Estoy aquí con una nueva historia, luego de que viera que la primera que subí en esta pagina fuese de su agrado, opté por aventurarme con algo nuevo, para variar, decidí que este fic podía ser narrado por Sasuke, a diferencia del otro que en su mayoría es narrado por Sakura. Este capitulo, al ser el primero será mas corto que los otros, será para ver que tal les parece la idea, les agradecería que me dieran su opinión, así que sin mas aquí esta el primer capitulo, espero lo disfruten y nuevamente aguardo por sus opiniones.


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Luego de tres años de relación supones que es algo serio, yo Sasuke Uchiha hijo menor de Fugaku Uchiha y próximo al mando de una de las cadenas Hoteleras más famosas del mundo, no poseo tiempo para juegos baratos, luego de mantener cierto tiempo a una persona a tu lado implica que las cosas progresen a ciertos niveles o pues eso es lo que pensaba antes de que la que parecía ser una relación duradera ante los ojos de todos se desmoronara en unos cuantos minutos luego de que sugiriera la idea de formalizar la que sería mi relación sentimental con mi novia o en este caso ex novia Uzumaki Karin.

Todo marchaba de maravilla, era la primera vez que había conocido a una mujer dispuesta a aceptar mis atareados horarios de trabajo y con la paciencia suficiente para seguir a mi lado pese a las dificultades que nos atormentaban. Sin embargo, cuando llegó el momento de hablar de nuestro futuro, la mujer que creía conocer se transformó en alguien insegura, pesimista y mentalmente inestable, duró alrededor de hora y media dándome vanos argumentos acerca de que los matrimonios fracasan en su mayoría, de que no estaba lista para tener un bebe, que mi trabajo no me permitiría pasar mi tiempo con ella, que las cosas ya no serían lo mismo; entre más transcurría el tiempo, mas re buscadas eran sus excusas acerca de contraer matrimonio conmigo, finalmente arto de tanta palabrería sin sentido, opté por acabar la relación, un hombre como yo a mis 27 años no podía darse el lujo de perder el tiempo con alguien que no está dispuesta a sentar cabeza, por esto, este mismo día finalicé con nuestra relación de más de tres años.

- Es increíble que haya ocurrido, aun no concibo la idea yo juraba que se casarían y me darían muchos sobrinitos -

- La verdad a mí no me sorprende, siempre te dije que esa mujer no te convenía, me daba mala espina-

- Ya cállate Itachi, no estoy de humor para uno de tus sermones-

- Ya ya, lo siento hermanito, es solo que aunque no te agrade la idea, me siento más tranquilo de que tu relación con esa mujer ya haya acabado, eh sin ofender Naruto-

-No te preocupes, el que sea mi prima, no implica que me agrade, la verdad nunca me la lleve con ella, y siempre me incomodaba que el teme saliera con ella, me alegra haberme librado de eso-

-Qué suerte la mía, tener a un par de idiotas hablando sobre sus beneficios cuando se supone debían animarme, si no lo recuerdan, le propuse matrimonio a una mujer y fui rechazado! –

Estaba colérico y la patética conversación entre quien se hace llamar mi mejor amigo y mi hermano, estaba empeorando mi estado de humor. Había regresado a la mansión de mi familia, se supone que cuando volviera debía llegar acompañado de mi futura prometida, o ese había sido el plan, sin embargo, al entrar en la gran sala completamente solo, el primero en notar que algo andaba mal había sido mi hermano mayor Itachi, de niños solíamos pasar la mayoría del tiempo juntos, mi padre ocupaba su tiempo en reuniones acerca de nuevos puntos donde construir y mi madre debía ir a varias fiestas a nombre de mi padre para establecer relaciones, mientras que mi hermano y yo nos quedábamos juntos en la mansión rodeados de todo tipo de sirvientes, él siempre estuvo apoyándome en toda circunstancia, sin embargo mientras crecíamos la preferencia de mi padre hacia él creció a la par, Itachi, nunca le tomó importancia y hacia todo lo posible para que eso no me afectara, mi relación con él nunca llegó a ser mala, sin embargo mi rencor hacia mi padre crecía con el tiempo, y mi esfuerzo para ganarme su admiración corría por el mismo camino y justo cuando creía que mejorarían las cosas al llevarle a mi prometida, perteneciente a la familia Uzumaki, quienes eran uno de los mayores inversionistas en casi todos los proyectos de mi padre, supuse que el sentiría orgullo por mí, pero todo había caído por la borda ante mi lamentable ruptura con la chica. Así que sin poder hacer más, permanecí encerrado en la que era mi habitación de pequeño acompañado por mi mejor amigo de toda la vida Uzumaki Naruto, primo de mi ex pareja y mi hermano mayor.

