Disclaimer: La historia me pertenece. Personajes pertenecientes a Stephenie Meyer.
HumanosxVampiros
Sumary: Aquellos ojos a cuales amaba, ahora los cubría una intensa capa sangrienta, todo su exterior cambio para transformarse en un ser celestial, un ser angelical... cierto? BxE
Forest Demon
I
Edward Pov
Aun recuerdo ese día... aquella noticia que me mato en vida.
- Oh Dios Mío! – escuche el grito de mi madre, Elizabeth, desde mi cuarto. Asustado, baje corriendo
- Madre? – la llame, busque en la gran sala y la vi con un papel en sus manos – Madre, te encuentras bien? - me miro con sus ojos, aquellas esmeraldas, llenas de lagrimas y cubrió su boca con su pequeña mano – Madre? – me acerque rápidamente a ella y tome sus manos
- Oh, mi niño – acaricio mi mejilla negando con la cabeza, provocando que su largo cabello cobrizo, solo afirmado con unas pequeñas esmeraldas, se meciera sobre sus hombros
- Que pasa? Le ha ocurrido algo a mi padre? – ella negó ahogando un sollozo – me estas preocupando – susurre, en respuesta cerró los ojos
- Es Isabella – mi corazón se detuvo al oír su nombre
- Le ha ocurrido algo? – Pregunte de forma frenética – mamá – susurre
- Oh, Edward. – me entrego la carta. La tome con mis manos temblorosas
Querida Elizabeth:
Oh amiga de mi alma, no sabes la angustia que estoy viviendo en estos momentos. Porque la vida es tan cruel? Amiga mía, me han quitado a mi pequeña, se han llevado su vida. Hoy la doncella de mi hija nos ha espantado con un grito. Corrimos hacia los aposentos de mi hermosa hija, y nos encontramos con el infierno. Oh, Amiga! Como escribir estas palabras tan horribles? Como relatarte la angustia y el terror que me consumió.
En el cuarto de mi hija estaba todo destruido, Lizzie. Su cuarto parecía sacado a un libro de terror, de aquellos que espantan los sueños más hermosos.
Aquella habitación, cubierta de aquel liquido rojo que corre por nuestro cuerpo, por nuestras venas... Por todos lados! Las paredes, el suelo, incluso su cama, revuelta y destruida. Mi hija ha desaparecido, amiga. Se han llevado a mi hija, y por las noticias del oficial, dicen que puede estar sin vida a estas alturas, como sobrevivir a este dolor? Como salir adelante cuando la razón de tu vida, aquel ser que tuviste nueve meses dentro de ti ha desaparecido? Como amiga?
Espero que puedas acompañarme en este momento donde mi corazón se desgarra.
Lo lamento tanto por nuestro querido Edward. Oh mi pobre niño, y solo a dos semanas de que sus destinos se unan
Renee Swan
Mis manos temblaban y la vista se me nublo
- Isabella – susurre con la voz quebrada, mire los ojos verdes de mi madre buscando alguna respuesta – esto... esto debe ser una broma de mal gusto – exclame asintiendo repetitivas veces – eso debe ser, Isabella no puede haber desaparecido, ella no puede... – solloce – no puede madre! – grite arrugando el papel en mis manos
- Oh, hijo mío – musito abrazándome
Han pasado 2 semanas, dos semanas. Si las cosas hubieran sido diferentes, ahora mismo Isabella estaría alistándose para la boda... nuestra boda.
- Edward? – Golpearon la puerta de mi habitación – estas despierto? – el cabello cobrizo de mi madre apareció y me sonrió, una sonrisa sin vida... sin vida
- Buenos Días – la salude desde mi cama, aun recostado
- Aun no te levantas? Tendré que venir a levantarte a como lo hacía hace 10 años, cuando tenias 8? – rio, yo solo mire hacia el techo sin ningún gracia
- No pienso levantarme en todo el día – cruce mi brazo sobre mi cabeza cubriéndome los ojos
- Edward, te entiendo – se acerco y se sentó a mi lado – pero no puedes encerrarte – acaricio mi cabello y mi labio inferior tembló – tienes que ser fuerte, imagina como están Charlie y Renee – trague en seco y suspire
- Madre, realmente te agradecería que me dejaras solo hoy – escuche su suspiro
- Elizabeth? – escuche la voz de mi padre, baje mi brazo y lo mire – podría hablar con Edward un momento? – ella lo miro unos segundos en silencio y después asintió
- Te traeré el desayuno – la mire con una ceja alzada, Jessica, nuestra doncella, podría traerlo. Pareció entender por donde iban mis pensamientos y rodo los ojos – hoy quiero consentir a mi bebe
- Madre, te recuerdo que tengo 18 años de edad
- Pero aun así lo eres
- Tu bebe es Anthony – le dije con indiferencia, mi pequeño hermano de 7 años, según varias personas, un pequeño Edward.
