Bien, para poneros en situación, esta historia pasa un año después de que Voldemort cayera vencido. Como bien sabéis, el trío dorado no pudo cursar su último año y pese a ello el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería había hecho una excepción con los alumnos que no finalizaron sus estudios, siendo ese año la primera abertura después de la batalla.
Disclaimer : No me pertenece nada de JKR.
Bueno , esta historia no tiene nada que ver con la otra que también tengo escrita. Y esta la tengo más avanzada, bastamte más.
Espero que os guste y que me cuenten qué les parece.
Os dejo leyendo :
1.
Hermione se encontraba en el hall esperando a sus dos mejores amigos, y unos de ellos, Ronald Weasly, era su novio. Los tres, después de la caída del Señor Oscuro, se habían ido a vivir a la casa heredada a Harry Potter, el número 12 de Grimmauld Place, teniendo una agradable convivencia. La castaña estaba emocionada al saber que podían acabar sus estudios, y aunque al trío de otro les hubiera ofrecido respectivamente un puesto de trabajo en el Ministerio, estos grandes amigos no se lo pensaron más de un solo segundo para decidir vivir juntos su último año en el colegio.
Hermione llevaba diez minutos esperando como siempre. Furiosa los volvió a llamar y en un visto y no visto los dos chicos aparecieron ante ella, con las respiraciones agitadas por guardar sus pertenencias rápido y corriendo. Los miró fijamente con el ceño fruncido y cogiendo a sus amigos del brazo, de desaparecieron rápidamente a la estación de Kings Cross.
[…]
Ya estaban todos en el Gran Comedor, esperando impacientes el discurso de la directora Mcgonagall, pasando a ocupar el puesto del fallecido Albus Dumbledore. Se percibía en el ambiente que aunque hubiera pasado la guerra, todavía quedaban muchas cicatrices que cerrar.
El castillo había sido reformado casi en su totalidad , todo seguía siendo como entonces, reestructurarlo de tal manera que parecía que por allí no hubiera pasado nada, ninguna guerra, ninguna mosca volando. Hermione estaba sentada en su mesa, con sus compañeros de Gryffindor. Se notaba la ausencia de algunos alumnos en general, pero todos siendo fuertes hicieron como si todo fuera normal. Era la realidad en la que vivían.
Ron estaba sentado a su derecha, agarrándole de la mano y Harry a su izquierda, como acostumbraban a sentar siempre. Ron había cambiado a mejor después de la gran lucha, y ahora no era tan impulsivo como lo era antes, mucho más cariñoso y atento con ella
Lo que creía ella.
Incluso a veces le resultaba demasiado empalagoso, todo el día queriendo besuquearse, y eso aveces la desquiciaba. Pero luego pensaba en lo que le aportaba como persona y se olvidaba de ello. Nunca antes había querido a nadie como a él, y le amaba con todas sus fuerzas.
Su amigo Harry, seguía saliendo con su amiga Ginny, la hermana de Ron, pero muchas noches en las que había podido verlos juntos, le venían pensamientos no muy positivos. Ella no creía que duraran mucho tiempo, los veía casi como si fueran hermanos.
A veces, solo tenemos ojos para la vida de los demás, y no nos fijamos en los detalles de nuestra propia vida.
Ya casi se estaba acabando la cena, cuando la directora Macgonagall se levantó del centro de la mesa de profesores alzando la mano para callar a sus alumnos.
—Bien chicos, como ya sabéis, algunos de nuestros alumnos no pudieron acabar con sus estudios en época de guerra, con lo cual deberán también tener su propia sala común, quiero decir, - decía tan seria como siempre y con el mentón muy alto.- Los alumnos de séptimo curso dormirán en sus respectivas habitaciones, dentro de sus casas. Pero como no tenemos espacios para todos, lo que haremos es que los antiguos alumnos tendrán una propia sala común separados del resto.
—Las personas que mencione a continuación tendrán que permanecer en el Gran Comedor después de la cena para informales de sus dormitorios y con quien deberán compartirlo. Aquellos son Hermione Granger, Ronald Weasly, Harry Potter, Luna Lovegood, Draco Malfoy, Pansy Parkinson, Blaise Zabinni... - una gran lista colgaba de sus manos con todos los nombres.
Minutos después todos los llamados esperaban ansiosos lo que Mcgonagall quería contarles.
