Sinopsis

Jacob Black lo tenía todo. Era guapo, rico, una vida llena de lujos. Era el heredero de un pequeño imperio… y luego ya no.

Al morir, su padre solo le dejó la casa donde creció, un nightclub y millones de deudas por cobrar.

Pero uno de sus deudores no tenía con que pagar, así que le ofreció a su hija.

No era la primera vez que Renesmee Cullen era cambiada como mercancía, para pagar las deudas de su padre. Cuando llegó a manos de Jacob Black, estaba rota. Se alejaba de todos y tenía miedo… incluso de ella misma; pero eso no significaba que no fuera a luchar, no como esa noche en la que no tuvo oportunidad de defenderse.

Pero Jacob no tiene interés en ella, al contrario, su único propósito es protegerla y le asegura que nadie la tocará.

Renesmee está a salvo con él…

¿Pero Jacob estará a salvo de Renesmee?


Prologo

Él no quería ese trabajo.

El hombre frente a él, el hombre que le debía dinero a su padre… le acababa de ofrecer a su hija a cambio.

¡A su hija! A cambio de saldar la deuda de medio millón de dólares.

Él no quería ese trabajo.

Su padre solía ser un pilar de la comunidad, tenía negocios por todo el estado, era una persona decente, una persona de fiar, amado por todos. Él, en cambio fue rebelde, la mala semilla en su adolescencia, hizo lo que quiso con quien quiso. Se escapaba de clases, se drogaba, emborrachaba, auto que tocaba auto que chocaba, tenía malas calificaciones, se metía en peleas… bien podía ser hijo de un tipo borracho y golpeador que vive en un parque de remolques… pero eso cambió.

Cambió cuando su madre enfermó y él logró graduarse de la preparatoria y entrar a una buena universidad. Se encaminó en la vida y todo estuvo bien, su madre logró verlo graduarse de la universidad antes de morir. Por años se encargó de varios de los negocios de su padre y todo estaba bien.

Luego no lo estuvo.

Su padre murió y sus negocios fueron repartidos a sus más leales trabajadores, asociaciones, a sus amigos más cercanos… y con lo único que él se quedó fue con el nightclub Red Rose y el club de sexo Thorn -del cual no tenía idea- y millones en deudas por cobrar.

Esa fue su herencia.

Su padre era un prestamista y dicho negocio lo llevaba en el nightclub con un club de BDSM secreto.

Su vida dio un giro de 180 grados, tuvo que hacerse responsable de ambos clubs y de las deudas por cobrar, fue brutal.

Pasó de ser el heredero de un pequeño imperio a un cobrador de préstamos.

Fue duro.

Tuvo que ser entrenado por un par de hombres rudos que trabajaban para su padre en ese mundo, hacían el papel de guardaespaldas, cobradores, confidentes. Le enseñaron como tratar con la escoria que le debía dinero, con las excusas y como amenazar a las personas para conseguir el dinero.

Jacob sorprendió de sobremanera, al escuchar al hombre trajeado y flacucho al ofrecerle a su hija, cuando lo amenazaba con un arma en su cabeza.

Casi nunca llegaban a la violencia física, solo a las amenazas, amenazas escalofriantes, pero aun así.

El hombre le ofreció a su hija, Jacob no sabía que el tipo tenía una hija, lo había investigado para saber sus puntos débiles y saber que amenazar, pero este estaba limpio.

Se le revolvió el estómago. Le estaban ofreciendo una vida, la vida de una chica a cambio de saldar una deuda.

Era tan enfermo.

No tuvo idea de por qué aceptó.

Tal vez porque la niña estaría a salvo con él, así él podría cuidarla, así la niña no podría ser vendida a otra persona que tuviera otras intenciones, prostituirla, violarla, usar sus órganos… En los últimos meses se dio cuenta de lo podrido del mundo; solía juntarse con lo peor, chicos malos, pero solo era juego de niños, esto era un mundo bajo para el cual no fue educado… o preparado.

No tenía idea de cómo su padre logró ocultarle a él y a la sociedad este negocio tan turbio, pero él quería ser diferente, quería ser una buena persona, pero sí lo era se aprovecharían de él y no sería bueno para el negocio, pero quería cambiarlo.

Quería contrarrestar lo malo, quería hacer algo bueno, ya no quería jugar al gánster, porque si lo hacía sabía que su viejo yo regresaría, últimamente quería moler a golpes a todos los que cruzaban por su puerta; en especial al que tenía en frente. En su cabeza imaginó como se haría cargo de la niña; una habitación en su casa seria remodelada para ella, ropa bonita, tecnología, libros, maquillajes… Tendría que saber su edad para adaptar sus necesidades, tal vez buscar escuelas buenas donde ingresarla…

Terapia, por supuesto. Tal vez haría un trato con el tipo, aceptaría a la chica por un tiempo, hasta que su padre le pagara. Sí, eso era. Solo la tendría como garantía. No tenía idea de cómo iba lidiar con una chica… una niña. ¿Cuantos años tendría? Tal vez era una adolescente.

Cuando la tuviera con él ya sabría cómo lidiar con ello, pero por mientras la protegería de su propio padre.

Pero no imaginó a Renesmee Cullen, no pensó que la chica a la cual aceptó a cambio de medio millón de dólares sería una mujer y no una niña.

Renesmee le robó el aliento...

¿Que había hecho?i