- Ya Sasuke, levántate de esa cama de una vez, me estas preocupando – Dijo Itachi mientras se sentaba junto a mi

- Si teme, mira el lado bueno, ahora estas disponible otra vez, puedes volver a tus andanzas de joven, quizá encuentres a alguien que te haga olvidar a la pelos de elote de Karin –dijo Naruto, haciéndome sonreír por el clásico apodo que le tenía a su prima desde varios años atrás –o es que acaso ya perdiste tu toque –inmediatamente me di vuelta hacia mi rubio amigo, exaltando la vena que crecía en mi frente

- Oh, así que es eso, dudas de tu potencial con las mujeres, me decepcionas hermanito –dijo Itachi siguiéndole el juego

- Cierren la boca par de idiotas, las mujeres mueren por mí – dije sentándome en mi mullida cama, mientras observaba la sonrisa de burla que se plantaba en sus patéticos rostros

- Pues quedó claro hace unas horas que eso ya no es así – dijo Naruto mientras soltaba una carcajada

- Cállate dobe! Te demostrare que sigue siendo igual –dije mientras salía de la habitación murmurando maldiciones, seguido del par de idiotas

Una vez fuera de la mansión conduje mi convertible durante unas cuantas horas hasta uno de los hoteles de mi familia que quedaba más cerca, además de ser uno de los más famosos, era reconocido por tener un lujoso casino dentro de las instalaciones, después de todo era de esperarse siendo que dicho hotel se encontrara en el centro de Las Vegas, les iba a demostrar que no importaba cuanto tiempo pasara Uchiha Sasuke jamás perdería su toque para conquistar mujeres, después de todo antes de comenzar mi relación con Karin, solía ser un mujeriego de primera, aunque mi madre nunca estuvo orgullosa con eso, siempre fui la admiración de todas las mujeres y la envidia de los hombres, y eso siempre estaría vigente.

Al llegar al casino, fuimos directamente a la barra, mientras caminábamos entre la multitud pude sentir varias miradas en mi espalda, mientras observaba como gran parte de las mujeres del lugar me lanzaban sonrisas sugerentes haciéndome crecer mi ego, mientras bebíamos unos cuantos tragos me di la vuelta en mi asiento para contemplar el paisaje que tenía, si quería cerrar la boca de ese par, debía encontrar una buena mujer que los dejara callados de por vida. Mi exploración terminó cuando mis ojos chocaron con los jade más brillantes que haya visto en toda mi vida, a unos cuantos metros de mi posición se encontraba una hermosa mujer de cabellos largos y sedosos de un tono rosa claro, que poseía unos grandes ojos verdes que contrastaban a la perfección con su nívea piel ligeramente expuesta al vestido negro ajustado, pero sin llegar a ser vulgar, que llevaba. Lentamente me puse de pie, tome otro trago y me dirigí hacia uno de los juegos de apuesta, comenzaría con algo simple llamando su atención, y que mejor forma que uno de estos juegos, en su mayoría de veces solía salir victorioso, y aunque no me interesara mucho el hecho de ganar dinero, siempre llamaba la atención de las mujeres con mis jugadas. Y afortunadamente así ocurrió, luego de unos minutos de juego yo ya llevaba la delantera, me giré solo un poco, para notar como aquella mujer se acercaba tímidamente hasta posicionarse a mi lado. Estaba en un clásico juego de dados, así que aproveche la situación para realizar mi siguiente movimiento

- Deseas soplar –le dije suavemente cerca de su oído

- Disculpa? –me respondió ella tímidamente

- Sopla –le dije acercando mi mano con los dados dentro de ella

Ella hizo lo que indique, y un suave viento frio inundo el interior de mi mano dándome unos cuantos escalofríos, siguiente a ello lance los dados y como era de esperarse gané todas las fichas que estaban en la mesa. Me giré completamente hacia ella y espere unos segundos antes de hablarle

- Dime, deseas acompañarme por algo de beber –pronuncié seductoramente, mientras jugaba con uno de sus mechones rosa

La vi, girar su rostro unos cuantos centímetros, para mirar hacia un lado del lugar, cuando seguí su mirada, no pude notar nada en específico, debido a la multitud de la gente que iba y venía por el lugar, luego de unos segundos ella volvió su mirada a mí y finalmente me respondió

