Bum, bum,...bum, bum...bum, bum...bum, bum...bum, bum...
Ese sonido tan familiar era el de los latidos de mi corazón resonando en mis oídos.
Son exactamente las 6:36 AM, estoy en gimnasio subterráneo de mi casa, un pequeño lujo, pero por lo demás necesario.
Paso de trotar a correr, mi ritmo cardiaco aumenta considerablemente, puedo sentir el flujo sanguíneo llenando cada pequeña vena de mi cuerpo, mi estado pasa del enojo a la rabia, todo se pone rojo solo quiero alcanzarte...mi respiración se agita, ahora son solo jadeos incesantes en un doloroso intento por llenar de aire mis pulmones del tan valioso oxigeno, mis ojos se cierran auto torturándome con la imagen que me espera detrás de mis parpados cerrados, ¿donde estas? ¿¡Por que te fuiste así!...
La rabia me llena, dando impulso ciego a mis piernas que ya se quejan por el sobre esfuerzo, ya casi te tengo, estas tan cerca... instintivamente alargo mi mano, los músculos de mi brazo se tensan, todo mi cuerpo tiembla por la desesperación, no hay cambios aparentes en mi entorno, solo estoy yo con mi locura adquirida. Una lagrima traicionera brota de mi acallado llanto, baja silenciosa por mi rostro caliente, siento el gusto de sal llenar mi boca contrastando con el amargo de la situación, ¿quien lo diría?... por cierto, yo no.
Un repiqueteo de la maquina me hace reaccionar, abro los ojos y me doy pena ¿hasta cuando Clare?... ¿Hasta cuando?...ya pasaron mis cuarenta minutos sobre esta maquina, la dejare descansar, solo por hoy claro esta, mañana estaré de nuevo sobre ella a las seis en punto como todo los días, para mi nueva rutina
Empiezo a bajar la intensidad de mis pasos hasta lograr parar por completo, tomo la toalla que cuelga desde uno de los apoya brazos, seco mi rostro y ago un amago de sonrisa auto compadeciéndome ¿y que pasa si no lo encuentran? ¿Que pasa si no es verdad? es este estupido estado en el que me encuentro, lo que me tiene así llena de dudas, es en el estado en el que me dejaste tu.
La fuerte mano de mi único apoyo me sostiene, dándome un pequeño impulso para caminar hasta las pesas.
Me giro a medio camino a ellas quedando frente a frente mientras camino de espaldas, no puedo dejar de admirarlo, su rostro esta lleno de dulzura, de un amor más grande que el de un novio o esposo... es el amor de mi mejor amigo Randon.
El estira sus grandes y bien trabajados músculos dejándome notar el contraste entre su actitud dulce y compasiva en comparación a su complexión amenazadoramente atemorizarte, ten por seguro que si algún día te encuentras con el, en una pelea lo pensaras varias veces antes de tirarte enzima de este grandulón.
Randon Caliwer, es mi mejor amigo en todo el mundo, mi hermano para fines prácticos ojala también funcionara en los legales , en un metro noventa y cinco de puro músculo, su piel morena y ojos azules envuelven a un hombre de un corazón puro y lleno de bondades.
A primera vista es algo atemorizarte, por sus facciones varoniles y gestos poco refinados, pero después de cruzar un par de palabras con el caes en cuanta de su verdadero yo. Es increíblemente inteligente, hábil y sobre todo una excelente persona, aun que la gran mayoría del tiempo es bastante infantil
Lo conocí hace tres años en la universidad, yo iba andando tranquilamente por un pasillo camino a mi siguiente clase cuando mi peor pesadilla callo sobre mi, una tipeja llamada Rachel Brice, pequeña, de complexión delgada, rasgos finos y casi diabólicos, con una media sonrisa canalla permanente en su rostro.
Me tomo por la espalda y jalo mi mochila haciéndome caer sin ningún tipo de provocación. Me ataco frente a todo el mundo, nadie hizo nada.
Mi cuerpo dio un seco azote sobre el duro piso de cerámicas, la misma mochila que Rachel había jalado para botarme fue la que amortiguo en gran parte el golpe de mi cabeza.
Quede media inconciente aturdida mejor dicho, por la agresión injustificada de aquella chica. Un joven alto y musculoso salio tras ella dejándome boquiabierta frente a sus hábiles movimientos, llego en tres largas zancadas hasta Rachel la miro despreciándola, con rabia en los ojos, su pecho subía y bajaba controlando su ira, al final se la monto en el hombro como si fuera un cabrito y para decir verdad Rachel bramaba como un cabrito en ese momento.
No puedo evitar sonreír frente al recuerdo de aquella tipeja bramando camino a la rectoría. Yo me pare sola y me seguí con mi camino hasta mi siguiente clase preguntándome cual era el nombre de mi héroe personal.
Así paso una semana hasta que una noche salí tarde de la biblioteca, camine por las nada bien iluminadas escalinatas hasta llegar al estacionamiento, pase por delante de un auto negro, repentinamente las luces de auto se encendieron y el ruido de las llantas acelerando sobre el frío asfalto me llevaron al borde del pánico.
Los fuertes brazos de Randon me sacaron del camino dejándome pegada al siguiente vehiculo, que por casualidad era de el.
-como te sientes?... estas bien?- me enderece lo mejor que pude entre sus fuertes brazos
-ha, yo no se ... por Dios, esa chica esta lunática! - me sonrío dulcemente para luego guiarme hasta dentro del carro
-quien era? la bruja que te boto el otro día?- cerro la puerta del conductor abrochándose el cinturón, y acelerando a todo lo que da.
-no estoy segura, no me gustaría pensar mal de ella.- me fije en el camino intentando retener las lagrimas, esta dándome cuenta que pude haber muerto.
-si fue ella esta loca, ahora nenita donde te llevo- me miro con una sonrisa tranquila mientras doblaba en la esquina donde había una rotonda.
- a mi casa
-quieres llamar a alguien?- me ofreció su tele fono celular y yo le sonreí tristemente, no había nadie a quien llamar
-no, esta bien, tampoco es necesario que me lleves puedo pedir un taxi. - el me miro triste para luego fruncir el seño.
