Los mejores amigos

N.T: hola a todos/as, les traigo algo nuevo, como yo en esta página, he estado pensando durante mucho esta historia, y me decidí en por fin publicarla, espero que les guste.


Capítulo 1: Mi pesar.

- Anime – conversaciones y acciones.

- Anime – pensamientos

Fecha: 15/06/14


- ¿Por qué dure tanto haciendo ese trabajo? – estaba caminado por los enormes pasillos del instituto, se me hiso muy tarde ya que me quede haciendo un trabajo de literatura desde las 5:30 y ya eran las 10:15.

Todo el pasillo estaba en penumbras, al parecer soy el único que estoy aquí, de pronto escuche un sonido muy extraño, como una especie de sollozo – ¿Qué mier…?- sonó otra vez ese extraño sonido – seguro alguien se lastimo, mejo voy a ver qué está pasando – me encamine a buscar el lugar de donde venía ese ´´sonido´´.

Después de un rato de buscar por los pasillos llegue a las duchas de las chicas, ese era el lugar de donde salían esos sonidos, me puse un poco nervioso – quizás alguna chica se cayó, mejor entro a ver qué pasa, solo espero que no me crean un pervertido las chicas o un mirón –

Entre más me acercaba a la puerta mejor escuchaba ese sonido y entre más claro lo escuchaba me di cuenta que eran como unos jadeos o gemidos, llegue a la puerta y cuando la abrí me sorprendí bastante.

- Mo… mok… Momoko – no podía creerlo, yo estaba paralizado. Me sonroje furiosamente - ¿Qué estás haciendo?

Mi amada pelirroja estaba de perfil frente a mí, ella estaba al frente del espejo y no sabía que yo estaba ay con ella ya que de la sorpresa me quede estático. Ella estaba frente a mí, desnuda y ¡SE ESTABA MANOCIANDO LOS PECHOS! No sabía cómo reaccionar, tenía la respiración entrecortada, pero si de una cosa estaba seguro, era que no se podía ir de ay, mi cuerpo no reaccionaba, no podía ni quería dejar de verla, ella estaba sonrojada, gemía y jadeaba muy agitada.

- Brick… sigue AHHH – gimió Momoko yo me quede pasmado.

- Momoko sabe que estoy aquí, ay no ¡me va a matar! ¡Va a pensar que soy un pervertido! Pero… no puedo dejar de verla –.

Estaba muy nervioso, estaba asustado, solo pensar que mi querida pelirroja no me quisiera volver a ver, de pronto ella abrió los ojos y me miro de reojo.

- Brick… - murmuro ella con expresión sorprendida, se voltio hacia mí. No podía creer que ella dejase que yo la viera así, tan abiertamente, pero claro, no le iba a reprochar nada – Así que me has estado espiando – dijo ella con un deje de seducción en su voz.

- Etto… yo – no sabía que decir, ella se estaba acercando con un paso seductor y sus ojos hermosos chispeando de deseo, con ella en ese estado no podía pensar bien, razonar tampoco.

Ella se detuvo y quedo muy cerca, más de lo que podía soportar mi débil autocontrol, ella me puso un dedo en los labios, ya que yo iba a seguir balbucear más y seguro se dio cuenta.

- Brick… yo no te voy a pegar para que me estés teniendo miedo – dijo burlona, aun así yo estaba muy nervioso.

- Pero Momoko… ¡Lo siento! Yo no sabía que ibas a estar aquí así, yo solo vine porque escuche unos ruidos y – me calle al ver su mirada que demostraba la felicidad viva que sentía, ¿Por qué? No sé.

- No importa Brick, sé que te disculpas solo porque piensas que te voy a reprender por ello pero en realidad no – dijo ella con seducción.

- ¿En serio? –

- NOP ¿Sabes por qué? -

- ¿Por? –

- Porque tú me gustas mucho –

- ¿¡Enserio!? –

- Si y ¿sabes que quiero ahora? –

- ¿Qué? – dije aun noqueado por la noticia.

- Que me hagas tuya – y me dio un beso, estaba en shock pero respondí al beso, nuestras lenguas danzaban en un apasionado baile de deseo y desesperación por sentirnos unidos al otro, la atraje más hacia mí en un abraso, pero nos separamos por falta de aire.

