El padre de Peeta viendo la Cosecha.
Los personajes no me pertenecen, ni la historia, solo la subo porque me agrado mucho.
Los padres están todos compactados, como si el apiñarse todos juntos ayudara a conseguir algo de consuelo. Pero éste es mi tercer hijo. El hijo más joven. He aprendido a éstas alturas que, No hay consuelo. A los dos primeros les fue bien, ambos son lo suficientemente viejos como para ser elegidos ahora en la Cosecha. Peeta está cerca de allí. Sólo dos años más. Dos años más en éste infierno. Mi esposa está a mi lado de pie pero no es como las otras madres; las otras se secan los ojos constantemente, bloqueando los dedos con los de sus maridos (si es que siguen vivos) o retorciendo sus manos con impaciencia. Mis ojos se mueven gradualmente en la fila de padres en el borde hasta ver a una mujer esbelta rubia con las manos firmemente conectadas a la barra que nos mantienen atrás. Siempre me pregunté qué hubiera pasado si ella me hubiera elegido a mí. Me pregunto qué pude haber tenido. Pero eso está en el pasado, supongo. Ahora es historia. Me fuerzo en prestar atención al escenario para ver a Effie Trinket cruzando el estrado hacia los cuencos, sus tacones chasquean haciendo eco a través del distrito. Ella extrae un pequeño papel blanco del cuenco de las chicas y aguanta entre su pulgar y dedo índice como si fuera tóxico. Cuando observa el podio, extiende el papel y las próximas palabras que salen de su boca envían una punzada de dolor a mi corazón.
"Primrose Everdeen" Nadie se mueve. Algunos murmuran furiosos. "Sólo tiene doce" susurra uno. La pequeña rubia aparece fuera de la multitud, caminando con las piernas temblorosas hacia el escenario. Pienso en cómo se parece a su madre: mismo pelo, mismo brillo en los ojos…Demasiado joven. La veo llegar detrás de ella y meter la camisa con dedos temblorosos. Demasiado joven. Un grito rompe a través de la multitud y veo a Katniss corriendo hacia adelante, luchando contra los agentes de la paz que tratan de retenerla.
— ¡Prim!—llama. Finalmente, dándose cuenta de que es inútil, deja de luchar y grita: — ¡Me presento voluntaria como tributo! Miro a su madre, sus nudillos están blancos y su cuerpo está estremeciendo, unas lágrimas caen silenciosamente en su rostro. Vuelvo a mirar a Katniss siendo conducida al escenario y los llantos de Prim todavía se pueden escuchar. Cuando el chico Hawthorne (¿Cuál era su nombre…? ¿Gale?) la trae devuelta a su madre, ella la rodea con sus brazos, abrazándola muy fuerte, susurrando en su cabello. Effie está en el cuenco de los chicos y mi corazón se contrae; ruego silenciosamente a las deidades extrañas en las que no creo esperando que no sea mi hijo. Sólo dos años. Dele dos años más, por favor.
"PeetaMellark." Dejo escapar un pequeño sollozo y veo el destello de comprensión en el rostro inocente de mi hijo. Tan joven. Mis manos empiezan a temblar ligeramente cuando él sube al escenario. Estrecha su mano con la de Katniss. La mano de la chica que él ha estado enamorado desde la escuela primaria. La hija de la única mujer que estoy seguro que amé. Tan pronto como Effie anuncia a Katniss Everdeen y Peeta Mellark como los tributos del Distrito Doce, me doy cuenta de algo:
MI HIJO NO VA A VOLVER A CASA.
Morirá en la Arena para salvar a su único amor…..
