Soy Leyenda no es de mi autoría, sólo soy un fan de esta historia.
Capítulo 1
Extraños sucesos en el mundo real
Mi vida es como la de cualquier otro chico de 20 años, me levanto a las 8:30 AM para ir al trabajo todos los días, cuido de mi familia en lugar de mi padre y paso los días sin alguna cosa sorprendente en ella, mi rutina diaria se repite en un bucle sin salida, todos los días hago lo mismo y esto me aburre un poco.
-¡Ah! – Suspiré mientras limpiaba el mostrador de la tienda de mascotas en la cual trabajo, debo admitir que he conocido a muy buenas personas gracias a este empleo, en el cual llevo dos años sin ningún cambio.
Como siempre me sentaba detrás de un mostrador para atender a las personas que tenían alguna duda sobre sus mascotas, este trabajo es un hobby en realidad, pues aunque no sienta que estoy trabajando al hacer algo que me gusta, en realidad es desgastante hacer siempre lo mismo, pierdes el interés de ello una vez pasas mucho tiempo en ello, deseaba probar cosas nuevas pero no tenía el valor para hacerlo, pues aunque no lo parezca soy una persona que le teme un poco al cambio.
-¿Enserio debo continuar así? – Pensé mientras leía uno de mis libros favoritos de ciencia ficción, este era uno de mis pasatiempos para poder quitarme el aburrimiento.
Después de terminar mi lectura y haber atendido algunos clientes, era hora de cerrar, por lo que lo hice y me dirigí a tomar el autobús de vuelta a casa.
-Esta vida no tiene mucho sentido – Pensé viendo una película en mi teléfono mientras duraba el recorrido para llegar a mi destino.
El trayecto fue normal como siempre, me bajé del autobús y comencé a caminar tranquilamente por las oscuras calles de mi zona, debía cruzar un puente que atravesaba una sección de esa parte de la colonia, debía cruzarlo para poder llegar a mi casa, pero cuando estaba por hacerlo me detengo en seco y abro los ojos como platos.
Frente a mi había una chica mayor que yo, su belleza me deslumbró, tenía un aire enigmático que me hacia preguntarme cual era la razón para que estuviera ahí sola, mi cuerpo se paralizó instantáneamente, por más que intentaba avanzar no podía despegar mi vista de esa hermosa mujer, estaba parada en el puente mientras miraba profundamente la luna, aún no se percataba de mi presencia, quería verla mucho más tiempo, pero sabía que era imposible pues ella no se quedaría parada eternamente, me parecía extremadamente familiar la chica pero no recordaba de donde.
Iba a hablar cuando de repente algo terrible ocurrió, la chica se subió por el descansó del puente y luego miro en mi dirección, cuando le vi su rostro pude distinguir una lágrima bajando por su rostro, esto me dio mala espina.
-¿Oye estás bien? ¡Bájate de ahí es peligroso! – La chica me ignoró y volteó nuevamente a ver la luna, en ese momento dió un paso al frente lista para caer al vacío.
-¡Maldición…! - Dije corriendo a toda velocidad, mi cuerpo se movió por cuenta propia ya que no podía permitirme ver morir a nadie otra vez si tenía la oportunidad de evitarlo.
-¡No tomes decisiones alocadas!– Dije tomándola de la mano, estábamos colgando del puente, solo uno de mis brazos se aferraba al descanso, si me soltaba una caída de 10 metros nos esperaba hasta las frías aguas del río, era uno muy profundo y la corriente muy fuerte.
La chica reaccionó y me miró con esos ojos tan misteriosos que podrían hipnotizar a cualquier hombre, al parecer estaba en shock por lo que ocurría, me sonríe al ver que me lance al vacío para ayudarla, para luego cambiar su sonrisa por una mirada de terror.