Ella me tomo las manos, que se alojaban en su espalda acariciándola tímidamente, me las puso en sus pechos.

- Tócame – dijo ella muy sonrojada.

- Pero… - yo sentía que no podía controlarme más.

- SHHH - me callo y me beso.

Empecé a masajear esa zona que tenía entre mis manos con mucho cuidado, tenía miedo de dañarla, se separó de mí y me miro con deseo y lujuria. Me beso por el cuello, me sentía maravillado y lo que más temía era perder el control en cualquier momento y no quería lastimarla.

Ella pasaba sus manos por mi pecho y en instante bajo la mano por mi abdomen y llego a mi entrepierna, adentro la mano en mis vaqueros y me acaricio el miembro.

- Mo… momo… ko ahh – no podía hacer nada, ella de un atrevimiento saco su mano, se sostuvo de mis hombros y enrosco sus piernas alrededor de mi cintura y se veía que disfrutaba torturándome restregándose entre mi entrepierna.

- Brick quiéreme como yo te quiero a ti –

- ¡Momoko! – Se despertó muy agitado y muy sonrojado - ¡MALDICION, OCURIO DE NUEVO! – furioso golpeo el colchón de la cama. Estaba muy furioso, voltio a ver el reloj que estaba en la mesita de noche al lado de la cama, eran las 8:00 y recordó que ese día era lunes ¡Tenia a clase! Y su departamento no estaba muy cerca del instituto – mierda, llegare tarde ¡me faltan 30 minutos! – se levantó de la cama de golpe y fue corriendo al cuarto de baño, se ducho con el agua más fría que podía salir de la regadera y Salió después de unos 8 minutos, se fue poniendo el uniforme que consistía en: una camisa de botones blanca, un pantalón negro, un saco de color rojo con el logo del instituto bordado, igual que la camisa, un jersey gris, que él no se ponía, una corbata de rallas rojas y negras, los colores del instituto, y unas zapatillas rojas con trenzas negras.

- Mierda, donde están – se preguntó, no encontraba las zapatillas, busco por todos lados hasta que llego a la sala y los encontró cerca del televisor – ah, los había dejado aquí – se los puso, agarro el bolso y se fue del apartamento – Espero que a esta hora pueda comprar mi desayuno.

POV Brick

Que mierda, tanto apuro para una MIERDA, había llegado al instituto con el corazón en la boca por el susto y el apuro para llegar temprano, lo bueno era que no había tráfico, pero cuando llegue al salón, unos compañeros me dijeron que la profesora de matemáticas no pudo venir hoy y que teníamos 4 horas libres.

- Me hubiera quedado durmiendo – me quede en el salón no tenía ganas de tratar con nadie, mucho menos con Boomer y Butch, así que me quede en la tranquilidad del salón pensando en lo único que ocupa mi cabeza desde hace mucho tiempo, Momoko.

Siempre la he amado y echare tengo esos malditos sueños por culpa de las malditas hormonas y estoy molesto porque mis hermanos abecés me preguntan que ´´no será que la quieres solo para una noche´´ y eso me enfurece, si quisiera eso buscaría a una de las muchas que están detrás de mí, yo la amo y no sé cómo demostrárselo, ya que ella es muy distraída.

- Momoko, si supieras cuanto te amo – suspire y me quede mirando por la ventana.

- ¿si supiera que? – contesto una voz muy conocida para mí.

- Momoko – me quede pasmado – ¿ahora qué hago?