—Bien chicos, acercaros aquí por favor, - decía la directora haciendo gestos a sus alumnos para que se acercaran a ella. - Estoy muy contenta de ver caras conocidas, sobre todo de algunos que no me esperaba, - dijo mirando a los alumnos de Slytherin directamente.
Los aludidos la miraron con una mirada que cortaba el aire. - No me voy a entretener mucho asique iré al grano. En la torre que hay al lado de Astronomía, que hemos adaptado para vosotros, habrá tres salitas comunes que compartirán, y no quiero quejas, ya no sois unos niños. En la primera salita estarán Hermione Granger, Pansy Parkinson, Thodore Nott y Draco Malfoy. - Harry y Ron miraban a la directora con cara de póker, sabiendo de la mala suerte que había tenido su amiga.
—Directora Mcgonagall – cortó Ron Weasly – creo que no debería...
—Ron Weasly, son mayorcitos. No quiero comentarios estúpidos ni sandeces fuera de lugar. Así son las cosas y así las contamos. - le riño como si fuera un niño pequeño. - En la segunda salita estarán Harry Potter, Astoria Grengarss, Ron Weasly y Ginny Weasly. Y finalizando, en la tercera habitación Luna Lovegood, Danphe Grengarss, Lavender Brown y Blasie Zabinni. Hemos intentado equilibrar las habitaciones.
—Bien, si no tienen ningún problema pueden irse a sus dormitorios. - y dicho esto se dio la vuelta y desapareció por la puerta que quedaba detrás de la mesa de los profesores.
Se podía cortar con un cuchillo el aire que respiraban. Una tensión enorme reinaba entre ellos.
—Hurón, más te vale que no toquéis ni un pelo a Hermione, ¿me entendéis? - amenazó furioso Ron y con la cara roja como un tomate.
—¿Pero qué te crees Weasly? ¿ Todavía no hemos madurado? - le escupió Draco con su lengua viperina y acercándose intimidante al pelirrojo.
—¡Ron! Por favor- empezó a decir Hermione, que sus mejillas también habían adquirido algo de color. No había cosa que le enfadara más que estuviera constantemente sobreprotegiéndola. - ¡Cállate!
—Pero...pero...- balbuceaba Ron. Su amigo Harry viendo que su mejor amigo iba a explotar como si de un volcán se tratara, lo agarró rápidamente por el brazo.
—Veo que no cambias comadreja, pareces un niño al que le han quitado su juguete. -respondió Draco Malfoy.
Ron dirigió su mano al bolsillo de la túnica para coger su varita. Hermione indignada y cansada ya de la actitud de su novio, le miró con ojos desaprobatorios y dándose la vuelta le dijo sus últimas palabras.
—Ron Weasly, estoy totalmente de acuerdo con lo que te han dicho, me voy. Hasta mañana
—Hermione... - Harry no aprobaba el comportamiento de su amigo pero tampoco le gustaba el de la castaña.
—No Harry, no hay Hermione por ningún lado. Buenas noches. - Y con paso rápido se fue directa a su nueva salita común.
Todos se miraban incómodos por la situación. Ron dijo por lo bajo algunas palabras que no eran precisamente bonitas.
Draco Malfoy se había quedado totalmente sorprendido. No se podía creer que Granger hubiera dado una contestación así a Weasly. El rubio volvió a mirar al resto, y después a su amiga Pansy, indicando que salieran de allí.
—Hasta luego chicos. - se despidió Draco lanzándole una mirada al pelirrojo y de seguido al moreno.
—Adiós – contestó únicamente Luna Lovegood.
Hermione encontró perfectamente las salas comunes dentro de la torre. Con tres puertas muy bien enumeradas : Primera, segunda, y tercera. - Con paso decidido entró en la primera. Había una mini sala común, con una mezcla de colores pertenecientes a cada una de las casas.
A primera vista producía una sensación de agobio, por tanta variedad de colores, pero una vez que te acostumbrabas, resultaba ser muy acogedora. Había una pequeña chimenea encendida acompañada de dos sofás. Al otro lado una amplia mesa de estudio junto a una estantería con algunos libros. En frente tenía dos puertas de madera oscura, ambas gemelas.
Se decidió primero por la de la derecha, la abrió y se encontró dos camas paralelas, con el cabecero de madera grabado con el escudo de Hogwarts. A la derecha había otra puerta, "El baño" - pensó la castaña abriéndola. Un cuarto de baño totalmente equipado. Una gran bañera de mármol blanca a juego con el lavabo y el inodoro.