-¡Maldición! – Dije al sentir como mi brazo se resbalaba de la pendiente, haciendo acopio de toda mi fuerza balancee a la chica hasta hacer que se sostuviera del descanso del puente nuevamente, ella intentó ayudarme pero fue en vano.
-Adiós – Dije sonriéndole mientras veía como se alejaba lentamente.
Sabía que era mi fin cuando la ayudé, pues yo no sé nadar, pero al menos estoy satisfecho al dar mi vida por otra persona, caí al agua mientras ella me miraba con terror, lentamente fui perdiendo la consciencia mientras me sumergía más y más en las frías aguas del río.
10 horas después
2:20 PM
Universo "Soy Leyenda"
Lentamente comencé a abrir los ojos, desde hace algunos minutos siento algo extraño rodeando mi cuerpo, así que cuando los abro el terror me domina, estaba flotando en el agua boca arriba, intente calmarme al ver que estaba bien, pero me era imposible ya que no podía ver tierra por miedo a ahogarme, así me quedé durante algunos minutos hasta que decidí armarme de valor y me gire, comencé a nadar en una dirección aleatoria, no podía ver nada pues constantemente me sumergía.
Cuando pensaba que estaba perdido, de repente siento algo duro delante de mi, así que como puedo me aferro a eso y levantó la cabeza fuera del agua, comienzo a inspeccionar mi entorno y me quedé estático.
-¿En donde demonios me encuentro? – Me pregunté en voz baja al ver una ciudad abandonada frente a mí, todo estaba extremadamente silencioso.
Comencé a buscar una manera para salir del agua, pasé algunos minutos rodeando lo que parecía ser los restos de un puente abandonado, cuando por fin encontré una escalera subí por ella y me tumbe en el frío asfalto jadeando por el gran esfuerzo que tuve que hacer para poder seguir vivo.
Después de algunos minutos me levanté del suelo y comencé a analizar mi entorno, efectivamente todo estaba en un profundo silenció, solo el sonido del movimiento del agua producto del viento, era todo lo que podía escuchar, nada de movimiento proveniente de la ciudad.
-¿Qué diablos está ocurriendo ? – Me pregunté mientras comenzaba a caminar hacia la ciudad, durante el camino descubrí que estaba en Nueva York , pero esto parecía más una ciudad que fue abandonada de repente por los seres humanos, de pronto mi mente comenzó a pensar que esto solo podía tratarse de un sueño.
-¡Esto no puede ser real! ¡Tiene que ser un maldito sueño! – Grite mientras analizaba los edificios, todo tenía pinta de que llevaba años todo esto abandonado.
-Esto debe ser un sueño, eso debe ser… - Dije comenzando a correr en dirección aleatoria, si no conseguía encontrar a alguien, entonces me volvería loco.
Al no haber ni una sola alma en la ciudad, decidí pasarme por una tienda de ropa para tomar algo de mi gusto, no sería ilegal tomar algo que fue abandonado hace tanto tiempo, tomé una camisa tipo polo color negro, unos vaqueros azules y unos tenis color blanco, me gustaba ese estilo.
-Me queda bien – Dije sonriendo, sorprendentemente algunas tiendas estaban abiertas por lo que no tuve que romper nada.
Al parecer mi celular había sobrevivido al incidente del río, después de haberlo secado bien investigue si tenía señal, pero para mi sorpresa no había señal.
"Maldición" – Pensé mientras lo guardaba en el bolsillo y salía nuevamente a las calles, ese extremo silencio era agobiante, no encontré ni personas, perros o gatos en esa ciudad, lo cual era muy raro.
Encontré una tienda de electrónica cuando había revisado mis audífonos estaban mojados, por lo que ya no funcionaban, entre en la tienda y tome unos audífonos Bosé, la calidad de audio era excelente, pase por el zoológico de central park, pero al llegar vi que el lugar estaba parcialmente destruido y había rastros de sangre en la entrada principal, un sudor frío recorrió mi espalda, algo dentro de mi me decía que no debía seguir más adelante, así qué haciendo caso a ese sentimiento abandoné con paso rápido el lugar.
