Palabras para Paula
Disclaimer:
Los personajes de YYH no me pertenecen, si no al genial Yoshishiro Togashi, este fick fue escrito a fines de septiembre, y terminado a mediados de noviembre. Escrito de una fans para otras fans.
Notas:
Mi primera historia hetera de esta serie, es cierto que tengo mezclas en Habitación 313, me atrevo a saltar a esta sección con un Yusuke Keiko que espero les guste.
La trama se sitúa luego del capítulo 97 "Adios"; una vez que Yusuke deja el nigenkai y se va a entrenar con Raizen al mundo del mal. Pero, ¿Por qué le espera Keiko durante tres años?, he aquí mi versión de cómo se pudieron dar los hechos, y no, no es una historia de acción, si tienes problemas con el genero "Romance-Drama" estas en tu derecho de salir del fick.
Advertencia:
Puede haber contenido occe, pero me encantan los ficks donde los personajes son más humanos.
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Dedicado a cada persona que ha leido mis ficks, en especial a mis lectores de Matices y Treinta días.
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Primera Palabra
"Amor"
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Porque el corazón no entiende de motivos ni razón…
-Laura Trujillo-
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Quizás era sólo una bonita ilusión o estaba soñando, en todo caso, cualquiera de las dos cosas no servirían para que él evitase pensar que lo que estaba pidiendo era malo.
Sentado en uno de los pupitres del salón de la casa de Raizen que daba a una de las ventanas, se dio el lujo de mirar por el mohoso vidrio empapado en gotas de lluvia y cubierto de vaho; miró hacía los arbustos que había afuera, el otoño había caído, las hojas secas anaranjadas cubrían el césped que antes había sido verde y sólo se encontraba un balón en medio del barro del patio del castillo; el hecho de que en ese lugar hubiesen balones no era importante, lo importante quizás fue la sensación que ese objeto color verde azul había producido en su corazón.
-¿Qué las chicas no juegan pelota?- el balón jugó en su cabeza, una imagen de ella y él pequeños discutiendo por el juguete, palpitándole el pecho a mil por hora no pudo evitar pensar en quedarse aquel balón para si, ¡estúpido balón que le obligaba a pensar en cosas que luego dolían!, pero era inútil, y lo sabía; que la extrañaba, aunque quizás ella no tanto.
Era difícil saberlo de todas formas.
-Keiko- dijo, imaginó la cabellera corta, quizás un poco más debajo de los hombros, con el vestido verde claro, y la camisa blanca inmaculada y dos botones del cuello desabrochados.
-Quizás te presente a mi novio cuando vuelvas-
Era inútil pensar en ella de todas formas, por que no estaba, por que le había dejado; y en el calendario mental que yacía en su cabeza habían transcurrido ya seis meses desde que se habían dicho aquel adiós; sacó una hoja, escribió una letra.
-No la lances así, ¡patéala con fuerza!- volvió al recuerdo del balón, siempre se la había robado de niño, siempre la alejaba de las otras; por que le gustaba estar así, siendo regañado por ella o criticándola por cosas pequeñas. Y aunque la mayoría de las populares amigas de Keiko decían cosas de su persona, como que era muy poca cosa para aquella niña o que ella sólo perdía su tiempo en enseñarle por que simplemente no tenía habilidad alguna con los estudios no le importaban, pero dolían, y hubo veces en que se preguntó si ella pensaba igual que las otras chicas.
-Yusuke, ¡deja de patearme!-
Pero ellas no sabían que cada vez que Keiko le había enseñado él si le había puesto atención; no sabían que él miraba la forma en que movía sus dedos cuando trató de ayudarle en caligrafía, no sabían que había puesto atención al timbre de su voz para aprenderse el sonido cuando le leía en historia o como él le miraba los ojos avena cuando resolvía sus tareas de matemáticas; Keiko tampoco sabía. Pues estaba seguro de haber actuado muy bien en esos momentos, y es que lo único que sabía hacer él era eso, actuar en frente de ella, cubriendo sus expresiones con una máscara cual arlequín para que no lo notase.
Aunque pensándolo bien, quizás esa fue de las ideas más malas que tuvo, hasta ahora claro esta, por que la más mala yacía en haberse alejado de ella.
-¡Me diste en el estómago!, ¡y dices ser una chica!-
Se reía cada vez que ella parecía sacar su verdadero carácter, y él temblaba, inconcientemente siguió mirando la pelota, una mano le tocó el hombro pero él pareció no sentirlo.
-Tres años es mucho tiempo- otro recuerdo, el corazón se le apretó. Sintió odio ante la imagen ilusoria de alguien abrazando a Keiko en su ausencia; por que esa frase le daba entender a él que ella no esperaría, ¿pero que podía hacer?; no podía volver, no podía ir a verla; menos salir del Makai mientras no estuviese en orden, ¡estúpido Raizen que se estaba apunto de morirse!
