Superman: Last Son of Krypton

(Parte Dos)

Escrito por Federico H. Bravo

Reparto

Brandon Routh...Clark Kent / Superman

Erica Durance...Lois Lane

Cassidy Freeman...Tess Mercer

Aaron Ashmore...Jimmy Olsen

Kevin Spacey...Lex Luthor

Ralph Fiennes...Brainiac

Sarah Michelle Gellar...Kara Zor-El

Estrellas Invitadas

Ryan Reynolds...Hal Jordan / Linterna Verde

Daniel Craig...Lucifer


1

Interior del departamento de Lois Lane.

Metrópolis. Noche.

Lois escuchó con atención la verdadera historia de Superman de boca de Clark. No lo interrumpió en ningún momento y solo se dedicó a fumar concentradamente sus cigarrillos todo lo que duró el relato. Al acabar él de hablar, hubo un prolongado silencio entre ambos…

-¿Quién mas sabe esto? – preguntó ella, al rato.

-Solo tú… descontando a Lana Lang, de la que hablamos una vez. ¿Te acuerdas?

-Si.

-Pues eso. Aparte de ella… solo tú.

Silencio otra vez. Incomodo y pesado. Para Clark la decisión que había tomado de revelar su secreto era quizás la más difícil de su vida. Ahora que había desnudado su alma ante ella, estaba completamente a merced de sus manos.

Si quería, Lois podía revelarlo al mundo.

Por supuesto, él no podía detenerla. ¿Cómo iba a hacerlo? ¿Obligándola a callar?

No. Forzar a las personas no era lo que Pa y Ma Kent hubieran querido que hiciera… de modo que Lois era totalmente libre de hacer lo que quisiera con tamaña revelación.

Guardarla o… darla a conocer.

Así se lo hizo saber, mas el hecho de que lamentaba profundamente en el alma tenerla en la oscuridad todo este tiempo.

-Si estas furiosa, estas en todo tu derecho – le dijo – Si deseas que me vaya de aquí para siempre, lo haré. Cruzaré esa puerta y me iré… incluso, si lo deseas, renunciaré a mi trabajo en "El Planeta" – suspiró – pero, al menos, ahora sabes la verdad: que yo soy Superman. Estoy en tus manos.

Lois se mordió el labio inferior. Resopló ruidosamente y cerró los ojos. Aspiró una amplia bocanada de aire y luego entendió que era su turno de hablar…

-Me engañaste. Durante un año. Deliberadamente.

Clark sintió vergüenza. Bajó la mirada.

-Creo que supondríamos que debería estar enojada por eso, ¿verdad? Lo mínimo que puedo sentir es furia y decepción… porque el que yo consideraba un buen amigo me hizo una mala pasada. Como mínimo, debería echarte de aquí a patadas, gritando, y más tarde revelar al mundo la verdad de tu identidad secreta.

Lois levantó una mano.

-Numero uno: ¿Quién va a creerme? Nadie espera que Superman viva como uno de nosotros, en la Tierra. Se supone que el Hombre de Acero se esconde en algún lugar desolado… no sé… una fortaleza en el Ártico, pongamos… Además, me pedirían pruebas de que lo que digo es verdad. Tú aun podrías refutarme en publico y hasta podríamos llegar a un juicio – rió, amargamente – Seria un lindo caso ese. "La Corte entra en sesión: el caso Lois contra Superman…" – movió la cabeza negativamente – Lo mas probable es que consideraran que me volví loca… Numero dos: podrías haberlo mantenido en secreto y yo jamás me hubiera enterado. Ok, hay que admitirlo… pasaría a la Historia como la mujer mas boba del Universo por no darse cuenta, pero tú aun podrías haberte guardado el secreto y despreocuparte de lo que yo piense y sienta respecto a eso – hizo una pausa. Clark aguardó – Sin embargo, no lo has hecho. Me lo contaste… de cabo a rabo.

Apagó su cigarrillo contra un cenicero. Volvió a suspirar.

-Necesito tiempo para procesar esto, Clark.

-Desde luego. Claro, claro…

-…Por eso, te pediría que te marches. Dijiste que ibas a hacer un largo viaje. Me imagino que es por algo relacionado con "Superman". Bien. Márchate a ello. Cuando vuelvas hablaremos. Por ahora… quiero que abandones mi departamento, por favor.

Clark asintió. No replicó nada. Se volvió a colocar en el rostro sus gafas y se marchó. De momento, su papel ahí había terminado.

Sola, Lois lloró. La carga que habían depositado sobre sus hombros era muy dura y lo que mas le dolía era que otro hombre en el que confiaba la había traicionado.

Las cartas estaban echadas en la mesa.

Ahora debia decidir qué iba a hacer.