-¿que edad tienes? en la facultad anda un rumor pero me gustaría confirmarlo - el me miraba ceñudo con los nudillos blancos al apretar con demasiada fuerza el volante.
-mi edad no importa, por ahora he tenido demasiadas emociones fuertes necesito ir a casa, por favor para el auto para poder irme- Lo dije seria, firme, fría como ella...
-jajaja- Randon soltó una carcajada maquiavélica que me hizo temblar, pero me mantuve en mi papel de "a mi no me importa nada". - creo que si es verdad el rumor, eres muy pequeña, por ahora esta bien, te llevare... pero te juro que lo lamentaras si no me dices la verdad.
-¿a que... Que te refieres con eso?
- a nada que deba preocuparte, simplemente no me mientas, ni me ocultes nada. Tengo el presentimiento que seremos grandes amigos pequeña -me regalo una de sus sonrisas encantadoras mostrando una hilera de blancos dientes, yo le respondí con una similar, ya había caído en su juego el sabia quien era yo lo había averiguado.
Cuando llegamos a casa, me bombardeo con preguntas a las que me resigne a responder con total honestidad, aun que eso significara llorar como una nena frente a un completo extraño.
Termine de caminar hasta las pesas, me deje caer en un banco para dejar descansar mis piernas, que me dolían a horrores, una semana corriendo así tratando de alcanzarle... no puedo estar tan loca, tome dos mancuernas de 2.5 k cada una y empecé a trabajar con ellas, me había vuelto muy buena en eso mis brazos son largos y finos, pero en un 100% músculo, he trabajado en una serie de disciplinas al mismo tiempo lo que me permite concentrar elasticidad, fuerza y belleza dentro de mi cuerpo.
Cerré los ojos, intente concentrarme en los sonidos que nos radiaban, la coordinada respiración de Randon, los golpes amortiguados de sus zapatillas sobre la banda de la trotadora, el sonido del viento sobre la copa de los árboles, los pájaros entonando sus canciones... Abrí los ojos de golpe frente a un de jabu, ella era como un pájaro mas bien como una alondra solo volando pude cantar... Así eras tú, cuando volabas sobre el escenario se escuchaba el mas bello de tus cantos, uno silencioso, el que viene del alma... como hubiera querido que me cubrieras con tus alas... Dios! hubiera querido que me besaras por ultima ves, que estuvieras aquí!
Abrí los ojos de golpe, al sentir el movimiento involuntario de mi cuerpo, era Randon quien me agitaba bruscamente para intentar traerme a la realidad, a la cruel fría y nada linda realidad.
-Clare cariño! Dios me asustaste ¿estas bien? - me miraba a los ojos con una muesca de dolor, sabia que el no la estaba pasando nada bien con esto.
-¡No! mierda... ¡No!- Me desmorone frente a mi hermano dejándome envolver por sus fuertes brazos pronto estaba arrullándome como una nenita en su regazo, trazando círculos imaginarios en mi espalda intentaba calmarme ,pero como siempre en este tipo de situaciones una canción llego a mi cabeza se formaba lenta y demasiado dulce para mi gusto, casi una alabanza... a mi alondra perdida., dejándome aun mas Tenza por la necesidad de plasmarla pronto en un papel. Normalmente mis canciones son dolorosas sobre todo esta lo es demasiado...
Randon me llevo en brazos acurrucándome contra su amplio pecho, mi manos viajaron hasta sus rizos castaños, me deje mecer por el paseo, llegue sin darme cuenta a mi habitación... el rosa de las paredes hacían parecer el amanecer aun mas hermoso, Jamás lo viste, te negaste a entrar en mi vida, fue acaso un alivio que yo ya no estuviera en la tuya... espero que no.
Randon me deposito en la cama, yo me abrase a una mullida almohada deje que las lagrimas salieran libres, observaba con especial atención las luces del amanecer como si hoy fuera un día muy importante, cuando todo va cambiar. Escuche el sonido del agua en la ducha, Randon no tardo en salir del baño con una gran toalla, me ayudo a sentarme, era tan delicado algunas veces, con mucho cuidado con miedo a poder dañarme aun mas, como si pudiera ver lo roto que estaba mi interior desprendió los botones que abrochaban mi polera, tomo la cintura y empezó a ayudar a sacármela, cuando estuve solo en bra, se arrodillo en frente mío y me desabrocho los cordones de las zapatillas, aun que había un silencio impenetrable entre nosotros no me sentí incomoda, por que era un silencio de respeto mutuo asía nuestros dolores, el mío no era tan complicado como el suyo, por que el lloraba por ella y por mi.
Randon termino de sacar mis zapatillas sin levantar en ningún momento la mirada de su trabajo, luego saco mis calcetines, subió hasta la cintura de mi Short levante las caderas para hacerle mas sencillo el trabajo, cuando estuvieron fuera de mis piernas deposito un dulce beso en mi rodilla causándome una pequeña cosquillas, nos sonreímos tontamente.
Randon me envolvió en la toalla luego me llevo hasta el baño, abrí los ojos al ver la tina llena de espuma con un patito de plástico nadando en ella, me dejo en el borde la tina deposito un beso en mi frente y me dejo sola para que pudiera relajarme según yo.
Cuando estuve dentro de la tina con la espuma hasta el cuello salte hasta el cielo al ver entrar a Randon.
-¿que? ¿Pensaste que te dejaría sola?- asentí intentando taparme tontamente, ya que la espuma era tan espesa que no se veía nada asía dentro, hasta hay no había caído en cuenta de la cantidad de espuma dentro de la tina.
-no te dejare sola, menos dentro de una tina llena de agua- en sus profundos ojos azules se deslumbraba el dolor y la preocupación.
-no tienes por que preocuparte, no soy tan egoísta como ella - lo ultimo salio apenas con un hilo de vos desde mi garganta.
-claro que me preocupo, no se que aria si algo te sucede, tengo que cuidarte por algo soy tu hermanito - me miro divertido, paseo su gran cuerpo por el baño intentando no botar nada, agarro el shampoo que descansaba a un lado de la tina, dejo caer un poco en mi mojado cabello, el aroma a almendras y rosas inundo el lugar. Empezó a hacerme un masaje hasta que toda mi cabeza estaba con espuma.
