Capítulo I: Con la soga al cuello.

Clasificación: K

-¿Acabas de toser…sangre?

-Estoy bien…- Respondió hundiendo las uñas en sus rodillas. El aire parecía volverse cada vez más denso.

-Greg, llévanos al hospital - Exclamó la joven de largos cabellos mientras sujetaba los hombros de Ruby, cuidando que la cabeza da la chica no se terminara estrellando contra el respaldo del asiento de enfrente.

-A la orden.- Respondió el chico pisando el acelerador.

Pasaron varios minutos de total silencio hasta que Sapphire alcanzó a escuchar el rechinido del asiento del copiloto, el rostro de Amethyst asomándose por detrás del respaldo.

-No te preocupes tanto, este tipo de cosas le pasan más seguido de lo que crees. Sé que suena horrible, pero te terminas acostumbrando…

-¡Amethyst!- Le escuchó gritar a la chica sentada al lado de Sapphire. -¡Mejor concéntrate en ver que Greg no termine matándonos!

-Vaya, gracias por toda esa confianza…- Respondió éste.

-Oh vamos, Perla- Respondió Amethyst volviéndose hacia ella.- Solo goza el viaje.

~o~o

Ruby no conseguía escuchar más que un penetrante zumbido desde que Amethyst y Greg prácticamente la arrastraron fuera de la camioneta, hasta que llegaron a la sala de urgencias.

Escucharon de una de las enfermeras que Ruby había perdido el conocimiento apenas llegó el doctor, mientras que en la sala de espera Perla no había parado de quejarse sobre el proyecto que ella y Sapphire tenían que entregar para el lunes y lo mucho que esto les estaba costado tiempo valioso. No se fue hasta que Amethyst no muy discretamente le pagó a Greg para que la llevara de vuelta a casa. Éste aceptó con la condición de que no le dejara sufrir solo y le hiciera compañía.

-Te la encargo mucho…- Murmuró Amethyst antes de salir por la puerta.

Sapphire escuchó la camioneta arrancar. Sus manos sudaban y la incertidumbre de lo grave que podría estar la condición de Ruby carcomía su paciencia. Bajó la mirada para hallar las pequeñas gotas de sangre que habían quedado impregnadas en su falda. Sujetó la fina tela con una de sus manos y comenzó a jugar con ella, enrollándola y desenrollándola una y otra vez, un mal hábito que le había costado dejar.

En eso una voz rasposa y poco animada hizo eco por la sala de espera.

-¿Paciente Ruby Moore?

Sapphire se puso de pie casi de inmediato y antes de darse cuenta ya estaba frente a la enfermera.

-Por aquí…- Respondió antes de darse media vuelta y comenzar a caminar por el pasillo.- Se trata de una hemorragia interna, no es muy grave pero no le recomiendo tomárselo a la ligera. Es joven, tiene energía y mucha suerte así que podemos confiar en que con algo de reposo y estos…- Arrancó una hoja de recetas.-… quedará como nueva.

Sapphire tomó el papel entre sus manos y releyó los nombres de los medicamentos una y otra vez, como si así pudiera averiguar para qué servía cada uno de ellos.

-¿Puede recibir visitas ahora?- Preguntó en voz baja.

La enfermera se volvió hacha Sapphire un tanto sorprendida ante la pregunta.

-Querida…- Respondió cubriéndose el rostro con una mano, se veía bastante exhausta-…son las tres de la mañana. Si yo fuera tú regresaría a casa.

~o~o

Sapphire no pudo dormir esa noche.

Sin importar cuantas vueltas diera en la cama su mente volvía al mismo punto: Ruby. ¿Cómo se enteró de dónde vivía?, ¿habría despertado ya?, ¿recordaría lo que pasó?, ¿se sentiría confundida?, ¿se sentiría sola?...

Se sentó sobre la cama, la sábana resbalándosele de los hombros mientras intentaba alcanzar el control remoto que estaba sobre la cajonera al lado de su cama.

La luz de la pantalla iluminaba la habitación lo suficiente para permitir que Sapphire sacara el pequeño diario que tan celosamente ocultaba bajo su colchón. Lo abrió, pasó las páginas hasta hallar una en blanco y comenzó a escribir.

Hacía tiempo que no se cruzaba en su camino algo tan interesante como esto… alguien tan interesante como Ruby; y quería recordarlo, quería recordarlo todo.

~o~o

Ruby despertó con un rayo de sol en el rostro. Intentó sentarse tan lento como el zumbido en su cabeza se lo permitía cuando sintió un par de suaves manos sujetándole los hombros.

-Oh, no, no todavía, señorita Moore…- Decía una voz queda y firme.

