N/A: Este es un fic colaborativo (pero el otro autor de la historia no será revelado hasta capítulos posteriores)
Disclaimer: Los personajes de The Seven Deadly Sins son propiedad de Nakaba Suzuki
CAPITULO 1 =efímero amor adolescente=
Desde la ventana del segundo edificio King miraba al equipo de softball practicar, pero toda su atención era para la chica en la primera base, Diane, la estrella del equipo. Después de algún tiempo, Diane decidió dejar a un lado sus sentimientos por Meliodas y darle una oportunidad a quien siempre ha estado a su lado, King y Diane salieron durante dos años, hoy hubiera sido su segundo aniversario, de no haber sido por la "tragedia" como King lo nombra.
La tragedia, muchos pensaran que ella había terminado con él para irse con Meliodas, se dio cuenta de que su amor simplemente era cariño de hermanos, pues no, todo empezó un día soleado, el dia en que fueron a la casa de Gilthunder, a celebrar el cumpleaños de Margaret, conocieron al mejor amigo de Gilthunder, su nombre Hauser, en apariencia atractivo: era rubio, musculoso y quizás un tonto, para Diane el segundo chico más simpático después de Meliodas. Aquel encuentro pudo haber sido casualidad, pero fue la casualidad que terminó con una *hermosa pareja* en términos del anuario escolar. Lo que paso fue... muy digno de una comedia o tragedia dicen algunos; dirán, seguro y Diane terminó con él, enfrente de todos, causando un momento bochornoso para Harlequin, pero, la realidad fue más cruel, si no mal recuerdo fue un día antes del almuerzo, él los vio charlando y noto un sonrojo en las mejillas de Diane, no le preocuparía, si no fuera porque era exactamente igual al sonrojo y expresión facial que hizo el día que formalizaron su relación. Aun así. Aquello no habría sido nada, de no ser por un apasionado beso entre infraganti amantes
De inicio simple cabe aclarar, una conversación entre ambos, bromas y semejanzas como el hecho de que Hauser jugará en el equipo de béisbol, una normal amistad, dirían algunos.
Después los trabajos en equipo, dejarlo .K.O. por una pelota desviada, encuentros casuales por la mañana en el parque. Halagos de Hauser a Diane, diciendo lo genial que se le da el softball, y la linda sonrisa que tiene…
Pero cuando un asunto de dos se convierte de tres nada podía terminar bien ¿o si?
¡¿Qué demonios?!- fue la reacción de King al encontrarlos un perfecto día soleado en el que la vida parecía ir de lo mejor y la alegría parecía ser infinita… irónico.
Finalmente lo que se había sembrado, ya había sido cosechado -King...ya no es lo mismo- Diane no era una mala persona, pero no pudo haber elegido el peor momento para tal confesión. Aquello destrozó a King, de una forma en la que sólo los románticos desventurados de cantina podrían entender.
King sonrió y un ligero tic apareció en su ojo - No h-hablas en serio, ¿Diane?- Ella desvió la mirada, no quería lastimarlo, pero lo mejor era ser honestos. -Perdón- dijo susurrando, realmente le dolía hacerle esto a King, pero ella sabía que si no era en ese momento no tendría el valor para verlo a los ojos una vez mas, coloco una mano sobre su pecho y comenzó a hablar -King... yo-
¿Qué hice mal? -preguntó creyendo ser el culpable, sumido en una desesperación por reparar los trozos de su corazón - Nada, King, tu no hiciste nada mal. La única culpable soy yo, es que… solo se dio... él se convirtió en un gran amigo para mí y de repente... mi corazón late a gran velocidad cada vez que estamos juntos, y me pongo nerviosa cuando él me halaga por el softball y lo linda que soy a pesar de ser más alta que otras chicas - King apretó los puños fuertemente, la forma en que lo decía y su mirada le comprobaba esa realidad que no deseaba volver a vivir.
