Titulo: Helplessly, Hopelessly, Breathlessly Falling In Love
Autor: hikaru-hyuuga
Advertencia: Universo Alterno. Y cambio de género de algunos personajes. Al principio puede parecer algo confuso y aburrido pero se pondrá bueno si lo sigo, cosa que no si pasara.
Parejas: SasuSaku, NaruHina, NejiTen, Saino
Summary: Como jugador él era el mejor, como persona… no tanto, ¿pero a quien le importaba eso si tenías talento, dinero, propiedad, belleza, juventud y popularidad…? Creo que a Sasuke Uchiha no le importaba mucho. Para él, el futbol era su vida, el dinero con lo que se divertía… y las chicas, bueno, ellas eran su pasatiempo, tal vez unas vacaciones en México podían cambiar la perspectiva con el lado del cristal con el cual se miran las cosas… tal vez cabello rosa, ojos verdes y piel nívea… pueden provocar que un futbolista profesional, pierda la cordura. ¿Verdad, Sasuke?
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Capitulo 1: One Step At The Time- Jordin Sparks
-"To take One step at the time, is not need to rush is like learning to fly… or falling in love"-
Sasuke Pov
Iba a matar a alguien, iba a matar a alguien, tenía que matar a alguien.
-Sasuke, ¿Serias tan amable como para dejar de pasearte por el pasillo de lado a lado? Me mareas.
Ese comentario me hubiera valido un comino en otras circunstancias, pero estaba lo suficientemente nervioso y tenso como para matar a alguien y no arrepentirme de ello después. Y menos con Naruto a lado.
-Naruto, discúlpame, pero ya estoy lo suficientemente nervioso como para que me agregues coraje en los hombros- le dije lo más educadamente que pude a mi superior, porque si Naruto Williams era mi superior y el capitán del Real Madrid(1).
El rubio solo sonrío con esa expresión de zorro travieso, no por nada tenía como apodo Uzumaki.
-¿Es que nunca te han alargado un contrato, Teme?-me pregunto con aires despreocupados. Si seguía con esa mirada de "nada me importa" lo golpearía.
-No-le dije secamente.
El me vio extrañado, sonrío y después volteo hacía el final del largo pasillo del segundo piso de las instalaciones del Real Madrid.
Una silueta se acercaba lentamente, conocía a esa persona, era Karin, lo conocía porque al igual que yo jugaba futbol, pero él con el Real Madrid, además, porque era mexicano, al igual que yo.
Karin era alto, su tez era blanca como la mía, de un cabello lacio puntiagudo y de un rojo intenso, sonreía, por supuesto, con esa sonrisa de chico malo que lo caracterizaba, sus orbes eran de un color oscuro, marrón.
-Uy, nervioso Sasukito-pronuncio mi nombre con ese gélido tono de burla. No tenía nervios para soportar sus pesadeces.
-Si sabes lo que te conviene Karin, no dirás nada más que eso-con él no fui tan cuidadoso como con Naruto, Karin siempre se ha burlado de mí, desde que lo conozco.
Naruto solo se paro y suspiro, era como un mesías en la tierra.
-No deberías preocuparte, el Manchester United(2) no desaprovecharía tu talento, ni por asomo.-Me sonrío confiado, era difícil ponerme a la altura de Naruto cuando hablaba de esa manera, ósea, todo el tiempo- eres un excelente jugador.
Naruto parecía sincero, siempre lo era.
-Si es tan bueno, ¿Por qué no está con el primer equipo?-dijo sin ningún tipo de tacto, Karin.
Naruto lo miro feo. Yo, casi me le echo encima.
-Karin-reprobó Naruto preocupado.
-Yo solo digo-comenzó de nuevo el pelirrojo- que si fuera tan bueno como dices, no estaría con las reservas, estaría con el primer equipo, con nosotros, eso me parece absurdo.
Eso era todo. No soportaría más.
Naruto reacciono rápido a mi colérica expresión, me sujeto de la espalda y sus brazos me aprisionaron contra su pecho y todo su cuerpo, mientras yo luchaba para zafarme y golpearle la cara a ese mal nacido.
-¡Déjame!-no le grite pero si estaba descontrolado-que lo mato, te juro que lo mato.
