Capítulo 1: compromiso…
-¿Cómo se lo digo?-pensó una preocupada señora mientras tomaba asiento, ella se encontraba en una gran sala de estar y uno sillones de gran tamaño estabas en el centro de la sala, acompañado por una linda mesan, ambos de color negro, su mirada estaba centrada en una de la ventanas de gran tamaño que daba a vista a una linda y ruidosa cuidad. Ella era una mujer de edad mayor, de cabello celeste y test de color blanca, su manera de vestir era muy elegante y sencilla a la vez.
Cerró suavemente sus ojos, tratando de recordar lo que sucedió algunos días atrás…
Ella estaba sentada en una silla junto con su marido, y él tenía la mirada fija en las personas que estaban en frete y eran separados por una mesa de vidrio…
-bueno vinimos aquí para poder organizar el contrato… de manera justa para todos…-finalizo el hombre de cabellos color marrón
-hemos estado pensando en el contrato… todo me parece de manera perfecta… pero- dijo la mujer mientras miraba a su marido, ella era una mujer de apariencia joven para su edad, de test blanca y cabellos marones.
-¿pero? –pregunto la mujer de cabellos celestes con algo de impaciencia
-creemos que la mejor forma de que este contrato sea intangible o irrompible…que ambos herederos de las dos empresas se unan atreves de una compromiso-dijo con confianza el hombre de cabellos marrones
-de esa manera la unión de las dos empresa, no lo consistirá por firmas sino también por el compromiso de ambos jóvenes-dijo amablemente la esposa de hombre de cabellos marrones de apellido Kuso.
-entonces…-exclamó dijo el hombre de apellido Misaki- quieren que la unión de las dos empresas, no solo consista por un contrato… sino también atreves de un compromiso con su hijo mayor y mi única hija- finalizó el.
-exacto-dijo tranquilamente el señor Kuso
-mmm…-fue lo único que dijo el señor Misaki, trataba de pensar, que acaso ellos estaban locos entregar a su hija por la unión de las dos empresas más famosas y ricas de todo Japón, miro a su esposa tratando de ver que era lo que ella opinaba de aquel asunto.
-nos dan un momento a solos para poder pensarlo- dijo la señora Misaki amablemente.
-claro… como gusten-dijo el señor Kuso mientras salía de aquella habitación junto con su esposa.
Quedaron unos momentos en silencio, tratando de pensar que es lo que iban a hacer, cancelarían todo o… aceptarían el contrato y el compromiso…
-no lo sé- dijo el- no sé… que hacer entregar a mi única hija por la unión de la empresa… me parece estúpido y egoísta… es como si fuera que quiero más a la empresa que a mi propia hija…-dijo con dolor al pronunciar aquella palabras.
-amor tranquilo…-dijo ella mientras apoyaba su mano en el hombro de su esposo tratando de tranquilizarlo.
-que recomiendas que haga… ¿rechazo todo?- pregunto
-realmente… yo tampoco sé que darte de respuesta… dar a mi hija o perder aquella oportunidad a que las dos empresas más poderosas de todo Japón se unan… realmente no lo sé… pero quien dijo que de esa manera nos conocimos- dijo mientras miraba a su marido con ternura y alegría.
- fue amor a primera vista-dijo el mientras se acercaba a ella para darle un delicado y tierno beso en los labios.
-y ¿entonces?-pregunto ella.
-aceptaremos… y veremos qué es lo que pasa- dijo el desconfiado
-está bien-dijo ella regalándole un sonrisa. Él se acercó al teléfono y dijo-secretaria llame por favor a la familia Kuso-.
-como usted desee-respondió la secretaria de otro lado de teléfono, al pasar unos momentos se hizo presente la familia Kuso en la oficina.
-y bien que le parece-dijo tranquilamente el señor Kuso mientras tomaba siento junto con su esposa.
- lo aceptamos… la reunión será en dos días en mi casa y hay los presentaremos…-dijo el señor Misaki
-entonces… la fiesta de compromiso será en tres meses en ese tiempo ellos se conocerán, para luego de la fiesta dos o tres semanas se casaran- dijo el hombre con confianza.
-me parece bien- dijo mientras se levantaba y estiraba el brazo para estrecharla con el señor Kuso, lo cual respondió.
-¿Cómo se lo iba a decir?- era la pregunto qué atormentaba a la mujer- ¿Cómo?
En ese instante ella llamo a una de las sirvientas, para que la llamara a su hija, se lo dirían hay en ese momento, no esperaría más tenía que hacerlo. Respiro profundamente, eso ayudaría a juntar algo de valor para poder decírselo de una buena vez y sin tantos rodeos. Y hay estaba ella, su amada hija y única hija, ella eran tan linda y tan delicada que parecía echa de porcelana, la miro con alegría, recordando cada momento de su infancia, cuando la tuvo en sus brazos tan pequeñita y frágil que parecía que en cualquier momento se rompería y cada día que pasa crecía y se hacía más bella, pero ahora era una mujer de 19 años, de cabello celeste y tan largo que le llagaba a las caderas, su test blanca y sus ojos de mismo color que su cabellos, ella vestía un sencillo vestido corto de color azul acompañado por unas sencillas sandalias del mismo color. La miro con alegría era una Misaki de belleza y carácter. Runo Misaki debía estar orgullosa.