POV Momoko

AHH, este día es el peor día que he vivido

Primero me había parado tarde ¡a las 8:00! Nunca me había parado a esa hora para ir a clase, siempre me paraba temprano, me fui al baño y me di una ducha de diez minutos, Salí del cuarto de baño y me empecé a poner el uniforme que yo me ponía, consistía en una camisa blanca de botones, encima un jersey gris, arriba un saco rojo con el logo del instituto bordado al igual que la camisa, una corbata de rallas rojas y negras, los colores del instituto una, falda escocesa 5 dedos debajo del muslo, unas medias blancas, 3 dedos más debajo de la falda, unas botas de tacón alto un poco más debajo de la rodilla. En ese lapso de tiempo dure 5 minutos en alistarme, agarre mi bolso y entre en mi Ferrari rojo, Salí del apartamento a las 8:20 y llegue a los 5 minutos después, no me importaba tener que esperar para comer, ya que por el apuro ni hambre me dio, pero me entere que la profesora de Matematices no pudo venir por un problema y me fui al salón para dejar el bolso y me encontré con mi amigo del alma Brick en su asiento al lado de la ventana, lo vi que estaba haciendo caras raras y dijo algo que si yo supiera, me pareció raro así que decidí preguntarle pero creo que no me escucho y me sitúe al frente de haciendo de él y apoye casi la mitad de mi cuerpo en la mesa, y le pregunte otra vez y estaba rojo y me preocupe porque tal vez podría tener fiebre y no quería que estuviera enfermo.

POV Brick

Me sorprendió haber dicho lo que pensaba, pero me había sorprendido más que Momoko estuviera en esa posición y tan cerca, no sabe el daño mental que me hace cuando se posiciona tan cerca de mí ¡me dan unas ganas inmensas de besarla, de decirle cuanto la amo! Pero… me reprimo lo que ciento, ¡Estoy harto de este juego enfermizo que yo mismo me implante! Estoy harto de guardarme todo y actuar como si no pasara nada, pero sé que si se lo digo se asustara y achare a perder todos estos años de amistad que tenemos, crecimos juntos y desde más de la mitad de lo que llevamos siendo amigos me he guardado todo esto.

- Brick por favor, dime lo que te pasa, te noto muy rojo, estas muy rojo ¿estás bien? ¿No tienes fiebre? – Me despertó de mi ensoñación con su hermosa voz, pero me di cuenta de lo que dijo y preferí arreglar todo.

- No, no estoy enfermo ni nada, es solo que tenía un poco de calor, eso es tofo, y lo que escuchaste fue que… me… entere de un amigo que en el centro comercial están vendiendo un pastel de queso muy rico, por eso dije eso je – dije con un poco de nerviosismo ya que no sabía si me creería, pero no había mentido TANTO, solo en que estaba rojo por el calor.

- SIII, que rico, comida ¡comida! COMIDA – se notaba muy feliz y yo me alivie ya que no me iba a sacar el tema de mi sonrojo, pero de un momento a otro dejo de saltar alegre, cosa que también me hacía sonrojar ya que cuando saltaba se movían sus pechos, se puso seria y me vio – pero si estamos en otoño, ase frio ¿cómo es que tienes calor? – pregunto con una expresión de desconfianza y yo trague pesado, se ella se ponía así sería difícil mentirle.

Desvíe la cara para que no supiera que le mentía.

- pues creo que el calefactor de mi BMW se excedió un poco y bueno, me dio calor, ya sabes, no le estaba poniendo atención ya que no quería llegar tarde – dije un poco nervioso – pero cuando llegue me dijeron lo de las 4 horas libres y me cabree bastante y por eso estoy así, como me vez – dije todo sin mirarla, para mí fue muy difícil.

- A ya entiendo, yo también llegue muy apurada –

- ¿A si?, es extraño que tu llegues tarde –

- Si, es extraño, lo sé pero no sé porque tenía tanto sueño pero igual, no importa, hablemos de ¿¡Cuándo vamos a comer ese pastel!? – me sorprendió que cambiara de tema pero no le tome tanta importancia ya que podría salir perjudicado.

- Pues ¿Qué te parece el viernes en la tarde, después de clase? – dije algo nervioso, sonaba como una cita.

- Si, genial – dijo muy feliz.

- ¿te paso buscando? -

- Este bien – dijo ella algo nerviosa.

- Oye y ¿te dejara? – pregunte algo desconfiado ya que no me gustaba ese reciente nerviosismo.

- Brick, mis padres no están, no tengo que preguntarle a nadie – esbozo una sonrisa falsa que cualquiera lo pasaría por alto y no le prestaría atención pero conmigo ella no podía hacer eso, la conocía demasiado bien.

- ¿y tus tíos? Tus padres los dejaron a cargo de ti ¿Por qué no están contigo? – dije algo confundido y aun mas desconfiado.

