Full Moon over Stockholm

Autor Original: Jim-Prower

Traducción: Fox McCloude

Star Fox y todos sus personajes pertenecen a Nintendo. Los personajes originales presentes en la historia pertenecen a Jim-Prower.

(Nota del Traductor: Hola, ¿como están? Viendo que me he tardado tanto en actualizar mi fic, decidí preguntarle a mi amigo Jim-Prower en Deviantart si podía publicar una traducción que hice de este fic suyo, que estaba en inglés, y me autorizó a hacerlo, una manera de compartirlo con mis compañeros de habla hispana que tengan dificultades con el inglés. En lo que a mi respecta, este es uno de los mejores fics de Star Fox que he leído, y creo que merece que más personas tengan la oportunidad de leerlo. Ah, y si tienen tiempo, pásense por su galería en el deviantart: jim-prower. , tiene trabajos bastante interesantes que valen la pena ver. Bueno, sin más que decir, comencemos con la historia)

(Notas del Autor:

Luna llena: n. 1. El estado en cuando una luna es completamente visible por la noche desde un planeta, debido a su posición relativa al planeta que orbita y el sol de dicho planeta. Nota: Los lobos tradicionalmente han sido asociados con la luna llena.

Síndrome de Stockholm: n. 1. Una situación en la cual un(a) prisionero(a) inexplicablemente cae presa de una relación emocional ("enamorado (a)") con su captor(a), y viceversa. )

Capítulo 1

Eso fue todo. Wolf ya había tocado fondo.

Colgó su teléfono, luego de que Leon Powalski lo llamara desde la prisión, diciendo algo de que un cazarrecompensas lo atrapó, y que trataría de fugarse tan pronto como pudiera. Wolf le dijo que mejor no lo hiciera.

Wolf O'Donnell había sido, en algún momento, el nombre más temido del Sistema Lylat. Era independiente, trabajaba para quien quería, cuando quería, y era un criminal bastante grande por su cuenta… aunque no era rival para su a-menudo-jefe, Andross. Los únicos rivales que Star Wolf hubiera tenido jamás eran McCloud y su maldito equipo Star Fox.

Y, más recientemente, los rivales a los que no podía vencer. Cazarrecompensas.

Tras la más reciente escaramuza con los Anglars, la recompensa por Wolf, retirada por el gobierno Corneriano, se había disparado diez veces más. A lo mejor aún más que eso, Wolf no lo había chequeado en un tiempo. Había tenido que disolver Star Wolf, y la llamada de Leon era la primera vez que tenía noticias de él desde entonces. Supiera quien en donde andaba Panther, quizás acosando mujeres, o en la cárcel a causa de eso. Wolf estaba solo por primera vez desde que formó Star Wolf, y su dinero se estaba agotando. Tenía un par de trabajos, cosas realmente sencillas, nada que realmente quisiera; la gente le tenía miedo, ya fuera a él mismo o de que alguien lo agarrara durante el trabajo, tan alto era el precio por su cabeza.

Wolf se sentó, con la cabeza entre las manos. Su gran atuendo que tuvo alguna vez se había ido, en su lugar había una chaqueta de cuero negro y un par de jeans. Aún tenía una Wolfen, aunque necesitaba más reparaciones de las que podía pagar, y aún tenía un blaster. Tenía un cuarto de hotel barato, por el momento, hasta que las autoridades lo descubrieran.

Habría sido fácil culpar a otros por la caída del piloto mercenario más infame del sistema Lylat, pero ninguna de las excusas con las que Wolf salía funcionaban. Alguna vez había sido seguro, fuerte, el tipo de hombre que no tomaba nada de nadie. Se había acostumbrado a que le tuvieran tanto miedo como para hacer lo que quisiera, pero ahora alguien había decidido enfrentársele, en cierto modo, aunque fuera lo bastante cobarde como para ocultarse tras un ejército de cazarrecompensas. ¿A quién habría molestado tanto como para que ofreciera más de un millón por su cabeza en captura viva? ¿McCloud? No, ese no era su estilo, por más que Wolf odiara admitirlo; Fox era demasiado noble para caer tan bajo. Aparte, McCloud ya lo había dejado ir una vez.