King siendo hombre, un poco llorón, hizo lo que cualquier estudiante de secundaria haría en esta situación arremetió contra el más alto y de un arranque de ira que nunca nadie se hubiera esperado, no de él, lo golpeo una y otra vez "el niño quería ver sangre" dicen las malas lenguas entre pasillos y almuerzos, pero la única sangre derramada provino de los nudillos de King, al mismo tiempo que se dejaba caer al suelo y varias lágrimas corrían por su rostro. Diane no deseaba verlo en ese estado, se giró y ya sea por cobardía o simple incapacidad de verlo en aquel lamentable estado le pido a Meliodas que llevará a King a la enfermería, el chico asintió, y la última vez que Diane vio a King era cargado por el rubio en su espalda alejándose a medida que entraban a la escuela.
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King se encerró en su cuarto después de ello, de no ser por una cierta pequeña rubia conocida para él como hermana, no se habría presentado en la escuela durante todo el año. Aunque todavía nadie podría afirmar que se hubiera recuperado, al contrario las heridas no habían cicatrizado...se habían infectado, a pesar de que su hermana, Helbram, Meliodas, Elizabeth e incluso el inadaptado de Gowther le dieron el mayor apoyo que pudieron, a pesar de que las heridas de King solo podían mejorar con el tiempo o con un cambio de *ambiente*.
Los días de escuela se convirtieron en algo tortuoso...
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Había veces en que se los cruzaba por el pasillo o en el campo de béisbol practicando, y cuando eso pasaba su traicionera mirada siempre lo guiaba a donde menos quería ver. Claro que para estas situaciones llegaba Elaine y Helbram, por lo menos podía contar con ellos dos, que lo distraían con las cosas más simples aunque fuera por un instante. pero hoy fue un día diferente, por un simple detalle King se quedó solo hasta tarde en la escuela, su hermana se ha ido con Helbram (a pedido de King, que no le gusta que su hermana ande sola), al terminar guardo su material en el maletín y saliendo de salón listo para despedirse una vez más del recinto escolar (ahora conocido como el lugar de la tortura), sin prestar atención al camino, chocó con algo o más bien alguien, terminando en el suelo con su maletín abierto y los papeles desperdigados, quiso disculparse, cuando... - ¡Hey enano, fíjate por donde vas!~ - fue levantado por el cuello de su camisa.
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De haber sido el King de siempre le habría gritado, insultado o golpeado, pero en su lugar mostró una mirada vacía, triste y depresiva -...- no contestó a aquella amenaza, de hecho no se había fijado bien en su captor, puesto que él solo apartó la mirada tan pronto y lo sujetó del cuello, y no tenía intención de verle o responderle hasta que este volvió a hablar -¡Oye~! ¡Discúlpate enano, o quieres que te golpee~!- King levantó la mirada y miro a más detalle los ojos en ese momento pasó algo... extraño si lo definimos con las palabras de King, pues aquellos ojos escarlata que chocaron contra sus ojos miel habían despertado algo, no podía decir que era, pero le había llamado la atención por lo menos unos cuantos segundos antes de volver a su depresiva expresión -Entonces golpéame- dijo sin más
¿Ha?, ¿acaso estás loco?~ - pregunto confundido el de ojos escarlata, ¿qué rayos le pasaba a ese tipo? - eres tan estúpido ¿que no tiene miedo a terminar con los huesos rotos? - y eso qué más da -respondió cansado, solo quería algo que ocupara su mente, y quizás una paliza era la mejor solución. De nueva cuenta posó su mirada en aquel tipo y cerró los ojos alentándolo a que lo partiera en pedazos, es más ni gritaría. El agarre en su cuello aumento y lo único que obtuvo fue ser lanzado contra la pared contraria, el impacto fue duro pero no tanto para terminar lastimado. - Realmente eres un idiota~ - escucho decir a su ex-captor, no se giró a verlo, ni pronunció vocablo alguno, solo el sonido de las pisadas de aquel chico alejándose·
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Después de aquello pasó unos momentos intrigado por aquel alumno, nunca lo había visto antes ni siquiera por casualidad, pero le había llamado la atención, solo que ¿por qué?, no lo sabía y en menos de unas horas lo había olvidado cuando... - Vamos al karaoke Harlequin- le dijo Helbram un buen día -Oh vamos, no me acostumbro a reconfortarte- King levantó una ceja dudoso de lo que aquello se significaba -Y ¿eso qué?- cuestionó el castaño -Que prefiero cuando me reconfortas a mi
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· King estaba por preguntarle, qué significaba eso, cuando un par de chillidos por parte de las chicas se escuchó en todo el salón. Ambos se acercaron a la ventana para ver la razón de que las féminas se pusieran alborotadas, por lo que pudieron ver se trataba de un alumno que no deseaba a obedecer las reglas y discutía con Gilthunder (el apreciado presidente estudiantil), King iba a volver a su asiento cuando escucho un par de comentarios por algunas de sus compañeras - ¿En serio? - pregunto una chica, algo emocionada - Si, el falto todo el mes, según esto por pelearse con algunos estudiantes de otra escuela. Pero... si lo miras bien... es muy lindo.