- Ambos son mis pequeños – refunfuño, me beso la frente y se encamino hacia la salida, no sin antes susurrarle algo a mi padre. Cuando estuvo fuera, mi padre fue hacia la puerta y cerro con seguro
- Padre? – lo llame, el se quedo unos minutos en silencio y escuche como respiraba pesadamente - que pasa? – me senté recargando mi espalda en el cabecero, se giro y me miro con sus ojos azules preocupado
- Edward, hijo. Tengo algo que decirte – se acerco y se sentó en la cama – pero... prométeme que no harás ninguna locura – lo mire extrañado
- Lo prometo – que podría hacer? Sinceramente no tengo ánimos de nada. Quizás Anthony nuevamente haya rayado mi piano blanco, pero que importaba? No volvería a tocarlo jamás... ella amaba que tocase. Sacudí mi cabeza para espantar los recuerdos
- Bien – suspiro y me miro de forma nerviosa – se que no debería estar diciéndote esto, se lo prometí a Charles – me extraño que saliera el nombre de Charles Swan – y a tu madre
- Descuida, no diré nada. – el asintió
- Muy bien, pero... sinceramente eso no es lo que me preocupa
- Padre, no entiendo nada, que es lo que intentas decirme? – el miro hacia el techo y cerró los ojos
- No te espantes, hijo. Pero... es una noticia que tiene a Charles como lunático y a Renee histérica – me asuste, si ellos estaban de esa forma... tiene que ser una noticia referente a ella.
Hace dos semanas que la estaban buscando, fue una intensa búsqueda los primeros tres días. Después los oficiales se rindieron diciendo que no había esperanza alguna, sea lo que sea, según ellos un asesino, un psicópata, se la había llevado o... escondido... su cuerpo, demasiado bien. Pero Charles obviamente no se rindió, como cualquier padre haría con su única hija. Siguió con la búsqueda, contrato hombres, varios hombres, el dinero era lo menos que le preocupaba y era obvio, son una de las familias más adineradas junto con la nuestra y la familia Hale. Paso una semana, un semana en cual los hombres llegaban todas las noches sin ninguna noticia. Renee le rogo al Señor Swan que detuviera la búsqueda, que solo empeoraba todo dándole falsas esperanzas. Él con el ruego de su esposa renuncio.
- Que noticia? – me enderece y lo miro interrogante
- Ayer... ayer la muchacha Hale – la muchacha Hale?
- Rosalie Hale? – el asintió. Rosalie Hale era una de las amigas de ella
- Bueno, ella... fue hacia la casa Swan llorando – se acomodo en su lugar – Charles me comento que asustado se apresuro a verla – Swan, Masen y Hale eran, además de ser las familias más adineradas, eran de aquellas familias que tienen años y años de ser amigas. Por lo que claro está, Charles conoce bien a los integrantes – ella... ella le dijo que le había parecido ver a Isabella – lo mire sin expresión alguna por unos segundos
- Rosalie dijo que la había visto?
- Si, dice que estaba paseando con el Joven McCarty por el bosque – su ceño se frunció, no era de esperarse, ninguna señorita debería pasear sola con un joven, menos por el bosque – dijo que estaba sentada en un tronco esperando por Emmett que estaba cortándole algunas flores, cuando le pareció ver un destello blanco, asustada por creer que la habían pillado paseando sola, miro y se sorprendió al ver a Isabella con un vestido blanco
- ...
