Antes de que empiecen a leer este monstruo conocido como primer capítulo -me salió muy largo, no? X3- aclararé unas cosas que quizás deberían importarles:

1)Si no saben que significa "All Star", significa algo muy simple. Voy a hacer que aparezcan todos los vocaloids existentes, desde Miku, hasta Luo, supongo que haré servicio a la comunidad (?) para hacerle propaganda a todos los vocaloids, son más de 50, se los advierto.

2)No, no todos van a tener un rol protagonico, pero intentaré a que al menos sean personajes secundarios.

3)Y no, no habrá un solo protagonista, va a ser como una suerte de Game of Thrones -Si sabes a que me refiero, tienes mi respeto.

Antes de concluir, déjenme decirles que hago esto a modo de protesta, por que no me gusta que se repitan siempre los mismos vocaloids en todos los fanfics que veo, sabiendo que algo como vocaloid, por no ser en sí una serie/anime/libro/loquesea (?) se le puede sacar un gran partido a sus personajes.

Disfruten.


Dedicado -con amor (?)- a esas personas que se aburrieron del típico fanfic LenXRin o LukaxMiku... osea sólo a mi, me amo (?)


Aoki :

Hoy era un día muy especial. No sólo porque era el primer día de clases para Aoki, sino que también porque sería su primer día en otra escuela. Los nervios no la habían dejado dormir la noche anterior, nervios que habían empezado a manifestarse muchas semanas antes. Compañeros nuevos, profesores distintos y otra manera de enseñar… ¿Qué le depararía el futuro?

Se despertó, bastante somnolienta y se vistió rápidamente, sin olvidar su pañuelo de la suerte, que algún día ya olvidado, su padre le había obsequiado.

Se dirigió a la cocina, con bastante apetito, y se percató de que su hermana mayor, Merli , ya estaba lista para marcharse, pero como siempre, hacía un poco de trabajo extra, ya que siempre era bueno ayudar.

-Merli – miró a su hermana mayor, mientras se servía un café cargadísimo, perfecto para la ocasión – No logro entender cómo te levantas tan temprano…

Merli en ese instante lavaba los platos del desayuno que momentos antes había comido. Sin desviar la mirada del lavavajillas, respondió a su hermana:

-¿Será porque yo no dormía doce horas en las vacaciones? – el tono de su voz era algo serio. Merli, a diferencia de su hermana, tenía fama de ser una chica demasiado seria, y quizás algo malhumorada. En ese instante, Aoki se servía cereales, tostadas, fruta y helado para desayunar.

Bueno, hasta que su hermana le arrebató las tres primeras cosas de la mesa.

-Kiki – dejó el gesto algo hosco por un momento, quizás quería hablar algo con un poco más de cortesía – necesito hablar contigo…

La muchacha de cabellos color azul cielo no apartó la vista de su hermana.

-Estos últimos años han sido difíciles para las tres – comenzó a decir sus típicos sermones, Aoki no se hallaba sorprendida- y quiero pedirte un esfuerzo por parte de mí y de mamá para que esta vez al menos intentes cuidarte por ti misma en la escuela.

Las palabras de Merli no hicieron efecto alguno en ella.

-Tienes quince años –la miró algo molesta al no ver alguna reacción en ella- ¿Cuándo vas a madurar?

Aoki desvió la mirada y siguió comiendo.

Maika:

En una pequeña habitación, en el departamento de dos desconocidos, una muchacha de 17 años se preparaba para su penúltimo año escolar. Se observaba, en aquel espejo de cuerpo completo, como modelaba un uniforme escolar, en aquel cuerpo lleno de curvas que poseía.

Ató su cabello color blanco, antes de definitivamente abandonar la habitación, sin antes de darle una última mirada al espejo.

-Me siento vieja para esto – dijo para sus adentros, y se marchó de la habitación.

Enviada por su hermana mayor a Japón, con el objetivo de convertirse en una gran cantante, Maika hoy inicia su primer año de preparatoria. Se hospedaba en casa de Clara y Bruno, dos de los mejores amigos de su hermana, que le debían a ella un gran favor, que nunca le mencionó.

Ya afuera de la casa, mantenía en su cabeza pensamientos vagos, acerca de que si le agrada a los dueños de casa, o si su hermana estaba bien… caminaba a paso lento hacia la escuela.

Cuando, de pronto, algo captó su atención por completo.

Yuki:

-¡Kyoooo!... ¡Apresúrate, que llegaremos tarde!...

Yuki, una muchachita de 12 años, le gritaba con gran fuerza a su tío, que aún no estaba listo para ir a la escuela, ya siendo 20 minutos para que comiencen las clases.

Quizás no importaba para Yuki, que era alumna, pero Kyoteru era profesor, y era lógico que tuviese que llegar más temprano, por temas que Yuki no entendía, ni se molestaba en entender.

Kyoteru bajó rápidamente las escaleras, y su sobrinita lo miraba furiosa:

-¡Tonto!, ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!...