Salió para entrar a la otra habitación, que era exactamente igual, aunque pudo fijarse que era un poco más pequeña. Se decidió por la primera y recogió sus pertenencias de la salita común, y los metió dentro de su nueva habitación, dejando la puerta abierta y colocando su ropa en su parte del armario. Le tocaría compartirlo con la Slytherin.
Se puso a pensar en lo ocurrido hace unos minutos. Pensaba en lo mucho que había cambiado Ron, pero había cosas que seguían igual. Ella no quería discutir con nadie, y menos con su novio. No es que fueras de su mayor agrado las personas que convivirían con ella, pero tampoco quería amargarse todo el año. Ya había pasado la guerra y parecía que todos todavía siguieran en ella.
Escuchó como se habría la puerta y mirando hacia atrás pudo ver a sus nuevos compañeros. Se dirigió hacia ellos con paso decidido y tranquilo.
—Parkinson, nuestra habitación es la de la derecha, - se atrevió a decir la castaña - incluso es un poco más grande que la de ellos – decía agarrándose de las manos. Estaba nerviosa.
—Me parece estupendo. - contestó con una sonrisa torcida. Cogió su baúl y se adentró en la habitación. Hermione por su parte no se esperaba ninguna respuesta y se quedó un poco sorprendida.
—Seguro que por eso has venido tan rápido, ¿ no Granger? - le preguntó Theodore Nott con una sonrisa sincera. Hermione seguía callada, no sabía como reaccionar ante ellos, no los conocía para ser más exactos. Y menos aún a Theodore Nott, que siempre , en sus tiempos de estudiante le veías reservado y apartado del resto. No pudo evitar no contestarle con otra sonrisa.
—Me has pillado. -dijo la castaña con una tímida mirada. No se podía creer que estuviera intentando bromear con él. - Bien chicos, ya podéis acomodaros, yo haré lo mismo. Y después de un vistazo a los chicos, se metió otra vez en la habitación para terminar de guardar sus cosas.
Pansy Parkinson ya tenía todas sus cosas guardadas. Hermione la miró sorprendida ante su rapidez, y una vez se puso a ello no tardó mucho en terminar.
—Emm...Bueno Parkinson, por si te interesa saberlo yo me suelo duchar por las noches.- mencionó Hermione.
—¡Perfecto! Yo por las mañanas. - le contestó sonriente. - Pero no te preocupes que te dará tiempo a que te peines esa mata de pelo. - Hermione palideció al momento
sabiendo que al final su convivencia no sería tan agradable. Pansy la miró con culpa en sus ojos. - Ups! Lo siento Hermione. - se disculpó la morena. - la costumbre de los años. Pero no era mi intención ofenderte.
—No te preocupes Pansy. - le dijo la castaña llamándola por su nombre por primera vez. Ella le contestó con una sonrisa, quedándose un rato en silencio.
—Bueno espero no hacer mucho ruido, voy a ducharme. Comentó la castaña.
—Ok, no hay problema.
[…]
Después de una relajante , la castaña salió del baño, viendo a Pansy sentada en la cama, con un libro entre manos.
"¿No van a dejar de sorprenderme? - se preguntaba la castaña. Aunque lo único que podía sentir era curiosidad.
—¿Qué estas leyendo? - le preguntó curiosa a la morena. Esta levantó la vista hacia ella. Su mirada era indiferente. Hermione pensó que era parte de la forma de ser de un Slytherin.
—Se llama "El Diario de Valentina", es de una escritora del mundo mágico. Su fuerte es la literatura romántica, como este libro.
—Interesante. Si te soy sincera, no te imaginaba leyendo en las noches. Ni a ninguna hora claro. - le dijo con una sonrisa tímida pero a la vez burlona.- yo ahora estoy con uno de arte, de la historia del arte, me gusta muchísimo. - se sorprendió a ella misma diciendo esas palabras.
—¿Muggle? -preguntó la morena..
—Sí, escrito por uno. Pero no dudo que muchas grandes obras estés construidas por algunos magos.
—Quien sabe...quizás algún día te lo pida prestado.
—Cuando quieras, pero si quieres echar un vistazo en mi baúl, tengo unos cuantos más. Eres libre de cogerlos, aunque si lo haces avísame.
—Gracias, tú cuando quieras puedes pedirme alguno, pero te advierto que todos son románticos. -las dos chicas rieron juntas pro primera vez.