-¿pasa algo mamá?-pregunto Runo.
-amor… necesitó hablar contigo de algo importante-dijo ella mientras hacía señas de que se sentara junto a ella.
-claro-dijo mientras se sentaba junto a su madre.- ¿qué sucede?-pregunto
-¿recuerdas el contrato que queríamos hacer con la familia Kuso?-pregunto ella
-si claro- respondió con tranquilidad
-hace poco hablamos con ellos para finalizar el contrato… pero para poder finalizar el contrato tú debes-dijo nerviosa e intranquila
-¿qué es lo que debo hacer?…- pregunto intranquila al ver la reacción de su madre
-la familia Kuso quiere que…-dijo ella más nerviosa
- ¿qué es lo que quieren que haga?- pregunto impaciente
-quieren que te cases con el hijo mayor de ellos…-dijo seria
-con… el hijo de ellos- dijo incrédula a lo que su madre le dijo
-si amor… con su hijo… él se llama Daniel Kuso. Él es el mayor de su familia ya que tienen un pequeña hija llamada Lydia- dijo ella tratando de ver la reacción de su hija
Pero ella parecía no decir nada, ni si quiera un gesto, estaba completamente pensando 'que era lo que sus padres pensaban… casarse con un completo desconocido… por la unión de las empresas… que acaso no la querían la odiaban, que era un castigo por hacer algo malo, acaso ella había hecho algo malo y tenía que pagar de esa manera tan mala… pues no lo sé… que no pensaban en sus sentimiento en lo que sentía ella u opinaba sobre aquel tema, que pasaba si ella tenía a alguien a quien amar, pero… realmente no había nadie en su corazón, pero lo hubo, hubo una persona que ella amaba… pero él le rompió el corazón engañándola con otra joven…¿Qué iba a pasar?... ¿Qué haría?...¿qué sucedería con sus sentimientos?... pues no hay respuesta para eso… solo quedaba aceptar por el bien de la empresa de mi padre porque el sacrifico todo para llegar a ser alguien importante, y no lo defraudaría negándose no. Por el bien de todos. Si de todos. Y la empresa.
-y bien ¿Qué pasara ahora?- preguntó con una sonrisa forzada, tratando de ocultar la tristeza.
-bueno… haremos una cena para que se conozcan, que será mañana, luego pasaran tres meses para que ustedes se conozcan y al pasar esos tres meses realizaremos la gran cena de compromiso donde todos asistirán y luego dos o tres semana se casaran-explicó su madre con una sonrisa.
Runo era una excelente actriz, pues aunque por dentro estaba que se moría de la angustia por no saber nada de su futuro esposo y de querer lanzarse al suelo y llorar como nunca en su vida lo había hecho, nada de lo que en esos momentos sentía, salió al exterior.
Que de repente te digan estas comprometida con un completo extraño, era lo peor que te podía pasar en la vida. Era como si de repente apareciese un boxeador y te golpeara en la cara. Y a decir verdad de que valía mentir si ella sabía que en ese mundo, en el que se había criado llena de lujos, eso podía pasar. Por Dios no era tonta, y en lo profundo de su mente recordaba que sus padres se habían conocido de la misma manera. Así que no debía ser tan malo ¿no? O sea, podía haber sido peor.
"Claro como si el casarte con un completo extraño no fuera lo peor. Eres demasiado ingenua" una voz resonó en su cabeza.
"Es bastante claro que se puede poner peor. Que lo de tus padres haya funcionado no implica que te suceda eso a ti" esa voz siguió hablándole, susurrándole desde lo profundo de su mente cosas que ella pensaba pero que no se atrevía a decir en vos alta.
No supo en qué momento se despidió de su madre, y mucho menos en el que subió a su cuarto. Solo reaccionó cuando sintió la calidez protectora y el silencio ausente que le brindaban sus paredes.
Para cuando esa voz cesó con su discurso, Runo cayó de rodillas al suelo y sus cristalinas lágrimas no tardaron en caer. Eso tenía razón.
En esos momentos Runo lloro asustada, asustada por no saber lo que en ese momento el mundo, su familia, aquel desconocido y Kami-sama tenían preparado para ella.
Las horas pasaban muy rápidamente, y Runo no podía dormir, ella realmente en esos momentos no quería ni vivir…quería que la mismísima tierra se la comiera viva, la intranquilidad y la impaciencias dominaban todo su ser… quería cancelar todo, la cena, la fiesta de compromiso, el casamiento, todo, completamente todo, ella quería vivir su vida… pero no podía, ese era su deber como la única hija de su familia y única heredera, ese era su destino… y no podía hacer más nada que seguir adelante por el bien de su familia…
Hola a todos realmente tenia esta historia en mi mente… y al fin pude escribirla, sé que este capítulo será un poco corto pero prometo que el próximo será más largo…por favor dejen comentarios… me encantan leer los comentarios que ustedes dejan, como también amo el chocolate =3…
Los saluda gentilmente… Nadia
Sábado 19 de Enero de 2013…