-¿como será Randon?
- sacado un par de conclusiones por lo que me han dicho las antiguas amigas de Catalina- escuchar su nombre otra ves se sintió como navajas oxidadas en mi pecho, clavándose y saliendo para volver aun mas agónico el punzante dolor, una mueca se dibujo en mi rostro reflejando la mitad de lo que sentía.- tiene el pelo castaño, sus ojos son celestes, piel algo morena, alto y fornido en esa época, creo que el tiene todas las cualidades que tu posees y que no son de Catalina.- llene de aire mis pulmones conteniendo el dolor que provocaba en mi esta situación.
-siento tanto miedo, que tal si el no viene ¿donde voy a terminar?
-eso no sucederá aun que tenga que dar vuelta NY, el estará aquí antes que se cumpla el plazo, tranquila todo va a estar bien, y ahora vamos ya estas limpia- abrió la llave de la ducha teléfono y enjuago mi pelo.
-0-
Randon Pov
Pobre Clare, nadie merece lo que le sucedió, muchos pueden decir que Clare Morrison y todo lo que respecta a ella es perfecto, pero la verdad es muy diferente, a pasado por la peores experiencias, nació en una familia mas coja que la mía, sin padre y con una madre que la culpaba por haber tenido que dejar su carrera de exitosa bailarina de Bale, Catalina Sanz era ingeniera de profesión bailarina de corazón, al igual que la pequeña Clare, Catalina era un ángel en el escenario cualquiera que la viera pensaría que ella era un ave encarnando en la preciosa figura de una mujer.
Aun no podemos digerir su muerte, nadie tenia conciencia de su grabe problema, en los últimos días nos habíamos centrado en recuperarnos, Clare se enfoco en sobre exigirse todo lo posible, practicaba en el gim, partía a la universidad, pintaba, cantaba, practicaba idiomas, cocinaba para un regimiento y luego iba a repartir por las calles buscando niños sin hogar, limpiaba la casa hasta quedar agotada, he incluso se las dio de skyter.
Se me parte el corazón al verla así tan deprimida, sin ninguna intención de darle frente a la muerte de su madre, Catalina era su pilar aun que nunca fueron grandes amigas ni se portaron bien la una con la otra, compartían muchas cosas y cuando no estaban paliándose o ignorándose se llevaban bastante bien,
Todo cambio hace unos días cuando nos llego una visita inesperada del servicio de protección a menores de LA, casi me da un infarto cuando abrí la puerta de nuestra casa y me encontré con dos tipos nada amables en frente mío, mi instinto de protección disparo todas las alarmas.
Los gorilas nos traían una noticia nada alentadora, resulta que al morir Catalina Clare quedo sin tutela, nadie se hacia cargo legalmente de mi amiga, yo intente explicarles que era su hermano mayor y que yo me aria cargo de ella, pero al no coincidir los nombres me dejaron de lado centrándose en alarmar aun mas a Clare.
-por favor se los ruego no podré con otro cambio tan grande en mi vida - les suplicaba Clare.
-aremos una pequeña excepción, el gobierno realiza investigaciones de los familiares vivos de los menores huérfanos, esta dura tres semanas, les doy ese tiempo para encontrar a alguien que se haga cargo legalmente de ti, te dejaremos en tu casa para no tener que llevarte a un hogar de menores, pero si no encuentras a nadie quedaras a cargo del gobierno, entendido
Clare solo asintió pesadamente ella tenia claro que no encontraríamos a nadie, la abuela de Clare murió hace ya 12 años y no existe ningún otro familiar.
Así nos enfrascamos en una investigación casera, preguntamos a todas las antiguas amigas de Catalina, casi todas coincidían en algo en un hombre llamado Henry decían que el fue el único gran amor de Catalina y que por las fechas podría ser su padre, pero nadie mas tenia un apellido o un lugar donde poder contactarlo.
Nos quedamos de brazos cruzados hasta que a Clare se le ocurrió ir a la casa de Catalina a ver sus cosas personales tal ves entre tanto papel pudiera haber una carta algún indicio de quien era ese tal Henry.
Resulto ser que encontramos algo mejor que eso, en el gabinete de su ropero había un baúl con cosas de Clare cuando era bebe, su primer corte de pelo, su primera fotografía, las de los siguientes dos años y ropita muy chiquita donde no me imagino hubiera podido caber alguien.
habían cartas de felicitaciones de todas partes del mundo de la gran academia de Bale de Rusia, de los mas grandes bailarines de la época con los cuales actuaba Catalina, había una cajita mas pequeña en la que encontramos cartas de Henry hacia Catalina todas eran de amor, del amor inconmensurable que le profesaba, pero ninguna era la continuación de otra, se notaba que habían llegado a las manos de Catalina por alguna persona externa ya que todas iban dirigidas a una dirección muy antigua que ya no existía en LA, cerca de la costa donde ahora hay una fabrica de calzados.
Las cartas tenían fecha, la mas antigua era de 1990 y lamas nueva de 1998, mas abajo de las cartas estaba el acta de nacimiento de Clare, en ella estaba el nombre de Henry William Morrison Baus, no estaba su firma ni tampoco el nombre actual de Clare, en el acata aparecía Clare Casandra Sanz Román, Clare nació con los mismos apellidos de Catalina, al lado del acta había un sobre negro con el sello de una firma de abogados MR Hermanos, dentro estaba la rectificación del nombre de Clare donde esta el nombre actual y e que esta en su ID Clare Casandra Morrison Sanz.
Catalina le había cambiado su apellido original por el apellido de ese Henry a Clare por lo que sacamos por conclusión era que ese hombre era el padre de Clare y que si lo encontramos y no odia a Catalina por haberle roto el corazón, podría firmar la emancipación de mi amiga
Estábamos en plena búsqueda, pero hoy es un día que se augura fabuloso, encontré el numero telefónico e Henry después de haber gastado una millonada en larga distancia hablando con una y otra secretaria, al fin encontré el numero de la casa de Henry y aun que tenga que viajar hasta aya para hablar con el y que le firme la emancipación a Clare.
