Ninguno de estos personajes me pertenece.
Advertencia: Slash, Femslash, Otros taboo's por ahi
No hay nada mas molesto e incomodo que iniciar como la "nueva" en un internado donde la mayoría de los estudiantes estaban desde los pañales. Sin embargo, yo, Courtney, no dejaría que viesen mi inseguridad.
Así que sola (Ya que los inútiles estudiantes no parecían ser lo suficientemente educados para tomar mis maletas) me dirigí a lo que seria mi numero de habitación.
El internado era gigante, y ya entrando podia decirle todos los estereotipos y grupos de gente conformados. Rodé los ojos, si para algo venia aquí, era solo para asegurarme mi futuro. – ¿Necesitas ayuda Princesa?- oí una voz detrás mío. Me sentí algo insultada por eso y voltee, molesta.
– ¿Disculpa? ¿A quien le dices princesa?- el estilo del chico al frente mío era de un punk. El típico punk-criminal con el que sabia no me debía juntar.
El sonrió de forma picarona y me vio de arriba abajo, lo cual solo me enfureció más. –No veo a otra chica cerca- di un gruñido y el simplemente se rio, camino de largo, dejándome con todas las maletas.
Mi habitación, la 113. Muchas escaleras, nada de que hablar. Todos me veían, la nueva cara en el internado, sin embargo, nadie se habia burlado aun. Según lo que habia leído (en todos los panfletos e información de los internados) siempre le hacían una iniciación a las personas nuevas. Por suerte, nadie se metería conmigo.
La puerta de mi habitación tenía un gran letrero de "DANGER" pegado debajo de los números, pero le ignore y abrí la puerta, entrando como una reina.
Lo primero que vi fue a una chica en toalla, totalmente mojada. Me avergoncé y me sonroje, pero ella ni se inmuto. La falta de atención me molesto.
Ya habia sido demasiado molesto encontrarse con un punk, ¿ahora tendría que convivir con una gótica? Pues parecía. La chica que tenia en frente tenia su cabello celeste con negro por los hombros, una toalla negra que parecía hacer su piel mas fantasmal de lo que era, y además pintaba sus uñas de color negro.
-¿HOLA?- Grite, y volteo sorprendida, pero rápidamente volvió a ser inexpresiva. -¿Y tú eres?-
-Soy Courtney- dije simplemente, poniendo mis maletas en la otra cama. La habitación era un desastre, ya estaba pensando en como poner todo para cuando tuviese que estudiar.
Un estante con puras películas de terror, una mini nevera con bebidas alcohólicas, pura ropa (probablemente de hot Topic) haciendo una montaña en el suelo. –Este lugar es un desastre- Dije directa, ella solo rodo sus ojos. -¿Y tu quien eres?- pregunte, antes de que se volviese a voltear.
Ella parecía odiarme sin conocerme, y aunque a mi no me agradase, sabia que habia algo extraño en su actitud. –Gwen- Dijo de forma corta, su voz era apagada pero suficientemente firme.
-Creo que deberíamos discutir las reglas- Dije, con autoridad.
-¿Qué?- Se volteo ella de su cama y me observo, sus ojos grises mostraban molestia, pero realmente no me importaba.
–Reglas, tengo mis horas de estudio, mi lado, mis programas de televisión, las horas de visita, la comida, el horario del baño- saque mi carpeta, explicándole todo. -¿Estas bromeando no?- dijo ella.
-¿En que?- de verdad no sabia porque no se lo creía.
-No puedo tener ni una compañera sana- se quejo ella para si misma mientras se vestía. Yo voltee, pero podia sentir que me estaba mirando – ¿Te pongo nerviosa?- su tono era burlón.
-Cállate chica-rara- dije yo –Todavía hay que explicar los horarios- dije, todavía sin voltear. No fue hasta que oír la puerta tirarse de golpe que supe que se habia ido.
Mejor para mí, empecé a tomar la ropa y ordenar la excusa de habitación de la chica gótica.
Después de ordenar la habitación salí de allli, dentro de dos días comenzarían las clases, mientras tanto… debía conocer el lugar. Visite primero la biblioteca, solo habia un chico llamado Noah allí, leyendo política. Quise sacarle información, pero me respondió con sarcasmo y me enojo. Le pise el pie por debajo de la mesa.
Me lleve unos libros sobre la historia del lugar. Pedí de una vez el horario de clases que tendría, y prepare nuevamente mi carpeta, agregándole modificaciones.
-¡Hey! ¡Chica nueva!- Vi a una rubia llamándome desde lejos, estaba junto a otro rubio. Parecían ser pareja, me acerque interesada.
-¿Si?-
-¡Bienvenida! ¿Qué tal te ha ido? No sabia que aceptaban personas a este nivel- dijo el rubio, los dos parecían curiosos por saber de donde habia venido. Realmente, no les iba a contar sobre los abogados y mi padre hablando con el rector. No ahora por lo menos. –Al parecer hicieron una excepción- comente orgullosa.