King deseaba tener un mazo y golpearlas, realmente el estereotipo de chico malo estaba demasiado presente últimamente, el recuerdo de Hauser y Diane invadió su mente, mordió su labio inferior y salió del salón, necesitaba aire y qué más daba si se saltaba la primera clase, Helbram lo vio salir del salón, estaba por seguirlo, pero prefirió dejarle su espacio, es en momentos como este en los que King, es el único que sabe la respuesta - Harlequin... yo siempre te reconfortare
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Era obvio que no podía estar dentro de la escuela cualquier maestro podría aparecerse y meterse entre él y sus divagaciones, el patio era aún peor idea, por lo que su única opción fue la azotea. Una vez en este lugar, King despotrico todo lo que pudo - ¡Idiotas estereotipos!, ¡idiota Hauser!, ¡idiotas mocosas!, ¡IDIOTAS IDIOTAS IDIOTAS IDIOTAS!, ¡YO MISMO SOY UN IDIOTA! ¿QUE HICE MAL? ¿QUE?- Todo sentimiento reprimido había salido a la luz en ese momento de "soledad", donde había podido golpear la pared y echar a llorar hasta quedar de rodillas.
Por dios~, que patético~ - escucho una voz extrañamente familiar, detuvo su llanto, buscando a la persona dueña de la voz - primero tengo que escuchar los sermones de ese tipo con el peinado estúpido y después que me escapo de clase y vengo a tener un poco de paz y tranquilidad, ¿con que me encuentro?~ - bajo de donde está la bomba del agua, caminando lo más cerca de Harlequin y colocándose a la misma altura del castaño, que aun tenia rastros del agua salada y los ojos y mejillas rojas - a una nenita llorona~, ¿quieres que te consuele o qué? - King frunció el ceño y agachó la mirada, no necesitaba que le recordaran la razón de su sufrimiento -malditos idiotas - susurro bajo - dijiste algo nenita llorona?~ - pregunto burlón - yo dije... ¡Maldito idiotas!- golpeo con todas sus fuerzas al muchacho frente suyo, haciendo que trastabillara un poco, pero el único que recibió un daño fue él - ¿por qué siempre las chicas se fijan en tipos tan estúpidos como ustedes?, ¿qué tiene de bueno fingir algo que no eres?, en todo caso las chicas son estúpidas por dejarse llevar por la apariencia, ¿acaso eso es lo único que les importa?, de igual modo si tienen un comportamiento estúpido van detrás de ustedes como perritos falderos, ¡todos ustedes son despreciables!
El chico más alto lo miró extrañado y algo ofendido -Yo no finjo nenita,~- luego lo sujetó de la barbilla y le dijo -Y si las chicas no te quieren es por llorón~- esa fue la gota que derramó el vaso, se escuchó el retumbar de un golpe seco... King lo había golpeado y pensaba hacerlo de nuevo de no ser porque el oji-rojo era, como la mayoría, más fuerte que el pequeño King por lo que detuvo su golpe en seco y lo aventó a la otra parte del techo. King se quedó acostado abrazando su estómago y resistiendo las ganas de regresar su desayuno, el impacto había sido mucho más fuerte que la última vez.
