Disclaimer: los personajes de Miraculous: Tales of Ladybug and Chat Noir pertenecen a Thomas Astruc y asociados.


·

·

¿Harías lo mismo por mi?

·

·

Adrien no podía quitarse de la cabeza la imagen de Ladybug a punto de arriesgar su identidad y su integridad física a costa de salvarlo. A él. Y ella no lo sabía. ¿Qué tenía Adrien de especial que Chat Noir no tuviera? Era verdad que no había punto de comparación en su siempre correcta identidad secreta y su descarado alter ego.

¿Por qué salvarlo a él y no a él?

— Sabes que estás hablando de ti mismo, ¿no? — Plagg flotaba cerca de él acompañado de su querido queso.

— Tú no lo entiendes Plagg. — suspiró el chico — Ladybug no hizo caso a Chat por salvar a Adrien y luego tampoco quiso que Chat comprobara que Adrien estaba a salvo.

— No sé por qué te comes tanto la cabeza cuando podrías estar comiendo queso.

— Plagg, hablamos de chicas, no de queso.

— Ladybug también salva a Chat Noir. A menudo, si me preguntas.

— Pero esta vez no fue a mi, sino… a mi. — el gesto de confusión de su pobre portador, lo desesperaba.

— Si tanto te preocupa, ¿por qué no se lo preguntas?

— ¿Preguntar el qué?

— ¡Ah! — bufó molesto — Humanos… preguntarle si tú eres importante en su vida o algo por el estilo, yo qué sé.

Plagg decidió que era suficiente con el tema de chicas, por lo que optó callarse y darle la atención merecida a su petit fromage.

Adrien se quedó pensando en el consejo de su kwami. Era cierto que no siempre decía cosas con sentido o que le ayudaran, pero quizás, esta vez, podría hacerle caso.

·

Era un día de patrulla normal y corriente, tal como cualquier otro, pero Ladybug sabía que no era así. Desde que se había reunido con Chat Noir esa tarde, lo había notado algo distraído y tenía esa misma actitud desde que acabaron con el akuma que trajo a la falsa Volpina a la vida.

— Chat, te noto algo distraído, ¿pasa algo?

— Es… nada, no te preocupes my lady. — contestó. Las palabras de Plagg resonaron en su mente.

— Sabes que puedes confiar en mi, ¿verdad?

Adrien suspiró.

— Bueno… la verdad es que… no he podido dejar de pensar en cómo casi renuncias a tu miraculous por este chico, eh…

— Adrien.

— Sí, ese chico. — afirmó — Lo… ¿lo conoces?

Ladybug desvió su mirada a un punto no fijo, escapando de la mirada inquisitiva con la que su compañero de batallas le miraba.

— Tanto como conocerlo, no. Me encantaría poder acercarme y hablar con él, conocerlo de verdad y… — su gesto soñador cambió al recordarse mentalmente que estaba hablando de más. Chat Noir lo notó y miró al frente, perdiendo su vista en la ciudad — En cualquier caso, — se corrigió — es un civil y hay que protegerlo.

El silencio volvió a invadirlos. Ladybug pensó que ya era hora de retirarse antes de decir alguna otra cosa acerca de su vida como civil. Chat Noir lo notó y en un último intento de acallar las dudas de su mente, habló.

— ¿Hubieras hecho lo mismo por mí?

La pregunta la tomó por sorpresa y estaba a punto de responderle con algo fuera de contexto cuando vio en sus ojos que realmente era algo que le preocupaba. Entonces, dejó que un quedo suspiro escapara de sus labios y sonrió.

— Claro que sí, gato tonto. Estás en mi lista de personas por las que renunciaría a mi miraculous sin dudarlo, junto con mi familia y mi mejor amiga.

— ¿Qué lugar ocupo yo? — sonrió coqueto, contento por la respuesta que había recibido y ansioso por la que iba a recibir.

Marinette había pensado mucho en qué lugar ocupaba Chat Noir en su vida. Siempre era consciente de que el día que él no luchara a su lado, le faltaría algo importante y no podría hacerlo sola. En cada lucha tenía las palabras que él le dijo el día que se conocieron y que derrotaron al primer akuma, por eso ella confiaba en él y sabía que era mutuo.

— El de mejor amigo, por supuesto. Somos un equipo, ¿recuerdas?

Y si se sintió decepcionado por la respuesta, no lo mostró. No todo el mundo podía decir que era el mejor amigo de Ladybug.

— No sabía que mi lady me tenía en tan alta estima.

— Contrario a lo que la mayoría piensa, no eres solo mi compañero de lucha o simplemente un ayudante, eres mucho más que eso.

Ambos se dedicaron una sonrisa. Habían luchado juntos durante mucho tiempo y nunca se habían dicho algo con tanta sinceridad como en ese momento.

— Creo que es hora de irse. — la heroína habló tras unos segundos de silencio.

— Ladybug — la llamó Chat antes de que se fuera. — Me alegra ser tu amigo. — aunque no es algo con lo que me conforme. — Siempre podrás contar conmigo.

— Lo sé chaton, créeme que lo sé.

Sin esperar otro comentario del gato negro, dio unos pasos en la viga en la que estaban para lanzar su yo-yo e irse a su hogar.

Adrien miró conmovido cómo su compañera se iba del lugar. Ella confiaba en él y aunque no lo dijera en alto, seguro que también le tenía cariño. Quizás no del modo que él quería, pero solo era cuestión de tiempo de que se diera cuenta.


En fin, he aquí otra contribución para el fandom. Espero que les haya gustado y que no haya quedado tan raro como lo siento.

HeiMao3