CAPITULO 1: Todo esta bien en los lagos del dolor, ...los recuerdos siempre tienen q ser tormentosos!?

Todo estaba mal de nuevo, realmente lo estaba..?.Mi afirmación se convirtió en pregunta, mientras recuerdos se filtraban en mi mente, eran los recuerdos de siempre como era de esperar, era lo único que estaba realmente memorizado en mi cabeza, como un chicle extra pegajoso, pero bueno pasando por ese lago era algo aun menos inevitable.

-Yahoru!- alguien grito mi nombre a lo lejos, exactamente a quien menos queria y esperaba encontrar, siempre en el momento mas inoportuno.

Voltee rapidamente la cabeza al primer impulso de mi razón, no queria hacerla esperar, no si después iba a estarme reclamando todo lo que quedaba del dia. Detuve mi bicicleta, cerca de la orilla del lago y espere ahí, con esa sonrisa falsa que estuve improvisando en el espejo desde hace 2 años...

-Oye Yahoru!-volvio a gritarme antes de llegar a mi lado, casi sin aliento debido a su larga carrera para alcanzarme.

-Hola Yukari.. Necesitas algo?- conteste fríamente, q mas podia decirle?,jamas sostenia una larga conversación con ella, me hacia sentir ridículo, aunque realmente el ridículo no me asustaba, ahora ya solo escasas cosas lograban hacerme sentir esa emocion.

-No Yahoru nada, pero..- vacilo un poco - es que te vi tan solo por el lago y me preguntaba si no.. necesitabas compañia- sonrio con su tipica sonrisa que hacia todo convincente, una sonrisa que seguramente podria hacer sonrojar a cualquier persona, pero en mi no tenia efecto alguno- entonces q dices?- pregunto y sonrio de nuevo.

-Bueno veras Yukari..yo...- queria que mi rechazo tuviera las palabras adecuadas, no queria hacerla sentir mal -bueno veras...-baje la mirada e hice una mueca, al parecer comprendio todo.

-Oh! Ya veo yahoru, necesitas estar solo, como.. siempre..- torció el gesto y su rostro expresaba preocupación.... por mi. Esa expresión hizo que corriera dentro de mi una rafaga de culpabilidad pero no cambie de opinión, no necesitaba compañía, queria hacerlo, de nuevo, aunque realmente dudaba que pudiese.

-De acuerdo Yukari me voy, adios- Subi a la bicicleta azul marino con detalles en blanco, comenze a pedalear, lo hice seguro y rapido, lo mas rapido que mis piernas dieron.

-Adios Yahoru! Cuidate!- Grito Yukari, fue lo ultimo que escuche de yukari en ese dia, o mas bien lo ultimo que esperaba escuchar.

Pedalee sin rumbo fijo aparente, aunque sabia perfectamente a donde es que mi mente me dirigia, no podia poner resistencia, aunque sabia que en el fondo no queria hacerlo, ese dolor... sabia que merecia el dolor, nadie recibe dolor sin merecerlo. Sabia que queria ver esa casa, recordar el dolor que mantenia atada a mi pobre existencia. La tarde se iba conviertiendo en noche, pero el tiempo no tenia sentido para mi, no hoy y tal vez tampoco mañana.