¡Buenas a todos! Los que seguías la historia a lo mejor estáis confundidos, pero decidí borrar la historia anterior porque no me convencía, además perdí la contraseña de la cuenta y he perdido el hilo de mi propia historia jajaja. Así que debido a todo lo anterior he decidido empezarla de nuevo, además ya la tengo escrita y me gusta más cómo ha quedado esta vez, mucho más seria. Además esta vez pretendo que se larga como la de "Pequeña Revolucionaria" y me gusta más la historia con Law que con Kid, así que en resumen, perdonad mi tiempo ausente y disfrutad de la historia. Muchas gracias por el apoyo durante todo este tiempo.


Capítulo 1

-¡Hey! ¡Cuidado por donde andas!

Una mujer mayor tropezó con Mina, provocando que ésta se tambalease.

Llevaba caminando más de 12 horas, más todas aquellas navegando en solitario, por lo que estaba agotada y tan sólo quería un lugar donde dormir, pero no tenía dinero.

Dinero, durante muchos años jamás pensó que sería un problema relevante en su vida, a penas si quiera pensaba en él, pero ahora la situación había cambiado. Además, siendo la persona que era no es como que pudiese presentarse a cualquier empleo, si algún Marine o agente del Gobierno la reconocía estaría en graves problemas.

Suspiró y supuso que pasaría otra noche bajo un porche, esperando que no lloviese o hiciese demasiado frío.

Tosió un poco.

No tenía buena pinta esa tos, ella misma lo sabía, pero no podía permitirse ir a un hospital, no podía correr el riesgo bajo ningún concepto de que la reconociesen.

Tomó aire y continuó con su camino.


-Vaya ¡No hay nada que hacer aquí! - suspiró Sachi ansioso - ¿Enserio tenemos que quedarnos aquí tres días?

-Tenemos que esperar a que el Log Pose se cargue por completo, y eso tardará unos 3 días, lo siento - se disculpó Bepo, el navegante de los piratas del Corazón.

-No tienes por qué disculparte Bepo - le consoló su capitán - Debemos reponer inventario tanto médico como de comida y lo haremos durante estos tres días ¿Lo habéis oído todos?

-¡Sí, Capitán! - exclamó toda la tripulación al unísono emocionados de recibir órdenes de su capitán.


-Tres horas más tarde-

Ya era casi de noche y Law junto a sus nakamas se encontraba dentro de una bar. Tenían su barco atracado en el puerto e iban a pasar la noche en él, pero antes había decidido dar a sus tripulantes un tiempo de descanso.

-Creo que voy a salir a tomar el aire - dijo a Sachi y Penguin.

-De acuerdo capitán - dijeron asintiendo.

Law salió de aquel bar, aquel ambiente le estaba siendo demasiado denso y lo único que quería era pensar sobre su siguiente plan. Acaban de llegar al Nuevo Mundo tras dejar a Luffy a cuidado de Rayleigh y debían pensar en su propia manera de volverse fuertes. Además estaba el asunto sobre esa persona...

Escuchó un tosido.

Giró la cabeza pero no vio a nadie.

Volvió a escuchar esa voz, así que miró de nuevo hacia los lados, pero al no ver nada decidió mirar hacia abajo.

Una figura envuelta en una capa estaba recostada en una esquina cercana a él, tosiendo sin parar.

Law no solía prestar atención a desconocidos, pero como médico no podía ignorar a alguien que claramente tenía una tos de pulmonía, así que decidió acercarse al sujeto a preguntar si estaba bien.

Al tocar el hombro, el sujeto se alteró y le apartó la mano.

-Disculpa, pero...

-Estoy bien - le respondió una voz de manera seca mientras se levantaba continuando tosiendo.

Law no insistió, no iba a ir rogando a un desconocido a que recibiese tratamiento si no lo quería, así que él también se levantó para volver al bar con sus nakamas.

De pronto escuchó algo desplomarse.

Era la persona de antes, había dado unos pocos pasos, pero su cuerpo había cedido y se había desplomado al suelo.

Law se sintió mal por el sujeto y fue a ayudarlo.

Comenzó a llover y el cirujano se empapó con rapidez, por lo que pensó que si permanecían en la lluvia durante más tiempo aquello iría a peor.

Agarró al cuerpo del suelo y le quitó la capucha para tomar su temperatura.

Se sorprendió al ver que tras la capa había una chica muy joven, bastante guapa además.

Le tocó la frente.

-Estás ardiendo - dijo sin mucho entusiasmo, como médico debía ser de sangre fría y permanecer siempre en calma- ¿De verdad pensabas que ibas a aguantar sola mucho más tiempo en ese estado?

No soltó la pregunta para que le contestase, sabía que estaba inconsciente, sin embargo ella sí que consiguió hablar, aunque pareciese que lo hiciese en sueños.

-No tengo tiempo para esto. No puedo ir a un hospital o ellos me encontrarán - su voz era débil, pero directa y clara.

Le sorprendió que en su estado pudiese si quiera abrir la boca.

El pirata sonrió.

Presintió que estaba delante de alguien bastante interesante.


Mina se despertó y miró a su alrededor.

Parecía la sala de una enfermería de algún hospital, pero, tras sentir el leve balanceo, supo que se encontraba en la enfermería de un barco.

No estaba tranquila, no sabía de quién sería el barco, a lo mejor era algún buque de la Marina que todavía no la había reconocido, pero que poco tardaría.

Vio su katana apoyada en un extremo de la cama, la agarró y comenzó a caminar con sigilo y mirando bien a su lado.

-Vaya, la mayoría de pacientes no suelen irse sin un diagnóstico - escuchó decir a una voz masculina con tono de sarcasmo.

Ella se volteó para ver al joven médico. No lo había notado.

-Tranquila - dijo levantándose sin darle demasiada importancia a la situación - No soy de la Marina, si es lo que te preocupa.

-¿No? - preguntó ella sin demasiado ímpetu.

El cirujano la acorraló con un brazo contra la pared y la miró con una sonrisa con malicia.

-Estás en un barco pirata ¿Acaso eso no te da más miedo? - le contestó casi susurrando.

Ella le dedicó otra sonrisa, pero antes de contestarle, fueron interrumpidos por Bepo.

-¡Capitán! ¡Ya está preparada la comid... - se frenó en seco al ver el panorama. Los tres se miraron.

Tras un incómodo silencio, Bepo reaccionó.

-¡Lo siento!

Law suspiró y apartó el brazo del lado de la chica.

-No te disculpes ¿Ya está la comida, no?

-Sí...

Se volteó hacia la muchacha tendiéndole la mano con una sonrisa encantadora.

-¿Nos acompañas?