2 horas y 40 minutos después
5:02 PM
Llevaba horas caminando y ya estaba aburrido, cansado y hambriento, cuando estaba por detenerme a buscar algo para comer de repente escucho el sonido de un motor a lo lejos, por lo que pongo más atención a los sonidos en el ambiente, comienzo a escuchar una serie de sonidos acercándose hacia mi posición rápidamente.
-¿Qué es eso? – Me pregunté al ver movimiento a medio kilómetro al sur, yo me encontraba parado en medio del Blvd, por lo que podía ver el movimiento, cuando pude verlo bien la sorpresa y el miedo se apoderaron de mi, por la que rápidamente me subí a un auto.
-Rayos – Dije viendo como una manada de venados pasaba entre los autos escapando de algo o alguien, vi como los pobres animales corrían rápidamente hasta perderse entre el mar de autos que había entre las calles de Manhattan.
-¡Hey tu! – Voltee a ver en la dirección donde escuché la voz y no pude creer lo que veía, un arma de largo alcance me apuntaba a la cabeza mientras un perro me miraba con hostilidad.
-Hola… - Dije nervioso mientras levantaba las manos en señal de rendición, en estas circunstancias era blanco fácil para aquel hombre.
-¿Quién eres? – Preguntó aún apuntándome con el rifle, yo sudaba al reconocer perfectamente a dicha persona, era el actor Will Smith y está era una de las películas que más me habían gustado, "Soy Leyenda".
"Esto, esto es imposible…" – Pensé al reconocer el ambiente y a los personajes frente a mi, luego abrí los ojos como platos, comencé a recordar las cosas que ocurrieron en el puente cuando iba camino a casa, la chica que estaba parada en el era un personaje de otra historia que también me gustaba.
"¿Qué rayos está ocurriendo?" – Luego veo al hombre y esbozo una sonrisa.
"Si le digo que esto es una historia ficticia me tomara por loco o un infectado y puede que me pegue un tiró aquí mismo, debo fingir ser un superviviente que escuchó su mensaje por radio" - Decidido baje del auto y me quedo parado a una distancia prudente.
-Hola señor Neville mi nombre es Edgar Rodríguez vivía en los ángeles pero se volvió un auténtico infierno, escuché su mensaje y decidí venir hasta aquí, fue un largo camino y espero me permita quedarme aquí, ya que no tengo un lugar a donde ir – El hombre me miró de arriba abajo escéptico, estaba analizando la información recibida, luego sonríe y deja de apuntarme con su arma, comienza a acercarse junto a Sam, su perra.
-Vaya esto si que es una sorpresa, no esperaba encontrarme a un superviviente del virus k', debe haber sido duro llegar hasta aquí – Dijo Robert sonriendo.
-Lo fue jejeje – Dije sonriendo nerviosamente.
-Mi nombre es Robert Neville y ella es Sam – Dijo presentándose junto a su perra.
-Un gusto señor Neville – Dije estrechando su mano.
-¿Ha encontrado más supervivientes? – Pregunté con curiosidad.
-No, eres el primero que veo en 3 años, temo que los infectados los hayan eliminado… - Dijo el hombre melancólico.
-Ya veo… ¿Y que tal? ¿Aquí hay muchas de esas cosas? – Pregunté ansioso, siempre había querido saber una estimación de la cantidad de infectados que lo atacaron al final.
-No lo sé con exactitud, deben ser cientos o quizá miles – Dijo con honestidad.
"Maldición es verdad, ese maldito virus continua en el aire" – Gotas de sudor comenzaron a aparecer en mi frente producto del terror que me provocaba pensar en convertirme en una de cosas.
-¡Señor Neville! – Grité, este voltea a verme.
-¿Qué pasa? – Preguntó sorprendido.
