Disclaimer: Saint Seiya no nos pertenece, de momento (insertar risa malvada)

Las frases en cursiva son intervenciones o pensamientos del pobrecito nieto/sobrino que encontró nuestra locura de libro

Las frases entre "comillas" son los dialogos

"Capitulo 1: el vídeo maldito"

13 de Septiembre de 2058

Era ya de noche, viernes, para ser exactos. Y no cualquier viernes, sino viernes 13. En cualquier otro lugar y circunstancia eso a David le habría importado lo que le importa un pepino, es decir, nada; pero en esta ocasión era diferente. Y se preguntarán por qué.

Pues bien, la razón es muy sencilla: había prometido cuidar la gran casona de sus abuelos mientras éstos estaban de viaje en Cancún. Maldecía su propia suerte y a sus tías y abuela, pues cuando ponían esas caras de borregos a medio morir le era imposible negarse. Pero él pensaba que se trataría de ir a echar un vistazo de vez en cuando, vigilar que todo estuviera en orden¡no que tuviera que quedarse allí! Encima la maldita casona era enorme, con mas de 15 habitaciones y 2 o 3 baños por planta, cocina, un salón que era más grande que todo su apartamento, y una buhardilla en la que se habrían podido construir 2 canchas de baloncesto y todavía quedaría espacio suficiente para una pista de tenis. Le recordaba vagamente a otra gran casa, pero no sabía de donde, y eso le hacía sentir incómodo, por no decir que lo asustaba. Y es algo muy comprensible estar asustado cuando se está solo en una gran casa, un viernes 13 por la noche, habiendo visto un montón de pelis de miedo donde todo transcurre en mansiones como esa y tus sentidos te juegan malas pasadas, escuchando ruidos y viendo sombras.

"Esta es la última vez que me dejo convencer de esta manera por esa panda de locas que lo único que quieren es que me dé un yuyu "– pensaba el pobre David recorriendo las habitaciones, comprobando que todas las ventanas estuvieran bien cerradas – "más las vale que me traigan un buen regalo..."

En ese instante se oyó un gran golpe en una habitación cercana y David pegó un bote del susto. Con suma cautela se giró sobre sí mismo, temiendo encontrarse algo. Soltó un suspiro cuando no vio nada y se encaminó a la habitación de la cual cría que provenía el ruido.

"Tranquilo David, seguro que no es nada, solo el viento que ha abierto la ventana... "- dijo mientras giraba el pomo de la puerta y la abría lentamente. Al principio no vio nada, pero en cuanto sus ojos se acostumbraron a la penumbra vislumbró un claro resplandor. Decidió entrar y encender la luz. Cuando la lámpara se encendió e iluminó el cuarto David pudo ver que era lo que producía ese extraño resplandor, ni más ni menos que un gran palo de metal con un círculo hueco dorado en uno de sus extremos, muy abollado y rallado – "valla"- lo recogió del suelo y se encaminó hacia una pared que tenía unos ganchos- "seguro que se ha caído de ahí"- pero justo cuando lo fue a poner en su sitio sintió un extraño hormigueo por sus brazos y lo dejó caer al suelo.

Pero éste nunca llegó a tocar el suelo, sino que se quedó suspendido en el aire, flotando, apuntando hacia una cómoda que había en un extremo de la habitación. David estaba alucinado. No debí comerme ese último pedazo de pizza, pensó, estoy teniendo alucinaciones... decidió que lo mejor sería salir cuanto antes de ahí y no mirar atrás, pero cuando lo intentó el artefacto se lo impidió, interponiéndose entre él y la puerta, para luego acercarse a él y empujarlo suavemente en dirección a la cómoda.