Mi amiga no ira a un hogar de menores y mucho menos a una casa de acogida, si esta llena de dinero! Catalina le dejo la herencia familia además de eso ella tiene ingresos por sus pinturas, yo le aporto en lo que puedo por que la universidad no me deja trabajar de tiempo completo pero cuando gano, gano. No cualquiera sabe realizar presupuestos como los míos la gran mayoría del tiempo ganan las concesiones y se adjudican los proyectos.
Por otro lado esta mi vida, con todo este enrollo, no he podido ver a mi novia Sandra.
La extraño ella siempre me sabe "consolar" lamentablemente detesta a Clare, por que tiene celos de toda la atención que le pongo a ella, si solo entendiera que son dos cosas completamente diferentes, amo a Sandra, pero Clare es mi familia, mi hermanita, si termino con Sandra ella estará por siempre con migo, como mi hermana, en cambio si peleo con Clare lo mas seguro es que Sandra se valla y me deje solo.
Por ahora no voy a pensar en eso, tengo casi todo listo para mi combersacion con Henry.
Clare Pov
Todo va a cambiar hoy, nada va a volver a ser igual, hoy me dicen si Henry es o no mi verdadero padre, después de la charla con Randon el hombre viajo a verme, estaba muy feliz por saber de mi existencia, eso me mantiene confundía, si mi madre no lo quería dentro de mi vida ¿por que me cambio el apellido a Morrison? ¿Por que inscribió el nombre de Henry como mi padre en el acta de nacimiento?
Un par de teorías se formulaban en mi mente manteniendo mi pobre alma pendiendo de un hilo. Fuera la una o la otra estoy segura era una razón poderosa y llena de dolor por ambas partes, aun que no estoy segura de que en partes iguales. Solo se una cosa y es la que me mantiene en pies, ellos se amaban y fueran cuales fueran las razones por las que se separaron se que debieron haber sido demasiado poderosas.
Mire al piso enojada con migo misma por ser tan débil en este momento, en que rincón de ser se escondió asustada la peligrosa y corajuda Clare Morrison, no estoy segura solo se que dejo en reemplazo a la pequeña tímida y asustada Clare ni siquiera logra tener apellido.
-¿como te encuentras? - Sentir las fuertes y seguras manos de Randon sujetándome por los hombros y frotándome para entrar en calor, me dejo en una posición aun menos cómoda, para mi estar tan a la deriva que necesito de asistencia externa para mantener mi debilitado cuerpo en pie, esto es justo, no es para tanto no debo asustarme, todo saldrá bien.
Me auto repita una y otra ves dentro de mi cabeza, lo que sabia era verdad, pero por otro lado mi sexto sentido, mi corazón, incluso mi alma mantenían todas las alertas disparadas atentas para actuar en el momento preciso en el que mi cuerpo y mente colapsen.
-no estoy bien, no te mentiré, pero gracias por estar aquí - Un susurro casi perdido entre el sonido de mi agitada respiración, eso era lo único que logro salir de mi.
Es divertido sabiendo quien soy de lo que soy capaz con esa lastimera vos, puedo poner de pie a todo un teatro con mi canto pero aquí estoy susurrando.
- me alegra saber que aun estas aquí, solo quiero que sepas lo mucho que te amo y que cuentas con migo en todo lo que sucederá de aquí en adelante, Clare eres mi hermana y siempre lo serás - Randon desarmo todas mis corazas dejándome completamente desnuda frene a lo que se avecinaba no podía entender como me dolía tanto el saber, es solo saber estupita Clare, pero mi sexto sentido saltaba de inmediato dejándome de nuevo en el suelo siendo pateada por mi lastimado corazón, sabes que pasara algo mas grande que el solo saber Clare.
No tuve fuerzas para responder esta ves, me abrase a mi misma, sentí las manos de Randon bajando hasta las mías abrasándome en todo lo que podía me sentí protegida en esa jaula que se avian convertido los fuertes brazos de mi amigo.
-Clare Morrison, Henry Morrison... Ammm ¿demanda de paternidad? - una chica de no mas de 22 años salio de la sala del juez, vestida tan perfectamente, la falda de tubo pronunciaba sus caderas, la chaqueta ajustada hasta las caderas y por ultimo la camisa blanca con vuelos eran el broche oro junto a unos tacones de 5 cm lo suficientemente altos como para lucirse y lo suficientemente bajos como para soportar un día entero sobre ellos intentando lucir bonita.
La trigueña muchacha se arreglo las gafas y carraspeo un poco al darse por enterada de quienes se trataba, me había echo mi fama entre la gente y Henry no era tampoco un desconocido, solo esperaba que a la prensa no le diera hambre por nuestro pequeño encuentro en los tribunales.
-te amo.
Fue lo ultimo que me dijo Randon antes de empujarme por el largo pasillo hasta mi puesto dentro de todo este circo, cerré los ojos apretando la mandíbula he intentando mantenerme en pie y entera hasta que todo acabara.
Nada de esto tenia sentido, mi madre muere de una forma horrorosa, como nadie merece morir, me deja sola en este mundo. A unos intrusos de la prensa se les ocurre divulgarlo, el siempre preocupado gobierno aparece frente a mi puerta, resulta ser que tengo semanas para encontrar a alguien para que me "cuide".
Dios vivo sola desde los 13, si no fuera por Randon ahora también lo estaría, sentí una lágrima recorriendo la piel de mi rostro a fuego lento manteniendo el ardor constante en su lento paso hasta mis labios, la enjuague con rapidez para evitar que el resto se enterara.
-Estoy aquí con tigo, tranquila solo es un paso en el que no te puedo abrasar, pronto estaremos en casa riéndonos de esto te lo prometo amor tranquila - el susurro lastimero de mi hermano me trajo devuelta a mi cruel realidad. Cerré de nuevo los ojos y los abrí de golpe al sentir un martillazo en el elevado escritorio de la jueza.
La bigotuda mujer me observaba manteniendo la distancia de sus verdaderos sentimientos, sus ojos negro carbón brillaban como dos faroles llenos de oscuridad, ella tampoco entendía, lo mas seguro es que vio todo por la televisión.