-Tu dijiste que la pateará, ¡ahora no te quejes y sé hombre!- el recuerdo siguió en su cabeza, Keiko le gritaba y él hacía como que no la escuchaba, había olvidado decirle en aquel momento que le gustaba que pateara con tal fuerza por le desagradaban las mujeres chillonas y demasiado damitas; y él se la llevaba en los recreos de ese entonces simplemente por que sabía que a Keiko, a pesar de ser chica, las muñecas le parecían aburridas.
-Tres años, te juro que volveré en tres años-
-No lo sé…- la voz de ella, el color chocolate claro de sus ojos, la expresión de las cejas curvándose en señal de dolor. Ella no estaba jugando cuando dijo aquello del novio, pero él sabía esperaría un tiempo, quizás un año, y en ello yacía el haberse robado la caja de lápices del cuarto casi vacío de Raizen y un par de hojas.
Creía ilusamente, si enviaba carta tras carta ella le esperaría.
Por que si no era ella él no volvería, por que no amaría a nadie como a ella; por que sólo estorbaría en su vida o trataría de arrebatársela al miserable que la tuviese. ¡Inari como dolía!; sentirse débil siendo mazoku; estúpido, siendo mitad youkai que el corazón se le apretara de tal manera; pero no, ¡no importaba esa sensación!, por que desde que tenía memoria ella le había mirado, por que recordaba como ella le admiraba todo un día desde su pupitre de clases silenciosamente, quizás como se sentaba, hablaba o discutía con los maestros; o quizás le gustaba notar las marcas de la ropa con barro, o el cabello cuando no estaba en gel; cualquiera hubiese sido la razón en aquel momento él aún no la descubría.
Y quería saberla ya.
-¿La llevo al mundo humano?- escuchó la voz de uno de los discípulos de Raizen, le miró de los pies a la cabeza, volvió a la hoja, tenía unas cuantas frase escritas en ella, pero supuso sería suficiente para que Keiko le esperase un tiempo más.
-La dirección esta en el sobre, trata que nadie más la vea eh- dijo juguetona y pícaramente, mientras el otro se quedaba perdido en el brillo de sus ojos cafés.
Y anexando en el sobre un dibujo de aquel balón la dejó en las manos del hombre, mientras se levantaba y se disponía a irse a entrenar para el torneo.
Keiko:
Esta mañana cuando abrí la ventana estaba lloviendo, ¡estúpida lluvia que no me dejó salir a la calle del Makai para correr!
Aquí ya es otoño, los árboles están secos; te gustarían por que es tu estación preferida del año; por mi parte prefiero el invierno; tengo dos parches de nicotina en la mejilla izquierda, me rasmillé la cara al no prever un golpe en los entrenamientos con los demás pupilos de Raizen; pero ya me conoces, ¡Soy indestructible!. Mañana entreno con Kurama, así que puedes apostar que quizás estaré una semana en enfermería sacándome las espinas de su Látigo de rosa.
¿La razón de esta carta?; no sé, ni me lo preguntes, prefiero escribir. Cuando volví al vestíbulo de Raizen me topé con un diccionario, y al abrirle caí en una hoja al azar, aquí te anoté la palabra que leí.
Amor: Palabra de cuatro letras sin sentido exacto, depende de la persona y de la situación; según yo, si se pudiese descomponer pasaría a ser cada estado de ánimo por el que he pasado hoy desde que me desperté y quede mirando desde la ventana del comedor como la lluvia mojaba el marchito y embarrado césped.
La A sería anhelo, la M sería miseria, la O sería odio, y la R de recuerdo, si pudiese escoger una frase para describirle te diría esta "Amor es todo lo que te hace sonreír cuando estás cansado"
Y es que estoy muy cansado Keiko, en especial por que aquí no hay nadie que me diga que puedo levantarme y seguir, o que puedo dar todo de mi.
Esas frases sólo me las decías tu, ¿y sabes?; las necesito mucho en este momento.
¿Recuerdas cuando jugábamos pelota y me terminabas dando en el estómago y yo me quejaba como una nena?
Yo lo recordé hoy.
Te anexo el dibujo de la estúpida pelota que tuvo la culpa.
Y aunque no te lo digo siempre lo hago a través de este papel, por que sé, estando frente a frente no lo haré, y no por que no quiera sino por que me apeno.
-Te amo Keiko-
Yusuke
Continuará-
Siguiente palabra: Belleza
Terminada: si, en espera de ser logueada cada dos semanas o a más tardar un mes.
Espero les haya gustado, para saber si le sigo subiendo.
Nos veremos.
…Lloraba cuando te conocí…
…Ahora estoy intentando olvidarte…
…Tu amor es una dulce desdicha…
…Lloraba solo por conseguirte…
…Ahora estoy muriendo porque te dejo hacer lo que me haces a mí…
-Crying-
Aerosmith
