Capitulo 1
Era de noche y Felicitá estaba en su cama con miedo, miraba a la derecha y oscuridad, miraba a la izquierda y más oscuridad excepto por esa pequeña vela que ya casi estaba toda derretida…
"Ojala Libertá estuviera aquí…"
Y al pensar eso se le ocurrió una idea que tal vez solucionaría el problema. Agarro su almohada y lo que quedaba de la vela para alumbrar un poco el camino y salió de la habitación. Camino por el pasillo pasando las habitanciones de Nova, luego la de Luca y finalmente a la que quería entrar, la de Libertá.
Entro tratando de no hacer ruido, camino unos pasos y llego al lado de la cama que estaba acostado Libertá, sin camisa dejando descubierto sus bien formados abdómenes con un pantalón de seda de pijama, Felicitá se sonrojo un poco, le dio unos toquecitos en el hombro para que despertara.
-Cinco minutos…- Dijo soñoliento
-Libertá, psst Libertá- Siguió empujando el hombro del muchacho, aun sonrojada.
Libertá abrió un poco el ojo y vio a esa cabellera roja suelta y esos hermosos ojos esmeraldas y se dio cuenta del pequeño rubor que se extendió por aquella cara cuando la miro.
-¿Ojou? ¿Qué sucede?-
Felicitá lo miro a los ojos y le dijo.
-No puedo dormir… Le tengo miedo a la oscuridad-
Libertá un poco sorprendido por la confesión, le sostuvo la mirada tratando de averiguar las intenciones.
_Ojou…- comenzó.
-Te he dicho que no me llames Ojou, Felicitá o Fel.-
-Fel, ¿ entonces quieres acostarte a mi lado?-
Felicitá estaba hecha un tomate – No lo malinterpretes…-
-¿Qué ? No claro que no- dijo entre risas.
La pelirroja rodeo la cama, puso su almohada y se acostó en el borde de la cama mirando a la pared. Podía sentir la mirada de Libertá, quien tenía una pequeña sonrisa en sus labios, en sus espaldas.
Libertá continuo mirándola durante unos 15 minutos y oficialmente se había quedado dormida, la veía tan relajada e indefensa y más hermosa que nunca con su melena suelta y sus pestañas cerradas en una armonía total, Felicitá, aun dormida, rodo hasta quedar boca arriba y luego rodo más y quedo con sus manos en el pecho de Libertá, el rostro de esté adopto un leve sonrojo, puso sus brazos alrededor de ella y le dio un pequeño beso en la coronilla.
-Buenas noches, Fel-
Y sintió que una pequeña sonrisa se dibujaba en la cara de la dueña de la carta de los Amantes.
…
Al despertar Felicitá no entendía por qué estaba abrazada por los brazos de Libertá, mejor dicho no lo recordaba. Lo único que recordaba de anoche era haberse dormido en el borde de la cama de Libertá y que soño que estaba viendo un atardecer y de pronto un calor la rodeo y una agradable sensación se extendió desde su coronilla hasta los pies y sonrió en el sueño de la satisfacción de esa sensación. Hecha un tomate, trató de despertar a Libertá y cuando lo hizo esté dijo.
-Buenos días, Fel- haciendo la cabeza hacia atrás para mirarla a los ojos.
-Buenos días, Libertá- Dijo AÚN hecha un tomate.- Será mejor que me vaya ya, en un momento Luca ira a despertarme- dicho eso, tomó su almohada y la base de la vela y caminó hacia la puerta agarró el picaporte y miro a Libertá.
-Gracias- dijo tímidamente.
-No hay de que- respondió con una enorme sonrisa.- Y Fel, me gusta más tu pelo así.-
Y ella salió del cuarto.
…
Ya cambiada y peinada, esta vez se dejo el pelo suelto, bajo a tomar el té. Al entrar a la habitación solo estaba Libertá, camino hasta la silla enfrente a él y se sentó. Luego de terminar el té miró a Libertá, esté hace rato había terminado el suyo pero se quedo sentado mirando a Felicitá –Mama me pidió que te avisara que nos asignaron a los dos la patrulla de esta mañana, ya que Nova se ha enfermado.-
-Esta bien- Dijo aún mirándola.
Ambos se levantaron y emprendieron camino hacia el pueblo.