Ahora, eso no importaba mucho. Quien fuera que lo estuviera buscando, vivo o muerto, ya le había quitado su orgullo, y prácticamente todo lo demás. Y la llamada selló el trato; Star Wolf probablemente nunca existiría de nuevo. Wolf ya no tenía más nada que perder.

Wolf sabía de un bar local, donde el alcohol fluía libremente, aunque las chicas eran algo difíciles de conseguir. Estaba harto de preocuparse del mañana; era hora de vivir el momento. Se tomaría un trago, y tal vez, con suerte, también conseguiría a una chica para llevar a casa. Había estado guardándolo para gastarlo todo de una vez, y esta era la ocasión perfecta.

No era como que Star Wolf volvería a reunirse en un futuro cercano.

/--/

Wolf había pensado que un par de tragos lo harían sentirse mejor, no peor.

El barman, un zorro joven con cabello castaño algo lanudo, se le acercó. "¿Todo bien, señor?"

"¿Qué te importa?" Espetó Wolf, nunca había sido bueno para conversar. El barman se encogió de hombros. "Solo preguntaba." Dijo, y luego se alejó. Wolf disfrutó de unos cuantos momentos de soledad antes que el hombre volviera y pusiera otra cerveza frente a él. "Yo no ordené esto…"

"Claro que no, la señorita de allá lo hizo. Dijo que lucía un poco desanimado, que pensó que lo podría animar."

Wolf miró hacia donde el barman señalaba con el pulgar. Una absolutamente despampanante loba estaba sentada en un lugar adyacente al suyo. Le sonrió un poco, y alzó su copa, Wolf también alzó la suya, tomó un trago, y por primera vez en mucho tiempo, sonrió genuinamente. Tal vez las cosas pintaban bien después de todo.

El asiento junto a ella se desocupó, y él caminó hacia ella. Llevaba una blusa negra con un escote cuadrado, que dejaba ver bastante sus pechos, y un par de jeans ajustados, y botas altas, negras con tacón alto. "No es común que sea la chica la que tome la iniciativa." Dijo él, sentándose junto a ella. "No es común que un hombre grande y fuerte como tú se siente tan solo al final de la barra." Respondió ella, sonriendo. "¿Vienes aquí a menudo?"

"Nah, esta es una ocasión especial."

"¿En serio? Supongo que tuve suerte de venir aquí esta noche. ¿Cómo te llamas?"

Wolf bajó un poco la voz. "Wolf. Solo Wolf, por favor." La joven asintió, al parecer entendió. "Llámame Shakira." "Shakira…" Repitió Wolf, cambiando un poco su acento para sonar más como su socio, Panther. "Bueno, quizás quieras que Wolf te haga compañía esta noche. Esta ciudad puede ser algo vil y solitaria para una mujer tan hermosa como tú." Shakira se rió. "Creo que puedo cuidarme sola, pero, si gustas, me estoy hospedando aquí." Le entregó a Wolf una tarjeta de dirección a uno de los hoteles más caros del planeta, así como una tarjeta de acceso a su habitación. Se le acercó más, y le susurró de manera suave y sensual. "Me aseguraré que valga la pena." Le guiñó el ojo, y luego se fue.

Eso fue extraño, casi de otro mundo para Wolf. Ninguna mujer antes había estado tan ansiosa de conocerlo a un nivel tan… íntimo. Pero, el prospecto de irse a la cama con ella sobrepasó un extraño presentimiento que tenía sobre esta chica. Aún cuando sabía que no debería, que podría arruinar su encubrimiento, decidió ir de todas maneras.

Después de todo, vaya cuerpazo que tenía.

Mientras Wolf se terminaba su cerveza, no vio a Shakira pagarle al hombre que le había informado que Wolf se encontraba allí. Y tampoco se dio cuenta que tenía su cartel de "Se Busca" saliéndole ligeramente del bolsillo.

Esta historia continuará...