Naruto apretó más fuerte.
-Ya sé que lo harías, por eso te sujeto tan fuerte-miro a Karin- ¿y tú? ¿Pudieras ser tan amable como para dejar de molestar niños por ahí?
Karin sonrío, le causaba mucha gracia la situación, confiaba en que Naruto no me soltaría y estaba en lo correcto.
-Tú lo has dicho-dijo con malicia- tan solo un n-i-ñ-o
Y se fue tranquilamente por donde llego, el pasillo de paredes blancas.
Naruto me soltó cuando deje de moverme. Respiro pesadamente y se fue a sentar al mismo banco en el que anteriormente estaba.
-Señor-le preguntaba a Dios-¿Cuándo dejare de tratar con niños de Kínder?
Eso me molesto. Me molesto de sobremanera.
-No soy un niño-le gruñí literalmente, Naruto tenía todo mi respeto como jugador, pero me estaba sacando de mis casillas.
-Claro que lo eres-me contradijo con tranquilidad-tienes diecinueve años, todo un crio, además de comportarte como uno.
Tenía veinte no diecinueve, sentí una punzada de agudo dolor en el corazón, no me asuste, respire hondo y lo mire desafiante, ni siquiera Naruto Williams me iba a decir quién era yo.
-Tal vez deberías regresarte a Inglaterra-insinuó aun con ese tono tranquilo.
-¿A qué te refieres?-le pregunte un poco más nervioso. ¿No me quería en España? ¿Pensaba que no era lo suficientemente bueno?
El suspiro con lentitud, parecía que lo hacía con un gesto de obviedad en la mirada pero yo no tenía idea de a qué se refería, era uno de los mejores, indudablemente mejor que ese… Karin.
-Eres demasiado inmaduro-me contesto-demasiado ego y orgullo en esa cabeza tuya- me sonrío amablemente- pero no me extraña, vienes de Inglaterra, te han subido demasiado a la cabeza.
Sonreí, no porque estuviera apoyando su idea, era solo que me lo imaginaba obligándome a irme de aquí. Lo hallaba gracioso porque era igualmente imposible.
-Eso no lo decides tú-dije con un tono malévolo-serás el capitán del Real Madrid pero no eres el dueño del equipo.
El volvió a sonreír, con esa sonrisa tan dulce pero que ahora me resultaba sumamente amarga.
-Eso es lo que tú crees-me rectifico-soy el que controla a las reservas.
Oh,oh. Maldito seas Zorro Uzumaki, maldito seas capitán del Real Madrid, maldito seas… Ingles de mierda.
Manchester, Inglaterra
Ya habían pasado dos meses y medio, estaba con el equipo del Manchester United, practicábamos y corríamos por todo el Old Trafford(3), apenas me había reconocido con ese suéter rojo y esos shorts deportivos de color negro intenso, me había acostumbrado al blanco y al azul. Aunque yo era un muy buen jugador, que vestía el número Ocho de dorsal en la camiseta del Manchester United, me habían enviado a las fuerzas básicas del Real Madrid en España para poder "crecer" como futbolista, claro, eso hasta que Naruto Williams, la figura del Real Madrid y leyenda del Manchester United metiera su mano negra en el asunto. Hasta que convenciera a toda la junta del equipo merengue a que me devolvieran porque me "faltaba técnica", cosa que no era cierto.
-Sasuke-me llamo Shikamaru Nara, capitán del equipo del Manchester y mexicano de nacimiento.
-¿Qué quieres?-no estaba muy feliz hoy.
-Te hablan, inútil-me dijo en un murmullo de voz.-Inútil tu madre.-Me contesto.
Le pegue en el hombro al pasarle alado.
-Si tuviera una-me limite a contraatacar. Y puse el celular en altavoz en el vestuario mientras me preparaba para irme a casa.
-¿Quién es?
-¿Quién crees, Enojón?
-Naruto…-me castañearon los dientes por el nombre-¿Qué se te ofrece?
-Quería saber si ya habías aprendido algo de madurez en estos dos meses y medio-su voz era risueña-pero parece que de educación nada.
-¿Eso que te importa a ti?-enfatice-¿Y porque lo preguntas?-le conteste mientras me ponía la polo negra para irme.