- Es que… mis padres dijeron que ya me podía quedar sola así que les llamaron a mis tíos y les dijeron que ya no era necesario que estuvieran en la mansión – dijo con mayor nerviosismo.

- y no me habías dicho nada ¿Cuándo pensabas decírmelo? – dije con reproche.

- lo siento, es que yo… - suspiro y empezó a balbucear y me puso más molesto.

- Momoko ¿no me tienes confianza ni para decirme que tus tíos dejaron de ser tus niñeras? – dije despacio pero estaba muy cabreado.

- No, Brick, no es eso, yo te tengo mucha confianza, somos amigos desde pequeños yo no te mentiría – Boom, otro golpe de realidad, cada vez me van doliendo más esos golpes y de verdad preferiría recibir una paliza de Butch, que estos ya que estos me van destruyendo más y me ciento cada vez más estúpido y miserable – Brick, por favor no te quedes así callado, no me aplique la ley del hielo por favor, te lo suplico, eres mi mejor amigo y no cambiaría eso por nada del mundo – otro más, será que no se cansa de hacerme sufrir, pero no me gustaría estar evadiéndola o que ella me esté evadiendo a mí, no los soportaría, me considerarían masoquista pero quisiera verla contenta, aunque este yo sufriendo.

En su mirada se reflejaba la angustia y desesperación y me trague nuevamente mi orgullo y me decidí a terminar el problema.

POV Momoko

- No importa, si no me quisiste decir, tus razones tendrás – Dijo desinteresada y giro su rostro hacia la ventana, cosa que me preocupa más, no soporto verlo así.

- Brick no te dije que me había mis tíos se fueron porque… - él se voltio a mirarme cosa que me tranquilizo, ya que sabía que me estaba prestando atención, pero también me hiso angustiar más porque se veía dolor es su mirada, dolor producido por la desconfianza que él pensaba que le tenía ¿quizás? – Mira te diré, lo que paso fue… - estaba diciéndole con temor de que lo que pasaba aquí fuera como el dicho ´´no aclares que oscureces´´.

- ¿sabes? Yo sé que no me vas a decir y no importa, tengo que irme, no he desayunado y me muero de hambre – dijo levantándose y agarro su mochila sin mirarme.

- si quieres te acompaño – sentía que estaba muy tenso, eso no me gustaba.

Se produjo un ambiente tenso.

- Si quieres – dijo con la voz queda.

- está bien, vamos – dije con entusiasmo, hoy le digo si o si lo que paso en realidad.

Fin de Momoko POV

Estaban por los pasillos, todo se veía tétrico y Momoko no encontraba la forma de empezar la conversación y los pensamientos se le agolpaban en la mente y no sabía cómo decirlo lo que en verdad pasó, mientras tanto Brick estaba molesto

- Cada vez nos estamos separando más por puras estupideces, y temo que algún día sepa lo que me pasa – pensó el chico.

- ¿Como le digo lo que paso en realidad? – pensó la pelirroja angustiada

Flash Back

En uno de los lugares más finos y caros de Tokio, se encontraba una mansión donde estaban una pareja de una edad madura, tomando champan y conversando entre sí. Se abre la puerta mostrando a una hermosa chica de largos y sedosos cabellos rojizos.

- He, he, he ¿Por qué llegas a esta hora malcriada? – pregunta la mujer de cabellos castaños y ojos negros.

- Ha esta hora salgo de clases – dijo la chica con la cabeza inclinada.

- ¿Y porque vas a clase? Solo haces que tus padres gasten dinero en ese instituto tan prestigiado, de seguro solo dices que vas a clases y te pones a hacer cochinadas con cualquier tipo que te lo diga como la cualquiera que eres – dijo el hombre de cabellos negros con desprecio hacia la pobre chica.

La chica estaba aguantando las ganas de llorar y decidió ponerse firme ante sus tíos.

- Y ustedes lo único lo único que hacen es mentirle a mis padres. Yo no les importo para nada, solo están aquí, diciéndoles a mis padres que me están cuidando solo para gastarse el dinero que mis padres mandan para mí – dijo la chica con desprecio.

- tu no me hables así malcriada – la chica fue corriendo escaleras arriba hacia su habitación sin prestarle atención a sus tíos que estaban gritando histéricos.

