Capítulo 1:

Era una aburrida mañana en la mansión Du Couteau. Katarina, quien estaba recostada en el gran sofá de la sala principal de la mansión, estaba jugando con sus dagas mientras miraba con recelo - muy de vez en cuando - el pasillo que conducía a la puerta principal. Por otra parte, su hermana menor Cassiopeia revisaba - como era de costumbre - la correspondencia, esperando algún día recibir alguna carta con información sobre su desaparecido padre.

Ella, al igual que su "hermano" Talon, aún no perdían la esperanza de que su padre algún día regresaría a casa ileso y la vida de ellos seguiría como era antes de que él desapareciera, pero por el contrario, su hermana mayor decía que él jamás regresaría. Katarina no se refería al hecho de que su padre hubiese muerto, ya que él era demasiado ágil y jamás se dejaría doblegar y mucho menos atrapar por alguien, sino que se refería al hecho de que, después de tanto tiempo sin comunicarse con ellos por ningún medio ¿Con qué cara regresaría? Con un simple "Lo siento, el tiempo pasó muy rápido" o "Estaba haciendo algo que me tomó más tiempo del que creía" ella no lo perdonaría.

Su hermana mayor al ser la "heredera" y representante de la familia en el Alto Mando Noxiano después de la desaparición de su padre, había tenido que cumplir con toda clase de misiones que le pidiesen con tal de mantener la posición de su familia en la nobleza noxiana, misiones las cuales en otro momento se habría negado rotundamente a realizar por lo denigrantes o peligrosas que podrían llegar a ser, pero en las condiciones financieras en las que estaba su familia - gracias a su padre - justo después de que él desapareció, tuvo que aceptarlas sin rechistar.

Cada vez que su hermana mayor regresaba de una misión, el brillo de sus hermosos ojos color esmeralda se iba perdiendo más y más, se volvió tan fría y apática que la podría comparar con Talon, con la diferencia de que ella al menos - a su manera y muy de vez en cuando - lograba salir de ese duro caparazón en el cual estaba metida y le demostraba, aunque fuese solo un poco sus sentimientos, pero sólo a ella y nadie más.

Regresando a la mansión, en ese momento se escuchó el estrepitoso sonido de la puerta principal al abrirse y después al cerrarse, sonido que llamó la atención de la Daga Siniestra quien, sin desviar la mirada de sus dagas, esperó el momento en el que el rostro del dueño de aquellos pasos que pesadamente se arrastraban por el pasillo se dejara ver.

Un trozo de tela azul oscuro junto a un leve brillo de metal proveniente de una capucha se hizo presente, y en ese mismo instante, cuando se comenzaba a ver el rostro del dueño de esta prenda, una daga fue lanzada directamente a él, la cual sin mucho esfuerzo atrapó en su mano izquierda.

- Tengo suficiente con que traten de asesinarme cada vez que me ven en la mugrientas calles de esto a lo que llamamos patria, como para que al llegar a casa una de mis "queridas hermanas" trate de asesinarme cada que tiene una mínima oportunidad de hacerlo - espetó la Sombra de la Navaja con un tono tan frío como su mirada mientras miraba completamente serio a la Daga Siniestra.

- Llegas a estas horas... - se sentó erguida en el sofá y cruzando las piernas lo señaló con una de sus dagas, sin cambiar su semblante serio el cual había adquirido desde que lo había visto entrar por el pasillo - Manchado con sangre, desprendiendo ese apestoso olor a alcohol y con marcas en todo el cuerpo del labial barato que usan las prostitutas ¿y aun así esperas que te reciba de brazos abiertos? No me hagas reír Talon - dijo Katarina tratando de ocultar su tan evidente enojo.

El aludido por su parte sólo permaneció en silencio mientras caminaba pesadamente hacia la cocina, lugar en donde estaba su otra hermana revisando la correspondencia y con un sutil gesto con su mano la saludó buscando no crear más polémica de la que ya había conseguido con Katarina. Sacó de uno de los estantes un vaso y se acercó al grifo para llenarlo con agua. Después comenzó a caminar pesadamente hacia las escaleras, pero otra daga, la cual esta vez esquivó sólo por unos centímetros, quedó clavada en la pared justo frente a él.

Miró furioso a la pelirroja, ¿quién se creía ella para hacer eso? No era su madre ni mucho menos. Él siempre había tenido que aguantar todas aquellas veces - por no decir todos los días - en los que ella, buscando llamar su atención, le lanzaba su interminable colección de dagas tratando de asesinarlo, y él solo se limitaba a suspirar y esquivar, pero justo ese día no estaba de ánimos para eso, ¿acaso no podía tener un jodido día en paz? Al parecer no. La miró con mucha más furia, por primera vez en años se atrevería a pararla, pero antes de que pudiese gesticular siquiera una de las tantas palabras que estaban pasando por su cabeza en ese momento, Cassiopeia, su tan oportuna y querida hermana impedidora de batallas campales y posibles masacres habló.

- Si quieren asesinarse entre sí no los detendré - ambos asesinos miraron a su hermana menor al mismo tiempo, y ella al notar que ya había conseguido la tan preciada atención de sus hermanos continuó - Pero antes de eso, deben de presentarse en el despacho de nada más y nada menos que de Swain esta misma tarde - tomó su taza de té verde y comenzó a caminar en dirección a su hermano, dio un pequeño sorbo a su té mientras le entregaba la carta a Talon y agregó - Aquí están los detalles los cuales creó, les pueden ser de utilidad, y bueno yo me retiro por ahora, si me necesitan estaré en mi habitación.

Ambos asesinos miraron a su hermana menor retirarse por las escaleras y después de que ya no pudieron verla se miraron entre sí, Katarina lo miraba con un odio desmedido mientras que Talon sólo se limitó a suspirar pesadamente una vez más; Aunque ya estaba harto de las niñerías de la pelirroja, estaba demasiado cansada como ponerse a discutir con ella en ese preciso momento.

La Sombra de la Navaja comenzó entonces a caminar lentamente por la sala hasta llegar a la pequeña mesita que había en el centro de esta, dejó sobre esta la carta que su hermana menor segundos antes le había entregado y salió silenciosamente de sala, esquivando otra daga que iba directo a su cabeza y dejando sola a una muy furiosa Katarina.

N/A

He aquí el primer capítulo de este fic el cual desde hacía mucho tenía la idea e intención (ya que es sobre una de mis parejas favoritas y lamentablemente hay muy pocos fics de ellos en español) pero quise esperar hasta terminar mi otro fic o por lo menos tener algunos capítulos ya escritos para poder publicarlo.

Espero que haya sido de su agrado y una cosa más antes de despedirme: Entre ellos se dicen "hermanos" por los - tan extraños - lazos que han formado entre ellos al convivir tantos años juntos.

PD: Desde ahora mismo les aviso y es que, habrán veces en las que actualizaré este fic muy rápido como habrán otras ocasiones en las que me demore meses en hacerlo así que por favor les pediré un poco de paciencia.

PD 2: Gracias a RubyLRed por su colaboración y ayuda a la hora de darle el nombre al fic.

Y bueno, sin nada más que decir ¡Nos leemos en el siguiente capítulo!