"Mi hijo no llevara el nombre de Potter"

S. Guzmán

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── ¿Por qué siempre tienes que estar en desacuerdo conmigo? ── Se quejaba Hermione Granger, quien permanecía acostada en una cama de San Mungo, discutiendo con quien era su esposo.

── Por que eres pésima para ciertas cosas, y esta es una de ellas ── Replico Draco Malfoy, quien se mantenía en pie frente la cama de quien ahora era su esposa.

── ¡Por supuesto! ── Exclamo colérica ── ¡Los Muggles somos unos ineptos! ── Grito con el puño cerrado.

── Es verdad ── Apoyo él al comentario de su esposa ── Tengo muchos ejemplos que los demuestran ── Aseguro este.

── Y me vas decir que los sangre pura son unas inminencias en este campo ¿No? ── Pregunto contrariada la mujer.

── Somos muy originales, en casi todo, sobre todo los Black y los Malfoy.

── ¡Arrogante! ── Exhorto la castaña robándole una sonrisa al rubio.

── ¡Egoísta! ── Argumento el rubio siguiéndole el juego.

Callaron durante un largo tiempo, observándose, siempre era lo mismo, hasta en su matrimonio el efecto de ser él un Slytherin y ella una Gryffindor, él una serpiente y ella un león, él fuego ella tierra.

Tenían la misma pelea siempre, en cuanto a su boda y la luna de miel en donde podrían vivir, la decoración de la casa incluso hasta su propia vestimenta hasta el jabón de baño que utilizaban en la regadera.

── ¡Siempre es lo mismo! ── Razono ella.

── ¡Es por tu culpa! ── Escupió él.

── ¡No es cierto! ── Se defendió ella.

── Todo el tiempo peleamos, por lo que decides, tenemos gusto muy distintos ── Sentencio Draco, con la verdad y en eso ella lo apoyaba.

── ¿Por qué crees?

── Soy rico ── Pronuncio como si fuera lo mas obvio del mundo ── Tengo gustos refinados.

── ¡Ser rico no significa ser refinado! ── Exclamo con evidente molestia.

── Para tu suerte ── Dijo acercándose a ella ── Poseo ambos ── Alardeo este ── Y no me lo niegues ── Añadió al ver que su esposa abría la boca para reprochar las palabras recientes.

── No puedo dejar que controles toda mi vida y sus aspectos Draco.

── Eso es mentira.

── Es verdad ── Repuso ella.

── No controlo TODOS los aspectos de tu vida ── Enfatizo este.

── ¿A no? escogiste la decoración de la casa ── Comenzó a enumerar con sus dedos ── Escogiste el lugar de la luna de miel, la iglesia, el menú, escoges hasta mi ropa y diadema.

── Mi amor, si tu escogieras la decoloración de la casa estaría toda pintada de rosa, si escogieras tu ropa anduvieras vestida de pantalones de jeans y chemises ── Vio como su esposa fruncía el entre cejo ── Y si compraras toda tu diadema ¿Cómo jugaría yo mi papel de buen esposo? ── Le cuestiono de fprma tierna e impecable.

── ¿Qué de malo tiene el color rosa o los jeans?

── No tienen nada de malo el color rosa, solo que me da asco ── Su cara mostro un mueca de asco ── Y todo lo contario me gusta admirar el buen trasero que tienes con eso jeans puesto, o como esas camisas resaltan los senos que te gastas, pero me atrae aun mas verte vestida elegantemente para alguna ocasión que no sea necesariamente un evento importante.

── Draco ── Murmuro la castaña haciendo que el rubio se acerca más a ella y sus rostros quedaran a milímetros de distancias ── ¡MI HIJO NO LLEVARA EL NOMBRE DE NINGUNA CONSTELACION DELPHINUS, EQUUELEUS, ORION, SCUTUM, SERPENS HO SEXTANS!-Grito ella, Draco retrocedió tocándose los oídos por semejante grito.

── ¡Me has dejado sordo! ── Se quejo él ── ¡Pero tampoco voy a ponerle a mi hijo Harry!

── ¿Qué tiene de malo el nombre Harry?

Draco le dirigió una mirada psicópata a su esposa ¿Cómo que, que tiene de malo el nombre Harry? ¡Que no tiene de malo ese nombre!

── Te adoro Granger, pero de ninguna manera mi hijo llevara el nombre de Potter ¡Primero muerto! ── Exclamo ── Imagínate Harry Malfoy, todos los antepasados se retorcerán en sus mausoleos.

── Estas siendo muy irracional Malfoy.

── ¿Yo? ── Pregunto señalándose con su dedo ── Ponte en mi zapatos ── Pidió ── Es como que si te pidiera que nuestra próxima niña llevara por nombre Bellatrix ── Inquirió este y la castaña abrió los ojos con horror.

── Draco por favor ── Rogo la chica.

── ¡No tiene caso, no rima, no es poético!

── ¡BIEN PONLE UN ESTUPIDO NOMBRE DE CONSTELACION A NUESTRO HIJO!

── No te alteres querida, acabas de dar a luz ── Trato de tranquilizarla con una sonrisa burlona en sus labios ── Esta bien ── Razona inmediatamente ── Hare lo que yo desee ── Informo caminando hasta la puerta.

── Si lo haces ── Amenazo la castaña con un tono algo aterrador y poco inusual en ella ── Yo misma firmare en el acto encargándome que sus otros nombres sean Ronald y Harry ──

── ¡Mujer estas loca! ── Exclamo Draco, más pálido de lo usual.

── Al menos yo no le pongo a mi hijo mi nombre ── Sentencio la chica.

── Seria horroroso.

── ¿Mira quien lo dice? Lucius ── burlo ella.

── No te metas con mi padre.

── ¿Me dirás que te gusta mucho tu segundo nombre?

── ¡Ya cállate Granger!

── ¿Cómo me llamaste? ── Interrogo.

── ¿Hasta ahora lo notas? ── Pregunto risueño ── Te he llamado así durante todo este rato.

── Estaba molesta, no me había fijado ahora deja de llamarme así ── Ordeno.

── Esta bien señora Malfoy ── Acepto él ── Pero créeme que nuestro pequeño Serpencs Harry Malfoy, te aborrecerá por siempre por su segundo nombre ── Resguardo y ella hizo una mueca, era cierto sonaba horrible.

── ¡Esta bien! ── Dijo rendida ── Se llamara Scorpius Hyperion ── Anuncio ella, Draco sonrió complacido y se dispuso a marcharse.

── Pero los próximos no se salvaran ── Advirtió ella.

── Ya cállate Granger, un hijo mío jamás llevaran esos nombres.

── ¿Granger? ── Pregunto fingiendo molestia ── Busca tu muerte natural Malfoy.

── De acuerdo Señora Malfoy ── Contesto el rubio saliendo triunfante a registrar al pequeño Scorpius Hyperion.