- Hijo? – su voz me saco de mi estado. Lo mire y vi todo rojo
- Como... como una persona puede ser tan cruel! – me levante y camine hacia mi habitación, tome algunas prendas y empecé a cambiarme
- Hijo, que haces? Que piensas? Porque has dicho eso... Edward Anthony Masen! te estoy hablando! – me gire y lo mire con furia
- Como puedes creerle a Rosalie! Eso no puede ser cierto! Padre... ella miente! Isabella... ella... – trague en seco – ella no puede estar viva! Ella no dejaría a sus padres, no los dejaría con un dolor horrible... ella... ella no me dejaría a mi! – mi padre se acerco y me abrazo – ella no me dejaría dos semanas antes de nuestra boda! Ella me amaba!
- Lo sé, hijo. Todos estamos consientes del amor que se tenían ambos – me separe y lo mire con dolor
- Porque, entonces, Rosalie no respeta eso? Porque no respeta la memoria de Bella!
- Edward, estas actuando mal, escucha... crees que Rosalie inventaría algo así? – lo mire en silencio – escucha su historia, crees que si lo estaría inventado hubiera dicho que salió con Emmett McCarty sola? Sabiendo que los Hale y los McCarty son de diferentes clases sociales? No estás pensando bien
Lo pensé por unos segundos, tenía razón... Rosalie era lo bastante vanidosa y prejuiciosa como para decir que estaba con Emmett.
Entonces todo llego a mí, mire a mi padre y reí histérico
- Quieres... quieres decir que Bella está viva? – el me miro apenado – que? Porque me miras así?
- Hijo, yo...
- Edward! – la voz de mi mama nos hizo voltearnos a ambos – quedamos en que no le diríamos nada! – le reclamo mirándolo herida – cómo pudiste decirle!
- Elizabeth, era lo mejor...
- Lo mejor! – lo interrumpió acercándose - No ves que ahora será peor! Le diste esperanzas cuando no las hay! – Me miro con lagrimas en los ojos – ella no está viva Edward – su voz helo mi corazón y destruyo toda llama – por eso es que Charles y Renee están desesperados. La niña Hale viene e inventa tales historias creándoles esperanzas a unos padres que sufren por la muerte de su hija, diciéndoles que está viva, pero no es así! – grito fuera de si
- Pero, madre, tenemos que salir a buscarla, como sabes si lo que dijo Rosalie es verdad? – ella negó
- Dile Edward – miro a mi padre – dile!
- Charles volvió a contratar a hombres inmediatamente para buscarla, pero esta vez en silencio, sin que se enteraran las demás personas...
- Y no encontraron nada! Nada! Ni siquiera unas huellas, nada! – solté todo el aire que estaba retenido en mis pulmones y caí sentado en el suelo, un dolor en el pecho se instalo de forma destructiva. Lleve la mano ahí y empecé a respirar en forma entrecortada.
Era mentira, todo era mentira... Bella no estaba viva... ella seguía... ella estaba muerta.
Mis sollozos llenaron mi cuarto. Bella no estaba viva... no nos casaríamos hoy... no nos casaríamos nunca
- Isabella! – grite aferrando mis manos a mi pelo – Bella!
- Mira lo que has hecho Edward – escuche la voz de mi madre
- Déjanos solos Elizabeth
- No, no dejare que vuelvas hacerle daño!
- Lizzie! Escúchate! Como le haría daño? Es mi hijo!
Escuche como seguían discutiendo, pero en mi cabeza solo veía la imagen de una hermosa castaña, con los ojos chocolates, con sus mejillas sonrosadas, con su vestido celeste, con su sonrisa adorable, corriendo por nuestro claro... afirmando su sombrero.
- Salgan de aquí – musite, escuche como dejaron de discutir, levante los ojos y los vi mirándome – quiero estar solo
- Ves lo...
- Fuera! – grite, ellos se sobresaltaron, pero creo que entendieron, porque en silencio salieron, mi padre estuvo rehusó pero al final salió.
Estuve unos momentos más en silencio y después lentamente fui hacia mi cuarto de baño, llame a las doncellas y pedí que llenaran la bañera.
Los minutos que se tardaron preparando todo, todo ese tiempo estuve con la mirada perdida. Mis pensamientos no iban a ningún lugar en concreto, se paseaban en pensamientos horribles y hermosos.