Ruby se detuvo, dejando que su espalda reposase en la pequeña almohada que una de las enfermeras colocó en el respaldo de la cama.

- ¿Pero qué demonios?...- Murmuró entre diente mientras hundía una mano en su cabello.- ¿Dónde…? …¿qué pasó?

-Está en el hospital.- Dijo la mujer que estaba de pie al lado de su cama.- Doc. Maheshwaran, a sus órdenes.

Ruby observó la mano frente a ella; podía sentir como el zumbido se desvanecía, dejando en su lugar dejando un montón de manchas de distintos colores nublando su visión.

-¿Ocurre algo, señorita Moore?

Ruby parpadeó un par de veces y las manchas se volvieron cada vez más nítidas.

-Lo siento.- Murmuró tomando la mano de la doctora a modo de saludo.- ¿Q-qué me pasó?

-Sufrió una leve hemorragia interna y si me lo permite preferiría que nos acompañara por algunos días.

Ruby asintió, aún confundida pero fue entonces que alcanzó a ver la puerta abriéndose con un fuerte estruendo.

-¡Bienvenida al mundo de los vivos, Rubs!- Exclamó Amethyst, sujetando un montón de globos en una de sus manos mientras cargaba una canasta con flores en la otra.

-Amethyst, por favor. Es un hospital, no un circo.- Murmuro Perla detrás de ella.

La chica de largo cabello se adentró en la habitación sin mucho problema, rodando los ojos mientras dejaba la canasta sobre la silla de visitas.

-¡Ruby!- Exclamó Rose.- Gracias al cielo estás bien.

-Déjame ayudarte con eso, Amethyst…- Escuchó decir a la queda voz de Sapphire, quien tomó los globos para luego llevarlos al otro lado de la cama de Ruby. Subió con cuidado a un banquito que había cerca y comenzó a atar los globos a uno de los barrotes de la cama.

Un tenue rubor cruzó por las mejillas de Ruby.

-¿Y tú qué haces aquí?- Preguntó Ruby, su voz quebrándose un poco, quizás no había usado las palabras correctas.

-Bueno, necesitábamos a alguien para que te convenciera de tomar estos…- Respondió Rose mientras sacaba un par de medicamentos de su bolsa.

Ruby observó con cuidado los dos pequeños botes de pastillas que la alta joven había colocado en el mueble junto a su cama y sus ojos se volvieron discretamente hacia la chica que aún ataba los globos al otro lado de la cama. Sapphire se volvió hacia ella sabiendo que aún esperaba una respuesta.

-Me trajeron por la fuerza.- Dijo mientras ataba el último de los globos.

Amethyst soltó una leve carcajada...

-Define "fuerza"- Respondió con una pizca de sarcasmo.- Por cierto, Peridot se disculpó por no venir, dijo que tenía que revisar un proyecto de robótica o algo así…

La doctora se aclaró la garganta.

-Eres una chica fuerte y afortunada…- Dijo dirigiéndose a Ruby.- Solo asegúrate de seguir la receta y saldrás de aquí antes de lo que crees.- Agregó antes de alejarse hacia la puerta.- Y por cierto, el horario de visitas termina en 25 min, por favor respétenlo.

Apenas la puerta se cerró todos los rostros se volvieron hacia la chica sentada sobre la cama. Ruby bajo la mirada, su ceño fruncido. Se sentía tan confundida.

-Y… ¿cómo te sientes?- Preguntó Sapphire dando un par de pasos hacia la cama.

Ruby alzó la mirada, sus recuerdos de veían bastante confusos pero sonrió de todos modos.

-Bien, supongo… yo…

-Pues será mejor que te lo creas porque no me desperté tan temprano para que "supongas" que te vas a recuperar.- Interrumpió Amethyst, uno de sus brazos rodeando los hombros de la chica mientras le señalaba al pecho con la otra mano.- Además, te necesitamos en las finales de la próxima semana.

-¡Y ahí estaré!- Exclamó quitándose el brazo de su amiga para volverlo una llave.- No quieras quedarte con el crédito cuando acabemos con los Búfalos.- Bromeó soltándole.

Amethyst soltó otra carcajada y dio un leve golpe al brazo de Ruby.

-¡Esa es la Ruby que conozco!

~o~o

La chica se dejó llevar tanto por las bromas de Amethyst, los regaños de Perla, los consejos de Rose –quien cabe mencionar sabía una que otra cosa relacionada con la curación- y el misterioso silencio de Sapphire que ni siquiera notó el momento en que terminó el horario de visitas…aunque no es como que las otras chicas lo hayan notado también.

Rose escuchó sonar su teléfono el cual mostraba una foto de ella y Greg a la luz de la luna la noche en que al grupo le dio por acampar en la playa. Deslizó el dedo por la pantalla y contestó.