-buenos días. – Su vos era cruel fría, sin tono, me dieron escalofríos y una increíble gana de devolver lo que había comido el día anterior.
Toda la sala se puso de pie, me tambalee hasta quedar medio derecha frente a la mujer, ella dio un pequeño gesto con la cabeza dándonos a entender que ya podíamos tomar asiento.
Mi cuerpo se desplomo sin pensarlo las, piernas me temblaban aun sentada, el dolor en mi pecho se me estaba haciendo insoportable, la abogada mi lado me tomo la mano y me sonrío.
-lo aremos sencillo, todos en esta sala sabemos quienes son y lamento que estén esta situación tan dolorosa, pero también me agrada el darles a conocer que si son padre he hija, gracias a los exámenes de ADN, la ciencia a dado con el 99.99% de probabilidades sobre la paternidad de Henry William Morrison Baus, a la señorita Clare Casandra Morrison Sanz.
Todo a mi alrededor se torno bullicioso, la mano de Randon estaba posada sobre mi espalda, había puesto medio cuerpo sobre la baranda para lograr tocarme, gracias a su gesto recordé respirar, la mirada de la abogada se sitúo sobre mi otra ves estaba ves interrogándome.
-¿deseas la emancipación? - fue apenas un susurro discreto y lleno de significado, me estaba regañando, entre esa frase estaba dejando caer sobre mi lo que ella no aria. Ella y cualquiera se quedaría bajo el alero de aquel poderoso hombre, yo solo asentí quitándole importancia al asunto, me lleve el dedo pulgar a mi boca en un gesto infantil y lleno de inseguridades, me gire sigilosa hasta Randon el me observaba sin trasmitir mas emociones que amor y apoyo.
-Su señoría - La vos negra y potente proveniente del abogado de Henry me erizo los pelos, el hombre alto y regordete con cara de buena persona, pidió la palabra dejando a mi abogada flacucha y sin gracia con la palabra en la boca.
Se demoro demasiado debió haber sido ella la que hablara primero, mí sexto sentido me dio un gancho derecho lleno de rabia y escupió a mi cara un te lo dije estupida, un hoyo negro se abrió bajo mis pies cuando el hombre pronuncio las siguientes palabras
-el señor Morrison, solicita la custodia total, no dejando abierta la posibilidad a terceros - A que se refería con eso de a terceros
-por lo que tenemos entendido es lo que pretendíamos hacer, la señorita no posee mas familiares directos o indirectos que puedan hacerse cargo de su custodia por lo que el padre el señor Morrison es el total y único responsable por la señorita Morrison
-Su señoría - la vos confiada y llena de ganas de mi abogada me dio un ápice de esperanza a mi hasta ahora derrocada mente - Mi clienta solicita una audiencia para la emancipación, no es necesario hacer mas largo este juicio intentando realizar preacuerdos, el señor Morrison tenia conciencia sobre la petición de mi clienta al momento que esta lo contacto. - eso no lo sabia creí que yo tendría que pedirlo.
-no se puede fijar una hora aquí abogada, en su informe aparece la actual dirección del señor Morrison, el vive en NY en LA no podemos hacer nada.
-según la conversación que ambos mantuvieron, ella se quedaría en LA su señoría. - en ese preciso instante sentí que el infierno me tragaba, ¿como era eso de conversaciones y preacuerdos? ¡Es simple firma mi maldita emancipación Henry maldita sea Morrison!
Las lagrimas ya no aguantaron ni un instante mas en mis ojos, un quejido dramático y completamente fuera de lugar salio estrangulado desde mi garganta, cerré los ojos al ver las miradas posarse sobre mi, la jueza martillo con fuerza al ver que la gente dentro de la sala formaba todo un barullo.
-su clienta es menor de edad, ella puede pedir un tren espacial pero no se lo voy a dar, al menos que sean maltratos físicos o psicológicos abuso de algún tipo, debo de desestimar todas las peticiones provenientes del lado de su clienta, lo siento Clare - La bigotuda jueza del infierno m miro angustiada pidiéndome disculpas silenciosas por lo que estaba apunto de hacer.
-Clare Morrison legitima hija de Henry Morrison, te deseo una muy linda y feliz vida junto a tu padre, espero saber que son felices juntos, por ahora solo me referiré a los derechos sobre las fortunas de ambos, el tema monetario es tu futuro, para la ley en ese caso tus fondos serán congelados - Bote el aire de un tiron y en mi mente se monto todo un plan de como pasar mis fondos a Randon.
-por otro lado tu padre tendrá la absoluta obligación de ser tu mantenedor. -¡Que se meta su puñetero dinero por done no le pega el sol!
-por otra parte todo lo que sea recaudado o lo que ya posees, como activos será llevado a una cuenta en un banco que decida tu padre ahí se congelaran los fondos y podrás hacer uso de ellos cuando cumplas la mayoría de edad legal en NY - ¿¡Que mierda me esta agarrando las pelotas!
La multitud detrás mío cuchicheaba sobre mi posible futuro, yo me sentí desfallecer ahora ni siquiera tenia el arma de mi dinero, ya no tenia casi nada, pero y ¿que pasaría con mis cosas, mi auto, mis motos, mis jeep, el depto en LA y la casa del valle?.
-todas tus posesiones en LA serán puestas a disposición de una persona de sus entera confianza el tendrá que cuidarlas y preservarlas o venderlas en el caso que fuera.
Preservarlas, transferencias bancarias, saque una rápida cuenta mental de cuando efectivo había en casa dentro de mi billetera y por ultimo cuantos miles tenia en mi cuenta y cuantos tenia en la que me dejo mi mama.
Unos 8000 en efectivo, mas unos 200 mil en el banco, mas lo de la cuenta de mi madre, lo de la herencia no lo tocaría, pero si pasaría todos mis fondos a Randon.
Necesitaba un plan B en caso de lo que podía hacer ese hombre... ese hombre tenia nombre Henry y era mi padre y lo que era peor pretendía llevar a cabo su paternidad y la maldita ley lo apoya.
