OK un fick que NO es mio... es de mi querida Senpai, su nombre es Ella-chan ^^... y es una gran pero gran escritora, a comparacion mia ^^... espero que les guste...
A TRAVÉS DE SUS OJOS
EL DIA EN EL QUE LO CONOCÍ
Era un día como cualquier otro en mi existencia, el cielo estaba despejado y los pájaros cantaban mientras me levantaba, el despertador marcaba las 6:00 am y el ruido en la casa ya era insoportable, mis hermanos peleándose por el turno para entrar al baño y mi madre apurándolos para ir al colegio, por suerte soy el mayor y tengo la habitación principal con un baño para mí solo.
Me quité las cobijas de encima y me dirigí hacia la ventana, abrí las cortinas esperando contemplar la misma rutina de siempre, el repartidor del periódico a las 6:10 am, el compañero del trabajo de mi padre, Matsuda igual de desaliñado, acomodándose la corbata mientras intenta llegar a su auto sin tropezar, aproximadamente entre las 6:15 y las 6:30 am, el grito de mi madre diciéndole a mi hermano Matt que no tomara directo de la caja y recordara cerrar la nevera a las 6:20, mi hermana entrando para saludarme con su efusividad acostumbrada a las 6:25 y yo dirigiéndome al baño a las 6:31, tomando el cepillo de dientes a las 6:32 me demoro 3 minutos cepillando mis dientes, 6:36 me quito la ropa para entrar a la ducha…
El agua tibia recorría todo mi cuerpo reconfortándolo y llevándose consigo todas mis preocupaciones, pero no mis pensamientos claros y controlados como siempre, no había nada que me hiciera perder la razón, la cordura, la concentración, absolutamente nada, y ya me había acostumbrado a que fuera así.
No soy como los demás humanos, distraídos y emocionales, no entiendo el sentimiento de amor del que hablan en las novelas que mi madre y mi hermana tanto ven, no entiendo la obsesión de mi hermano Mello con las chicas, cada semana tiene una novia nueva, lo único que entiendo es que el mundo es realmente aburrido.
Salí de la ducha y tome una toalla para secarme el cuerpo, la amarre a mi cintura mientras tomaba otra para secarme el pelo, abrí la puerta del baño despreocupadamente mirando hacia el suelo y al subir la cabeza vi la hora, 7:30 am, ¿en verdad me había tardado tanto?
-¡Light! ¿Estás listo? ¡ya es hora de irnos!- era Matt apresurándome a salir, ¿Matt apresurándome a salir? Esto definitivamente era extraño, la rutina de siempre había cambiado sin que me diera cuenta, ¿Qué significaba eso? ¿Cómo era posible? ¿significaba esto qué mi vida cambiaria a partir de ese momento? O ¿era simple casualidad?
-¡ya voy!- grité apresuradamente mientras me vestía, baje apresuradamente las escaleras completamente despeinado y aún acomodando mi corbata, todos me miraban extrañados.
-¿Light? ¿estás bien?- ¿como no lo estaría? Estaba despierto y me dirigía hacia el colegio, eso
debería ser respuesta suficiente, pero después de todo no serviría para disminuir la preocupación de mi madre.
-sí, estoy bien, solo me distraje un poco-
-¡jajajajaja!- Mello estalló en carcajadas dejando a todos boquiabiertos.
-¡no lo puedo creer! ¡Mi hermano! ¡El perfecto Light Yagami! ¡En este estado!-
No veía donde estaba lo increíble, a pesar de las diferencias, era humano, ¿no era acaso normal?
-¿no que tenían tanto afán?- tomé mi maleta apresuradamente y salí como si nada despidiéndome de mi madre con un gesto de la mano.
Camine seguido por mis hermanos, al ritmo de costumbre hacia mi colegio, mirando hacia arriba como me era de costumbre, contemplando los pájaros y el sol iluminando las copas de los árboles más altos, cuando de repente me tropecé con algo ante mis pies y me vi cayendo precipitadamente hacia el suelo.