-¿Greg?….sí…sí, claro bajamos en un minuto.- Dijo antes de colgar.- Quería bajar a saludar pero no hay lugar en donde estacionarse y el tráfico está más pesado de lo que pensó. Tenemos que irnos de una vez si queremos llegar a clase a tiempo.

-Un segundo... ¿a clase?...- Se volvió hacia Sapphire.- ¿pues qué hora es?

-Las siete de la mañana.- Respondió sin siquiera mirar el reloj.- Pero no te preocupes…- Agregó dirigiéndose a la puerta.- Volveré luego con tu tarea.

-¿Ya hecha?

Sapphire sintió un extraño revoloteo y dejó salir una corta risa.

-Tendrás que esforzarte un poco más que eso.- Dijo saliendo de la habitación.

Ruby podía sentir algo cálido acumulándose en su pecho. La risa de Sapphire –aunque solo la hubiese escuchado un par de veces- era sin duda contagiosa.

Se dio media vuelta para mirar hacia la ventana cuando vio una pequeña nota doblada sobre la sábana, el tenue color azul pastel ya le daba una idea de quién la había dejado allí. La tomó entre sus manos como si estuviese hecha de material más frágil del mundo y la abrió con el mismo cuidado.

Revisa dentro de la canasta.

Ruby alzó la mirada y se estiró tanto como pudo para alcanzar el adorno floral. Hizo a un lado el sencillo ramo de flores para hallar un pequeño paquete de galletas caseras cerrado con un listón rosa, éste atado a otra nota.

Sé que la comida del hospital no tiene la mejor reputación, espero que esto ayude.

Con cariño, Sapphire.

Ruby acarició la orilla de la hoja con su pulgar, Sapphire poseía una caligrafía preciosa y Ruby lo sabía más que nadie. Guardó la nota en el bolsillo de su short y ocultó las galletas debajo de su almohada, serían el postre perfecto.

~o~o

Para cuando Sapphire volvió a la habitación, Ruby estaba dormida y el papel había desaparecido. La joven sonrió y se sentó a su lado en silencio.

Pasaron unos pocos minutos hasta que Ruby consiguiera abrir los ojos, escuchaba un par de voces bastante familiares que parecían murmurar a sus espaldas.

-Se pondrá bien, no es la primera vez que acaba aquí, ¿sabes?...- Decía una voz rasposa, masculina y de alguna forma muy conocida.

-Eso he oído…- Escuchó decir a una voz seria y femenina.- Aun así quería saber si podía quedarme con ella el resto del día. Quiero asegurarme de que se tome la medicina.

Ruby cerró los ojos con fuerza, sintiendo un punzante dolor en el pecho. Respiró profundo y se dio media vuelta tan discretamente como pudo solo para hallar al doctor y a Sapphire mirándole con curiosidad.

-¿Cómo va todo, Ruby?- Preguntó el doctor con una sonrisa.

-Heh… hola de nuevo Doc.- Respondió Ruby sonriendo de igual forma, en eso sintió dos pequeñas manos que le sujetaban el hombro y la nuca, ayudándole a acomodarse.

-Con cuidado.- Murmuró Sapphire.

-Gracias…- Continuó ya que se había incorporado.- Me sorprendió no verlo esta mañana…

-Oh, sí. Le dieron ese turno y el de la madrugada a la doctora Maheshwaran, es nueva en la ciudad y ya sabes cómo son aquí con los novatos.

Ruby rodó los ojos con una sonrisa.

-Sí, lo sé.

-Bueno, me retiro…- Agregó acomodándose la solapa de la bata.- veo que estás en buenas manos.

Un silencio llenó la habitación apenas se cerró la puerta y Ruby se volvió hacia Sapphire.

-Bien…- Dijo la joven mientras desplegaba una mesita de madera y la colocaba frente a Ruby.- Hoy vimos un tema nuevo en geografía así que prepárate.

Ruby solo observaba como Sapphire sacaba libretas y lapiceros de su mochila.

-Tu mamá trajo tus cosas hace un rato.- Mencionó mientras le daba a Ruby su libreta.- Se disculpó por no subir, se le estaba haciendo tarde para el trabajo.

Ruby tomó la libreta y sacó una pluma de su lapicera.

-¿Y desde cuando no es así?...- Murmuró abriendo la libreta.

Sapphire le miró por un momento pero prefirió no preguntar.

-Comenzamos con la litósfera y el ciclo de las rocas…

Ruby bajó la mirada y negó con la cabeza para sí misma. Miró las hojas de la libreta de Sapphire sabiendo que tendría que copiar cada palabra si quería pasar el examen, suspiró. Frente a ella Sapphire parecía explicar algo referente a las rocas ígneas; Ruby sonrió, fascinada ante la chica.