- Ya no puedo estar en esta casa ¡es horrible! – se dispuso a empacar sus cosas.

- ahora… ¿por dónde salgo? – Vio la ventana que estaba en un 5to piso pero al lado de la ventana había una trepadora altísima – puedo hacerlo… pu… puedo hacerlo – dijo tratando de calmarse. Agarro su celular y llamo a una de sus amigas.

- ¿Hola? –

- Miyako, que bueno que contestaste –

- Momoko ¿Qué paso? ¿Qué dijeron tus tíos? ¿Te insultaron? –

- Si y ya no lo soporto, necesito que me ayudes a escapar ¿puedes hacerme ese favor? –

- Sabes que puedes contar conmigo, voy enseguida, estoy cerca – colgó.

La chica llego después de 5 minutos y con rapidez paso el muro y se acercó a la parte trasera de la casa, donde se ubicaba el balcón del cuarto de la pelirroja.

- Pisssssss -

- Hola, ¿oye trajiste Tienes un carro? -

- Obvio, nunca salgo sin mi bebe – dijo la rubia con emoción viendo su Bugatti Verón azul oscuro.

- Bien, voy a amarar maleta por maleta a una sábana y te la voy a bajar para que la quites del nudo ¿OK? –

- Bueno, espero que -

La pelirroja agarro primero una maleta – de la cual tenía mucho dinero que era como la 4ta parte de lo que en verdad tenían, ya que eran más de 10 maletas repletas de dinero – lo amarro a una de las sábanas se su cama – el triple de tamaño de una cama matrimonial – y lo bajo con mucho cuidado hasta que toco el suelo y Miyako lo desamarro, hiso lo mismo con las demás maletas. Después de pasar todas las maletas, ella se bajo por la trepadora, cuando toco el suelo hiso otra llamada.

- Holaaaaa -

- Hola Kaoru, es Momoko -

- Ahhh ¿Qué paso? Te Oigo algo nervioso ... ¿no me digas que te han vuelto a castigar los malditos de tus tíos? - Pregunte con preocupación, pero no es más que la ira y el odio hacia ellos se menciona.

- Si y ya estoy harta, estoy escapando Kaoru y quiero que me ayudes –

- Ya voy para allá – colgó

Pasaron 8 minutos y vieron el jaguar negro de la morena estacionándose.

- Ya llego – dijo Miyako mientras la morena pasaba por del portón al jardín y se acercaba a ellas.

- Hola chicas, tenemos cosas que hacer, así que ¡a mover ese culo! – Kaoru agarro dos maletas grandes, que para la suerte de las chicas las maletas de Momoko tenían ruedas.

Llevaron las maletas al jaguar, le metieron maletas hasta que no pudieron más los asientos traseros, fueron a hacer el mismo procedimiento con el Bugatti y el Ferrari rojo de Momoko.

Cada una de las chicas se sentó en el asiento del volante de su vehículo – que estaba a reventar – y se fueron en dirección al centro comercial.

En el centro comercial

- ¿Que comemos? – pregunto Kaoru viendo todos los restaurantes.

- ¿Qué tal si comemos sushi? – Pregunto Miyako con emoción – Me encanta el sushi.

- Pues por mí no se detengan, coman lo quieran, saben que yo cualquier cosa – dijo contenta ya que por fin se sentía libre.

- Bueno comamos… hamburguesas – dijo Kaoru

- No, sushi -

- Hamburger -

- Sushi -

- Hamburger -

- ¿Qué tal si comemos Pizza? – pregunto nerviosa Momoko

- Sushi -

- Hamburger -

- Sushi -

- Hamburguesa… - Momoko, se había aburrido de la pelea absurda de sus amigas y se fue hacercando a una pizzería – Momoko no te vayas –

- ¿Para dónde vas Momko? – pregunto Miyako.

- Voy a comer Pizza – dijo tranquilamente sin voltearse y llego a la entrada de la pizzería.

- OHHH pizza, si yo quiero – dijo Kaoru con emoción.

- SIIIII, yo también quiero - dijo Miyaco dando saltitos.

- ¿Quien las entiende? -

Entraron al pizzería y tomaron su orden, 2 pizas medianas de pepearon.