-pueden retirarse- no me había dado por enterada del resto de la audiencia, me bloquee haciendo cuentas mentales y pretendiendo hacer nada mientras bajo mi ropa buscaba dinero para dárselo a Randon.
Cuando todo acabo y me dio por enterada salte como un resorte de mi asiento no deje que el hombre de cabellos dorados se acercara mas a mi, haciendo uso de todas mis fuerzas salte la baranda, para quedar del lado de Randon lo abrase con todas mis fuerzas par luego salir disparada con el corriendo de tras mío.
-Clare, por favor ¡para! - No podía debía llegar pronto a mi carro y sacar de hay el computador hacer las transferencias gracias a dios le hice caso a mi sexto sentido y eche todas mis tarjetas en la bolsa negra que ahora sostengo como si de eso dependiera mi vida.
Al terminar de bajar por las malditas escaleras montada sobre unos tacones de 10cm, llegue hasta mi carro saque la alarma y me introduje dentro deje entrar a Randon, trabe las puertas y me dedique a hacer lo que mi sexto sentido me gritaba como un general del ejercito
-dame tu numero de cuenta - casi chille a Randon
-Clare, acaso no escuchaste, te bloquearon todo
-no aun, dame el maldito numero si no quieres que te lo saque a putos golpes, ¡Randon! - tal ves fue demasiado pero funciono Randon me dio su tarjeta visa
Hice todos los pasos y transferí la primera cantidad 100 mil dólares, aprobado, estaba en la segunda apreté OK denegada, cuenta bloqueada.
La página se cerró automáticamente y yo quede petrificada sin dar crédito a lo rápido que pueden ser los tribunales hoy en día.
-Clare ¿que paso? - Randon me miraba aterrorizado, con las manos apretadas y la mandíbula tensa, sus rizos estaban hechos un lío, me perdí en sus ojos azules un momento recordando por que hacia esto.
-solo tenemos 108.000 dólares Randon, por favor úsalos bien, son tuyos- estire mi mano temblorosa con la tarjeta de Randon el la recibió algo disgustado, me miro y me abraso suave, calmado, lleno de amor.
Suspire agotada, deje mi cabeza descansar sobre su pecho, el corazón de Randon latía desbocado corriendo una carrera silenciosa con el mío, me deje invadir por el frió y el miedo, las lagrimas recorrían mis mejillas calientes, podía sentir mi cuerpo temblar entre convulsivos sollozos, no se supone que uno reacciona así con este tipo de cosas pero para mi ya es demasiado, para mi estilo de vida esto es como vivir la bomba nuclear.
Sentí sobre mi cabeza las lagrimas de Randon, me apresure a mirarlo a los ojos, no soporto hacerlo llorar
Tome su barbilla y lo obligue a mirarme, le plante un dulce, tierno y casto beso en los labios
-Te amo mas que a mi propia vida, jamás te dejare, pero ahora no llores te necesito con migo fuerte por favor. - rogué desesperada a mi hermano, Randon me levanto por los aires depositándome en sus piernas echo hacia atrás el asiento y me dejo llorar.
El trataba de no hacerlo como yo se lo había pedido, aun que era casi imposible. Mi cuerpo convulsionaba entre sollozos lastimeros mientras las imágenes de mi madre muerta sobre la mesa de la morgue me llenaban los sesos.
Randon acariciaba mi espalda mientras su otra mano se mantenía aferrada a mi cabello tapándome un ojo y media oreja con su gran mano, su rostro estaba entrado entre mis cabellos, me sentía en casa en ese pequeño espacio lleno de su aroma, con el abrasándome, era mi hermano era por quien daría toda mi existencia mil veces sin pensarlo dos veces, ni siquiera a Catalina la he querido tanto, aun que con Randon no somos consanguíneos para mi el es mi hermano y punto.
Di un respingo sobresaltada por el golpeteo de una llave sobre la ventana del copiloto donde estábamos, no me atreví a ver quien era, Randon me apretó mas contra su cuerpo, yo seguía ovillada sin mirara así ninguna parte.
-por favor déjame ver como esta, esto me esta matando - una vos demasiado hermosa lleno el lugar me sentí sobre cogida por aquel tono, era dulce, masculino entre el temblor al pronunciar las palabras se escuchaba la verdad y la preocupación.
-¿quieres hablar con el? - Casi en un susurro, conteniendo las lagrimas con la vos quebrada y llena de significado, Randon me cuestionaba lo que yo no podía decidir en aquel espantoso momento.
-no lo se - las palabras estranguladas salieron arrastradas desde mi penoso llanto.
-creo que deberías hablar con el, dale la oportunidad cariño - Levante la vista para toparme con el rostro cubierto de lagrimas de mi hermano, solté de golpe todo el aire que había estado conteniendo para inflarme de una mentirosa seguridad, todo se me derrumbo al verlo a el en el suelo.
Esto era mi culpa, por mi reacción frente a esta situación, era yo la que les estaba provocando dolor a Randon y Henry, cerré los ojos para ver en mi interior, lo que encontré fue desagradable. No estoy preparada para más cambios, no los quiero enfrentar.
Siempre supe que mi madre no me amaba como una hija, mas bien sabia que debía hacerlo y lo aceptaba, me conformaba con el hecho de tenerla relativamente cerca en ciertas ocasiones en las que su humor y su agenda nos lo permitieran.
Perderla fue crudo y cruel, ya ni siquiera tendría el consuelo de ese amor vacío y lleno de resentimientos, aun que enfermo, era amor mutuo.
Ahora estaba lo que me quedaba de vida siendo amenazado por todos lados, mis posesiones aun que no eran preciadas, eran mías, son lo que me quedan, Randon esta dentro de mi vida, el vive con migo desde que nos conocimos.
Randon... que sucederá con el, ahora que lo observo solo y lleno de dolor, a el le he quitado su vida de adulto, se ha empeñado en hacerme crecer lo mas sana posible, en protegerme de todo lo que le he permitido, ha sido mi apoyo y termino por convertirse en mi persona favorita, por el lo doy todo y lo he dado, por el deje el baile de lado, para aprender su Kun Fu, por el aprendí a no ser tan alejada, por el abrase a una persona con real cariño por primera ves, fue el quien me enseño a pensar en otra persona que no fuera yo, el me dio el incentivo necesario para empezar a escribir mis canciones y publicarlas, fue el quien me dijo que si, que mis pinturas eran buenas y que debería exhibirlas, fue el quien me acompaña al doctor.
