Título: Caminemos Juntos.
Resumen: Destino o casualidad, qué importa, ellos estaban ahí. Doce jóvenes de mundos y mentalidades distintas en un aula de clases; todos habían estado solos, hasta que la vida les dio la oportunidad de cambiar un poco sus vidas. Secretos dolorosos y recuerdo amargos. "El camino será díficil" Crueles palabras. "Entonces, caminemos juntos" arriesgadas palabras. N'H N'T S'S SH'T G'M K'I
Nota de autora: Bueno, no sabía si publicar esta historia, porque aunque tengo mucho tiempo trabajando en ella, no estoy del todo segura de que vaya a ser del interés de muchos, igual, espero y le guste a alguien por ahí.
Cualquier error o duda, por favor, no duden en reportármelo, yo con gusto atenderé lo que me digan :3
Introducción:
"Rápido; rápido" Se repetían con entusiasmo y frustración una vez y otra, mientras sus lápices se movían a toda velocidad sobre las hojas de papel en sus cuadernos sobre sus escritorios. Tal vez no era oficial, pero aquello era una competencia, una fría y sangrienta competencia… Bueno, quizá no era sangrienta, pero ¡Era cuestión de orgullo! Ninguno podía ser el segundo y mucho menos algo después.
Había títulos, reputaciones y orgullos que defender. Aquél, era un grupo lleno de deseos y sueños, lleno de esperanza y de la ilusión de ser adultos admirables en el futuro, pero también habían razones personales.
La primera en la lista; Ama Tenten, la "Autosuficiente mujer independiente". Cabellos y ojos castaños, piel morena en palidez y una bella sonrisa acompañada de dos rodetes bien redondos. La joven con ganas de vivir la vida que tenía dentro el espíritu de un viejo sabio. Desequilibrio total. La consejera, la amiga, la fiel, la torpe distraída con inteligencia imposible de adivinar. Le gustaba ganar, pero odiaba perder, por lo tanto, necesitaba ganar para poder restregárselo a todos en la cara. La menos interesada en el qué dirán, siempre firme, siempre fuerte, siempre sensible y siempre a la defensiva. Ligeros arranques de feminismo. Una amante de la vida y de las enseñanzas que esta le podía ofrecer.
La segunda en la lista; Haruno Sakura, la "Perfecta cerebrito del corazón rebelde". Más allá de sus ojos verdes esmeralda, o sus cabellos rosas, esta chica poseía el don de memorizar todo al pie de la letra. Perfección absoluta, ligeramente obsesionada con la limpieza. Y aunque solía ser seguidora de las reglas, jamás las seguiría más que a sus propios sentimientos. Competitiva, siempre razonable, sentimientos hechos nudos. Profunda e intensa chica sabia. No podía perder, pues debía ser la mejor, pero, en especial, no podía permitir que su rival número uno la venciera. Por muchos años la inseguridad la persiguió, hasta que apareció una rubia razón para querer ganar en todo y después, aparecieron un par de ojos afilados que la obligaban a querer impresionarlos y demostrar que podía estar a su nivel.
Siguiéndolas de cerca, Hyuuga Hinata, mente tímida e impecable, pureza por doquier. A pesar de ser bella y perfecta en muchos sentidos, Hinata había perdido demasiado, tanto, que a pesar de toda aquella perfección, no había rastro alguno de autoestima en su bella cara casi de porcelana. Sus ojos eran bellos, tan puros como ella, blancos, como la luna, pero el brillo de sus ojos sólo se asemejaba al brillo de la luna cuando su sol se encontraba cerca. Poseía unos hermosos cabellos negros azulados, largos y brillantes, un cuerpo hermoso que, para la mayoría, era desconocido. A pesar de su timidez y falta de autoestima, Hinata sentía como necesidad superarse a sí misma, para mostrarle a todos, pero en especial a ella misma, que no era tan inútil, y ¿Qué mejor forma que venciendo a sus compañeros? Tal vez, al menos ellos, la reconocerían como alguien capaz y no como el fruto más incompetente que había dado la familia Hyuuga.
Hyuuga Neji, primo hermano de Hinata y algo así como su guardaespaldas sin sueldo. "El bello, frío y hombre perfecto para cualquier mujer que, por supuesto, no está interesado en ti" Aquella frase había sido una ocurrencia de una de sus amigas, que, aunque irritante, podía ser cierta. No muchos conocían la historia de Neji y Hinata, ya que ambos habían sido realmente reservados respecto al tema de la familia Hyuuga, lo único que cualquiera podía ver, era que Neji cuidaba con su vida a Hinata, cosa que al principio levantó sospechas pecaminosas, pero con el tiempo, todos se dieron cuenta de que estaba en la programación de Neji proteger a cualquiera que quisiera. Al igual que Hinata, poseía unos ojos del color de la luna, y cabellos largos castaños, los cuales siempre traía atados en una coleta baja y floja. Cuando las cosas comenzaron, Neji solía ser rígido y hasta aburrido, siempre callado, con misterios rodeándolo, hasta que apareció su mejor amiga y entendió lo divertido que era hacer molestar a una chica. Su razón para no perder era sencilla, él había sido nombrado genio, y no perdería su título ante ninguno de aquellos niños, era cuestión de orgullo.