-Tenía la vaga esperanza de que volvieras si estabas listo. Y además me dijeron que cumpliste veinte años.
-Veintiuno, ¿Y que con eso?-ahora estaba más calmado.
-¿Nunca has pensado en sentar cabeza? ¿Alguna chica que te interese?
Si hubiera estado sentado en una silla, seguramente me hubiera caído de boca, por más que intentara conocer al medio del Real Madrid, siempre diría algo que me tomaría por sorpresa. La mayoría de ellas, estupideces.
-Tengo veintiuno-llegue a pronunciar-no necesito casarme, idiota-le respondí automáticamente-y no tengo novia.
El se quedo en silencio un momento para luego decir:
-Bueno, yo lo decía porque desde que me case he mejorado en todos los aspectos-suspiro por el auricular-tenía la esperanza de que pasara lo mismo contigo, tal vez necesitas una mujer a quien amar-me comento con un tono casi emocionado.
Por alguna razón su comentario no me agrado, ¿Amor?No lo creo.
-¿Tu qué vas a saber sobre mi?-le cuestione, no sabía ni siquiera cuantos años tenía.
-Recuerda que te llevo ocho años de experiencia adelantados-me recordó a un emocionado y feliz, como si se trata de su matrimonio.
Matrimonio. Tan solo la palabra me causaba escalofríos.
-Me llevas siete, tengo veintiuno.
-Lo que sea. De todas maneras, sabía que me ibas a dar la negativa.-por su tono de voz parecía que sonreía-así que prepare un segundo plan para esto.
-¿Segundo plan?-pregunte sorprendido.
-Iras de vacaciones a México.-me dijo casi riendo, aunque no le faltaba mucho-Te gustara volver a tu país.
Para ser honesto, solo moví mi dedo para cortar la llamada, estaba seguro que Naruto Williams por más mítico jugador que fuera, decía puras estupideces. Yo jamás volvería a México. Yo no conocía ese país, incluso aunque yo hubiera nacido allí… jamás lo había conocido.
En ese momento, cuando ya había agarrado mis cosas personales para irme a casa, Shikamaru me distrajo.
-Hey, Sasuke-me llamo.
Solo voltee, ¿Por qué nadie me dejaba largarme a gusto?
-Prepara tus cosas. Tu avión sale en una hora y media.
En ese momento solo quería que me dijeran que estaba en cámara escondida o algo. Shikamaru parecía hablar en serio, se le veía serio al respecto.
-¿Qué miras?-me pregunto intrigado-es mejor que te vayas ya a preparar la maleta, regresaras en un mes.
¿Un mes? ¿En México?
-Que te apures-me dijo un poco más irritado-Son órdenes del técnico y si no te apuras te va a regañar.
Solo me moví hacia la salida más cercana, las puertas de cristal se abrieron cuando sintieron mi presencia cerca, el sol brillaba y era un buen día, pero eso me importaba unos cojones, estaba irritado, sumamente irritado. El no podía hacerme ir a México. Maldito Naruto Williams, que se pudra en el mismísimo infierno.
En el mismísimo infierno.
-
-
-
Era un día soleado, eran las 8:00 AM y era verano en el Distrito Federal, México. Mi camiseta era de color negra y de manga tres cuartos aunque la tela era ligera pues sabia del clima en este país, mis pies caminaban lentamente, titubeando, llevaba una maleta en el brazo y unos jeans de mezclilla puestos, gafas de sol y mi cabello negro peinado como siempre, algo puntiagudo. Refunfuñaba, acababa de llegar a la casa rentada que me dieron para este mes, un mes entero de "vacaciones"… ¿que se suponía que tenía que hacer aquí?, era un futbolista, lo que hacía era jugar futbol, era el jugador más valioso de la liga Premier de Inglaterra, no era un turista ni nada por el estilo, no necesitaba unas vacaciones en mi país natal, no necesitaba madurar ni crecer… y definitivamente…no necesitaba una esposa.
Salí lo más rápido posible de esa casa blanca de dos pisos que llamaría "hogar", nadie me había reconocido hasta el momento lo que era bueno para mí.
