Bueno pues antes de empezar quiero advertirles que esta historia será sin duda a todas las que están de Alice y muy radical a todas las que he escrito antes, tiene contenido fuerte como es la prostitución, alcoholismo, drogas, tráfico ilegal, corrupción y sexo.
Esta historia la traigo desde hace mucho tiempo, desde quizás el capítulo donde Alice pelea con shadow y al ir viendo los capítulos siguientes note como la relación que tenía con los peleadores es muy superficial y solo la localizan cuando están en apuros, no se quizás solo yo me cree esa idea y bueno de ahí el nacimiento de este fic, espero y le den una oportunidad no hay una pareja aún definida y quizás me proyecte en algunas escenas o hechos.
Bakugan no me pertenece, y sé que se alegran de ello porque si lo fuera la historia sin duda sería muy bizarra (risitas)
Otra noche, otra fiesta, otra cara falsa, otra persona a quien engañar, desde que recuerdo todas las noches eran igual, iba a una fiesta conocía a esos viejos degenerados y pervertidos de siempre con sus trajes y escoltas a su lado gastando el dinero que se supone debería ser para el pueblo, y ella como siempre lucia tan bella, tan inocente, tan entregada a ellos y estos creyendo cada palabra dulce que salía de su boca, cada sonrojo y cada beso , como se reía de ellos, como gozaba ver sus caras al final de noche donde en un cuarto obscuro descubrían que esa chica dulce y hermosa no era más que su pase a la muerte o a la extorción más grande de su vida, si amaba ese trabajo, engatusarlos, enamorarlos y utilizarlos para su causa, todos eran igual y por ello no merecían piedad cuando mostraban los videos o fotos de aquello que pasaba en ese cuarto, no tenían piedad, no cuando ellos fueron los causantes de su dolor, su sufrimiento, a causa de sus acciones ella tuvo que tomar ese camino, se volvió fría, controladora y tuvo que vender hasta su alma y su cuerpo de paso para la tan deseada venganza.
Entro a la casa que desde hace tiempo compartía con sus nuevos "compañeros" cada uno de ellos niños marginados y utilizados como ella, todos estaban unidos por un bien común y aunque lo negase no podría estar más agradecida de poder contar con ellos. Todo estaba oscuro y silencioso quizás todos habían salido de fiesta o a tratar sus negocios, la verdad no le importaba estaba cansada y solo deseaba dormir un poco, camino hacia las escaleras pero antes d siquiera subir el primer peldaño se topó con su figura reflejada en el espejo colgado en el muro de enfrente de las escaleras, su rostro no mostraban sentimiento alguno, sus ojos cafés estaban vacíos y oscuros, sin luz sin vida, sus labios carmesí estaban secos y con pequeños cortes, en su cuello se veían leves marcas rojizas que sin duda mañana serian de un morado o más oscuras, portaba un vestido rojo ceñido a su escultural y bien proporcionado cuerpo, era straple y con escote de corazón, le llegaba a medio muslo, haciendo juego calzaba unas zapatillas cerradas plateadas y en su mano llevaba un carteron plateado con una flor roja por un lado decorada con pequeños diamantes, fijo su vista en su ahora rubio cabello lacio, le llegaba a media espalda y lo lucia con un fleco de lado y como adorno una flor plateada sujetaba un mechón de su cabello por encima de su oreja izquierda. ¿Cómo había cambiado en todos estos años? No lo sabía y dudaba algún día saber la respuesta total ya nada le importaba, siguió su camino hacia su cuarto, en el segundo piso todo era aún más lúgubre la casa constaba de seis cuartos muy amplios, se dirigió hacia el suyo, entre más oscuro y silencioso se volvía el ambiente, más le producía reflexionar o recordar sobre su pasado, ella era la niña dulce, la amable, la maternal, la buena y la amiga fiel, ahora solo era un cascaron vacío, recordó a su primer amor aquel