El quinto en la lista; Inuzuka Kiba, el patán con cerebro. Tal vez pocos lo han notado, pero aquellos rompe corazones sin alma que vemos a menudo, son más astutos que muchos cerebritos, es de suponer que necesitan inteligencia para complacerse a sí mismos sin consecuencias y en especial para mentir tan bien. A pesar de ser un mujeriego, tenía un noble corazón. Constantemente se mentía en problemas, especialmente por sus amigos, a quienes era fiel como un perro. Ojos negros llenos de ternura y una sonrisa juvenil, imposible decidirse por cuál era la razón de que las mujeres se arrastraban por un poco del amor de aquel castaño, pero, ¡Oh dios!, él amaba eso. De pasado desconocido. Perseguido por sus pecados y culpas constantemente. Antes de meterse en todo aquello, había hecho una promesa; Él dijo que sería el mejor y nada ni nadie lo iba a parar… ¿Él qué carajo iba a imaginar que le tocaría con una bola de locos obsesionados con ser el número uno? En ocasiones se reclamaba a él mismo por todo el tiempo que perdió con mujeres en lugar de aprender lo que debía aprender en la escuela, pero, después recordaba lo placentero que había sido.
El siguiente era Nara Shikamaru, el genio desinteresado. Era difícil de creer sin conocerlo bien. A simple vista, Shikamaru parecía un vago sin futuro, el primer error era menospreciarlo de aquella manera… Bien, tal vez era algo vago y su futuro podía estar en duda, pero, tal vez ninguno de sus compañeros podía competir contra su intelecto, pero sí contra su rapidez, de tener la rapidez y el entusiasmo de algunos de sus compañeros, seguramente los habría hecho polvo segundos después de haber comenzado. Shikamaru tenía los ojos y el cabello negro, este último lo llevaba peinado como si de una piña en la cabeza se tratase. Su razón para ganar… bueno, realmente no tenía una demasiado importante, sólo seguirle el juego a todos los que lo rodeaban. Su razón para estar ahí… sus padres lo habían obligado, según ellos, era una escuela "Para chicos de lento aprendizaje", por supuesto que él descubrió al instante que aquello era mentira, pero nunca pensó que lo exprimirían hasta secarlo.
El número siete era Sabaku No Gaara; "Salvaje pelirrojo que tú no puedes tocar", sí, otra de las ocurrencias de esa chica rubia, aun que, como con Neji, podía estar en lo correcto. Gaara tanto apuesto como intocable para toda mujer, a excepción de la mayor parte de sus "Amigas" ―por llamarlas así, no era que le desagradaran, sólo, a veces parecían más unas acosadoras que sus amigas―. Era misterioso y constantemente frío sin quererlo. Además de ser pelirrojo, Gaara tenía unos bellos ojos verdes algo faltos de brillos, además, tenía unas extrañas ojeras cuya razón era desconocida para muchos. Tampoco tenía cejas, pero según cierta rubia, daba igual, pues "Seguía estando bueno". Gaara quizás había sido el más solitario de todos, teniendo sólo a su hermana como compañía de vez en cuando, por lo tanto, le costaba tratar a las personas de forma correcta. El inexperto. Tal vez, de los doce jóvenes presentes, él era el único que lo hacía todo con calma, pues aún si alguno de aquellos terminaba antes que él, seguiría sin representar competencia alguna para este bello peli rojo.
Después de su hermano, Sabaku No Temari; "La mala combinación de intelecto y fuerza", esta descripción había sido dada por Shikamaru y claro, después de eso recibió una "Sabia paliza". Temari era la hermana melliza de Gaara, por lo tanto, era como su polo opuesto. Esta chica sólo tenía en su mente la palabra "Ganar" y no dejaría que nadie le quitara su objetivo. Aunque inteligente, Temari podía ser imprudente y apresurada. Debajo de su rudeza e independencia había un corazón sensible y comprensivo que no se dejaba mandar por nadie, pero tampoco se dejaba vencer, y menos, por aquellos tontos de mala categoría.