-P-Perdóname… yo… -El joven profesor no hayo excusa alguna para disculparse con su sobrina, así que en vez de pensar en algo, rápidamente salió de casa, y se subieron ambos al bonito auto compacto azul, que Kyo había comprado hace hacía ya algunos años.

El día estaba despejado, y Yuki se veía bastante contenta por su primer día de clases, a diferencia de su tío, que tenía que asumir el reto de tener que enseñar a muchachos mayores, lo cual lo aterraba un poco.

Todo estaba bien en el camino, hasta que esa pregunta otra vez salió a la luz…

-¿Kyo?...-Yuki miró a su tío- ¿Tú crees que mamá volverá a casa antes de mi cumpleaños?...

Kyoteru bajo lentamente la velocidad.

El maestro no miró a su sobrina, ni al semáforo, que cuando frenó finalmente, estaba verde.

-Ah?- El silencio era incómodo- Sí… tu mamá vendrá por ti muy pronto, sólo espérala, ¿sí?

-¡Está bien! –dijo con una voz alegre y ruidosa

Y recién allí Kyoteru reaccionó a los bocinazos de los autos que estaban atrás, e hizo avanzar el auto.

Y miró a Yuki, con su sonrisa infantil…

Ella sólo sonreía. Ella sólo sonreía.

El padre de Yuki la abandonó antes de que ella naciese. Su madre, quien es hermana de Kiyoteru, la había cuidado junto con su abuela durante mucho tiempo. Todo cambió cuando la madre de Kyo murió.

La madre de Yuki tuvo que trabajar, y su tío la tuvo que cuidar. Pero ella quizás no volvería para su cumpleaños…

Maika:

Una chica de cabello castaño, largo y lacio corrió al lado de Maika. Dobló bruscamente en la esquina, y se encontró con un chico rubio y empezaron a hablar.

La chica llevaba el mismo uniforme que Maika, así que supuso que eran de su escuela. Iban delante de ella, conversando acerca de sus vacaciones, de lo bien que lo habían pasado en ellas, y lo mucho que se extrañaban…

-…Pero en fin, ahora estamos juntos, aunque no en a mejor situación, ¿no crees?...-Dijo el chico, concluyendo el tema de conversación.

A Maika le llamó mucho la atención la voz del chico, su dulzura, su suavidad, su acento…

"Tiene una bonita voz" Pensó para sí, y siguió caminando detrás de ellos.

No faltaba mucho para llegar a la escuela. La acalorada conversación de amos chicos prosiguió, y muy pronto a Maika dejó de interesarle. Pero aún así no estuvo pendiente del camino, y se tropezó, llamando la atención de los dos jóvenes que la observaban preocupados…

Al caer hacia adelante, cuando se asomó pudo ver a los dos jóvenes. La chica tenía unos ojos color azul, brillantes como mar en día soleado, y unas lindas pecas. El chico, que se aproximó para ayudarla a levantarse, tenía los ojos de un color carmesí, y un rostro angelical, casi afeminado.

-¿Estás bien? – le preguntó mientras le tendía la mano.

-Sí… Sí… - Maika se moría de vergüenza- Estoy bien… gracias.

Tomó su mano, y se puso de pié, sin poder evitar mirar como aquel chico se alejaba de ella, para finalmente ingresar a la escuela.

Aoki

La Academia Artística de Tokio es una escuela especializada en niños y jóvenes que buscan explotar al máximo sus capacidades en el campo de la música, las artes visuales, la literatura y el teatro. Solo los mejores pueden entrar, y de ahí han salido los más talentosos prodigios en sus disciplinas, algunos tan famosos que son reconocidos fuera de su patria…

Y he aquí, una asustada Aoki se aproximaba a su primer día de clases… recién tocó el timbre, y estaba asustada, ya que recién se percató de que iba tarde y ella estaba afuera.

Corrió, preguntó, subió y bajó escaleras hasta que finalmente llegó a su salón.

Una mujer de pelo azul y corto estaba a punto de comenzar su clase. Todo mundo miro a Aoki cuando entró se súbito, interrumpiendo a la maestra.

Rápidamente entró al salón, y se sentó lo más atrás posible, cosa que no la vieran… todo estaba bien… hasta que…

-Oye – llamó la maestra, con voz clara y firme- ¿Eres nueva?

Aoki asintió.

-¡Entonces pasa a presentarte! No es muy común ver alumnos nuevos…

Aoki caminó lentamente hacia adelante. Observó su alrededor. Una muchacha de cabello rubio y largo garabateaba su cuaderno. A su lado, una chica de cabello color turquesa amarrado en coletas la miraba con una expresión fría y monótona en el rostro. Una chica de cabello rojo intenso jugaba con lo que parecía un teléfono celular. Y de pronto, estuvo l frente.

-Buenos día –dijo nerviosa- Soy Aoki Lapis y… soy nueva.


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