.- A Christmas Carrot -.

"Dedicado exclusivamente a: Vegen Isennawa, ilovetwilightboys, Diana Albatou, Theo Goldsmith, kaoryciel94, Hikari Sparda, adrifernan19, xilema95, y vergil ansem.

Enjoy!"

Capítulo I: Extraño

Hace tiempo que no se divertía tanto como esa vez. De hecho, no recordaba la última vez que lo había hecho. Y todo por ese extraño visitante…

- ¡L-sama! – llamaba uno de los niños mientras corría hacia él -. L-sama, olvidaste tu gorro.

El pequeño jadeaba por la carrera que había hecho para alcanzarlo. El pelinegro cogió el gorro de lana y le sonrió levemente.

- Gracias, Nate. Regresa ahora con Quillish y permanece con él, ¿de acuerdo?

- ¿Y tú qué harás? ¿Por qué no puedo acompañarte?

El pequeño parecía dolido de no poder seguir a su ídolo. No comprendía que alguien podría querer pasar tiempo a solas. Él mismo había estado solo antes, y por nada del mundo querría volver a estarlo.

- Nate, esto es algo que debo hacer yo mismo.

- Pero L-sama…

- Vete con Quillish de una vez, Nate. Comienzo a perder la paciencia.

El mayor retomó su camino sin decir más, sabiendo que el pequeño obedecería al fin. Se sentía molesto, él y Quillish habían discutido horas antes.

Ya no soy un niño.

No lo comprendía. Era en aquella época festiva en la cual le venían de vuelta todos esos flashes que no conseguía explicar. Y por mucho que caminara, que pensara o se distrajera, siempre terminaba acabando en el mismo sitio. Con o sin Quillish, volvía a escuchar las campanas…

Luego de tres años sin saber el motivo, finalmente encontró el lugar que veía en sueños. Una vieja iglesia abandonada, un incendio… Por todo esto, decidió que debía visitar el lugar él solo.

Y no tengo miedo. Ya no tengo miedo.

Se paró delante de la iglesia deteriorada. La nieve abundaba en el paisaje, y el frío era abrumador. Se quedó contemplándola por un momento, reuniendo valor antes de entrar.

¿Recordaré algo más si lo hago?

Así se encontraba él, cuando advirtió que alguien se había parado a un par de metros, observando también lo que quedaba del complejo. Lo miró de reojo: Era un muchacho, como de su misma edad, demasiado abrigado como para rescatar algo más de su apariencia.

Mm… Me pregunto si será una molestia…

El pelinegro volvió a concentrarse en lo que estaba haciendo, y consiguió avanzar un paso más hacia el complejo. Sintió que el otro muchacho lo miraba ahora a él, lo cual le dio más fuerza de seguir avanzando sólo para quitarse de su vista.

- ¿No pensarás entrar ahí o sí? – habló de repente el extraño.

El pelinegro se detuvo en plena marcha. ¿Le estaba hablando a él? ¡Qué entrometido se le antojaba de repente! Sin duda alguna sería una molestia.

L volteó un poco para ver si en verdad se dirigía a él. Encontró al otro mirándolo de vuelta con esos enormes lentes protectores que le cubrían medio rostro por completo.

- Mm… - carraspeó L, y siguió caminando como si nada.

- ¿Es en serio? – insistió el otro siguiéndolo interesado.

Ya estaban en la puerta destrozada cuando el pelinegro se volteó bruscamente a encararlo.

- Ya, basta. ¿Podrías por favor irte? Estás molestándome.

El muchacho abrigado se quedó observándolo, pues el pelinegro no lograba distinguir ningún rasgo de su rostro como para decir que lo había tomado por sorpresa. No obstante, podía ver la parte inferior del rostro, y ésta sonrió.

- Tengo tanto derecho para entrar como tú – replicó altanero.

- No planeabas hacerlo hasta que yo lo hice. Así que lárgate hasta que yo me vaya si deseas hacerlo.

- ¿Por qué no puedo hacerlo ahora? Estoy aquí presente, ¿o no?

L quería golpearlo. ¿Qué le daba derecho a ese tipo de arruinar su tan importante ocasión? De todas formas, tendría paciencia. Vivir en un orfanato te daba ese privilegio, una tolerancia infinita.

Sin decir nada, el pelinegro volvió a girar y salió del lugar.

- ¿Qué? ¿Así nada más? – espetó el muchacho incrédulo - ¡Vamos! ¡Entremos juntos! Será divertido.

Divertido. Será todo menos eso, pensó L mientras se alejaba.

- Oye, no quise molestarte, lo siento.

El extraño lo había alcanzado tan rápido que L no se había dado cuenta. Se sobresaltó cuando oyó su voz justo en su detrás, mas no le respondió.

- Vuelve, ven. Si quieres te espero afuera…

De improviso, el muchacho le sujetó de una mano para detenerle. L se sorprendió más ante el acto, y se zafó con gesto indignado.

- ¿Qué haces? – preguntó acalorándose un poco.

- Sólo trato de…

- ¿Tienes algún problema conmigo?

- No, yo sólo…

- Entonces déjame tranquilo, y haz lo quieras.

L se estaba cansando. ¿Ni siquiera lo conocía y ya se atrevía a tocarlo de esa manera? Reemprendió su camino más molesto que antes.

- Yo te conozco – soltó de pronto el extraño quedándose rezagado. L se detuvo una vez más -. Vives en ese orfanato, la Wammy's House.

Ah, por eso le dije a Quillish que se apresurase en hacer levantar un muro más alto.

- ¿Y qué?

- Te seguí a propósito.

L lo examinó detenidamente.

- ¿Quién eres?

El extraño sonrió.

- Dime primero tu nombre.

- … Danuve – respondió L algo incómodo.

- En ese caso, puedes llamarme Ryuuzaki.

Notas de Sume-chan: Hi! Bueno, para dudas: Este fic es todavía antes de Before you Know, jeje. Las edades de los muchachos es de aproximadamente diez años. Esto es del universo de School Days, no estoy segura de cuantos capis tendrá, pero dado que Without a Limit ya está por terminar, me pondré enseguida a terminar Before you Know y este fic antes de continuar con la segunda temporada de School Days XD

Feliz Navidad! Y hoy sobre todo, feliz Noche Buena!