"Desde que te ví..."
El salón estaba abarrotado de gente, la mayoría, adolescentes. Algunos charlaban con otros, otros se presentaban, o tal vez solo echaban un vistazo a los presentes.
Maka, de 13 años, no venía sola, le acompañaba su padre.
-Papá déjame, ya me puedo presentar yo sola.
-Pero angelito, no te puedes fiar de nadie...
-Habló el rey de Roma, ¡ni que me fueran a violar! Déjame ya inútil.
Maka se alejó, sin que Spirit pudiera hacer nada.
La chica estaba ahí para buscar un compañero, un arma para ser más exactos.
Maka empezó a presentarse amistosamente a todo el mundo, buscando a alguien con quien pudiera encajar.
Allí estaba yo, vestido de chaqueta y por una vez en mi vida tuve que aparentar ser otra persona, ya que mi personalidad no suele atraer a la gente. Esta es mi única opción, sino encuentro a nadie tendré que volver a casa con el chulo de Wes. Resoplo. Lo odio, siempre es el "hermano ejemplar",todo el mundo le adora. Tsk, mejor no pensar más en ello. La gente se acerca a mí y yo con normalidad les sonrío. Se alejan de mí. Lo sabía, seré rechazado. Miro en el fondo de la habitación, y logro visualizar un piano. Genial, algo que me entretiene.
-Hola soy Maka -sonrió la ojiverde mirando a un tal chico al que le llamaban "BlackStar"-
-YAHOOO! Yo soy BlackStar y soy tu dios
-Anda pues mira que bien... Uff que tío más salido...
Parecía que el chico no le escuchaba, porque se colgó de la lámpara y empezó a gritar.
De repente, Maka escuchó una melodía y agudizó su oído. Sí, era música, de piano, bastante tétrica; pero logró llamar su atención.
Sigo tocando. La gente me mira, pero paso de ellos. De pronto logro ver una esbelta figura femenina que se acerca. Sí, es una chica. Tiene los ojos preciosos. Va vestida con un vestido blanco con cintas rojas, tan bonito como sus ojos. Me habla.
-Hola soy Maka Albarn -me sonríe-
-Y-yo soy Soul Evans -le intento sonreír también sin causar terror-
Le veo como cambia la expresión de su cara, mierda, la he ahuyentado. Pero no, sigue hablandome.
-Tocas muy bien el piano.
-Gracias pero no creo que se me dé bien.
-Pues a mí me gusta.
Se sienta a mi lado e intenta tocar algo.
-¿Ves? Mira yo si que no sé tocar el piano.
-Oye, ¿no te doy miedo?
-Ummm ¿por qué?
-No nada...
-Tu sonrisa es muy bonita -me vuelve a sonreír-
-Bonita no, se podría decir que es muy "cool" ¿verdad?
Por una vez sonrío a gusto, sin preocuparme de lo que piense la gente.
Por una vez me siento cómodo. Ojalá sea mi compañera. Luego me vuelve a hablar.
-¿Sabes? Me gustaría que fuéramos un equipo.
-¿E-en serio?
-¡Pues claro Soul!
Y así fue como nos hicimos compañeros...
CONTINUARÁ