- Oigan chicas estoy preocupada – dijo Momoko con algo de incertidumbre.

- ¿Qué pasa? – pregunto Miyako preocupada por su amiga.

- no es nada, estoy bien... - se sentía inseguro.

- ¿Qué te pasa? me estas preocupando – dijo Kaoru un poco asustada.

- Es que… ahora… no sé dónde voy a vivir de ahora en adelante. Está claro que no puedo volver a la casa por ahora ya que papa y mama están de viaje y no sé cuándo volverán, podría irme a cualquiera de las casas que tenemos, pero la más cercana está en Cosaca y no puedo faltar a clases – dijo acongojada la pelirroja.

- OH vamos Momoko… puedes quedarte en mi casa – dijo Kaoru con calma y ternura para calmar a su amiga.

- ¿en serio? ¿pero no ay problema con tus padres? –

- ¿Qué? Pisssss, para nada – dijo tranquila pero tratando que no vieran que estaba nerviosa – si no te ven no lo ay – murmuro suavemente para que no se enojara.

- ¡Kaoru! – Pero no funciono – no me voy a estar escondiendo – le reprocho molesta.

- Bueno pero entonces ¿Qué hacemos con este nuevo problema? – Pregunto Kaoru, en ese instante llego las pizzas – rico –

- Una pregunta chicas – las 2 chicas se le quedaron viendo a la pelirroja – ¿vosotras creéis que sería buena idea avisarle a mis padres sobre todo esto? – pregunto algo dudosa.

- Ah cierto ¡Claro que lo tienes que hacer – dijo Miyako mientras agarraba un trozo de pizza.

- Si y si te preguntas si te van a creer – dijo la morena adivinando lo que pasaba por la mente de la pelirroja - ¡aterriza! tus padres te adoran y una vez que le digas lo que paso con esas despreciables basuras, parásitos y muchas cosas más… eh ¿Qué estaba diciendo?... Ah sí sé que cuando sepan lo que paso de seguro los denuncian – dijo muy segura de si misma.

- Pero… –

- Momoko se que te estas complicando ya que no te cabe en la cabeza como tus padres te dejaron a cargo de esos 2 – Momoko no dijo nada ya que era cierto.

- ¿tienes el número de tus padres? Porque de una manera u otra van a saber que te escapaste – dijo Miyako – ya que ellos cada vez que pueden vienen a visitarte y si le inventan una de sus mentiras esos engendros del demonio, vas a estar en problemas –

- Es cierto – suspiro Momoko – Está bien, los llamare.

Saco el teléfono y marco el número de su padre.

- No sé cómo valla a reaccionar mi mama así que mejor llamo a papa –

Al sonar el tercer timbrazo respondieron la llamada.

¿?= Hola hija ¿como estas?

Momoko = ma, hola... piensa, piensa, piensa.

Las chicas se sorprendieron y Momoko tenía los ojos como platos.

Mitory= Si, soy yo, seguro te preguntaras porque tengo el celular de tu padre ¿cierto?

Momoko= en realidad es justo lo que estoy pensando.

Mitory= pues es que tu papa se llevó mi teléfono y dejo el suyo.

Momoko=AHHH… entonces llamare a tu teléfono ji, ji, ji.

Mitory= pero… ¿Qué vas a hablar con él?

Momoko= No es nada

Mitry= ¿entonces por qué no me lo dices si no es nada?

Momoko= Es que…AHH

Mitory= sé que estas preocupada, lo escucho en tu voz, hija por favor, dime que te pasa.

Momoko= Es que no quiero preocuparte.

Mitory = Momoko, dime te aseguro que hare todo lo posible por no alterarme.

Momoko= pero… - escucho que su madre carraspeaba y cuando ella hacia eso era porque no era buena señal - está bien.

Mitory= oye antes que me digas cualquier cosa ¿Cómo se portan tus tíos? Es que tu padre dijo que eran buenos pero yo no confió mucho en ellos.

Momoko= justo de eso era lo que quería hablar con papa, es que…

Mitory= te escucho como nerviosa ¿te hicieron algo?

Momoko= que no me hicieron es más corto de decir – dijo en un susurro.

