Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! lamentablemente no me pertenece, sino a Amano Akira-sama, la Diosa creadora del Tri-ni-sette y todo lo demás.

Advertencia: Este fic tiene un leve tono Anti-Kyoko al final, si no te gusta no lo leas. Este drabble es simplemente mi manera de expresar lo que pienso que sucedería con Kyoko si fuera esposa de un mafioso (independientemente de quién sea).

Inocencia

La mujer tarareaba dulcemente una canción de cuna mientras se mecía en una silla.

"Kyoko, mañana me iré a una misión en Italia, una misión bastante larga" La interpelada no respondió a su esposo y continuó con la nana a la vez que miraba con adoración algo entre sus brazos.

El hombre sonrió tristemente antes de besarla con delicadeza en los labios. Ella no se inmutó.

"Probablemente esta sea la última vez que nos veamos, Kyoko" Él esperaba que ella respondiera, que lo mirara, que le hablara, que reconociera su existencia. Pero las pocas esperanzas que le quedaban fueron en vano, desaparecieron.

Con un último beso y un susurrado "Lo siento", el hombre salió de la inmaculada habitación.

Ella continuó con la canción durante unos minutos más, y al terminar se dirigió a la cuna, en una esquina alejada del cuarto. Besó lo que tenía entre brazos y lo colocó dentro del lecho. Lo miró por unos segundos y, como respondiendo a una pregunta silenciosa, dijo:

"No, mi amor, lo siento" Una lágrima solitaria recorrió su mejilla "Tu papi no volverá, se fue hace muchos años y no volverá".

Tiempo después la mujer se recostó en su cama. Cuando la enfermera confirmó por la cámara de seguridad que Kyoko descansaba profundamente, entró en la habitación y tomó lo que la mujer había dejado en la cuna: una manta vieja. La enfermera se dispuso entonces a lavarla lo más pronto posible, agradeciendo que, con el pasar de los años y la acción del detergente para ropa de bebé, la gran mancha de sangre que tenía la manta de algodón era ya casi invisible.

Pero eso no le importaba a Kyoko, ella no veía la sangre; solo veía a su bebé y el recuerdo de su "fallecido" esposo.

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Una anécdota: Escribí esto en la mañana del miércoles 24 de Octubre en clase, para no quedarme dormida. Simplemente el tema y la pequeña trama llegaron a mí mientras divagaba. El caso es que lo escribí y, cuando llegué a mi casa emocionada por el objetivo 407 del manga de KHR, me llevé una gran sorpresa. Fue bastante extraño para mí que mi fic-crítica tuviera algo, por más profundo que fuera, que ver con ese capítulo del manga, sobre todo porque lo hice sin ningún conocimiento de este… Me dio un poco de miedo, aunque con eso rectifiqué que tengo la Intuición Vongola fluyendo por mis venas xD

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