-¿De cuanto es la tasa de infección por aire del virus Krippin? – Pregunté nervioso, esto lo puso alerta al igual que Sam.
-Del 95%, ¿Por…? – Pregunto con una mano en el rifle.
-Se que usted ha estado investigando una cura para la epidemia, ¿Podría tomarme una muestra de sangre e investigar si el virus me afecta? – Pregunté desesperado.
-¿Te mordieron? ¿Sientes los síntomas? – Preguntó apuntándome nuevamente.
-No, no me han mordido ni nada, tampoco siento los síntomas – Dije alerta por si intentaba dispararme.
-¿Entonces porque quieres que te haga una prueba de sangre? – Preguntó sin creerme.
-Solo quiero saber si estoy completamente limpio – Dije nervioso, Robert aún apuntándome asiente.
-De acuerdo, te haré la prueba… ¡Pero si estás infectado estarás por tu cuenta! – Dijo bajando su arma, asiento y me acerco a el.
Me registró de pies a cabeza para luego indicarme que lo siguiera, subimos al mustang dejando atrás esa parte de la ciudad, luego llegamos a donde tenía aparcada su camioneta y comenzamos el viaje camino a su hogar, está vez se me hizo raro que no pusiera la canción que tanto le gustaba de Bob Marley, eso quería decir que estaba serio.
Casa de Robert
Llegamos a su casa sin complicaciones, hace algunos minutos que su reloj sonó signo de que el periodo nocturno se acercaba, sinceramente no lo hubiera logrado yo solo si me quedaba allá afuera.
-Pasa – Me indico, asentí y entré por la puerta seguido de Sam, Robert utilizó cloro para borrar nuestro rastro, sonrei al recordar que siempre hacia la misma operación día tras día, este me voltea a ver y ve que estoy analizando sus movimientos.
-Hago esto para eliminar nuestro rastro, los infectados pueden encontrar nuestro sudor corporal asi como nuestro olor – Dijo tapando el bote y entrando en la casa, luego comienza a cerrar y asegurar ventanas y puertas, la placa de hierro que las resguardaba era extremadamente gruesa.
-Ven – Me dijo señalando las escaleras a su laboratorio, asentí y lo seguí.
El laboratorio era más grande de como lo imaginé, tenía muchas cosas para preparar la cura, voltee a ver la cámara especial blindada al fondo de esta, recordé el ataque final de esas cosas y el sacrificio de Robert para ayudar a Ana.
-Ok, dame tu mano – Dijo el doctor con una jeringa para sacarme una muestra, asentí y le di mi brazo derecho, este lo tomó y acerco la aguja, sentí un ligero pinchazo mientras veía como un poco de sangre abandonaba mi cuerpo y era contenida dentro del vial.
-Dame unos minutos en lo que realizo la prueba, si gustas puedes sentarte en esa silla… ¡No toques nada! – Eso último lo dijo con voz fuerte, por lo que me puso algo nervioso y asentí.
-De acuerdo… - Dije sentándome donde me indicó.
30 minutos después
Robert le realizó distintas pruebas a mi sangre, cuando vio los resultados de estas quedó estupefacto con los resultados, había dividido la sangre en 3 categorías, al no poder ver bien solo pude ver tres frascos distintos, luego voltea a verme incrédulo.
-Edgar… - Vi el sudor en su frente mientras hablaba entrecortado.
-¿Si? – Pregunté nervioso.
-¿Estas seguro que nunca te infectaste con el virus ni nada por el estilo? – Me preguntó nervioso.
-¡No! ¡Jamás! ¡¿Estoy infectado?! – Pregunte levantándome de la silla totalmente en shock.
-No, estás más que infectado – Dijo el hombre acercándose a mi un poco, pude ver un brillo en sus ojos que jamás le había visto ni siquiera en el último momento de su leyenda.
-¿Entonces que significa? – Pregunté intrigado.