Hacemos todo juntos, se que el a dejado incluso mujeres por mi, Sandra a sido la única que ha sobrevivido a mi influencia en su vida.
¿Que ara el ahora sin casa? ¿Donde esta todos nuestros sueños sobre una nueva y revolucionaria empresa de artes y cinematografía? Estudiamos juntos, somos los mejores y sabemos que podríamos triunfar en lo que quisiéramos
¡Dios! Todas nuestras pertenencias, nuestro mundo juntos, yo con mis noviazgos el con los suyos, pero ambos siempre juntos, como hermanos, como debería ser una familia que se ama.
Cerré los ojos y decidí que lo mejor seria comportarme como la mujer madura que digo ser, tome con fuerza la mano de Randon el la apretó de vuelta, me quede mirando el interior de cuero blanco de mi auto, la perilla de los cambios con la frase cuídate por mi. Es una idea que se nos ocurrió a los dos, me cuidare por ti Randon por ti por el último amor cuerdo y sano que me queda en este mundo.
En un movimiento inconciente alise una arruga imaginaria de mi falda roja, acomode mi chaqueta a juego y me afirme sobre mis tacones tomando la fuerza necesaria en mis tobillos para que me sostuvieran al momento de poner un pie fuera del carro, estire mi mano temblorosa hasta la manilla de la puerta, la jale con fuerza y casi sin pensar, sentí una brisa recorrer mi cuerpo, el frío me calo hasta los huesos ya no estaba a mi alrededor el calor protector de los brazos de mi hermano, ahora estaba sola con la cabeza media baja para salir de aquel refugio en el que se había convertido mi auto.
El sonido seco de mi tacón sobre el asfalto resonó como una sentencia en mis oídos ya estas sola y lo estaba, lista para ser atacada por aquel hombre, el que decía ser mi padre, cerré automáticamente todas las murallas que se habían formado a mi alrededor cubriéndome con una coraza protectora manteniendo mi corazón a salvo de volver a sentir un amor sucio y enfermo de parte de uno de mis padres, ¿que pasa si el me hace creer? ¿Que pasa si yo creo? no estoy dispuesta a pasar dos veces por lo mismo.
Me erguí en mi total altura frente a aquella persona que un no observaba bien, ¿era o no? no lo se con seguridad, el frío que sentía calarme hasta lo mas profundo de mi alma fue espantado por un calido cuerpo que me envolvía lleno de amor, lleno de lo mas puro que podría haber sentido, mi cuerpo se llenaba de su aroma, era dulce, agradable, varonil. Casi como una parte de mi que estuve buscando sin darme por enterada hasta este preciso momento.
Sentí un sollozo salir desde mi garganta, era estrangulado casi doloroso, pero fue como una descarga, un peso inmenso que sentía presionando en mis hombros fue aliviado, dejándome liviana y libre.
-tranquila, mi niña ya te tengo - Mi cuerpo completo se estremeció, sentí espasmos involuntarios sacudiendo violentamente cada fibra de mi ser, un electricidad llenaba el aire dejándome cargada de lo que ese hombre me trasmitía.
-Clare, ¿este bien? - La mano de Randon estaba apoyada en mi hombro, Pronto su cuerpo completo me cubría por la espalda, Randon se aferraba a mí mientras que mis manos recordaron estar vivas y así poder abrasar con una por delante a Henry con la otra asía atrás a Randon.
-Si - Afirme con la cabeza sintiendo que mis sollozos se transformaban en olas de risas convulsivas, tape mi rostro un sin ver a aquel hombre, la cobardía aun me invadía haciéndome sentir un miedo tonto por lo que podría ver.
- Randon gracias, por todo muchacho no sabes lo que esto a significado para mi- Los brazos de Henry y de Randon se unieron dejándome en el medio de un abraso fraternal y lleno complicidad.
-Clare mírame, por favor necesito ver tus ojos - el color gris y celeste de mis ojos es lo que el quería comprobar, el casi plata que nos hacia tan iguales a Catalina y a mi, lo mire con miedo, de reojo mostrándole solo lo necesario sin fijarme demasiado en el.
-No, así no - pronto sus dedos rozaron mi barbilla obligándome a levantar la mirada hasta encontrarme con sus ojos azul cielo, era realmente hermoso, su piel era igual a la mía blanca, sus rizos eran dorados y caían sin mas sobre su hermoso rostro, era algo muy especial ver tu reflejo en el rostro de un hombre, una pequeñas arruguitas se formaron en las esquinas de sus ojos, las comisuras de sus labios rojos esbozaron una tímida sonría, sus manos me contuvieron , sentí sus labios tocar los míos en apenas un pequeño gesto lleno de amor y de paz, estaba completa, el era mi padre y detrás mío sosteniéndome en alto mi hermano.
-Te amo, te amo tanto, no sabes los días tan terribles que he pasado pensando en cuanto me podrías estar odiando, Clare jamás supe de ti, te lo juro jamás volví a saber de Catalina, la busque le escribí contrate a investigadores privados, rodie su mundo pero nada. Cariño no sabía, de verdad si hubiera enterado de ti jamás te hubiera podido dejar, pequeña eres mi hija y te amo más que a nada.
Como un discurso preparado por el miedo a que los nervios no le permitiesen declarar sus reales sentimientos Henry soltó atropelladamente las palabras dejándome entender en un minuto, que el es una victima de mas de la locura de mi madre. No nos encontró, Catalina me trajo de aquí para ya en mis primeros años de vida, luego los viajes tanto de ella como míos eran constantes, todos nuestros empleados tenían acuerdos de confidencialidad ni la CIA nos hubiera hallado si Catalina no lo deseaba.