Por lo visto tenían una cosa en común, la lectura. Y todavía no sabía cuántas más.
—Voy a la salita, me gusta leer al lado de la chimenea. -anunció Hermione.
—Perfecto. Hasta mañana si me encuentras dormida.
—Que descanses, hasta mañana. - se despidió sonriéndose las dos.
[…]
Cuando salió a la salita se encontró a Draco Malfoy sentado en uno de los sofás. Leyendo un libro. La castaña por unos segundos se quedó parada, pero después sin darle importancia se fue a sentarse en el otro sofá. No se atrevió a decirle nada. Veía como el rubio estaba muy concentrado con su libro. Pudiéndole observar un poco más, se fijó en sus llamativos ojos grises. Aunque no le pasó por alto las ojeras marcadas bajo sus ojos, como si en días no hubiera dormido. Pensándolo lo bien, era la primera vez que Hermione se fijaba con curiosidad en los ojos del rubio.
Draco notaba perfectamente como la castaña le miraba a hurtadillas. Le ponía un poco nervioso, pero evidentemente no lo aparentaba. Después de unos segundos escuchó como el libro de la castaña se abría, empezando su lectura.
Los dos chicos, siguieron leyendo. Sin decir ninguna palabra, como si estuvieran solos y no notaran la presencia del otro. Aunque eso no era así, pues los dos estaban muy pendientes de cada uno.
Ya eran las doce de la noche cuando Hermione alzó la vista hacia el reloj de la pared. No le parecía muy tarde, siempre se quedaba un poquito más y no sería la excepción.
Draco por su parte pensaba en lo tarde que se acostaba la castaña. Para él, era algo habitual, incluso había noches que no dormía, a causa de sus pesadillas. Al rato de volver a mirar a la castaña, éste pudo ver como se había quedado dormida, con el libro sobre el pecho, agarrándolo con fuerza.
Se levantó del sofá, y se acercó a ella, pudiendo ver un poco más de cerca. Se la quedó mirando un buen rato. Viendo como su respiración subía y bajaba pausadamente, tranquila. Con un rostro que solo le podía transmitir ternura. Una sensación le recorrió todo el cuerpo, que el chico no sabía poner nombre. Tenía un mechón de pelo cayendo por su fina cara, rozándole la nariz. Se lo quitó, echándoselo hacia atrás, y a la vez rozando su piel. Una piel suave, delicada. Le entraban ganas de acariciarle más tiempo si pudiera.
"—¿Pero qué coño estás haciendo?- le dijo una repelente y gritona voz desde su cabecita. - ¿ Te estás viendo? - le reprendió.
Draco sorprendido dio un paso atrás. Confundido. Y cada vez más enojado. Pero ni siquiera se molestó en preguntarse nada a sí mismo.
Pensó en los dolores que sufriría la castaña al día siguiente si la dejaba durmiendo en ese incómodo sofá. No era muy bueno como para dormir las noches allí. La dio varios golpecitos en el brazo. Intentándola despertar. Pero sin ninguna respuesta.
La volvió a zarandear, aunque esta vez un poco más fuerte.
—Granger, desierta. - decía Draco subiendo un poco más la voz. - Te has quedado dormida en el sofá. -volvió a insistir.
—Mmmm – se quejaba Hermione retorciendo su cuerpo. -¿Dónde sino iba a estar?¿Emm? - le contestó entre susurros, todavía con los ojos cerrados. A Draco le fastidió aquello, no tenía por qué hacerlo y le hizo sentirse enojado. Se le ocurrieron unas cuantas frases que le podrían hacer saltar a las castaña, pero se contuvo e insistió una ve más.
—Granger levanta.
—Que sí, que sí...- gruñía Hermione. A Draco se le soltó una pequeña risita de sus labios. La castaña abrió los ojos de sopetón, pensando y sintiéndose avergonzada.
A Draco le dio un susto de muerte, y después le sonrió con una sincera sonrisa, y se dio la vuelta para desaparecer por su habitación. Hermione avergonzada se levantó del sofá e hizo lo mismo.
Ya con el pijama puesto y vestida en la cama, cerró los ojos, para sumergirse en un profundo sueño. Lo primero que vio fueron unos ojos grises, y una radiante sonrisa, aquella sonrisa.
Bien, he aquí el primer capítulo...¿qué os ha parecido?
Sería felíz sabiendo qué piensan...
MuacccckissssssSSSS =) xiO!