-Estas infectado, pero tu cuerpo fabricó anti cuerpos que contrarrestan los efectos adversos del virus, tomando solamente lo bueno de el – Dijo atónito.
-¿Eso que significa…? – Pregunté sin entender.
-Desarrollaste inmunidad al tipo aéreo y de contacto, además que tus anti cuerpos son extremadamente potentes – Dijo con un atisbo de esperanza en sus palabras.
-¿Entonces cree que pueda desarrollar una vacuna para acabar con todo esto? – Pregunté más calmado y ahora sorprendido.
-Si, pero llevará tiempo sintetizarla, cálculo que con tu ayuda tendremos la vacuna en dos meses o menos – Dijo sonriendo.
-De acuerdo – Dije sonriendo, por fin podría vivir una aventura, tal vez esa es la razón por la que estoy aquí en un principio.
Noche
Robert me concedió una de las habitaciones en el tercer piso, después de cenar nos fuimos a dormir, por primera vez el terror me invadió, comencé a escuchar el sonido de esas cosas fuera de la casa, los chillidos de los animales intentando escapar de una muerte inminente, no creo que pueda acostumbrarme a vivir en estas condiciones.
"Ahora entiendo porque duerme en la bañera" - Pensé recordando la escena de cuando bañaba a Marley, saque mi teléfono y vi que aún me quedaba el 30% de batería, por lo que decidí ponerme los cascos y puse la música más relajante que tenía, si no lo hacía no dormiría por culpa de los monstruos que habitaban en ese mundo.
[Reproducir – Gotey "Somebody That I Used to Know"]
Lentamente comencé a perderme en la canción mientras cerraba mis ojos y mi mente viajaba fuera de ese lugar.
Día siguiente
Robert me habló a las 7 am, era tiempo de comenzar con la rutina diaria, por lo que obedeciendo tomé un ligero desayuno para luego hacer algo que nunca en mi vida he hecho… [Entrenar]
-Debes mejorar tu capacidad física Edgar, de lo contrario si por alguna extraña razón, estás solo de noche afuera y los infectados comienzan a perseguirte, no tendrás muchas oportunidades de sobrevivir - Asentí al escuchar sus palabras, era verdad lo que me decía, pero sabía que sería extremadamente duro.
2 horas después
Después de la tortura nos bañamos y salimos de casa, había muchas cosas por hacer, una de ellas era obtener provisiones para el lugar, por lo que Robert encendió la camioneta y comenzamos a adentrarnos en la ciudad, puso la canción de Bob Marley que más le gustaba, esto me hizo sonreír pues eso quería decir que estaba contento.
-¿Three Little Birds? – Pregunté feliz de poder vivir algo distinto a lo habitual, Robert me volteó a ver sorprendido.
-Vaya, ¿Con que conoces a Bob Marley? – Preguntó sonriendo.
-Si, el mejor cantante de Reggae – Dije comenzando a tararear la canción.
-El tenía una idea, como virólogo, quería inyectar felicidad a la gente a través de sus canciones, está canción nos dice que sencilla en realidad es la vida, debes vivir cada momento de tu vida al máximo pues solo tienes una – Dijo Neville continuando con su tarea de llevarnos a nuestro destino.
"Parece que las cosas cambiarán mucho mientras yo esté por aquí" – Pensé mientras veía por la ventanilla del copiloto las desiertas calles de la ciudad.
Durante el camino encontré tres agujeros en los edificios, cuando puse atención vi que estaba totalmente oscuro por dentro, esto me dio mala espina así que mejor no presté atención y continúe viendo los edificios, después de algunos minutos de viaje llegamos a nuestro destino, un conjunto de departamentos abandonados, Neville revisaba su mapa, cuando presté atención vi que más del 15% de la zona Oeste estaba marcada con una "X", así que asumí que eran lugares anteriormente saqueados.