-Gracias por las galletas.

La mirada de Sapphire se congeló.

-Oh… por nada.- Respondió con una pequeña sonrisa.- Que bueno que te gustaron.

-¿Tú las hiciste?

-Sí.- Respondió sintiendo como el silencio se apoderaba del cuarto.- Quería compensarte por lo que pasó.

Ruby entonces reaccionó.

-Un momento, tú estabas ahí ¿cierto?, tú recuerdas lo que pasó…- Hizo una pausa.- ¿T-tú recuerdas lo que pasó?

-¿Tú no?- Preguntó inclinando la cabeza un poco.

-Pues déjame ver…- Respondió con una pizca de sarcasmo mientras comenzaba a contar con los dedos.- Jasper no pe pateó el trasero en una fiesta, Amethyst no me retó a beber un licuado misterios de lo que sea que había en su refrigerador y Perla no intentó usarme como conejillo de indias para uno de sus "experimentos" así que no, no tengo ni la más mínima idea de lo que me pasó.

Sapphire soltó una risita, cubriéndose la boca con una de sus manos. Las mejillas de Ruby ardían, pero no le importaba, podía escuchar aquella risa una y otra vez.

-Bueno, quizás no fue tan bizarro como todo eso…

Ruby suspiró.

-¡Gracias!- Exclamó Ruby alzando ambas manos en el aire.- ¿Fue dramático?, ¿le patee el trasero a alguien?, espera, espera… ¿me dejará una cicatriz?

-Ruby…

-Ohh, ¡siempre quise tener una cicatriz! - Agregó antes de comenzar a revisarse los brazos, piernas y estirarse el cuello de la camisa.

-Ruby…

- ¿Dónde está?, ¿es grande?,

-Ruby…

-¿Crees que será permanente?

-¡Ruby!- Exclamó Sapphire cubriéndose el rosto con una mano.- Te caíste de una escalera.

La chica se volvió hacia Sapphire, el tenue rubor volviendo a sus mejillas.

-¿Una escalera?…-Cuestionó azotando ambas manos en la mesita.- ¡¿Y qué demonios hacía yo arriba de una escalera?!

-¿Y a mí me lo preguntas?-Respondió Sapphire.- Hasta donde yo sé fue idea tuya, nadie te convenció de que lo hicieras.

-¿Pero una escalera, Sapphire? Me aterran las alturas… ¡¿y estaba trepada en una escalera?!

-Bueno...- Sapphire sonrió, e hizo una pausa.- ¿Te haría sentir mejor si te digo que yo tampoco tengo idea de qué hacías "trepada" en una escalera, afuera de mi casa… a las tres de la mañana?

Ruby se congeló con aquellas palabras. Bajó la mirada, tratando de recordar lo que sea que había ocurrido la noche anterior.

Recordaba a Amethyst, a Peridot y a Greg, los cuatro estaban reunidos en la sala de Amethyst quien no paraba de alegar acerca de lo mucho que le había costado conseguir la primer temporada de "El Pequeño Mayordomo." Una vieja serie que eligieron para el maratón de esa noche.

~o~o

-Se los digo, chicos. Es como si ya nadie apreciara las series de VHS…- Decía mientras salía de la cocina con tres bolsas de palomitas recién salidas del microondas.

-Es porque ya nadie aprecia las series de VHS, Amethyst…- Comentó Ruby tomando una de las bolsas, vertiendo su contenido en un bol.

-¿Cómo te atreves?- Exclamó Greg llevándose una mano al pecho, haciéndose el ofendido.- "El Pequeño Mayordomo" es oro puro convertido en una cinta. Tienes. Que. Verlo.

-Lo dices como si tuviera otra opción.- Bromeó Peridot dejando su celular sobre el sillón.- Ruby perdió una apuesta con nosotras hace un par de días y ahora tiene que pagar el precio.

-Oh, sí.- Dijo Amethyst mientras se sentaba en el suelo y abría una lata de refresco.- ¿Quién habría dicho que Sapphire acabaría en nuestro salón?

Sapphire Devis. Pensó Ruby. La chica de claros y largos cabellos se sentaba solo un par de lugares frente a ella, parecía estar absorta en su propio mundo hasta que alguien le dirigiera la palabra. Hablaron solo un par de veces en la fila de la cafetería, y se había llevado una gran sorpresa cuando Rose la animó a sentarse con ellos durante el almuerzo. No parecía una persona muy conversadora pero al pasar los días Ruby se convencía cada vez más de que Sapphire se convertiría en un valioso miembro del grupo muy pronto.

