diversión, eso contesta tu porque¿?

-No-costestó Hermione secamente.

-esta bien, sólo porque no quería ver a harry y Morgan juntos y jugando quidditch

-Si te sirve de consuelo, juega peor que yo y eso ya es decir demasiado.

-Entonces de verdad juega como un troll- rió la pelirroja.

-te dejaré descansar, pero mañana tendrás que contarme sobre Edgar y sobre el "y" que no le dijiste a percy!!..Nox..-las luces se apagaron.

Mientras tanto en la sala de los Weasley, Arthur le decía a su esposa: he visto a la mujer de hace 18 años, es necesario que digamos la verdad, antes de que las cosas caigan por su propio peso y que Gin no nos perdone.

-Bien pues, Giselle y yo nos conocimos el mismo verano que tu y yo lucius, claro, su padre no me quería junto a ella a pesar de todo el dinero que pudiese representar, ya que como recordarás yo era muy rebelde y gustaba mucho de las fiestas, que no precisamente eran de sociedad, a nuestros 24 años Lucius.

-Nosotros nos amabamos y deseabamos casarnos, de hecho, escapé de mi casa un año antes de terminar mi educación en Beuxbatons, sin embargo tuve que regresar porque mi padre enfermó, mi hermana dijo que de tristeza y desepción , así que accedí a todos sus deseos, deje de ver a Alex e incluso acepté casarme con Dublik Lichtenstein, imaginate Cissy tenía 18 años, casi 19, para entonces tu tenías 21 y planes de casarte con Lucius y mi hermana ya se habia casado con Max y esperaban a su hijo; sin embargo, Dublik se negó a casarse conmigo pues decía que era demasiado rebelde, así que a escondidas seguí viendo a Alex, pero mi padre empeoró y tuve que hacerme cargo de los negocios de la familia ya que mi hermana se habia mudado a Alemania para cuidar de su niño que acababa de nacer; después me enteré que estaba embarazada y obviamente mi padre no quería a la criatura, sobre todo si era de Alexander, así que en cuanto nació tuve que entregarla a una familia que ansiaba una niña, mi nana se la llevó, poco después mi padre murió y sin mi niña y mi padre, yo caí en la depresión, me volví fria y antisocial, trabajé duro en los negocios de papá. Dos años tuvieron que pasar para que yo me reencontrara con Alex, nos casamos y emprendimos un viaje en busca de nuestra hija, años pasaron hasta que la pista nos trajo hasta este lugar de Inglaterra y hoy, aquí mismo, volví a ver a aquel hombre a quien mi nana entregó, una fría y tormentosa noche, a mi hija.

Narcissa no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban y Lucius sólo se quedó pensativo.

-Quieres decir que esa hija, la hija de ambos es…

-Así es Lucius, es Ginebra Weasley- terminó Alexander