-Vamos – Dijo dándome una pistola, cuando la tomé en mis manos sentí que está era muy pesada, el profesor me vio sorprendido.
-¿Acaso es la primera vez que tienes una pistola en tus manos? – Preguntó al ver mi indecisión sobre ella, asentí avergonzando.
-¿Enserío? – Preguntó incrédulo.
-Si – Dije con sinceridad.
-¿Entonces como sobreviviste solo todo este tiempo? – Preguntó con curiosidad.
"Maldición, si no le digo algo rápido comenzará a sospechar, no puedo decirle todavía… ¡Ya se!" – Pensé mientras algo se me ocurrió.
-Estuve moviéndome durante el día y refugiándome en sitios de difícil acceso para evitar a los infectados, por eso no tuve la necesidad de usar un arma, aunque tengo algo de experiencia con las armas blancas – Con esto esperaba que no sospechara y no me preguntará cosas innecesarias.
-Ya veo, bueno te enseñaré rápido – Dijo acercándose y tomando la pistola de mis manos.
-Esta es una pistola semi automática de 15 balas, debe… - Así me explicó cual era la forma correcta de usarlas, aunque sabía algo de eso gracias a los juegos de guerra, tener que usar una real era completamente distinto a ello.
-Bueno es hora de entrar, Edgar detrás de mí – Dijo Neville levantando su rifle y entrando en el edificio, asentí y lo seguí junto a Sam.
Comenzamos a investigar los departamentos piso por piso, no encontrábamos muchas cosas que fueran de utilidad, gracias al poderoso olfato de la perra podíamos saber si había peligro dentro de los departamentos, para nuestra suerte estaban completamente vacíos.
-¿Robert, encontraste algo? – Pregunté entrando en el departamento en el cual había entrado el profesor junto con la perra.
-Nada importante, solo algunas botellas de whisky y comida enlatada – Dijo algo fastidiado al no poder encontrar medicinas o gran cosa.
-Yo encontré dos paquetes de antibióticos – Le dije entregándole las píldoras, las toma y luego voltea a verme sonriendo.
-De esto estoy hablando Edgar – Dijo ahora más motivado.
-Sigamos buscando – Dijo saliendo junto con Sam.
-Ok – Dije siguiéndolo.
30 minutos después
Después de un rato de búsqueda conseguimos encontrar bastantes medicinas y también algunas provisiones para dos semanas, Robert me comentó que era la primera vez en meses que encontraba tantas cosas, el me enseñó como debía encontrar las cosas y como inspeccionar esos lugares, yo pensé que solo había que entrar y tomar lo que necesitaríamos pero no era así de fácil, había que seguir una serie de procesos para ver si no había infectados para luego abrir las ventanas y qué la luz solar nos ayudará.
-¿Ya es todo? – Pregunté algo aburrido.
-Si, ahora debemos llevar esto y luego iremos un rato al puerto sur – Me dijo, yo asentí y entré los dos comenzamos a llevar el botón hasta la camioneta.
El camino de regreso a la casa de Robert fue muy tranquilo, nada fuera de la normal, la perra nos avisaría por si alguna tragedia estuviera por ocurrir.
Llegamos a la casa y descargamos todo, después de tomar un poco de agua fuimos al puente donde Robert normalmente hacia sus transmisiones por radio, buscando sobrevivientes de la mayor catástrofe de la historia, yo jugaba con la perra mientras el hacia su trabajo, mientras pasaban las horas me di cuenta de lo aburrido que era estar ahí solo, sigo sin comprender como un hombre como el pudo soportar tanto dolor solo para arreglar algo de lo que el no tuvo la culpa.
-Oye Edgar, ven aquí – Me dijo el hombre, asentí y comencé a caminar junto a la perra hasta el escritorio donde estaba puesto su equipo de transmisión.
-¿Y a que te dedicabas antes de todo esto? – Esta pregunta me tomo por sorpresa, lo pensé durante unos instantes y luego me decidí.