- Joven Masen, su baño está listo – pestañe repetitivas veces y mire a Jessica
- Gracias – susurre, y me encerré en el cuarto. Lentamente me despoje de mi ropa y me adentre. Sentir el agua tibia relajando mis músculos fue agradable, doble mis rodillas y me hundi por completo.
- Edward, estás listo? – mire a mi padre y suspire
- Padre, es necesario que yo vaya?
- Claro que si, necesitas conocer a Rosalie y a Isabella – frunció el ceño
- Me puedes repetir el porqué?
- Ya hablamos de esto, Edward. Una de ellas será tu futura esposa – suspire cerrando los ojos
- Apenas tengo 15 años!
- Y a esta edad ya hay jovencitas casándose, tiene que conocerla y asegurar tu futuro. O podría venir cualquier hombre y tomarlas como su esposa – pues por mí no hay problema, pensé
- Edward, deja de atormentar al niño – la voz de mi madre resonó – ahora vamos, que se hace tarde – los dos asentimos, mi padre fue hacia ella y tomo su mano para entrelazarla en su brazo. Nos subimos al carruaje.
- Hijo, recuerda mostrar todos los modales que te hemos inculcado – gire los ojos mirando hacia la ventana – jovencito, acabas de rodar los ojos?
- Claro que no, padre. Y si, actuare como un verdadero caballero – dije con un pequeño sarcasmo, el negó y mi madre rio.
- Solo compórtate
- Lo hare
Cuando llegamos a la mansión Swan, donde se llevaría acabo la cena. Bajamos y nos adentramos a la casa.
- Edward, Elizabeth. Que alegría que hayan llegado – una mujer con ojos verdes y pelo claro se acerco e hizo una pequeña reverencia
- Edward – un hombre con un bigote, ojos café y cabello del mismo color, inclino su cabeza hacia mi padre
- Charles, Renee es un placer verlos – respondió con el mismo gesto – Este es mi hijo, Edward Anthony
- Edward, es un gusto conocerte
- Igualmente, señora Swan – ella rio
- Y, Lizzie – tomo el brazo de mi madre – cuéntame, como es la vida en Londres?
Oh, Londres. Como te extraño, ciudad que me vio nacer y crecer.
La tarde paso entre conversaciones de adultos, teníamos que esperar a los Hale para cenar. Estaba solo y realmente aburrido, por lo que dijeron los señores Swan, Bella tuvo un leve accidente y se estaba reponiendo en su habitación, cuando llegaran los Hale bajara a acompañarnos. Cosa que no tardo mucho
- Lillian, William! – saludo Renee, dejando ver a una mujer y un hombre rubio, la mujer con ojos pardos y él azules. Nos saludamos de la forma que corresponde y luego pasaron dos chicos.
- Edward, ellos son Rosalie y Jasper Hale, son gemelos así que ambos tienen 15 años – sonrió su madre. Ambos rubios, al igual que sus padres, y los ojos azules. Sinceramente tenía que decir que, si me obligaban a casarme con Rosalie, no vería problema alguno, era una chica muy linda, y seria la envidia de los hombres cuando sea grande, le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
- Isabella! – todos nos giramos y dirigimos nuestras miradas a las escaleras, y de ellas venia bajando una chica menudita, de cabello castaño y la mirada achocolatada de su padre. Sus finos e infantiles rasgos, junto con su piel blanca, como la porcelana. La hacían parecer a una muñeca, aquellas que mi madre colecciona
- Edward, ella es mi hija. Isabella Marie Swan. Hija, él es Edward Anthony Masen, es un años mayor que tu – le sonrió. Aquellos posos de chocolate me miraron y me sonrieron, le devolví la sonrisa mientras tomaba su mano y besaba su dorso
- Es un gusto, señorita Swan – su rostro adquirió un lindo tono rosado.
- Igualmente, joven Masen – le sonreí y solté su mano
Reviews?
Chicas esta es una nueva historia, no tendrá mas de 5 capítulos, ya la termine. La escribí cuando estuve de vacaciones, espero que me apoyen tal cual como lo hicieron con Flor de Loto :)