David así lo hizo y al llegar a ella ésta abrió uno de sus cajones y de él salió un libro que fue directo a sus manos. Justo cuando hizo contacto con ellas el palo enorme de metal cayó al suelo, y ahí se quedó. David fijó su atención entonces en el libro, que era bastante grande y pesado, pero lo que más le llamó la atención fue que no era un libro normal y corriente, sino que parecía un manuscrito. Intrigado decidió echarle un vistazo, pero mejor en su cuarto. Allí al menos tenía palomitas y la tele por si se aburría del libro. Luego recordó el palo en el suelo y decidió que también se lo llevaría, no fuera que se enfadara y le hiciera algo. Con estas cosas nunca se sabe.

Una vez en su habitación se recostó sobre su cama y abrió el libro. La caligrafía le sonaba vagamente, aunque en algunas partes cambiaba de estilo, de donde dedujo que estaba escrito por varias personas... y no se equivocaba.

Lo abrió por la primera página y empezó a leer:

Viernes, 13 de mayo de 2005

- Anda, la osa, que casualidad, un viernes 13 - pensó David – de hace 53 años.

Querido lector:

Esta es una extraña historia, pero no por eso deja de ser verdad. Lo que le vamos a contar a través de estas hojas mis amigos y yo le parecerá imposible y no menos que increíble, pero supongo que a estas alturas seguro que el Niké ya le ha hecho alguna de las suyas, y le será más fácil creerlo.

- ¿Niké? El palo ese, seguro- David había cogido el bol d las palomitas y se las estaba comiendo a puñados- seguro que aquí cuentan que es ese trasto. – lo miró fijamente recordando la pequeña descarga que le había producido cuando lo cogió. Y siguió leyendo:

Todo ocurrió el día 13 de mayo de 2005, viernes. Álvaro hacía poco que se había comprado una casa nueva, más bien una pequeña mansión, y había invitado a sus amigos a una barbacoa en ella para estrenarla, enseñársela y pasar un buen rato todos allí reunidos.

"¡Ohh! "– Exclamaron las tres amigas, Tamara, Milagros y Ángela, boquiabiertas, al bajarse del coche frente a la casa-" es enorme "– dijeron las 3 al unísono.

"guauu "- dijo Adrian-" es... es... es enorme"-

"Si, ya me lo han dicho antes "- respondió Álvaro – "¿y tu, Juan Carlos¿También piensas que es enorme?"

"No"-

"¿No?" – Preguntaron todos.

"No"- volvió a decir él-" no es enorme, es descomunal... "- respondió bajándose también del coche, mirándola fijamente - "aunque creo haberla visto antes... "-

"Ahora que lo mencionas a mí también me recuerda algo "– dijo Ángela, Angie para los amigos.

Tamara o Tamy, como a ella le gustaba que la llamaran, entornó los ojos y miró la casa, luego miró al resto allí presente y acto seguido volvió a mirar la casa. Entonces abrió los ojos de nuevo, con la típica expresión en su cara de cuando de repente recuerdas algo y dijo:

"Es igualita a la mansión Kido"- y se echó a reír ante la cara de estupefacción de sus amigos-

"¿Mansión Kido?"- preguntó Milagros, o Mila- 2¿te refieres a los Caballeros del zodiaco?"- Tamy asintió.

"Estáis obsesionados con Saint Seiya"- dijo Álvaro- "aunque si es cierto que se le parezca. Anda, ayudadme con estas cosas y ya entremos"-

"Aquí, habló"- le respondió Angie cogiendo una bolsa con los refrescos y los snacks – "como si tu no estuvieras también, cada 2 por 3 estas viendo la serie."

"Bueno, que halla paz"- dijo Adrián, cogiendo él también más bolsas –" mejor ábrenos y pasemos dentro."

- Esto lo han escrito mis abuelos- pensó David- y no sólo ellos, también la tía Tamy, el tío Adrián y los tíos Milagros y Juan Carlos – esto cada vez se pone más interesante...

Y con esto se dio por zanjado el tema de la casa. Entraron y se quedaron anonadados al contemplar lo grande y hermosa que era por dentro. Además la casa ya estaba amueblada, lo que extrañó a más de uno.