Y al termino de cuatro semanas…

Interior de una Factoría Naviera.

Los motores de la nave alienígena vibraban rítmicamente. Tess, junto a Superman, aguardaba el momento de ingresar en ella.

La muchacha pelirroja llevaba puesto un traje de astronauta modificado; parecía ágil y acoplarse con gracia a su esbelto cuerpo. El Hombre de Acero observó el logotipo de LexCorp en su pechera…

-¿Alguna novedad de Luthor? – preguntó.

Tess negó con la cabeza.

-Nada. Dejé instrucciones, de todas maneras, de seguir intentando contactarse con él. Solo espero que esté bien…

"…Y vivo", quiso agregar, pero era una exageración. No había tenido noticias de ningún atentado criminal contra la vida de su patrón ni nada relacionado con alguna muerte misteriosa de ningún tipo en las inmediaciones de Hawai. Simplemente parecía que Lex se esfumó de la Tierra, si era posible.

Lo mismo, justamente, que ella iba a hacer.

Un científico le avisó que todo estaba listo para partir. Ingresaron a la nave y fueron directo al Puente de Mando. Allí se habían hecho algunas cuantas remodificaciones respecto al diseño original, agregando entre otras cosas dos butacones delante del panel principal de control.

Tess tomó asiento en uno de ellos y se ajustó las correas de seguridad. Procedió a tomar los mandos de la nave y a disponer todo para el despegue.

-Adaptamos el panel de control – le explicó a Superman, que se sentaba a su lado – Costó, pero pudimos hacerlo. Esta nave fue diseñada para operar autónomamente. Nuestros mejores hackers trabajaron bastante en descifrar los códigos para cambiar una parte de eso.

-¿Manejaras hasta destino?

-Me seria imposible. Solo me limitaré a controlar el piloto automático y cuando lleguemos, desconectarlo y ver si podemos hacer algunas maniobras con esta belleza. Depende con lo que nos encontremos – tecleó unos comandos en una computadora. Por las pantallas que tenían cerca comenzaron a desfilar símbolos – Agarrate fuerte. Nos vamos.

Las exclusas se cerraron. Las reservas de oxigeno presurizado acopladas comenzaron a funcionar. La nave tembló y se elevó en el aire con rapidez.

Metrópolis quedó en la distancia. Mas tarde Norteamérica y luego, el continente americano completo. Salieron disparados fuera de la orbita de la Tierra a una velocidad pesadillesca…

El globo azul del planeta quedó chico pronto. Ya casi no se veía, pasado un rato. Como cerca de la orbita de Saturno, la nave dio un salto al Hiper-espacio; las estrellas se desvanecieron reemplazadas por un túnel de luz, el cual los conducía a destino.

Tess estaba muda de asombro. Superman también. Todo parecía marchar bien hasta el momento. Parecía que llegarían a destino mas rápido de lo que calcularon…

Emergieron de su travesía Hiper-espacial en un sector desconocido del Universo. Ante ellos flotaba un planeta gris, del tamaño de la Luna. Iban hacia él.

-Metal – dijo Superman. Estaba mirando al planeta alienígena con su visión telescópica y de rayos X combinadas – Está hecho de metal… o de una aleación que se le parece. Es artificial.

-¿Quién podría haber construido semejante cosa?

-Creo que pronto lo sabremos. Nos acercamos rápido.

Tess tomó los mandos. Presionó varias teclas y botones de las computadoras. La nave en la que iban se sacudió bruscamente.

-Piloto automático fuera. Entramos en modo manual.

-Todavía nos acercamos a esa cosa.

La muchacha no lo entendía. Tecleó otra vez nuevos comandos. Nada ocurrió. La nave volaba veloz hacia el planeta de metal.

-Esto no está bien. ¡Debería controlarla! – se quejó.

Superman frunció el ceño. No le gustaba para nada lo que estaba sucediendo.

-Me parece que están esperándonos.


Brainiac abrió los ojos. Su cabeza seguía conectada a sus computadoras por los cables que salían de ella. Sonrió, satisfecho.

-Tenemos visitas – dijo – Unas muy interesantes.

A su lado, Kara le miró, curiosa.

-L-Ron. Confirma – pidió el alienígena a su asistente robótico.

-UN MACHO Y UNA HEMBRA A BORDO. ÉL ES KRYPTONIANO Y ELLA TERRESTRE – dijo el droide.

-Excelente. Los recibiremos como se merecen… L-Ron, has que ingresen por el muelle C. Dispón de una atmósfera, presión y clima soportables para la vida humana.

-COMO DESEE, SEÑOR.

Brainiac se volvió hacia Kara.

-Creo que será un encuentro muy interesante – otra sonrisa atravesó su rostro. Era enigmática y no presagiaba nada bueno…