Y Ruby no podía esperar. Se negaba a admitirlo en voz alta pero la chica era bellísima, su piel de cera y cabello dorado hacían que Ruby perdiera la concentración en segundos. Y por supuesto no era algo que pasara desapercibido por sus amigos.

Ruby había ido a buscar una lata de refresco a la cocina, mientras, el misterioso silencio de Amethyst ya le daba una pista de lo que tenía en mente.

-Tengo que admitirlo, es una chica linda…

Aquí vamos…

-Sin duda.- Afirmó Greg.- No paran de hablar de ella en los baños.

Sí, debo decir que no me sorprende que tenga a tantos admiradores.- Agregó Peridot.- Tiene algo de clase.

-¿Tú qué opinas, Ruby?- Insistió Amethyst mientras le giñaba el ojo a Greg. Había veinte verdes en juego.

En eso se escuchó un fuerte golpe. La chica de rizado cabello se había agachado para tomar el refresco de la hielera sin darse cuenta que su cabeza había quedado bajo la mesa.

Amethyst soltó una carcajada en voz baja, volviéndose hacia Greg.

-Te lo dije.- Murmuró extendiendo la mano. Se volvió hacia la cocina.- ¿Todo bien, Rubs?

Greg dejo un par de billetes en la mano de Amethyst de mala gana.

-Demonios…- Murmuró Ruby mientras se pasaba una mano por su enmarañado cabello.- Estoy bien.- Agregó antes de pasarse la otra por la frente.- Maldición…

Ruby respiró hondo, tratando de tranquilizarse. Se puso de pie y caminó de vuelta a la sala. ¿La chica quería una respuesta? La tendría.

-¿Estás bien, Ruby?- Preguntó Greg mostrándose en verdad preocupado por su amiga.

-Estoy bien, en serio…- Dijo sentándose en el suelo de nuevo.- solo se me cayó el refresco.

-Pfft, sí, y el cerebro…- Bromeó Amethyst mientras le ofrecía un cubo de hielo envuelto en una servilleta.

Ruby lo aceptó meneando la cabeza con una sonrisa.

~o~o

Pasaron seis horas hasta que Amethyst mostrara algo de compasión por su amiga y pausara el episodio para que ésta pudiera ir al baño.

Ruby se miró al espejo, le ardían los ojos y el dolor de cabeza no había hecho más que empeorar. Se enjuagó la cara.

-Esta me la vas a pagar…- Dijo con la toalla aun en su rostro.

Bajó las escaleras con una cara de pocos amigos, miró el reloj en la pared.

2:15 am

-¡Ya era hora!- Le escuchó gritar a su amiga.

-Sí, ¿qué fuiste a hacer? ¿La taza?- Bromeo Peridot.

Amethyst soltó una carcajada antes de chocar los cinco con Peridot.

-Buena esa, Peri.

-Anda…- Dijo Greg.- Apenas se está poniendo buena.

-¿Me lo juras?- Bromeó Ruby mientras se sentaba en el suelo y tomaba el bol de palomitas.

-Te lo aseguro.

En eso la sonrisa se borró del rostro de Greg.

-Oye, ¿te encuentras bien?...- Preguntó mientras escuchaba el intro del show empezando de nuevo.- Amethyst, espera un segundo.

La chica pausó el programa y se volvió hacia Ruby.

-Por Dios, te ves terrible…- Reclamó mientras se paraba frente a su amiga y le sujetaba ambas manos.- ¿Puedes pararte?

-Estoy algo mareada…

-Sí, puedo darme cuenta…- Murmuró tirando de ella.- Vamos a la cocina.

Ruby consiguió llegar a la cocina sin mucho cuidado, se sentó en el comedor.

-Creo que tengo justo lo que necesitas.- Dijo volviéndose hacia las alacenas. La chica tomó una silla para alcanzar una alacena en especial, sonriendo cuando encontró lo que buscaba.

Ruby alzó la mirada detrás de sus brazos -que había usado como almohada- y arrugó la nariz al ver la botella de licor puesta frente a ella.

-¿Es en serio?...

Amethyst asintió.

-Bastará con un traguito de esto para despertarte…- Insistió vertiendo el líquido en un pequeño vaso.- Te prometo que dejaré que comas todas las papas que quieras para quitarte el sabor de la boca.

-¿Estas segura de esto, Amethyst?- Preguntó Peridot.

-Peridot tiene razón, Ame.- Comentó Greg.- Ruby no bebe y lo sabes.

Ruby tomó el vaso con una mueca.

-Bueno, esto puede o despertarla o dormirla así que no veo el riesgo.- Dijo Amethyst alzando los hombros.- Además…- Agregó mirando el reloj en su muñeca, bostezó.- La segunda opción no estaría tan mal.