Llegue al parque más cercano y me senté en las bancas de allí, mis converse plateados empezaron a sonar contra el suelo, estaba arrastrando los pies. Apreté los dientes, molesto, y me mordí la lengua para no decir unas cuantas maldiciones hacia cierto zorro rubio de nacionalidad inglesa. Suspire y me pase la mano por la cabeza tratando de analizar mi situación.
Me habían mandado a mi país natal, del cual no conocía absolutamente nada, por problemas de ego…no, por problemas con ese mal nacido de ojos azules, ni sabia como había concebido a Isuma al respecto, solo sabía que un día había despertado en Manchester, Inglaterra y al siguiente estaba en otro continente como un perfecto idiota. Me quite los lentes oscuras de un tirón y los metí en el escote de mi camiseta negra. ¿Ahora que se suponía que iba a hacer? ¿Relajarme? Tenía partidos que jugar, pero no, tenía que estar aquí… pudriéndome. Si no llegaba pronto a Inglaterra el Manchester iba a perder la FA Cup(4) y podría perder mi contrato por ello. Hmp. ¿Cómo pase de una bota de oro de la FIFA(5) a un parque en el Distrito Federal? El mejor jugador del mundo no se toma vacaciones de la nada, cuando tenía que ganar otra copa más y ponerla en su vitrina.
Deje de mirar mis jeans para posar mi mirada enfrente, tal vez ya era hora de desayunar algo, me dolía un poco el estomago… tal vez podría entrenar o correr algo sin llamar mucho la atención.
Al levantar la mirada, entre los árboles mire a alguien, era mujer, lo decía por la silueta, aunque no le veía la cara…
La chica giro inesperadamente, de darme la espalda a… ¡Oh, por Dios!
Allí, ante mis ojos, estaba viendo a la mujer más hermosa que haya visto en toda mi existencia, ella no me veía, pero yo si… era definitivamente un ángel caído del mismísimo cielo.
Sonreía cálidamente. Su tez era blanca, como la de la mayoría de las personas, aunque casi nívea, su cabello largo caía por su espalda libremente hasta la mitad de su espalda, de un color… rosado. ¿Era natural? Sus ojos grandes miraron a mi dirección aunque no me notaron ni a lo lejos, eran verdes y brillaban de preocupación, había visto algo que la estaba preocupando.
Mire a su dirección y me encontré con un gran reloj que marcaba las 8:15 AM, parecía retrasada o algo parecido. Ella se acerco un poco apresurada pero sin correr ni nada, la angustia en su hermoso rostro era evidente. Entonces, hice lo que cualquier caballero haría.
-¿Puedo ayudarte?-le pregunte cuando se acerco lo suficiente.
Ella se asusto, ni siquiera me había notado. Rayos.
-Perdona, no quería asustarte.-Me disculpe como pude, usando una voz cautivadora.
-No-negó ella rápidamente-es mi culpa-señalo.
Yo sonreí encantadoramente, esperando una reacción lógica a eso, pero ella ni se inmuto solo me sonrío y volteo a mirar el reloj de reojo.
-¿Llegas tarde a algún lado?-le pregunte fingiendo demencia.
Ella me vio de nuevo y asintió con la cabeza, haciendo que su cabello se moviera un poco, ¿Cómo podía ser tan hermosa?
-De hecho sí, a mi clase de medicina en la universidad-me contesto sonriendo encantadoramente de nuevo. Me iba a dejar sin aliento.
-¿Quieres que te lleve?-le pregunte sin pensarlo. Estúpido.
Ella pareció dudarlo un segundo. Luego miro el reloj, nerviosa, y se mordió sus labios rosados, yo solo trague hondo al ver el gesto. Era mucho más que encantadora. Era Sexy.
-¿Tienes auto?-me pregunto mientras miraba el suelo, estaba avergonzada.
Su blusa era blanca y ligera, veranera. Tenía unos jeans un poco más oscuros a los míos y una diadema blanca en el cabello lacio y suelto. Ahora que la miraba, no tenía casi maquillaje, solo brillo en la boca, ese sonrojo… ¿Ese sonrojo era natural?
-Si-le conteste, era cierto- un Mercedes, en la casa, cerca del aquí.
Ella lo volvió a pensar pero asintió.