No había sido "algo", era alguien, un joven de pelo negro como la noche y unos negros e inexpresivos ojos que emanaban una energía atrayente que no podía controlar, como la de un agujero negro.
-¡Light! ¿seguro estás bien?- el repentino grito de Matt me hizo reaccionar, me descubrí demasiado cerca de los labios de aquel muchacho que parecía algo adolorido bajo el repentino peso de mi cuerpo, por primera vez me di cuenta de lo que sucedía y fui consciente de la proximidad de nuestros cuerpos, normalmente me levantaría rápidamente, lo ayudaría a hacer lo mismo y a recoger nuestras cosas ahora desperdigadas por todo el suelo, pero no me podía detener, sus ojos seguían controlándome, absorbiéndome.
Sentía una onda eléctrica recorrer todo mi cuerpo y un deseo irrefrenable de tenerle, de estrecharlo en mis brazos y hacer que fuera mío, nunca había sentido algo así, y me asustaba el reconocerlo, mi mente había quedada aislada en un rincón mientras mi cuerpo tomaba el control y me acercaba cada vez más a sus labios, ¡no! ¡No! ¡No podía hacerlo! ¡No podía besarlo! Mi mente gritaba desesperadamente tratando de ser liberada y tomar el control sin mucho éxito, ¡no lo conocía! ¡No sabía su nombre! ¡Mis hermanos estaban viendo! Y por sobre todo lo demás ¡era un hombre! ¿Qué rayos me pasaba?
-disculpa, te hice caer- dijo una voz suave y dulce que no conocía y que pronto descubrí como suya, era la voz de aquel chico dueño de lo único que hacía que mi mente quedara apartada, sus hermosos ojos negros.
-está bien, fue mi culpa, no prestaba atención al camino- por fin liberada mi mente se sentía aliviada y sorprendida, no lo había besado y aparentemente él no se había dado cuenta de mis intenciones.
Me levante y sacudí de mi ropa la tierra para luego extender mi mano y ayudarle a levantarse mientras mis hermanos recogían nuestras cosas.
-mi nombre es Light, Light Yagami- dije mientras él tomaba mi mano y se levantaba.
-mucho gusto Yagami-kun, mi nombre es Elle Lawliet-
Ahora que estaba lejos de mi sentía la verdadera necesidad de tenerlo cerca, pero podía ver cómo era, vestía una camisa blanca que le quedaba algo grande y unos jeans bastante casuales, estaba algo encorvado y su piel era blanca como la nieve exceptuando unas grandes ojeras debajo de sus ojos.
-es tarde, debemos irnos a la escuela- dijo Sayu mientras me tomaba de la muñeca y me arrastraba consigo en dirección a la escuela.
-es verdad, ¡adiós! ¡Nos vemos pronto!- le dije al chico que se quedaba atrás poco a poco.
Ese debía ser el significado de mi retraso, el cambio que se daría en mi vida, algo fuera de la rutina por fin.
El día continúo como si nada, las mismas clases, los mismos profesores, los mismos compañeros de clase y la misma Misa de siempre, abrazándome o más bien colgándose a mi cuello cada vez que tenía la oportunidad.
Miraba por la ventana después de la hora del almuerzo cuando la maestra interrumpió su clase.
-¡llegaste! ¡Pensé que ya no vendrías hoy!- debía ser el nuevo alumno del que había estado hablando y del que vagamente escuche mientras estaba concentrado en cosas más importantes, en el chico de los ojos negros.
-bienvenido a nuestro colegio- dijo la maestra con su usual voz amable.
-este es el nuevo alumno del que les hable esta mañana, su nombre es Elle Lawliet- al oír ese nombre gire bruscamente mi cabeza en dirección al tablero, allí estaba él, con sus hermosos ojos y su atrayente figura desaliñada mirándome con sorpresa y después dirigiéndome una dulce y tímida sonrisa.
No podía ser verdad, definitivamente esto lo cambiaba todo, pero… ¿Cómo lo cambiaria? ¿Para bien? O ¿para mal?
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LISTO!
bueeeno...
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