~o~o

-¿Sabes qué es lo que más me gusta de Sapphire?...- Preguntó Ruby. Se había acostado de cabeza sobre el sofá de la sala. Una sonrisa adormitada y perdida en su rostro.

-Ni idea…- Respondió Amethyst antes de empinarse las pocas migajas que quedaban de una de las bolsas de frituras. La chica pensó que un par de tragos más apresurarían el sueño en Ruby, pero ya había pasado media hora y ésta no paraba de hablar.- Cuéntanos, ¿que es la séptima cosa que más te gusta de Sapphire?...

Ruby sonrió.

-Sus ojos…

Amethyst escuchó la queda risa de Peridot a sus espaldas, comenzaba a acomodarse en el sofá cuando escuchó el comentario. La chica se volvió hacia Peridot con un dedo índice sobre su boca.

-Shh, ya casi se duerme.

La mente de Ruby era un desastre. Si conseguía abrir bien los ojos podía ver a Amethyst arrojando la última bolsa de papas, a Peridot preparándose para dormir y a Greg dormido en el suelo al otro lado de la sala; pero apenas cerraba los ojos y, aunque fuera solo por un segundo, veía a Sapphire, envuelta en la singular gracia que parecía seguirla a todas partes.

Sonrió para sí misma. Había tratado de convencerse desde hace varios días que no podría sentarse y hablar con la chica sin que pareciera que pretendía un acercamiento que iba más allá de la amistad.

¿Y de qué te quejas? ¿No es eso lo que quieres? Decía una misteriosa voz en su cabeza. Ruby soltó un leve gruñido.

Quieres acercarte a ella, ¿no? Quieres charlar con ella, conocerla. Insistía. Ruby asintió para sí misma.

La piel de Ruby se erizó ante la frase que cruzó por su mente.

¿Entonces qué estás esperando?

La chica se sentó de golpe y miró hacia el suelo para hallar a Amethyst recostada contra el sofá, su cabello desparramado sobre un cojín. Ruby se inclinó y le dio una leve palmada en la cabeza.

-Ame..- Murmuró.- Ame, despierta.

La chica abrió un ojo y dio un leve gruñido.

-¿Qué pasa?...- Preguntó no del todo despierta.

-¿Tienes una escalera?- Preguntó Ruby antes de escuchar el quedo ronquido de su amiga.- ¡Ame!- Susurró un poco más alto.- La escalera.

-Hay una en el pario de atrás…- Y no fue hasta que Ruby se puso de pie que Amethyst reaccionó.- Espera, ¿para qué?...- Cuestionó volviéndose hacia la puerta trasera por donde Ruby ya había desaparecido.- ¿Para qué la quieres?

Ruby estaba tan ocupada tratando de sacar la escalera por su cuenta que no vio a la chica que estaba de pie a su lado.

-¿Ahora qué piensas hacer?...- Preguntó Amethyst mientras se frotaba el ojo.

Una gran sonrisa cruzó por los labios de Ruby.

-Sapphire dijo que su cuarto está en el segundo piso, ¿no?- Dijo aun batallando con la escalera y el tamaño de la puerta.- Voy a necesitar esto.

-Ruby…- Amethyst negó con la cabeza un par de veces con ambas manos en la cintura y una sonrisa burlona- Ni siquiera sabes dónde vive.

-Vive en esta misma calle…- Respondió finalmente sacando la escalera.- Queda a solo un par de cuadras desde aquí.

-¿Y piensas llegar hasta allá cargando mi escalera, que probablemente pesa más que tú, y tocar a su ventana con un ramo de flores y serenata?

Ruby recargó la escalera contra la pared, un ardiente fuego creciendo en su estómago.

-¿Tienes algún problema con eso?- Respondió con una mueca.

Amethyst alzó una ceja.

-Duh, sí.- Dijo con cierta firmeza. Una sonrisa le iluminó el rostro lentamente.- Que no me vas a dejar grabarlo.

Una sonrisa se formó en el rostro de Ruby mientras procesaba la información.

-Eres terrible.- Bromeó volviéndose para tomar la escalera.

Amethyst se acercó para ayudarle.

-Aprendí de la peor.

~o~o

Sapphire era una persona de sueño pesado, quizás es por es que no escuchó el par de piedras que habían sido lanzadas a su ventana.

Tack

-¿Pero qué rayos…?- Musitó Perla sintiendo el sueño desvaneciéndose de su cabeza.

Tack tack

La alta chica se había quedado a dormir con su compañera para terminar un proyecto que, luego de varias tazas de café y botanas, parecía que no acabaría esa noche.

Tack tack tack

-Sapphire...- Murmuró dirigiéndose hacia la cama de la chica.- ¡Sapphire, despierta!- Musitó más alto mientras le agitaba un hombro.

