Disclaimer: Ni Pokémon ni sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de sus respectivos autores intelectuales. NA al final de los drabbles, lo prometo.

I wanna have your babies

Casi tan rápido como la frase abandonó sus labios, sus manos se dirigieron hasta su boca para cubrirla en un intento desesperado por retener las palabras que ya habían sido dichas un segundo atrás. Dio una profunda inhalación y rogó porque aquello no hubiera sido más que un susurro no mayor al leve aleteo de un mosquito en el medio del caos de la ciudad, suplicó a Arceus, el cielo, la suerte o el Karma, porque Ash estuviera distraído, tan lejos del mundo como solía estarlo, ignorando lo que pasaba a su alrededor, ignorándola principalmente a ella; Todas sus oraciones parecieron fundirse en el vano delirio de su mente atormentada cuando la vista sorprendida del joven entrenador se volvió hacia ella con una mezcla entre sorpresa e intriga, sus ojos marrones se habían fijado sobre su rostro con expectación mientras el muchacho parpadeaba con rapidez un par de veces. Sintió su rostro palidecer y enrojecer todo en una misma vez y creyó por un instante que se desvanecería de un momento a otro, vio como el azabache abría su boca con toda la intención de decir algo pero ninguna palabra fue formulada y finalmente volvió a cerrarla sólo para estrechar su vista sobre la de ella como si buscara el sentido del universo dentro de sus ojos, luego volvió a abrir sus orbes color chocolate y parpadeó un par de veces más sin despegar ni un segundo su atención del-cada vez más colorado-rostro de la pelirroja frente a él. Deseo que se la tragara la tierra, que algún rayo cayera de las nubes densas sobre ellos y la fulminara en aquel instante, o que Arceus apareciera de pronto y la reclamara como sacrificio humano, cualquier cosa hubiera estado bien en realidad, incluso las usuales interrupciones cotidianas podrían suceder y de nada tendría que quejarse, pero ese día el universo parecía estar particularmente en su contra y nada paso en el lapso de tiempo entre la infame frase de ella, y el actual duelo de miradas que sostenían en el medio de aquel bosque.

Era una excursión, sólo una estúpida excursión, una salida de dos mejores amigos que habían decidido pasar el día juntos y a solas, nada malo podía ocurrir, ¿cierto?, ¡¿CIERTO?!, pero entonces la conversación había surgido de la nada y en el medio de un torbellino de palabras que ni ella misma lograba recordar había salido la sucesión de palabras más estúpida que había dicho en su vida entera-y eso ya era bastante decir- , y ahora todo estaba ahí, con él mirándola como si la teoría de la relatividad tuviera que ser desafiada, mientras ella sólo deseaba que aquello hubiera sido olvidado, la tensión que se había condensado en el ambiente pareció alcanzar un increíble crescendo cuando el moreno dio un paso hacia ella de forma decidida, y se detuvo sólo a medio metro de distancia. Luego, como si de un globo lleno al que le hubieran abierto la boquilla se tratara, aquella densidad pareció esfumarse dejando tras de sí una estela de incredulidad al tiempo que el preguntaba:

-¿Lo dices en serio?-

El mundo tembló bajo sus pies.