Mitory= ¡QUE! COMO ES ESO ¿¡QUE TE HICIERON!?

Momoko= mamá, cálmate – dijo algo nerviosa ya que su madre era algo temperamental.

Mitory= QUE ME CALME NADA, ¿sabes qué? Voy para allá, ningún estúpido a si sea familia me le va a hacer daño a mi bebe, me voy ahora mismo al aeropuerto y me llevo a rastras a tus padres ¿dónde estás? Porque doy la fortuna de la familia a que no estás en la mansión.

Momoko= y que sabía eres mamá, pues no, estoy en el centro comercial con Kaoru y Miyako ya que escape… digo… olvídalo.

Mitory= VOY EN EL JET PRIVADO Y ESTA DECIDIDO.

Momok = mamá, cálmate un favor ...

Mitory= ¡nada de cálmate!... Kisuko, llama al piloto del jet y dile que se prepare para un vuelo de emergencia a Tokio – se escuchó a un ¨si señora¨ - no me digas así que me hace sentir vieja – se escuchó a Mitory lloriquear un poco.

Momoko= mama, yo creo que estas exagerando un poco.

Mitory= ¡PARA NADA! Esta decidido y punto, nos vemos TE AMO – dijo y colgó.

- Yo también mamá – susurro con un hilo de silencio.

- Y que te dijo – Pregunto muy curiosa Miyako.

Momoko las miro y suspiro sonoramente.

- Viene para acá – dijo con pesar.

- esta genial ¿no? Así dejan de agarrar el dinero que se supone es para es para ti – dijo Kaoru.

- si pero… - no sé, me siento nerviosa –

- tranquila estaremos contigo como siempre.

Los padres de la pelirroja llegaron unas 3 horas después ya que ellos venían de Alemania y se fueron a la casa de Miyako. Llamaron a las chicas para que fueran a la mansión Gotokujy.

- Mamá, papá los extrañe – dijo la ojo-rosa abrasando a sus padres.

- nosotros también bebé y cuéntanos, que fue lo que sucedió, porque desde aquí veo que el Bugatti varon de Miyako, el Jaguar de Kaoru y el Ferrari tuyo están repletos de cosas, y es solo lo que puedo ver, no me quiero imaginar cómo estar de verdad.

La Madre de Momoko, Mitory Akatsutsumy, es una mujer muy bella con el cabello a la altura de la cintura lacio y de un hermoso color rojizo-naranja y ojos rosas.

- ¿acaso Miyako hiso una de sus famosas compras? – Dijo el padre de la pelirroja.

El padre de Momoko, Hirochy Akatsutsumy, es un hombre muy apuesto, con el color del cabello un tono más obscuro que el de Mitory pero seguía siendo un tono pelirrojo envidiable y tenía unos ojos de color ámbar extraordinarios.

- No papá es solo que… bueno es… complicado – dijo muy nerviosa la ojo-rosa.

- Vamos cariño cuéntanos – dijo la mujer animando a su hija a proseguir con el relato de lo acontecido.

- Si cuéntanos, porque tu madre me a rastras al jet sin decirme nada y estoy que la duda me carcome - anuncio ansioso el padre, algo desesperado porque su hija dijera de una buena vez lo que pasaba.

- ¡Me escape de la mansión! – dijo sin rodeos pero un poco nerviosa de lo que fueran a decir sus padres.

- ¿Por qué? – pregunto su padre sorprendido, su hija no actuaba por impulso o por tonterías de verdad se estaba preocupando y se daba más o menos una idea de por qué su hija había escapado, solo esperaba que se equivocara.

- Pues… no sé cómo lo tomarían – dijo Momoko cabizbaja

- vamos Momoko, díselo de una vez si quieres que este infierno se acabe – dijo Kaoru irritada.

- ¿De qué hablan? – pregunto la mamá de Momoko.

- AHHH… yo lo diré – dijo Miyako ignorando olímpicamente las señas de que no dijera nada de parte de Momoko - lo que paso fue que… - respiro hondo – que su ¨hermano y cuñada¨ - dijo entre comillas y viendo a Hirochy – son peor que la roña –

- ¿A qué te refieres? – pregunto Hirochy sin entender que tenía que ver su hermano y su cuñada en todo eso.