La chica de oscura piel despertó, sentándose lentamente sobre la cama.

-¿Qué pasa?

-Creo que hay alguien afuera de la casa…- Respondió corriendo la cortina solo un poco para echar un vistazo. La luz de las luminarias le hizo arrugar los ojos por un momento antes de volver la vista hacia abajo.

-No es cierto...

Desde la habitación podía ver a Ruby haciendo algunas señas para que abriera la ventana. Perla negó con la cabeza pero abrió de todas formas. Fue en eso que la chica de rizados cabellos se volvió hacia Amethyst.

-¿Cómo me veo?

-Terrible.- Respondió con una sonrisa.- Ahora, sube antes de que me arrepienta.- Agregó sujetando la escalera.

Sapphire se levantó de la cama y caminó con cuidado hacia la ventana. En eso escuchó la escalera aterrizando en el borde de esta. La chica alzó una ceja.

-Perla, ¿qué suce…?

La chica se detuvo en seco cuando notó el inconfundible rostro de Ruby asomándose por la ventana.

-Sapph…- Dijo mientras de asomaba, moviéndose con la gracia de un gato mojado.- Tengo que hablar contigo.

Sapphire parpadeó un par de veces antes de hacer a un lado el mechón de cabello que ocultaba su ojo izquierdo. Mientas, Ruby ya se había acomodado con ambos brazos recargados en la orilla de la ventana.

-Sé que no tenemos mucho de conocernos…- Comenzó aun haciendo fuerza, cuidando de no caer de la escalera.- Y es por eso que quiero hablarte, eres una chica muy linda y de verdad quería hablar contigo desde el día que llegaste…

Perla se aclaró la garganta.

-Voy al baño.- Dijo antes de salir de la habitación.

Sapphire asintió quitar la mirada de Ruby. La chica aferrada a la ventana se pasó una mano por el cabello.

-Sé lo difícil que es llegar a una escuela sin conocer a nadie y que la gente con quien comienzas a juntarte parece no estar muy interesada en ti…- Hizo una pausa mientras intentaba recuperar el equilibrio.-Creo que lo que trato de decir es que sí me pareces interesante, y quiero que sepas que puedes contar conmigo cuando sea.

Sapphire desvió la mirada un momento antes de ofrecerle una pequeña sonrisa.

-Gracias, Ruby.- Dijo arrodillándose frente a la chica.- Significa mucho.

Ruby sonrió.

-Genial…- Dijo antes de bajar la mirada hacia los escalones. Tragó saliva.- Creo que puedo…- Sintió el escalón bajo su pie.-… no, espera…

Fue en eso que sintió su peso venciendo el de la escalera.

-Oh, no…

Tanto el grito de Ruby como el sonido del golpe despertaron a más de un vecino.

Sapphire bajó de su cuarto tan rápido como pudo, hallando a Perla sentada en la sala.

-¿Qué fue eso?- Preguntó la alta chica antes de ver a Sapphire rebuscando entre las llaves para abrir la puerta principal.

-Ruby.- Respondió sin siquiera volver la mirada a su amiga, metiendo una llave a ciegas. Click. Sapphire salió corriendo al jardín y se detuvo de golpe, era como si se hubiera quedado congelada al piso.

-Dios mío.- Escuchó decir a Perla a sus espaldas.

Podía ver a Amethyst arrodillada en el suelo, intentando reposar la cabeza de Ruby en su regazo.

Sapphire entonces reaccionó.

-¡Ruby!- Gritó corriendo hacia la chica.

-Vamos, Ruby…- Murmuraba Amethyst mientras de daba pequeñas palmaditas en las mejillas.- Despierta, despierta.

Ruby tomó una bocanada de aire y comenzó a toser, su respiración agitada.

-Maldita sea, Ruby.- Exclamó Amethyst ayudando a la chica a sentarse en el césped.

-¿Estás bien?- Preguntó Sapphire mientras se sentaba a su lado. Podía sentir lágrimas frescas formándose en sus ojos.

-Estoy bien…- Respondió sintiendo una mano posándose en su hombro. Soltó una risita.- Tus manos están heladas, Sapph…- Agregó antes de tomar las pequeñas manos de la chica entre las suyas.

Sapphire parpadeó un par de veces, confundida cuando Ruby las acercó a su boca. Sapphire soltó una risita al sentir el cálido aliento de Ruby en sus manos.

-Ruby…- Dijo en voz queda.- Ruby, detente.

La chica alzó la mirada antes de sentir algo tibio que raspaba y escalaba por su garganta. Comenzó a toser.

-Respira…- Murmuró sujetando los hombros de la chica.- Respira profundo.

La vista de Ruby comenzaba a nublarse, podía escuchar la voz de Amethyst a la distancia, parecía hablar por teléfono.

