¡Este es mi primer fic de Kenichi! A mi me ha gustado mucho cómo quedó, pero me gustaría recibir comentarios sobre qué les ha parecido a aquellos que leen esto.
No estoy al tanto del manga, por ello no quise especificar el tiempo. Sin embargo, he intentado respetar las personalidades de ambos.
¡Espero les guste! Sin contar el título, con en total 510 palabras.
Vicios
Se encontraba desorientado. El alcohol estaba haciendo efecto por fin en su organismo. Se dio cuenta de que se había quedado dormido en su habitación y mientras tanto había comenzado a llover estrepitosamente. Un relámpago apuñaló el entorno haciendo vibrar la tierra.
Ignoraba la hora, pero poco le importó al no escuchar actividad cerca. Seguramente ya era muy entrada la noche. Aún confundido por la noción del tiempo, se levantó y salió tambaleante de su habitación. Tenía la boca seca y la cabeza empezaba a dolerle, entorpeciendo sus movimientos.
Llegó a la cocina y se sirvió un poco de agua, la cual apresuró. No era suficiente, necesitaba un poco más. Tres vasos más y decidió que por ahora estaba bien. Poco a poco iba despejándose. Pero no podría dormir de nuevo, así que decidió darse una vuelta por el Dojo.
La lluvia torrencial era muy intensa y provocaba que su cuerpo empezara a sentir frío sin siquiera entrar en contacto con ella. Era tan constante que no se podía distinguir del todo bien a través de ella. Sin embargo, poco a poco una silueta proveniente de la entrada del Dojo fue acercándose más y más hacia dónde se encontraba. Cuando pudo hacerse lo suficientemente clara y reconoció a la persona que permanecía indiferente ante el clima, no pudo evitar sonreír.
-¿Cómo te fue en tu viaje? –preguntó divertido a la experta en armas, Shigure, cuando ella llegó a su lado chorreando agua. Ella no respondió, simplemente asintió tan sutilmente que apenas se notó.
Ella se deshizo de su gabardina y la dobló para depositarla en un cesto vacío. El resto de su ropa también estaba húmeda, por lo que cogió el objeto para depositar ahí su ropa en sus aposentos privados.
-Al menos podrías decir algo más. –Comentó Sakaki siguiéndola, ella permaneció aún en silencio.- Adónde vas o al menos cuánto te ausentarás.
-Akisame está al tanto de eso.- habló por primera vez la voluptuosa mujer a su lado cuando se internaron en la calidez de su hogar.
Sí, aparentemente Akisame era el único que debía conocer el propósito de sus constantes viajes. Nadie más lo sabía, sólo él. Aquello le hizo bufar. Cuando llegaron a su habitación el permaneció afuera mientras ella entraba. Depositó el cesto en el suelo y se giró hacia él, mirándolo fijamente con sus ojos inexpresivos.
-¿Algo más? –cuestionó la experta en armas. Sakaki se rascó la nuca mientras sonreía nerviosamente. Acortó la distancia entre ambos.
-Bienvenida de nuevo. –simplificó apartando un mechón húmedo de su rostro e inclinándose para juntar los labios de ambos de manera sutil. Shigure no retrocedió ni correspondió el gesto, inclusive en una acción tan íntima seguía algo distante. El centésimo dan se separó de ella y sonrió divertido por la actitud de la mujer.
-Descansa. –susurró ella antes de cerrar la puerta. Sin nada más que hacer ahí, Sakaki se retiró hacia su propia habitación pensando que no tenía remedio. Shigure era uno más de sus vicios.
Y él no podía jamás negarle a su cuerpo placeres tan tentadores.
¿Les ha gustado? ¡Espero que sí! Sé que es una pareja algo extraña, pero en lo personal a mi me gustan ambos y quería intentarlo.
Si te gustó deja un rw, si no te gustó deja un rw.
¡Saludos! :D