…
-Sabes- comenzó Libertá- Me alegra que te hayas dejado el pelo como te pedí-Dijo medio sonrojado y sonriendo tímidamente.
-N-No lo hice por ti… solamente me gusto la idea- dijo Felicitá sonrojadisima.
Libertá rió y notó la mirada de Fel sobre un broche con forma de rosa con piedras moradas en los petalos.
-¿Te gusta?- le preguntó.
-¿Qué? Eh… n-no solamente me pareció elega…- Pero la interrumpió Libertá agarrándola de la mano y llevándola al mostrador.
-Demé ese broche, porfavor- Dijo entregándole el dinero equivalente al broche.
El comprador se lo entregó y dijo- Muchas gracias por su compra, joven- con una sonrisa.
Libertá le puso el broche en las manos de Felicitá que lo miro sorprendida.
-Woah… Muchas gracias Libertá- Dijo con una sonrisa y le dio un beso en la mejilla. El muchacho muy sonrojado trato de balbucear una respuesta pero antes de que pudiera Felicitá se estaba poniendo el broche en su cabello, agarrando dos mechones de los costados y uniéndolos con el broche, dejándola aun mucho más hermosa y Libertá se sonrojo aun mas.
Cuando llegaron a la casa ya era la hora del almuerzo, al terminar de comer, cada uno siguió con su tarea y pensando en el otro, pasó la tarde.
Los siguientes 3 días también tuvieron que hacer las patrullas Felicitá y Libertá mientras Nova se recuperaba. Al cuarto día Nova se recupero, así que pudieron seguir con sus tareas, sin embargo a la tarde Luca le entregó una carta a Felicitá de Mama, en está le pedía a Felicitá y a Libertá si podían regar las rosas ya que ella estaba sobrecargada de trabajo. Felicitá fue a buscar a Libertá a el patio de entrenamiento y le entrego la carta, la leyó y dijo.
-Genial, ya he terminado el entrenamiento así que estoy libre-
Libertá fue a los jardines y Felicitá fue a buscar las regaderas, de camino al jardín con las dos regaderas se dio cuenta que una tenia agua y la otra no, cuando estaba a una distancia de Libertá que la podría oír le dijo.
-Una tiene agua y la otra no- dijo dejando la vacía en el piso- Toma está y yo iré a lle…- Pero tropezó con una madera sobresalida cayendo sobre Libertá y los dos mojados por la regadera que se le había salido la tapa, Felicitá se mojo el escote y un poco la cara y Liberta se mojo su cabello y rostro dejándole el cabello rubio y sus largas pestañas mojadas.
-Ouch, ¿estás bien Fel?- dijo levantándola un poco pero vio el escote mojado y miro rápidamente hacia arriba y muy sonrojado le dijo.
-E-ejem… eh O-ojou te mojaste… y-ya sabes- Felicitá se dio cuenta lo que decía, ahogo un grito y se escondió en el pecho de Libertá, que sintió su escote mojado y le salieron unas gotitas de sangre de la nariz. Libertá se paró aun abrazándola para que nada se viera, se saco su chaqueta y se la puso alrededor a Felicitá.
-G-gracias- Dijo muy sonrojada- Lo siento si…- pero la interrumpió Libertá que la miro a los ojos y ella le sostuvo la mirada.
-Está bien, Fel- dijo él- Nada de lo que hagas puede ocasionarme problemas- y le puso ambas manos en las mejillas, Felicitá se dio cuenta del pelo mojado que brillaba más de lo normal y haciendo que Libertá se viera más guapo que nunca.
-Libertá…- dijo en un susurro y con ganando altura con los pies y Libertá acercándose a ella, él roso sus labios amablemente y ella se lo regreso con más pasión, sentían como se fundían sus labios, una batalla por el dominio, Libertá puso sus brazos alrededor de su cintura atrayéndola más a él y ella puso sus manos en su cabello acercándolo más a ella. Se separaron para tomar aire mirándose con una pasión impansientes por volverse a besar y lo hicieron pero esta vez Libertá la llevo contra la pared y la acercó más a él, sentían como sus cuerpos encajaban perfectamente, sus bocas en una batalla por la otra, hasta que escucharon pasos y se separaron y rápidamente cogieron las regaderas y fueron rápidamente a llenarlas, aún con la respiración agitada y la pasión hirviendo en su interior.