-Era estudiante universitario, cuando todo ocurrió tuve que refugiarme junto con unos amigos, cuando los ataques comenzaron al principio todo era muy estresante, gracias a que el padre de mi amigo Matt tenía un refugio, logramos sobrevivir sin problemas durante las primeras semanas, pero conforme el tiempo avanzó ellos enfermaron, intenté ayudarlos de mil maneras, pero el virus era imparable – Sabía que estaba mal mentirle a Robert, pero si le decía la verdad, el probablemente no me creería, es decir…
Quien le creería a un tipo cuyo pasado es totalmente ordinario y después sale con la sorprendente historia de haber sido enviado a otro mundo , encima decirle a Robert que el era un personaje ficticio, era totalmente inverosímil.
El hombre al escuchar mi historia me creyó, el más que nadie supo lo que era no poder hacer algo en contra del virus Kripin, por esa razón no se ha rendido, este es su castigo por no haber podido evitar ese accidente de helicóptero, por esa razón sigue luchando día a día para encontrar una cura para este maldito virus que acabo con el 99% de la humanidad.
-Ya veo, comprendo cual doloroso pudo haber sido perder a alguien importante – Dijo el hombre con tono melancólico, al parecer el haberle contado mi historia hizo que recordara el accidente de helicóptero durante la evacuación de la isla.
-Gracias – Dije honestamente.
-¿Y que haremos ahora? – Le pregunté mientras acariciaba a Sam y veía el océano, Robert se levantó del escritorio y guardo su equipo de comunicaciones.
-Desde aquí a la noche tenemos el tiempo libre, ¿Hay algo que quieras hacer? – Me preguntó sonriendo mientras tomaba su rifle, me puse a pensar durante un buen tiempo y luego asentí.
-¿Cuál era la mejor tienda de discos de todo Manhattan? – Pregunté con curiosidad, el hombre sonríe al escuchar mi pregunta, me indico que lo siguiera, así que me levanté y fuimos a la camioneta.
El camino hasta la tienda de discos fue muy corto, estaba a tan solo unos minutos de donde nos encontrábamos antes, Robert bajo primero y comenzó a revisar el área, al parecer tenía tiempo que no se echaba una vuelta por ahí.
-Vamos, es seguro – Me dijo, yo asentí y lo seguí.
El lugar estaba muy tranquilo, no había rastro de haber sido invadida por esas cosas, ni tampoco había animales dentro, comencé a husmear entre los discos por ahí y por allá, haber aprendido inglés me sirvió de algo, pensé con ironía.
Tome un viejo disco de AC/DC y me acerqué hacia el hombre, este no había tomado nada, tenia toda la música que necesitaba pensé, cuando vió el disco que traía en mi mano izquierda sonríe.
-¿Así que eres un fan del rock? – Me preguntó divertido, yo asentí.
-No tanto así, solo me gustan algunas bandas en específico, no todo el rock en si es de mi agrado – Dije rascándome la mejilla.
-De acuerdo, ¿Vas a tomar algo más? – Me preguntó ya en la puerta, negué con la cabeza, el asiente y ambos salimos del local a paso ligero.
El resto del tiempo nos la pasamos charlando amenamente, el me contó cómo habían perecido varios grupos de infectados mientras buscaba la cura, todo intento que hacía por encontrarla era en vano, alrededor de 130 personas fueron las que murieron en 3 años de infección.
Cuando terminamos la plática se escuchó el reloj de Robert marcando las 5:30 P.M, eso decía que era hora de volver mientras el sol aún estuviese en lo alto, tomamos nuestras cosas y entramos en la camioneta, Sam se sentó atrás y volvimos a casa escuchando a Bob Marley. Llegamos a las 6 P.M y Robert comenzó a cerrar las ventanas y a sellarlas, cuando aseguró la puerta fuimos a cenar, comimos pasta y algo de vegetales, me dijo que debía ponerme en forma, insistía en que debía hacerlo, yo asentí ya que no quería que me insistiera tanto.