-Greg, despierta y mueve el trasero, estamos a un par de cuadras, trae la camioneta.

Las manos de Sapphire pasaron de sus hombros a su espalda, abrazándola contra a su pecho.

-Respira, Ruby.

Ruby escuchó la camioneta llegar antes de lo que creyó. La voz de Greg distante. En eso notó a Amethyst acercándose, la chica tomó el brazo de Ruby y lo pasó por encima de su propia cabeza.

-Vamos, amiga…- Murmuró tratando de alzarla.

Sapphire escuchó la puerta de la camioneta abriéndose y en segundos Greg ya estaba a su lado, sujetando a Ruby del mismo modo que Amethyst.

La espalda de Ruby halló el acolchonado asiento de atrás de la camioneta, soltó un gruñido cuando Amethyst prácticamente le azotó la puerta en la cara. Recostó su cabeza en la ventana.

-¿A dónde vamos ahora?- Preguntó Sapphire, abriendo la otra puerta para buscar acomodarse junto a la semi-inconsciente chica.

-Es una buena pregunta.- Dijo Perla mientras se sentaba al lado de Sapphire.- Hasta donde sé Ruby vive algo lejos.

-Sí claro, si con "algo" te refieres al otro lado de la ciudad.- Comentó Greg mientras se abrochaba el cinturón.

Sapphire escuchó a Ruby toser un par de veces más, se volvió hacia la chica sintiendo unas pequeñas y tibias gotas cayendo sobre su mano y rodillas. La chica de rubio cabello se estiró para encender la luz en el techo, soltó un grito ahogado.

-¿Acabas de toser…sangre?

-Estoy bien…

~o~o

-O-oh…- Dijo Ruby, su vos queda, bajó la mirada, procesando la nueva información.- ¿Entonces no tendré una cicatriz?

Un tenue rubor cruzó las mejillas de Sapphire, negó la cabeza antes de soltar una corta risa.

-Lo siento…- Comentó Ruby rascándose detrás de la cabeza.- eso sonó más gracioso en mi cabeza.

-No estuvo tan mal.- Respondió acomodándose un mechón de cabello tras su oreja, la sonrisa aun en sus labios.- Creo que fue gracioso.

Un tenue rubor se apoderó de las mejillas de Ruby y su mirada se clavó en el montón de libretas puestas frente a ella. Frunció el ceño ante los pocos recuerdos que le venían a la mente.

-De verdad lo siento mucho…- Murmuró cerrando los ojos con fuerza, su voz quebrándose.

-Ruby, está bie..

-¡No, no está bien!- Exclamó apretando los puños y azotándolos en la mesa.- No tenía por qué ser así. Solo quería que confiaras en mí, quería conocerte, quería…- Podía sentir lágrimas de rabia formándose en sus ojos.-…quería que fuéramos amigas.

Ruby sentía ganas de estrellar la cabeza contra la pared al escucharse a sí misma decir aquellas palabras. Se llevó una mano al rostro y se limpió las lágrimas con movimientos tan toscos y poco agraciados que le hicieron soltar un suspiro, incluso su brazo estaba húmedo. Se sentía como un total desastre.

Sapphire bajó la mirada, su ojo izquierdo hallando el rostro le la chica mientras se acercaba y posaba una pequeña y delicada mano sobre un puño grande y tembloroso.

-Podemos ser amigas.- Dijo, su voz queda mientras hacía a un lado un par de libretas suyas para acercarse un poco más. Su mirada aún clavada en sus manos.- Si aún quieres...

Ruby asintió, esperando pacientemente mientras Sapphire luchaba contra el nudo en su garganta.

-Y…cuando salgas de aquí, claro…- Agregó volviéndose hacia Ruby, un brillo de esperanza pura en su mirada.-…podemos salir a algún lugar.

Una pequeña sonrisa iluminó el rostro de Ruby.

-Hay un parque cerca de donde yo vivo.- Dijo, quizás algo rápido.- Bueno, si no te molesta estar fuera porque si quieres podemos ver una película o ir por un café o…

Sapphire le devolvió la sonrisa, el sencillo gesto deteniendo en seco las palabras de Ruby.

-Me encantaría.

Notas:

Bueno, aquí estoy de vuelta con otra historia.

En caso de que te lo preguntes, no, no va a tener continuación. Lo siento, es solo que creo que se me dan un poco más las historias cortas así que es muy posible que ninguna de las mini historias que suba aquí la tengan. Y solo por si quedaba duda, la mayoría de los capítulos serán de UA (Universo Alterno) :)

Aún así espero que te haya gustado, puedes dejar un comentario si quieres, significan mucho de veras.

Hasta la próxima :D