-Vamos, está a dos cuadras de aquí.-La anime mientras ella se ponía más nerviosa.
Ella volvía a asentir mientras cargaba consigo una maleta negra un poco cargada, se la quite del hombro, cosa que la espanto, y le sonreí para tranquilizarla, me la coloque en el hombro mientras caminábamos hacia mi nueva casa.
-¿Cómo te llamas?-le pregunte para tranquilizar sus nervios.
Ella me miro y luego suspiro, logrando calmarse, justo como esperaba.
-Sakura Haruno.
Un hermoso nombre para una hermosa mujer. Practico. Le quedaba el nombre aunque era extraño.
-Sasuke Uchiha.
Ella pareció pensar lo mismo que yo, lo decía por cómo se mordía un pequeño pedazo de su labio y de que encarno, inconscientemente, la ceja derecha.
-¿Sasuke?-me pregunto.
Yo me reí de una forma un tanto teatral. Pero mi risa era sincera.
-Es Portugués.-Aclaré en un suspiro de voz.
-Ah. El mío es Maya-me dijo al sonreír.
La vi mientras ella sonreía de una manera más natural. Parecía feliz a mi lado.
-¿Por qué, portugués?-me pregunto después de un minuto de silencio.
-Porque mi padre era portugués-le conteste con la verdad, el era portugués y es el país donde había crecido casi toda mi vida.
-Extraño.
Yo la mire y ella miraba enfrente. Miraba que estaba formulando su propia teoría acerca de mi nacimiento, no pude evitar pensar que era aun más hermosa por eso.
-Mi madre era mexicana-le comente- por eso hablo muy bien el español, además nací aquí aunque no crecí aquí.
-Oh, con razón…-me dijo después, el arco de su entrecejo desapareció.
La casa ya estaba enfrente de nosotros. Era grande y ella pareció notarlo, pues sus ojos se abrieron sorpresivamente. Abrí las rejas negras para entrar y poder dirigirme al carro.
-Entra-le abrí la puerta del copiloto con gusto.
Ella pareció dudarlo pero lo hizo. Vestía sencillamente pero se veía más que hermosa, no había notado sus curvas pronunciadas y sus piernas largas y perfectas… pero que sensual era esta mujer.
-¿Cuántos años tienes?-le pregunte mientras salíamos de reversa.
-Diecinueve.-Me confirmo mientras se abrochaba el cinturón.
En ese momento, cuando el cinturón le paso por el pecho, no pude evitar notarlo, sentí un extraño calor en mi cuerpo en especial en un lugarcito muy curioso. No había notado que era… voluptuosa. Tal vez porque la blusa era holgada.
-¿Y tú?-me cuestiono, ahora parecía más en su elemento.
-Veintiuno.-Si. Era mayor que ella, eso era todo. Aunque parecía obvio, es más pequeña que yo en estatura… y se veía más joven que yo.
-¿Asistes a la Universidad aquí?-me pregunto, aunque dudo al ver mi carro un minuto.
Parecía que pensaba que era un niño rico. Y no estaba totalmente equivocada.
-No voy a la universidad-le dije con orgullo- soy futbolista.
Ella pareció sorprenderse, sus orbes se agigantaron, se sonrojo y miro hacia otro lado mientras jugaba con sus manos.
-¿Qué?-le pregunte- ¿Te asusta?
-No es que me asuste-me dijo-solo me sorprende.
-¿Por qué razón?
-Pues… nunca había conocido a uno, solamente los he mirado por la televisión con mi hermano mayor.
Hermano mayor, genial.
-¿Qué liga ves?-le pregunte para ver si podía reconocerme.
-Pues… la mexicana y a veces, cuando no tengo nada que hacer, la internacional.- Parecía un poco más tranquila, pero no demasiado.
-¿De qué liga crees que soy?-le pregunte mientras me paraba en un semáforo en rojo. Ahora que recordaba no sabía a dónde iba.
-Mmm… no lo sé, a esta no… porque no te he visto.-Me dijo.
No quería cortar la conversación pero tenía que saber a qué universidad asistía.
-¿Universidad?-le pregunte, conocía algunas, así que sabría agarran un camino si me decía a donde.
-Tecnológico del Monterrey-pronuncio rápidamente.
