Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD

Claim: Leah.

Advertencias: Neh, rilly, quizá es medio oscurito, pero lo ormal en cuanto de Leah se trata, y'know.

Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.


Tired Of Being Drowned

(30# Mordaza)


Leah.

.

¿Qué más podría decir? Ya lo había sacado todo, no tenía nada más por comentar, nada más que gritar, nada más qué llorar, nada más que intentar quitar.

Ya había desgarrado su garganta gritando del dolor, ya había agotado su voz hasta lo último buscando descargarse de toda la furia que sentía, ya había lacerado sus pulmones queriendo poder exteriorizar toda la frustración de la que era presa, ya había dañado el aire que utilizaba para todos aquellos propósitos. Ya había intentado rasguñar allí dentro, pero no podía

Ya había llorado todo lo que era humanamente posible (y lo inhumano también). Ya había derramado toda la sal sobre su rostro, ya había llovido todas las noches que podía, hasta su límite. Y Seth había sido testigo, las camisetas mojadas eran prueba de ello. Leah ya se había enjuagado los ojos tantas veces que aquello era una costumbre, los había llorado tanto que sabía lo que era el dolor, el tenerlos demasiado hinchados y rojos, demasiado muertos.

Ya había intentado quitarse el corazón con sus manos, arrojarlo por allí lejos, donde dejara de molestar, donde ya no doliera, donde muriera de una vez por todas. Ya había intentado todas las formas de poder arañarlo, de poder hace que se callara, que dejara de doler, de envenenarse. ya había intentado muchas veces las mismas cosas, pero ninguna nunca surtía efecto.

Entonces, ella estaba vacía ya. Sus palabras ya se habían ido, el viento se las había llevado para nunca más traerlas; sus silencios habían sido pisoteados y toda su amargura enterrada tres metros bajo tierra. Entonces, ella estaba cansada ya, porque todo lo que tenía dentro lo había sacado, se había expuesto, pero nadie le había auxiliado, salvo su hermano, quizá, pero nadie había intentado ayudarle. Ella se estaba ahogando, pero nadie parecía querer sacarla del agua, mantenerla a flote.

Y un día, literalmente se cansó de todo, se cansó de no encontrar más formas de dejar escapar el veneno, de poder quitárselo, y se rindió al dolor que éste le causaba. Un día se colocó una mordaza en la boca, calló, y se dejó hundir en su propio mar de amargura. Quizá así todo terminaría antes, si se perdía de una vez por todas y dejaba de buscar la salida. Quizá en silencio, nadie la notaría y ella podría acabar feliz.

(Pero sabía que así no acabaría, que los gritos volverían, el llanto atacaría y su corazón intentaría latir nuevamente, y volvería a buscar una forma de liberarse. Una nueva forma de poder sacar la cabeza fuera del agua y tomar un respiro antes de volver a caer en aquella maldita agonía que parecía perseguirla.

Y entonces, ¿en dónde la dejaba todo aquello?).


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