Hola de nuevo mis amados mortales x3... Aqui les traigo mi primer intento de Universo Alterno haber como me salio.

Dejenme contarles que esto salio despues de pensar y pensar en el fic para Flor Carmesi a quien por cierto le mando saludos... xD solo que el Juvia x Rogue no se me da muy bien aun asi ya tengo la historia solo dejame la amasajo bn...

Pues tambien tratando de continuar mis otras historias:

MEMORIAS DEL CORAZON

THIRTY DAYS

Y EL SECRETO DE LA LLUVIA

Se me ocurrio esta historia. x3 Esta inspirada en la canción de Criminal de Britney Spears. Espero les guste

Los personajes pertencen en su Totalidad a Hiro Troll Mashima-Sama el resto es producto de mi retorcida imaginacion.


El mundo de la gente adinerada en ocasiones puede parecer deslumbrante, lujos, excesos y una que otra fantasía con la que toda persona sueña, muchas veces la gente común y corriente hace de todo para entrar a ese mundo, pero en todo paraíso también hay un infierno…

-Podrías al menos sonreír, con esa cara parece que estas en un funeral, en vez de tu fiesta de Compromiso- susurro un hombre de más o menos 27 años y pelo azulado, tomando salvajemente el rostro de una chica.

Mi nombre es Juvia Loxar, tengo 18 años y soy hija de uno de los empresarios más ricos del país.

Si debe sonar fabuloso, es cierto que he vivido bien, nunca me ha faltado nada, tengo un buen cuerpo y un lindo rostro, todo lo que una chica a mi edad puede desear y a pesar de eso no soy feliz.

Para mi padre no fui más que un producto mas de su empresa, un objeto que al igual que todos los que caen en su poder, es vendido, rematado o subastado al mejor postor.

La razón, hace un año me entrego al hijo de una de las familias más adineradas de todo el continente, logrando así la fusión de ambas empresas.

A veces me olvido de que las apariencias siempre cuentan más que los propios sentimientos.

-Como usted diga Bora-sama- replico la chica seria pero cambiando un poco su expresión.

Y así era él, mi brillante prometido, que más que un hombre del que me sintiera enteramente enamorada, era una pesadilla ambulante para todo aquel que llegaba a conocerlo.

No era feo, para muchas chicas era incluso el hombre mas guapo que alguien pudiera imaginar, muchas de mis amigas sintieron envidia al saber que me casaría con él, pero para mi era el ser mas asqueroso del universo.

-Eso espero, al menos que tu lindo rostro sirva de algo- ante la reciente acción muchos de los presentes voltearon a ver la escena.

La chica no soporto tanta humillación y se zafo del agarre de aquel horrible hombre dándose la media vuelta y dirigiéndose al tocador.

Un vestido dorado de elegante talle y joyas caras, un peinado alto y hermosas zapatillas, al verme así al espejo debería sentirme agradecida, entonces porque siento unas enormes ganas de morir.

Pero no podía hacerlo, al menos no hoy, aun debía exhibirme en la gala que se había organizado en honor a mi compromiso.

Solo haría lo que me enseñaron, un poco de maquillaje y mucho perfume, secaría las escasas lagrimas que lograron brotar de mis ojos, retocaría mi delineador y ahí estaba de nuevo lista para salir al mundo y fingir que era la mujer mas feliz del universo.

Que hipocresía mostrarme así ante la sociedad cuando ese patán ya me había hecho suya el mismo día que se entero de nuestro compromiso, sin delicadeza y sin amor, arrebatándome la virginidad sin piedad, en contra de mi voluntad.

Pero como odio olvidarme de esos pequeños detalles, ante el mundo lo único que cuentan son las apariencias, así es como funciona.

-Bien parece que ya estoy lista- la chica se miro al espejo una y otra vez verificando que el peinado que sostenía sus sedosos cabellos azules, y el vestido que se ajustaba a su hermosa piel blanca estuvieran en su lugar.

Mi madre alguna vez me dijo que había que reprimir los sentimientos para encajar en esa sociedad, le había pasado exactamente lo mismo que a mí, forzada a casarse con un hombre mayor que ella y obligada a vivir una vida que no pidió.

Alguna vez me aconsejo que escapara, que viviera en otro lugar, y ahora me arrepiento de no haberlo hecho en su momento, pero el miedo puede convertirse en tu peor enemigo cuando se trata de decidir tu propio futuro.