Bingo. Esa me la sabía.
-Soy de la liga Inglesa-le conteste y sentí rápido su cambio emocional.
Me volteo a ver como si estuviera loco. A decir verdad si estaba loco, ella me volvía loco, no solo en los términos de que amara su físico, sino que me gustaba como era, su inocencia era casi toxica. Pero además de eso, me atraía de una forma poco sana para ella. ¿Cuándo fue la última vez que me acosté con alguien? Ah, si… un mes.
-… ¿Qué equipo?-me dijo un poco más interesada, me reí, si tenía un equipo favorito al parecer.
-Manchester United-le conteste, casi podía saborear sus palabras en mi paladar.
Ella pareció retroceder a la idea. Se veía extraña… eso en su cara era… ¿desilusión?
-¿Qué sucede?-le pregunte.
-No nada… es solo que… yo le voy a Newcastle United.-sonrío tristona.
Mmm. Hora de usar tus encantos, Sasuke.
Había llegado a la escuela, me estacione lo más cerca que pude de la entrada y me acerque peligrosamente a su rostro de ángel, ella lo noto y retrocedió nerviosa, casi tocando el vidrio de la ventana de su puerta.
-Mmm, creo que eso no está bien-le dije con una voz empalagosa-es una pena que no le vallas al Manchester United. Me gustabas de veras.
Ella parecía nerviosa, pero por su reacción… parecía agradarle.
-…Son buenos también-soltó sumamente nerviosa…casi sin aire alguno.
-¿Tienes como irte de la escuela?-le pregunte de repente, dejándole espacio para respirar.
Ella parecía confundida, antes de decir algo.
-No…me iré en un taxi, como siempre…
Negué de inmediato término la frase. No iba a dejarla regresarse en taxi. NO si yo tenía un Mercedes.
-Yo vendré por ti, lo prometo…solo di la hora.
Ella negó- Claro que no, eres un futbolista… tienes cosas que hacer.
Me reía ante el comentario.
-Créeme, estoy de vacaciones.- le comente mientras terminaba de reír.
-Bueno… pero solo si no tienes nada que hacer, salgo a la 1: 20 PM
Sonreí. Esa hora era más que perfecta.
-Con una condición te recogeré-le dije sonriendo maléficamente.
Ella pareció asustarse pero asintió lentamente, insegura.
-Que me dejes llevarte a comer.
-
-
Ya hacía una hora de que la había dejado en su clase.., y no podía sacármela de la cabeza, era como si se hubiera apoderado de mi tan fácilmente… en tan solo minutos de haberla conocido.
Para mí, sentar cabeza era una estupidez, tan solo lo había sido cuando estaba en Inglaterra, sonreí mientras me recargaba más en el sofá, esa chica no era nada comparado con lo que veía en Londres, la sentí mía… aunque no éramos nada… bueno yo me encargaría de eso.
De repente, la palabra Matrimonio me pareció tan dulce como la Bota de Oro.
Sakura Haruno… Sakura Uchiha. Sonaba bien.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Ya sé que está un poco flojito pero lo hice rápido porque tenía que estudiar para mi examen final de Ciencias, no tenía tiempo para detalles… lo siento.
Ustedes dirán si lo dejo así o lo continúo… además si me animare a seguirlo.
Gracias, aquí están los significados de todas las referencias:
(1) Real Madrid: Club español de futbol, el mejor club en la historia de este deporte.
(2) Manchester United: Uno de los mejores clubes de la historia del futbol y de la actualidad, Club de Inglaterra.
(3)Old Trafford: Estadio mítico del club Manchester United, también llamado "Teatro de los Sueños"
(4) FA Cup: Es una copa Inglesa de futbol y es la más antigua del mundo. Considérese que el Futbol Soccer fue inventado por los ingleses.
(5)Bota de Oro de la FIFA: es el premio al mejor jugador del mundo, se entrega cada año al mejor jugador, se puede repetir el jugador.
Es todo pliss
Reviews!!!!!!
Se despide Hika-chan… díganme sus dudas y sus ideas, aunque ya tengo formulada la historia en mi cabeza y va estar bien padre si termino el fic (espero pero no aseguro nada) cada vez se pondrá más romantico
