Disclaimer : Beyblade no me pertenece. Es propiedad y creación del maestro Takao Aoki.
Un nuevo año; un nuevo torneo; una nueva sede; un nuevo campeón mundial.
Todos se sentían emocionados de desafiar a Takao Kinomiya una vez más. Alrededor del mundo, los equipos se formaban y soñaban con reclamar tan afamado título. Viejos amigos se encontraron, se reunieron y comenzaron a planear sobre las distintas posibilidades de cómo elaborar sus equipos nuevos. Claro, la BBA siempre tenía un as bajo la manga, alguna forma de que su vida se complicara y discutieran sobre la organización de los torneos.
Una mágica ciudad llena de misterios.
¿De qué se trataba? ¿París? ¿Londres? ¿Nueva York?
La ciudad de México.
El anuncio estaba hecho: todos quedaron boquiabiertos. ¿Era en serio? No era que odiaran aquel país pero, ¿qué se suponía que harían? ¿Luchar sobre nopales? ¿Usar sombreros? Algunos otros estaban emocionados por la comida local. Sí, Takao verdaderamente estaba emocionado por ello. Todos habían quedado boquiabiertos, había muchas otras opciones, pero seguro que la BBA sabía lo que hacía.
Nos faltan 43.
Ciudad Juárez: segundo lugar en feminicidios.
Municipio más pobre del mundo.
Segundo lugar en obesidad.
Momento. ¿No había partes realmente peligrosas? Sí, seguro que la BBA sabía lo que hacía. Era una gran asociación, siempre contrataban a los mejores guías, los mejores hoteles. Seguro que ésta sería una de esas sorpresas.
Mientras tanto, en esa ciudad, en aquella sede, una joven de veintitantos años pedaleaba lentamente su bicicleta. Era de noche, la gente se juntaba a su alrededor. Ése era su trabajo: reunir a las familias en momentos difíciles.
Lleve sus ricos tamales oaxaqueños.
Su celular vibró. Se detuvo un momento y lo miró, dejando de despachar a sus clientes.
La BBA se honra en comunicarle que ha sido seleccionada como embajadora para el próximo torneo mundial de Beyblade.
Una sonrisa mientras se bajaba de su bicicleta, dejando muchos clientes insatisfechos.
Iba a ser un interesante año.