-Lamento interrumpirlos pero…- dijo la chica acercándose a aquel imponente hombre que sostenía una muy "intima" conversación con una de las invitadas.- ¿Porque no mejor utilizan una de las habitaciones de arriba?-

-Oh discúlpala por favor- el hombre de pelo azul tomo del brazo a la chica y la saco del lugar donde en ese momento se estaba realizando la ceremonia.

Era una lujosa estancia en una enorme mansión adornada con cortinas de seda fina y altos candelabros, que albergaba alrededor de 500 invitados, entre empresarios, gente pudiente y una que otra celebridad, nadie pareció prestar atención a la escena que se desarrollaba afuera.

-Que demonios crees que estas haciendo- la regaño llegando a la parte trasera de la mansión donde se encontraba la piscina y la arrastro hasta el portón que daba a la calle.

Ante su pregunta la verdad no estaba segura, no sentí celos en lo más mínimo, pero si yo debía comportarme no debía él hacerlo también.

-Quien demonios te crees para faltarme de esa manera, estúpida niña- ante la exasperación el peli azulado dio una fuerte bofetada a la chica, tirándola al suelo.

-Contéstame cuando te hablo maldita-

Cuanto tiempo más… cuanta más indignación tenía que soportar, no soy capaz de unir mi vida a este hombre, vivir un mundo de maltrato y humillaciones, no con este año había tenido más que suficiente.

Pero no me iba a humillar, no otra vez, me niego a llorar de nuevo enfrente de él…

-Que rayos crees que estas haciendo cobarde- se escucho un grito masculino apagando la furia de aquel hombre de cabello azul, dando varios puñetazos directamente en su cara.

Y como salido de mis más profundos y perversos deseos apareció él, golpeando a aquel infeliz que ya se creía dueño de mí.

-¿Estas bien?- pregunto la silueta masculina ayudando a la chica a levantarse.

Aturdida, no esa no es la palabra correcta, más bien impresiona ante mi salvador, pelo negro, alto, piel tostada, ojos grises de mirada profunda y un exquisito porte, algo que jamás había visto en mis cortos 18 años de vida.

-Si- dijo la chica reincorporándose y viendo al pelinegro dispuesto a irse.

–Espera por favor-

Regreso para darle una fuerte patada al hombre que se retorcía de dolor en el piso.

-ahora si estoy perfectamente-

Dio media vuelta y lo siguió hasta una motocicleta que se encontraba en la cera muy cerca de ahí, sin decir nada se monto en la parte trasera, recibiendo un casco por parte del muchacho.

He madre, ¿estará bien si solo por esta vez hago una locura?, se que a estas alturas es tonto preguntar eso, pero es que aun tengo tanto miedo, ignorare eso solo por hoy y me dejare guiar por mis deseos.

Quien es y que hará, eso no me preocupa en estos momentos, todo lo que se es que no quiero regresar a la prisión a la que mi padre me había condenado sin razón.

-¿Te llevo a algún lugar?- pregunto el chico que manejaba la motocicleta.

-El único lugar al que podría ir, es de donde me acabas de sacar-

-Bien entonces esta decidido…-

Aun si algún día extraño todo lo que deje ir hoy, aun si tengo que hacer cosas que jamás imagine, aun si tengo que robar o matar para vivir, no me arrepentiré de mi decisión, de eso estoy completamente segura.

-¿aquí vives…?-

La peli azul curioseaba en los cajones de la casa a la que acaban de llegar, estaba en uno de los barrios bajos, más pobres de la ciudad.

Por fuera no era más que un local abandonado, pero por dentro parecía haber exagerada seguridad y una pared llena de lockers.

-Si-

La chica se dio la vuelta alzando su vista a la penetrante mirada del pelinegro, que rebasaba por mucho su estatura, aun con las zapatillas puestas.

-Muchas gracias por rescatarme-

-No hay problema-

El muchacho se dirigió a una computadora que estaba reposada sobre un desarreglado escritorio, la prendió y en ella se podían notar imágenes de cámaras de seguridad, de probablemente toda la ciudad, por alguna razón eso no espanto a Juvia en lo mas mínimo.

-Y tu nombre es…-

No volteo la mirada, solo espero paciente la respuesta de la chica.

-Juvia Loxar- Dijo sin titubeos –Y el tuyo…-

-Gray Fullbuster-

-¿Y a que te dedicas Gray Fullbuster?- menciono la chica al encontrar en uno de los lockers abiertos una pistola.

-Digamos que hago trabajos poco honestos-

Sus miradas se cruzaron ella sonrió sensualmente mientras el sonreía de manera galante.

En definitiva no me arrepentiré madre, no lo are.


Bueno mis amados mortales espero sus comentarios... x3

Esta historia la actualizare cada viernes para acabar las demas... yane