Uchiha Sasuke era el noveno en la lista. "La creación más bella en este mundo", aquellas palabras habían escapado de una pelirrosa, quien después se retractó, pero daba igual, sus amigas pensaban igual, o al menos, sus opiniones no eran tan distintas. Sasuke, quien poseía unos intensos ojos negros y un cabello del mismo color con reflejos azules, era de quien se tenían más altas expectativas. Uchiha era perfecto en miles de sentidos. Era físicamente apuesto, con una personalidad profesional a pesar de su corta edad. Su razón para ganar, era demostrar que valía tanto o más de lo que valía su hermano mayor, quien era una leyenda en aquella institución. Alma atormentada, orgulloso compulsivo y no con mucho talento para comprender la complejidad de los sentimientos de las personas.
Y el rival número uno de Sasuke, Uzumaki Naruto. Este "Rubio idiota" era más de lo que parecía a simple vista. Era verdad, no era tan inteligente como el resto de los psicópatas que lo rodeaban, ¡Pero se esforzaba! Para él era difícil estar entre los genios más genios de la ciudad, y probablemente no existía persona que no creyera que aquel chico estaba ahí por error, incluso él lo pensaba. Quizá la única persona que no creía que él era estúpido era Hinata, pero Hinata podía considerar tierno hasta al psicópata sanguinario de Gaara, así que no valía. Naruto, según su rubia amiga, poseía unos ojos tan, tan bellos que se podía considerar que la belleza de sus ojos compensaba su estupidez. Con un corazón noble y una enorme sonrisa. El luchador incansable, constantemente la carnada. "Siempre se joden al más idiota".
Ino Yamanaka, una genio… Una genio no muy equilibrada mentalmente y demasiado extraña. "Las rubias no son inteligentes", "¡Las rubias sólo son bonitas, no tienen otra utilidad!", tantos señalamientos, tantas acusaciones, tantas personas envidiosas de una persona tan perfecta como ella. Ino poseía un cuerpo espectacular, era inteligente debido a las influencias de su padre, ¡Y ni hablar de su personalidad! Aquella personalidad payasa y atrevida que su madre le había heredado. Ino había sufrido el rechazo de las niñas por ser una amenaza. Ino sabía lo que se sentía ser utilizada sólo por "Ser bonita". Ino era la más interesada en ganar, no sólo porque aquello se había convertido en una competencia, si no porque Ino quería convencerse a ella y a todos de que no era una tonta, de que no estaba hueca, de que tenía un corazón y por sobre todo, demostrarle a aquella idiota que estaba equivocada al decir que "Uno de sus pechos era más grandes que su cerebro"
Y por último estaba Matsuri. Ella no quería estar en primer lugar, quería estar en segundo… No porque no fuese ambiciosa o que fuese una conformista, ella quería ser segunda y que Gaara fuese el primero. Matsuri era castaña y tenía los ojos negros, era entusiasta y lo único que amaba más que la diversión, era a Gaara. La de la sonrisa eterna, la bromista… La enamorada. Lo curioso de esta chica, no era que no se pudiera hablar de ella sin mencionar a su pelirrojo amado, si no que, tenía un sentido de la lógica impresionante incluso para los mayores. Al salir de casa, había escapado de un mundo que sólo la dañaba. La fuerte, la misteriosa, la que jamás diría que estaba sufriendo.
Tantos sueños, tantas promesas, tanto que defender... Pero ellos lo sabían, no importaba el resultado, todos lo aceptarían de manera madura y su amistad perduraría manteniéndose unidos hasta el final o quizás hasta después.
Finalmente, después de un largo recorrido, después de años de sufrimiento y soledad, habían encontrado un grupo al que pertenecían, personas con las que se sentían entendidos y por quienes harían de todo para defender, quizá las cosas entre ellos no eran tan amorosas, si no por el contrario, siempre competían y en ocasiones se trataban con indiferencia, pero habían desarrollado miles de maneras distintas de demostrar cuán importantes eran unos para otros.
Pero la vida no siempre es tan placentera y sumisa, siempre te trae nuevos problemas, y las cosas para ellos cambiarían de un momento a otro, reviviendo pasados dolorosos, provocando la busca de una cura al tormento.
―¡Terminé!―…
Bueno, honestamente, creo que me quedó algo largo mi intento de introducción, pero no me resistí a hablar de todos por separado, de verdad que los amo a todos xD
Ahh, y sí, lo sé, el título está de lo más ghei, pero pensé en muchos y la verdad ninguno me convenció, este ya se me hizo el mejor porque se trata de amiguitos y eso... Bueno, ya, mejor le paro, luego eso de hablar sola se me puede quedar...
Y como dije antes, cualquier error, duda, etc, repórtenmelo con toda confianza, acá, bien gheis :3