que sin saberlo le rompió el corazón, ella siempre supo que su corazón ya estaba ocupada por esa mujer que aunque no lo demostraba amaba por encima de todo, y ella de ilusa creyó tener oportunidad, que boba que era, para ella nunca hubo un lugar, ni siquiera en ese grupo de "amigos" que la abandono y olvido así sin más, solo la buscaban cuando necesitaban de los servicios de su abuelo, y ella tardo tanto en darse cuenta de ello, nunca fue su amiga y nunca lo seria eso ahora lo tenía claro, se golpeó la frente con su carteron, ¿Por qué pensaba en ellos ahora, porque pensaba en él? Despejo su mente y abrió la puerta de su cuarto debía bañarse para quitarse los restos de maquillaje, el olor a cigarro y alcohol, y sin duda para quitarse esa sensación de asco al recordar los besos y caricias de ese viejo, pero estaba cansada lo haría por la mañana o bueno cuando despertara, al colocarse a un lado de su cama noto un bulto en ella, sonrió con dulzura, ya tenía la idea de quien era, quizás era el único que la hacía actuar de esa manera, se descalzó e introduciendo entre las colchas se recostó a un lado del invasor, se puso de lado y pudo apreciar la cabellera rosada de su "amigo", este al sentir el peso extra en el colcho rodo su cuerpo hasta quedar de frente con la rubia, abriendo lentamente sus ojos turquesas, al percibirla mejor sonrío cansadamente y rápidamente le dio un beso fugaz en la frente para después acurrucarse en el cuerpo de ella.
-bienvenida a casa maxi- dijo entre bostezo el rosado
-Gracias Lync- le respondió la rubia mientras lo abrazaba- pensé que estarías fuera como los demás
- no podía salir, no sabiendo que tú estabas en ese cuarto
-Te preocupas de más, no es la primera ni la última vez que lo hago
- Lose, - cerrando los ojos- pero aun así tu trabajo es el más difícil y no puedo evitar preocuparme
-quizás, pero si es solo un paso más para obtener nuestra venganza, no me importa arriesgarme
- ¿Te puedo preguntar algo?
-Claro dime
-Si pudieras regresar el tiempo y bueno tener la oportunidad de cambiar las cosas- separándose del abrazo de la rubia y sentándose en la cama- ¿lo harías? Digo volver a hacer la chica que eras
La rubia se levantó y se sentó de rodillas aun lado del pelirosado para así poder abrasarlo por la espalda y atraerlo a su pecho, provocando que este se recostar en el- Sabes cambiaria muchas cosas, como el no permitir que te involucraras tanto en esto y reasignarte en un lugar mejor y darte una vida nueva, todo sería tan diferente, pero no los habría conocido, no sería lo que soy ahora, seguiría teniendo miedo y dependiendo de los demás y no te habría conocido tan bien como ahora, no yo no cambiaría nada, porque por muy difícil que sean las cosas te tengo a ti y a los demás que sin saberlo ni proponérmelo se han vuelto en mi verdadera familia, solo no se los digas quieres, será un secreto
-Al… digo Maxi
-Está bien, tu puedes decirme Alice si quieres, claro que solo cuando estemos los dos solos, ahora vamos a dormir ¿quieres?
-Si necesitas descansar
Así los dos chicos se recostaron de nuevo retomando su antigua posición donde el chico dormía sobre el pecho de la rubia abrasándola de manera posesiva, mientras ella sonreía dulcemente y lo abrasaba de manera maternal.
Si sin dudas había pasado por mucho, pero cada momento de dolor valía la pena ya que ahora aunque nunca lo admitiría había encontrado un hogar y familia con los vexos y sabía que les podía confiar su vida a ellos y estos nunca la traicionarían, no como lo hicieron esas personas en su pasado, esas que tanto quiso y ahora odiaba por abandonarla y olvidarla, sin duda como disfrutaría de su venganza
Espero y les haya gustado o al menos intrigado poco a poco iré rebelando el pasado de Alice y sin duda su pasado tocara a su puerta
Nos leemos pronto
Xoxo