Después de la cena me dirigí a mi cuarto y me encerré, después de unas cuantas horas los sonidos de esas criaturas moviéndose y cazando me despertaron, un escalofrío recorrió mi espalda, por lo que tomando mi disco y unos walkman, me dispuse a escuchar música durante todo el rato que la batería me aguantó.
Las horas pasaron rápidamente, mi aburrimiento al igual que mi curiosidad incrementaban a cada segundo, deseaba por ver a una de esas criaturas de cerca, sabía que eran peligrosas, pero aún así lo ansiaba, después de algún tiempo más, el sueño y el cansancio cobraron factura, así que caí en un profundo y cálido sueño.
Dos semanas después
La alarma de mi teléfono sonó puntual a las 6 AM, tome el mismo y lo apague, me levanté y fui al cuarto de Robert, la puerta estaba cerrada, me quedé parado en el mismo lugar durante unos instantes, hasta que escuché el sonido de alguna acercándose.
*Guau Guau* Escuché los ladridos de Sam del otro lado de la puerta, seguido del quejido de Robert, después de unos segundos más se escuchó su alarma.
-Te esperaré abajo Robert, prepararé el desayuno – Le dije rápidamente, esperando a que no me dijera que comenzaríamos el entrenamiento desde tan temprano.
-Desde acuerdo – Me dijo levantándose y yendo al baño para ducharse, Sam me siguió escaleras abajo.
Comencé a hacernos de desayunar, la cola de Sam se meneaba alegremente cada vez que la volteaba a ver, era extraño que ella se encariñara de mi tan rápido, sonreí y le acaricie el mentón.
-¿Crees que fue buena idea mentirle a Robert sobre mi origen? – Le pregunté a la perra mientras continuaba acariciándola.
*Guau Guau* Me lamió la mano y me ladró, me levanté y me dirigí nuevamente a la barra para terminar el desayuno, unos huevos deshidratados que encontré en la alacena, después de algunos minutos Robert baja a desayunar, toma asiento y le sirvo su porción.
-Encontré estos huevos, también algo de tocino, pero no sabía si te enojaría, por eso no los agregué – Dije sonriendo, el hombre me mira y luego sonríe.
-Lo guardaba para una ocasión especial, ya que estás aquí es un gran momento para celebrar, encontrarme con otro ser humano después de tres largos años – Dijo Robert sonriendo.
-Guau Guau – Sam reclamaba por su porción, así que asentí y le di otro platillo distinto, una lata de jamón enlatado para ella sola, está menea la cola al ver su comida, Robert hace un gesto divertido al verla comer.
-Jajajaja, te dije que te tocaría comer algo distinto – Dijo el dr mientras no paraba de reír, al parecer estaba disfrutando la compañía.
Después de comer Robert bajo a su laboratorio, me había pedido una muestra de mi sangre, dijo que iba a empezar a realizar pruebas, por lo que asentí y se la di, las horas pasaron y el hombre no subía, ya eran las 2 P.M, por lo que algo aburrido me dirigí a la puerta que conducía al sótano, llame a la puerta 5 veces pero no me abrió, por lo que entre y lo vi examinado algo en el microscopio, al percatarse de movimiento pegó un salto.
-Ah lo siento, no fue mi intención asustarlo, solo que ya lleva todo el día aquí abajo, me preocupe por eso – Dije algo nervioso, Robert se tranquilizó.
-Ven aquí Edgar – Dijo este algo preocupado, asentí y me acerque.
-¿Qué pasa? – Le pregunté sin comprender el motivó de su estado de animo.
-Por favor ve lo que hay en el microscopio – Asentí y comencé a observar a través de la lente, lo que vi me paralizó, luego volteó a ver a Robert buscando una explicación.
Fin del capítulo.