-Clare ¿los dejo?- sentí un vacío abrirse en mitad de mi pecho, estaba asustada y mareada por toda la información que estaba recibiendo en ese momento. Pero la verdad es que no querría alejarme de Randon no lo soportaría. No ahora
-no -Si te vas me caigo Un beso tardío callo en mi cuello, Randon estaba alejándose, dejándome medio en vilo, pero mi cuerpo no callo al piso, los brazos de Henry me sostenían, Randon rodio nuestros cuerpos para quedar del lado de Henry, se apoyo en su hombro para luego ser el envuelto por uno de los brazos.
El mundo entero se detuvo por un segundo, procesaba lentamente la situación, no se a ciencia cierta que fue lo que conversaron Randon y Henry hace una semana atrás, pero si presiento que fue algo mas profundo de lo que pude haber imaginado. Mi mente viajo hace una semana atrás cuando tubo lugar la famosa conversación, he visto a Randon menos de lo común creí que era por mi empeño en mantenerme ocupada, pero no, fue el que faltaba.
-¿me estoy perdiendo de algo? - la pregunta salio de mi boca sin darme por enterada, sentí un rubor subiendo por mi cuello para teñir mis mejillas, hace un mundo que no me sucedía algo así, creo que es por que mi cerebro fue mandado al infierno por mi corazón y mi sexto sentido.
-este no es un lugar apropiado, podemos ir a mi hotel para conversar mas tranquilos - Henry media sus palabras acariciaba con sigilo la curva de mi espalda mientras que con su otra mano mantenía apretado el hombro de Randon.
-Clare, ¿estas bien?- Por segunda ves en menos de 5 minutos Randon formulaba la misma pregunta, esta ves no pude contener mi verdadera respuesta, que rayos es todo esto, tengo 16 putos años, mi madre esta muerta, ¡tengo un padre!... Tengo un padre, que se conquisto a mi hermano, que compro la rapidez con la que salieron los exámenes, que fue novio de Catalina, esto no puede ser verdad las cosas así de buenas no existen, no en mi mundo, ni en mi línea del destino.
Todo esto tiene que tener un segundo propósito un transfondo que un no logro dilucidar, lo se no se como, pero lo se, me lamento al ver que mi sexto sentido no salto para apoyarme si no que fue el miedo el que avalo la teoría.
-No estoy bien, ¿¡como demonios puedes pensar que estoy bien Randon! - respire agita siendo sostenida aun por el ferio abraso de Henry- ¡No estoy bien! ¿Que es todo esto, de gracias muchacho? hasta donde pretendías ocultarme tus encuentros con el
Me solté de un tiron de Henry, me tambalee sobre los puñeteros tacones retrocediendo varios pasos hasta toparme con la puerta del auto, sin pensarlo dos veces me monte de un salto en el, y salí despedida en dirección al puto infierno.
Tenia la vista nublada por las lagrimas, pero me importo un pepino, seguí con mi carrera hasta llegar a la carretera, de hay tome la ruta que me llevaría hasta la playa, el único lugar que me saltaba a la mente, nuestra playa donde íbamos a dar una vuelta, es apenas un pequeño espacio con vista a un mar furioso.
No tome el tiempo ni el resguardo en bajar la velocidad, pise el acelerador a lo que mas daba, no quede contenta hasta ver los 180 marcados en el velocímetro, sabia que esto estaba mal, todo lo esta en mi vida. Ahora el mundo esta patas para arriba.
Al llegar a la orilla de la playa las ruedas del auto patinaron sobre la arena, me baje pisando en la nada se me doblaron los tobillos por los tacones, la desesperación me invadió el aire me faltaba la furia lleno cada fibra de mi ser, aquel lugar era precisamente donde debía estar.
El cielo cubierto por nubes grises, el mar ennegrecido la arena oscura y sin vida aparente, el poder del mar reflejado en lo fuerte del romper de las olas.
Me quite los tacones, y arrastre mi cuerpo hasta la orilla, mis pies tocaron la fría agua del mar, renuévame, hazme sentir viva.
Una pequeña suplica en silencio, cerré mis ojos dejando escapar todas las lagrimas que un contenía, el recuerdo de los hermosos ojos almendrados de Catalina, su balie tortuoso lleno de una belleza inexplicable, una diva de proporciones, con esa mirada peligrosa y llena de significado, podía helarte la sangre como podía elevarte al cielo llenándote de su inconmensurable amor, aquel amor que en tan pocas ocasiones logre ser merecedora. A lo menos era algo conocido.
Que esta pasando ahora, Randon estaba coludido con este tipo, por que el me quería tanto si apenas me había conocido segundos atrás, como es que mi hermano me pudiera traicionar de esta manera, el sabia que Henry quería ser mi padre, que no quería firmar la emancipación, que todos los preacuerdos sobre mi futuro se los había pasado por donde no da el sol. Mierda
Mis lagrimas se confundían ahora con el agua salada que me bañaba, me deje mecer por las olas que venían e iban debajo de mi cuerpo sin vida, Catalina ¿por que?
Eran tantos los por que, ¿por que me dejaste sola, por que nos abandonaste, por que me privaste de un padre, por que me odiabas tanto, por que te fuiste así?, ¿por que me dejaste?
-¡Catalina! - Sin darme cuenta mi ira creció al punto de dejar escapar un grito desgarrado pronunciando el nombre de quien me dio y me quito todo lo que soy.
-Clare, por dios pequeña
Me deje desvanecer, lo ultimo que recuerdo fue Henry gritando mi nombre, sus brazos levantándome hasta quedar pegada a el, estar hay se sentían bien, aun que me costara admitirlo me reconfortaba su vos dulce, llena de seguridad, aun que entre sus capas de terciopelo se dejaran entre ver la preocupación y el dolor mezclándose en una inseguridad que se notaba no era propia de su personalidad.
Pronto sentí los brazos de Randon llenándome de calor, para entrar con migo aun entre sus brazos en la parte de atrás de un auto, el motor me aviso que no era el mío, este sonaba mucho mas ronco que el de mi honda Cívic.
-eres demasiado caprichosa, por que no esperaste a poder explicar Clare. - Abrí mis ojos algo perezosa, no sabia donde estaba, si sabia que era un cama por la mullida colcha, y la suave almohada, pero desconocía las paredes beige y el aroma a... ¿Henry? ¿Donde estoy?