- Claro, me encantaría –Dijo dedicándome la sonrisa más hermosa que haya visto

Rodeo mi brazo, con su pequeña mano y la conduje a través del recinto hasta el bar en el que anteriormente me encontraba, por supuesto unos cuantos lugares lejos de Naruto e Itachi quienes se encontraban bebiendo acompañados de una morena y una rubia, sin embargo una vez que me vieron sentarme con la pelirrosa a mi lado, giraron su rostro hasta toparse con el mío, y esperé sus reacciones, Naruto por su parte abrió la boca ligeramente para luego sin pronunciar palabra, mover sus labios lo suficiente para que entendiera la maldición que me estaba dedicando, una sonrisa escapó de mi rostro por ello, mientras que Itachi solo alzaba su copa hacia mí, felicitándome por mi hallazgo.

- Y dime, que deseas tomar –le dije suavemente

- Oh, en realidad yo no bebo, soy mala para ello así que evito hacerlo –me dijo tímidamente

Quise dejar escapar una risa, pero me contuve, acaso podía ser mejor? Es decir aunque tuviera la apariencia física de una mujer de alrededor 24 años tenía la mentalidad de una joven de 18, acaso nunca le habían enseñado que decirle a un hombre que apenas conoce, que es mala para beber es una muy mala idea

- No te preocupes, yo estaré aquí, no dejaré que te ocurra nada que no desees –Dije de manera sugerente en su oído mientras veía como sus bellos se erizaban

- Amm, supongo que estará bien, una que otra no es tan malo –dijo mientras me dedicaba otra de sus peculiares sonrisas

Las siguientes horas a eso, las ocupamos bebiendo y charlando, no tuve conciencia de cuantos tragos ingerí, y al parecer ella tampoco porque sus mejillas comenzaban a tornarse rosas, y solía dar pequeñas carcajadas ante cualquier cosa que le dijera, lo siguiente a eso son recuerdos borrosos, al parecer fuimos a jugar de nuevo, ella saltaba de emoción cada vez que yo ganaba una partida, nuevamente bebimos otro rato; las horas transcurrieron de la misma forma, recuerdo haber compartido uno que otro beso con ella, sin embargo el alcohol en mi sistema estaba haciendo efecto porque no recordaba ni siquiera el sabor de su boca, luego todo se hacía oscuro, no recordaba el resto de la noche.

A la mañana siguiente me levante debido a los rayos del sol que se filtraban por las cortinas, perezosamente abrí los ojos, para toparme con que me encontraba en una habitación con las paredes pintadas de un azul opaco más parecido al blanco, con uno que otro cuadro en la pared, concentré mejor mi vista, y me di cuenta de mi estado, estaba completamente desnudo y solo me cubría la delicada seda de las sabanas, mientras el resto de la cama estaba totalmente revuelto, un fuerte dolor de cabeza me invadió completamente generando que llevase mis manos hasta mi cabeza y la apretara en busca de aliviar el dolor, una vez se hubo apaciguado un poco, me senté firme en la cama, he intente recordar lo ocurrido la noche anterior, al ver mis intentos de rememorar lo que había pasado como fallidos, comencé a inspeccionar de nuevo el cuarto, ya más calmadamente, pude reconocer el lugar, estaba en una de las habitaciones del hotel en el que se hallaba el casino que había visitado con Itachi y Naruto, fue entonces que los recordé, que habrá sido de ellos, estaba completamente seguro que Naruto había terminado en el piso, pero Itachi siempre fue más cuerdo y razonable al momento de beber, quizás si lo llamara, el sabría qué es lo yo había hecho, lo más probable es que me hubiese visto cuando salí de las instalaciones, o por lo menos tuviese idea de con quien me había marchado, porque para estas alturas ni siquiera estaba seguro de con quien había pasado la noche, me levanté y me dirigí a tomar una ducha para despejar mi mente, sin embargo cuando revolvía mis cabellos note algo ligeramente brillante en mi mano, cuando me concentré en dicho objeto, vi que se trataba de un anillo, lo estudié más de cerca cuando caí en cuenta de en qué dedo estaba puesto, eso no era un anillo cualquiera, eso era …. Un anillo de compromiso.

- Oh mierda, que carajo hice anoche!-grité, completamente exaltado, mientras mi boca se desencajaba de la sorpresa, y mis ojos se dilataban