"¿Ya estaba amueblada o lo has hecho tu? "– preguntó Juan Carlos

"No, ya estaba, era una de las condiciones de venta, quien la comprara tendría que hacerlo con muebles incluidos, aunque en el precio no estaban incluidos..." – respondió Álvaro mientras les hacía un gesto para que lo siguieran hacia la parte trasera, al jardín, donde harían la barbacoa.

"Esto es un poco extraño" – Tamy no parecía muy contenta de encontrarse ahí- "no me gusta para nada."

"Mujer, no es para tanto"- respondió Mila mientras la empujaba hacia la salida a por el resto de las bolsas – "míralo por el lado positivo, con muebles ya no nos sentamos en el suelo"- y ambas salieron al jardín, donde ya estaban los demás mirándolo todo con curiosidad.

El jardín era muy grande, con muchos árboles y plantas por doquier. En un extremo se encontraba una piscina, rodeada de tumbonas y en el otro se encontraba una gran barbacoa de ladrillos, que fue donde dejaron las bolsas con la comida. Como los chicos ya estaban con la barbacoa, limpiándola y encendiéndola, mientras hablaban de fútbol, ordenadores y videoconsolas ellas decidieron que se darían una vuelta por toda la casa para ver como era (y así saciar su curiosidad) y sin más entraron de nuevo a la casa.

Empezaron por la planta baja, cuchicheando entre ellas y riéndose, mientras miraban todo. Se quedaron maravilladas ante el gran salón y la cocina. Subieron a la 1º planta, donde había muchas habitaciones, con baños compartidos cada pocas, todas también amuebladas con lo básico. Después otra planta más con más habitaciones y por último llegaron a la buhardilla.

"¿De verdad queréis entrar ahí?"- preguntó Angie-" estará todo lleno de polvo... y bichos."

"Si, queremos"- respondió Mila, acto seguido se metieron en ella. Angie se encogió de hombros y las siguió.

Mientras tanto los chicos, ajenos a lo que ellas estaban haciendo, decidieron que mejor esperarían a que ellas volvieran de su excursión por la casa. la verdad es que ya tenían hambre y tenían ganas de comer, pero era mejor esperarlas que enfrentarse a su furia si empezaban a comer sin ellas. Así que sin nada mejor que hacer entraron en la casa y dieron a parar al gran salón. El sitio era bastante grande y también estaba amueblado. Al fondo había una gran chimenea, rodeada por varios sofás y en el centro de éstos una pequeña mesita, a otro lado se encontraba un mueble que sostenía un televisor conectado a un vídeo y un dvd, y unos cuantos sofás más de frente al televisor.

Pero lo más curioso es que el televisor estaba encendido y dentro del vídeo había una cinta que se estaba rebobinando por sí misma. Extrañados ante este suceso Juan Carlos, Álvaro y Adrián se acercaron y se quedaron mirando fijamente la pantalla, en eso notaron la carcasa de la cinta de vídeo y Adrián la cogió. La giró para ver el título de la cinta y lo que allí vio lo extrañó aún más.

"Es una película de Saint Seiya"- dijo mirando a los otros dos- "pero su nombre no me suena... "– y se la pasó a los otros para que la vieran.

"Viaje por el Santuario" – leyó en voz alta- "Pues si no lo sabes tu que eres el experto mucho menos lo vamos a saber nosotros" – Álvaro la miró de arriba abajo y se la pasó a Juan Carlos.

"A lo mejor las chicas saben algo de esto"- dijo también mientras la miraba- "¿y si esperamos que vuelvan y la vemos?-"

"¿Por qué no?"- dijeron los otros y se sentaron en los sofás a esperarlas.

La buhardilla estaba llena de trastos, todos cubiertos con sábanas para evitar el polvo y de vez en cuando alguna telaraña que se extendía por las paredes. Las tres curiosearon un poco hasta que algo las llamó poderosamente su atención. En el centro de la buhardilla se encontraba un extraño objeto que resplandecía tenuemente. Era un largo palo de metal que tenía en uno de sus extremos un gran círculo dorado, hueco por dentro. Se acercaron hasta él y el palo emitió un resplandor algo más intenso durante unos pocos segundos, luego se extinguió y calló a los pies de Tamy, quien lo recogió del suelo mientras las otras 2 la miraban.