- ¡Lo sabía! – Exclamo Mitory victoriosamente – sabía que era mala idea dejar a mi bebé con esos enfermos – dijo con asco, recibiendo una mirada reprochadora de parte de su esposo – lo siento cariño, pero yo te dije era mala idea, no me daban ni una pizca de confianza, tienen cara de usureros –

- Bueno… no sé qué decir – dijo Hirochy impactado por la noticia – Pero quiero saber qué fue lo que sucedió en estos 6 meses que no hemos estado –

- Fácil – dijo fastidiada Kaoru – mientras ustedes confiaban en esas ¨personas¨ en que cuidarían a su hija, ellos la trataban como un perro y le quitaron las tarjetas de crédito a Momoko, agarrando el dinero que ustedes le depositaban en la cuenta, claro y sin contar que han dejado un vacío significativo en la bodega que tiene los licores más exclusivos – dijo algo molesta y con sorna.

- ¡QUE! – exclamaron exaltados los dos padres de la pelirroja.

- mi bebé, ¿cómo pude hacerte caso y dejarla con esos monstruos? – dijo Mitory abrazando a Momoko con lágrimas en los ojos.

- ¿ cómo pude dejar a mis dos tesoros en manos de esos desgraciados? – dijo sentado en una de los sillones y lamentándose.

- ¿Tus tesoros? - Pregunte Mitory confundido.

- ¡Claro mujer! Mi hija hermosa – dijo señalan a Momoko - ¡y a mi Bodega! – dijo llorando – eso sin contar la mansión señalo con pesar.

- AHHH, eres imposible – dijo Mitory con molestia y viendo feo a su esposo.

- dejando eso de lado – dijo Momoko - ¿Qué se va a hacer? –

- ¿Qué crees que haremos? – pregunto su madre.

- no se ¡pero todo menos volverme a dejar con ellos! Por favor – suplico Momoko desesperada.

- ¡ CLARO QUE NO LO HARE! Eres mi preciada y única hija ¡NUNCA MAS COMETERÉ ESE ERROR – dijo Hirochy con mucha seguridad

- Aja – dijeron las dos pelirrojas con desconfianza.

- lo dicen como si no pudiera hacerlo – dijo ofendido.

- Puesss -

- Bueno – dijo interrumpiendo la morena - ¿Qué van a hacer por fin? – pregunto.

- ¿Vana a demandar a los tipos esos? –pregunto Miyako con felicidad.

- ¿Van a dejar a Momoko conmigo? – pregunto la morena con emocionada.

- ¿la van a dejar con nosotras? – pregunto la rubia.

- le vamos a dar un departamento – dijo feliz Mitory.

- ¿¡Que?! – exclamaron las 3 adolescentes, Hirochy y los padres de Miyako que llegaron en ese momento para escuchar todo.

- Ay, me duelen los oídos del gran grito habéis hecho vosotros – se quejo Mitory y los señalo acusadoramente.

- YO NO DEJARE A MI NIÑA – declaro Hirochy negándose rotundamente a ala idea.

- ¡LA DEJASTE CON ESOS MONSTRUOS! – acuso Mitory.

- si, ¿pero que querías que hiciera? –

- ¡yo te dije que la dejáramos sola! – dijo molesta Mitory.

- oye Hirochi, piénsalo, no es una mala idea, ella puede estar sola – le aconsejo el padre de Miyako.

El padre de Miyako, Mitsuco Gotokuji, un gran empresario de aspecto envidiable con cabellos dorados y ojos azul rey, facciones finas pero masculinas y muy amable.

- ¡NO, NO, NO Y NO! No dejare que eso pase, ¡lo hará sobre mi cadáver!

Después de un tiempo de tantas discusiones se decidió que estaría por un tiempo en un departamento gracias a la persuasión de Mikomy hacia el padre de Momoko – dejarlo por un mes sin su valiosa provisión de vino si no lo hacía – Y las 2 chicas estaban más que felices por su amiga ya que iba a ser independiente por un tiempo LARGO.

Fin Flash Back

Continuara…


Lo siento por lo corto del capítulo, espero que les haya gustado

¿Ruwns?