Escucho las pisadas del chico acercarse, y como un pie era colocado en su cuello impidiéndole respirar - realmente creías ¿que por ser un enano llorón, te la dejaría fácil?~ - King intentó quitar el pie de ese tipo, pero le resultó imposible, además de la cantidad de aire en sus pulmones disminuía a cada instante - la última vez fui amable, pero ahora~ creo que me divertiré contigo un rato - sonrió socarronamente al tiempo que deslizaba su lengua por sus labios como si estuviera a punto de comer algo. King empezó a perder el conocimiento sin saber qué pasaría con él después de las declaraciones del ojo escarlata, por otro lado el más alto lo miraba divertido se preguntó qué hacer, probablemente una paliza, fuera lo que fuera sería divertido... o lo hubiera sido de no ser por ciertos ángeles guardianes que el enano tenía -¡Oye tú!, ¡quita tu inmundo pie de mi Harlequin!-
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*¿Su?* se preguntó King mentalmente maldiciendo a Helbram y sus extraña mañas. Elaine lo miro con el ceño fruncido, y lo único que paso por la mente del oji-rojo fue, que linda - ¡Quita tu pie de mi hermano o te las veras con Helbram!- señaló al de cabello verde - Si te las veras con... ¡Hey!, ¡¿cómo que conmigo?!, ¿acaso no vez lo bestia que parece? - señaló al oji-rojo como si no estuviera - pues yo soy una chica y no puedo golpearlo - refuto Elaine - ¿ah?, ¿entonces yo, por ser chico debo rebajarme al comportamiento de un salvaje? - Elaine se quedó pensando unos minutos y la única respuesta que encontró fue un rotundo sí. Ban observó al par de salvadores del enano discutir entre ellos - Oigan que no... - hablo intentando regresarlos a la situación actual - ¡Tú te callas! - respondieron, para seguir en su discusión. A él le dio un tic en el ojo, y respiro profundamente - ¡A mí no me callen par de raritos!~ Helbram y Elaine por puro instinto se alejaron unos pasos de aquel chico, abrazados por el terror que les causó el grito. El chico quito su pie de encima de Harlequin dejándolo respirar, alejándose de esos tres
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Mis héroes- dijo sarcásticamente King tratando de levantarse del piso con ayuda de Helbram
Deberías ser más agradecido, hermano - le riño Elaine, dándole un jalón de orejas - ¡Duele! - dijo King un poco adolorido -¡No lo lastimes! - le rescato su amigo, para ser abrazado como un animal de peluche - no ves que está gravemente lastimado, pobre Harlequin - acarició la cabellera de King - Si... ¡Ya sueltame Helbram! - quito los brazos de su amigo, y en un inútil intento por levantarse, trastabilló cayendo al suelo y perdiendo la conciencia de todo a su alrededor - ¡Hermano!, ¡Harlequin!-
Lo primero que sintió fue un intenso dolor en todo el cuerpo -Está despertando... shhh- escucho voces susurrantes, trato de abrir los ojos, no podía distinguir nada -Hermano, ¿me oyes?- parpadeo varias veces y aun así no logro distinguir nada, lo único que sabía era que la cabeza le palpitaba y que cada ruido era igual a una tortura -hmmm c-c-ca-cállense- logró decir entre quejidos; - Es bueno ver que esto no afecta tus modales Harlequin- King no entendió mucho de aquella frase lo único que sabía es que quería paz... tranquilidad -NNÑÑÑ c-ca-¡Cállense!