"Que extraño"- dijo ella, mientras lo examinaba detenidamente- "la verdad es que también me recuerda a algo. Creo que lo he visto antes en alguna parte."

"Yo también creo haberlo visto"- coincidió Mila con ella –" y seguro me vais a tomar por loca pero es igual que..."

"El Niké de Saori"- terminó la frase por ella Angie, quien se había quedado algo atrás observando la escena.

Mila y Tamy asintieron y las tres se quedaron allí plantadas sin decir nada más durante unos cuantos minutos, observando el Niké. Entonces oyeron a lo lejos voces que las llamaban para que bajaran a comer, eran los chicos que ya estaban impacientados y tenían ganas de comer, a parte de las ganas de ver la misteriosa cinta de vídeo que habían encontrado.

Salieron de la buhardilla y bajaron hasta el salón, Tamy todavía llevaba el Niké en la mano, pues habían decidido enseñárselo q los chicos. Y al llegar allí se los encontraron sentados en el sofá mirando el televisor. Álvaro al sentir ruidos detrás se giró y las vio acercarse hasta ellos, portando el palo en la mano

"¿Y eso?"- preguntó mirando a Tamy.

"Parece que a los antiguos dueños también les gustaba los Caballeros del Zodiaco"- extendiendo el Niké para que lo vieran- es clavadito al de los dibujos.

"¡Anda!"- exclamó Adrián- "sí el Niké de Atena. Nosotros también hemos encontrado una cinta de vídeo de los Caballeros."

"¿Y que es¿Una de las pelis o los capítulos de la serie?"-

"Parece un peli, pero a mí el titulo no me suena de nada"- respondió

"Pues la vemos y así salimos de dudas"- dijo Juan Carlos mientras se levantaba para coger el control remoto del vídeo y le dio al play.

La cinta se puso en marcha mientras ellas se acomodaban también en el sofá, Mila al lado de su prometido, Juan Carlos; Angie al lado de su novio, Álvaro; y Tamy justo en el centro de todos, al lado de Adrián. Todavía portaba el Niké en su mano y lo puso sobre su regazo, de modo que todos lo tocaban y así se quedaron mirando la tele.

En la pantalla empezaron a surgir imágenes y la música de la cabecera de la serie. Justo en el momento en que Juan Carlos fue a rebobinarla para pasar el trozo de la canción hubo un fuerte resplandor procedente del Niké y del televisor que los envolvió a todos haciendo que cerraran los ojos. La luz los engulló y los transportó hasta dentro del televisor, donde se veía una imagen del Santuario de Atena en Grecia y 6 bolas de luz que se dirigían cada una a un sitio diferente del lugar.

De esta forma Tamy acabó en el templo principal del recinto, el santuario de Atena, Álvaro en el templo de Sagitario, Adrián en el templo de Libra, Angie en el templo de Leo, Juan Carlos en el Coliseo y Mila en el recinto de las amazonas. Todos inconscientes.

David no se creía lo que ahí estaba escrito ¿Acabaron dentro de la película¡Anda ya! Seguro que esto lo habían escrito un día que estaban todos fumados o bebidos, fijo. Y la verdad es que no le extrañaba nada de nada, solo había que conocer a sus abuelos para saber como las gastaban, siempre de juerga. Decidió seguir leyendo.

Continuará

Notas de Autoras:

Tamy: En fin ya esta el primer capitulo y pensar que todo esto salió de un sueño de Angie, si que sueñas cosas raras no?

Mila: fijo que también salía alguna oveja

Angie: creo que no salía ninguna pero no estaría mal. Bueno si os ha gustado (si no tb) dadnos la alegría de recibir muchos reviews, por fi, por fi, por fi, ...