Me mantuvieron un rato ahí, hablando de cómo habia sido mi llegada y de si me gustaba el lugar. Soy muy buena hablando. -¿Qué habitación estas?- pregunto, ya presentada, Bridgette.
-113- Dije, los ojos de la rubia se abrieron un poco y esto me trajo algo de curiosidad. -¿Entonces Heather no volverá este año?- Comento Geoff. Yo levante una ceja -¿Quién es Heather?-
-Ella compartía habitación con Gwen… ¿Cómo estará ella?- Pregunto Bridgette y de repente, la conversación paso a ser solo de la pareja. Aproveche ese momento para alejarme, pero me habia picado la curiosidad. ¿Por qué a Gwen le habría afectado si su compañera de cuarto anterior se iba? Realmente, ella solo mostraba molestia hacia el tema de compartir habitación.
Pero quizá de ahí venia su disgusto indefinido, apartando el hecho de que era una inadaptada social.
Decidí volver a la habitación a que ella misma me diese respuestas, después de todo, si íbamos a compartir habitación un año, tenia… no, DEBIA saber todo sobre esa habitación. Y sobre ella. Por el internado ¿No?
Entre a la habitación, esta vez no haciendo una entrada. Me imagine un segundo lo ordinaria que podia ser la gótica para andar en toalla en la habitación. Quizá hasta podría estar peor. Lo anotaría en mi cuaderno de notas.
Sin embargo, Gwen no estaba en toalla, ni desnuda (¿Quién menciono eso?) las luces estaban apagadas y ella estaba sentada en el suelo apoyando su cabeza en el hombro de un chico. Un chico que conocía. YO conocía a ese chico.
Prendí la luz, sin importarme el quejido que ambos hicieron. No iba a dejar que la muerte de una chica en la tele fuese más importante que lo que debía decir. -¿TU?- grite, señalando al Punk.
-¿Qué? ¿Tu compañera es princesa?- dijo el punk, riéndose. Gwen seguía algo cegata –Un dolor en el trasero, como ya ves- comento, frotándose los ojos. ¿Acaso ambos eran pareja? -¿Qué hace el aquí? Eso no esta permitido en nuestro programa-
-¿Programa?- Pregunto el punk, parándose y poniéndose galante en frente de mí. Habia algo en su actitud que me molestaba demasiado. –Te dije que no estaba exagerando- volvió a comentar Gwen. Ella seguía tirada en el suelo, solo una camiseta negra y unos shorts. – ¡Lárgate de nuestra habitación!- dije.
Ambos chicos subieron una ceja –Duncan es mi mejor amigo, y siempre es bienvenido a esta habitación- dijo ella, todavía con resentimiento en su voz.
–Si alguien debe irse de esta habitación, ¡eres tu!- volvió a decir.
-¿Cuál es tu problema?- le grite. Duncan parecía entretenido por nuestra discusión, podia sacarlo a golpes de la habitación. -¿Es por tu compañera de cuarto anterior? Heather, ¿no era?- mi tono pudo salir un poco mas malicioso de lo que esperaba.
Hubo un silencio que hasta me incomodo un poco, pero no lo mostré. Duncan vio a Gwen unos segundos y salió de la habitación, chocando contra mi hombro apropósito.
-¿Qué hay con Heather?- pregunto ella, se levanto de su posición y se puso frente a mi. Parecía estar roja de vergüenza y rabia. –Cierra la boca si no sabes lo que hablas-
-¿Tanto la querías?- pregunte, tenia algo con que manejarla. Era divertido haber conseguido poder.
-La odiaba- dijo, y su tono hizo que mi estomago se revolviese. -¿A dónde se fue?-
-La expulsaron- Dijo simplemente. Yo iba a seguir con el tema, pero ella empezó a quitarse su camiseta. Me sonroje -¿Q-que haces?-
-Me pongo la pijama- dijo con simpleza, dándome la espalda. Probablemente no queria que viese su expresión. La gótica no le gustaba mucho que alguien lograse cambiar su rostro inexpresivo.
Probablemente, eso habia sido para cambiar el tema. Me voltee e hice lo mismo, me puse mi pijama rosada. -¿Dónde colocaste mis CD's?- Pregunto ella, ya consiente de que habia cambiado todo en la habitación.
–Detrás del mesón, tu y Duncan… ¿Tienen algo?- pregunte, poco segura de porque.
-No- dijo ella, aun más simple. Sentí una mano en mi hombro y di un brinco. Habia sentido algo de electricidad
-¡¿Qué?- le grite. Ella me vio por unos segundos y me dio una llave.
-Tienes pecas- Dijo, no de forma muy coherente.
Yo solo me le quede viendo.
Apague la luz y trate de irme a dormir, pero no dejaba de pensar. Volteaba a cada rato a ver a Gwen, pero ella se habia dormido tan rápido como yo habia apagado la luz. Podia averiguar todo lo que me faltaba.
