Muchas veces me he preguntado "¿Qué hago aquí?" y no logro encontrar la respuesta a mi pregunta. "¿Qué espero? ¿Hasta cuándo estaré así?" continuo preguntándome todos estos días.

-¿Quieres un poco de refresco amor?- me preguntó con esa típica sonrisa que por mucho tiempo me encantó.

-No amor, gracias- le contesté, no me sentía bien. Estábamos en la típica reunión con todos nuestros amigos. Nosotros siempre asistíamos, nos divertíamos mucho. Hasta que…bueno me di cuenta que algo había cambiado.

-¿Por qué amor? Es del sabor que tanto te gusta- se acercó a mí y me dio un abrazo lleno de ternura. Agarro con su mano mis dedos y empezó a juguetear. Él sabía cuánto me gustaba que lo hiciera.

-Es que no me siento bien de verdad- le dije mientras lo miraba. Al fondo se escuchaba todo el escándalo que todos hacían, estábamos en la casa de nuestra amiga Serena y su novio Darien. Ya era demasiado tarde pero todos seguíamos jugando. Realmente me la pasaba bien pero como siempre sentía que algo no estaba bien.

-¡Eh! No andes jugueteando con Mina.- grito Lita. Ella era una de mis amigas y siempre bromeaba con él. Así se llevaban siempre, ellos se conocían desde hace mucho y ella siempre le decía cosas como esta. Yo solo reí con el comentario.

-¿De qué hablas? Ella es mi novia, es mi Mina. Puedo hacer lo que quiera, y si quiero juguetear con sus dedos lo haré. Además a tu amiga le encanta-dicho esto se empezó a reír, yo solo rodee los ojos, era tan típico de él.

-Ya lo sé pero estas en público.-replico Lita.

-Ah pero ni hago nada malo Lita.

-Eres demasiado descarado.

-Pero guapo-salio a relucir el lado coqueto y narcista que siempre portaba. Yo lo mire con desaprobación. Él lo noto y solo me sonrió y me abrazo mientras me daba un beso.

Lita miro para otro lado y fue a platicar con Serena.

-¡Bueno chicos llego la hora!- hablo una contenta Serena.-Vamos a jugar Uno ¿Quién dice yo? ¡Vamos quiero jugar!

-Vale, ¡Quiero jugar!- dije parándome de mi asiento entusiasmada.

-Ah Mina esta vez te venceré- me miro retadoramente Serena.

-A ver si puedes serenita-me reí. Ella cerró su boca y se fue indignada a sentarse. Cada que jugamos Uno yo le ganaba siempre a Serena. Me sentía tan bien jugando y ganando. Pues nunca me ha gustado la derrota. La más fácil de derrotar es Serena pues esta chica siempre ha sido ingenua. Por eso que se entusiasme en jugar Uno, nos quiere vencer a todos, no ha ganado ninguna partida.

-Bueno que no se diga más, vamos a jugar que ya tengo un poco de sueño- Bostezo y me agarro de la mano y nos fuimos a sentar. Yo le sonreí a él.

Todos nos reunimos en la mesa del centro. Tanto Amy, Serena, Darien, Taiki y nosotros estábamos sentados alrededor. Era la hora para una partida de Uno. ´

De repente ella entró con bandejas de palomitas, yo solo la observe atentamente mientras pasaba con esa sonrisa triunfal. Lo miré de reojo y vi que la miraba. Aquella que te desnudaba…. no tiene mucho que lo descubrí…el cómo se llevaban ellos dos.

Me llamo Minako Aino, pero todos me llaman Mina porque suena más corto y bonito. Tengo 17 años y asisto a segundo año de preparatoria. Vivo en un departamento con mi familia, hace meses todo era de color rosa en mi vida amorosa o eso creía. Pues cuando lo conocí me enamoro y así fue hasta que como toda mujer sospeche de él y para mi desgracia lo descubrí. Y hasta hoy me pregunto ¿Qué hago aquí?...vivo con él, duermo con él, convivo con él, paseo con él, conozco todo de él pero tengo un extraño en mi vida y ahora sabrán por qué.