Hermano, serás un tonto. - King quería decir algo pero aun necesitaba ordenar sus ideas - lo mejor será dejarlo descansar por el resto del día - dijo Merlín la enfermera de la escuela - le he dado un analgésico con eso se sentirá mejor - ambos asintieron, despidiéndose de King y saliendo de la enfermería. - que paso? - preguntó entrecortadamente - no estoy muy segura... pero por lo que me dijo tu hermana y amigo te caíste de las escaleras - Escaleras? - Merlín asintió, verificando la hora en su reloj de mano - saldré un momento, no tardó
Qué situación tan mas cliché, el enano es dejado a merced de... bueno, mi~- King escucho la voz del responsable de su condición actual, y se enderezó tan rápido como pudo, pero el chico más grande lo aprisiono contra la camilla y lentamente se acercó y le dijo -¿puedes presentarme a tu hermana?~- fue en ese momento cuando King callo de la camilla en cuenta de que había sido un sueño -¿porque?- se preguntó así mismo "¿qué carajos me dio la doctora?" no lo entendía y francamente le daba miedo, lo que había soñado
Escucho la puerta corrediza ser abierta "seguro es Merlín", pero esa idea fue de inmediato borrada - ¿creí que el enano estaba aquí? - hizo lo que cualquier adolescente inteligente de su edad haría, esconderse debajo de la camilla y rezar a todos los dioses porque no lo encontrara - disculpa, pero no deberías estar en clases? - mejor momento para entrar Merlín. - Si, pero... busco a alguien... -explicó pasando la mirada por la habitación - Por lo que ves, no hay nadie más en la habitación, a excepción de nosotros dos, ¿Cuál es tu nombre? - Ban - Merlín asintió -Pues... Ban, la hora del almuerzo ya termino, así que vuelve a tus clases - se hizo a un lado de la puerta, permitiendo que Ban saliera de la habitación, Merlín entro y cerro, tomando asiento en su escritorio - mejor sal de ahí o no servirá de nada el analgésico
G-gracias- King se levantó dolorosamente y volvió recostarse en la camilla -un favor por un favor- no levantó la vista, solo sirvió un par de vasos de agua y le entregó uno -¿cómo puedo pagarlo?- pregunto temeroso, mirando al vaso para luego tomar un poco -No le dirás a nadie que te di medicina experimental- King casi escupe el agua con esa última frase, levantó la vista y la miró como si estuviera loca -Estás bromeando Merlín ¿verdad?-
Señorita Merlín, King y podría estarlo haciendo pero uno nunca sabe- le corrigió la enfermera y sonrío de una forma que no relajó a King en lo absoluto -pero no hay efectos secundarios letales- sin saberlo King soltó el aire que hasta el momento había contenido en la tensión
Espere... ¿cómo que efectos secundarios? - Merlín asintió con simpleza - solo un poco de cansancio y algunos sueños que parecen reales, nada que temer, pero, te quitaran el dolor muscular más rápido que cualquier otra medicina, te lo aseguro- King río nerviosamente y cayó inconsciente en la cama, por suerte había terminado de beber el agua - es de efecto rápido - lo anotó en su libreta y fue por el vaso - lo dejare un poco más a ver si tiene algún cambio - salió de la enfermería, yendo a por algo de té
Dos Semanas o Tres no lo recordaba pero lo maldijo por tres o cinco minutos cada día, de ser un estudiante común y corriente pasó a ser el conejillo de indias de la enfermera, quien le había dado más de la estúpida medicina que ella misma había fabricado y lo peor es que con aquella infernal medicina venían los "efectos secundarios" por los que King tuvo que faltar más de una semana... hoy era su regreso a la escuela.
Venía caminando con toda la tranquilidad del mundo junto a su hermana, cuando un par de brazos lo rodearon casi al punto de caer - ¡Harlequin, es bueno tenerte de regreso! - dijo Helbram al punto de las lágrimas - creí que no volverías- lo abrazo como si se tratara de una escena romántica - Que?, ibas a verme todos los dias y te quedaste a dormir en nuestra casa, y venías atrás de nosotros - explico con un atisbo de cansancio en su voz - Trato de ser dramático, vale - inflo las mejillas por lo arruinado de su drama, King movió la mano dándole la razón y haciéndolo enfadar - Hermano... voy a...adelantarme, tengo... tengo algo que hacer-dijo Elaine apurada y nerviosa, King asintió, y aunque no lo noto, Helbram le dio una mirada a Elaine de... te descubrirá.
Ya mejor apúrate o llegaremos tarde, por tus juegos - Helbram asintió y apresuraron el paso. En la escuela, Elaine iba directo a su salón con cierta emoción, ¿no debía sentirse así?, ¿mentirle a su hermano? - Elaine, buenos días - le susurro al odio, después de haberla rodeado por la cintura con su brazo derecho, la pequeña rubia, soltó un grito, encarando a su captor - B-ban... me asustaste - él muchacho sonrió, y se inclinó dispuesto a besarla.
Ban y Elaine se besaron con toda la pasión que sus jóvenes labios podrían brindar. Una semana y media era todo lo que Elaine había necesitado para congraciarse con el enemigo, pero ¿quién culparla?, es un idiota... muy encantador.
