A él le gustaba su carita de yo no fui, a ella la alta costura. Era tan dulce que podría comérsela.

Something Of A Beginning

Capítulo I

Sunday girl

Estaba metido en un gran problema, Sasuke estaba demasiado lejos, la muerte se aproximaba lentamente. Miró la hoja de examen una vez más mordiendo la goma de borrar del lápiz. Volteó a ambos lados, todos parecían unos –inserte genio de su preferencia— el día de San Valentín, pegados a los pupitres y dejándolo sordo con el sonido del grafito de esas armas mortales.

Debía pasar ese examen, era su última oportunidad, su madre lo mataría, su padre se decepcionaría una vez más. Estaba en medio de la prueba de admisión de la Universidad de Gakushuin, era su tercer intento. Fue a presentar con su mejor amigo, aunque odiaba admitirlo, eran mejores amigos, le debía todo el bachillerato aprobado a Sasuke, a esos cinco años sentado al lado del genio. Durante la ceremonia de graduación le dio su título.

—Esto también es tuyo, hermano—el otro casi se conmueve. A su manera.

Había reprobado todas las pruebas para todas las universidades, pasaron dos años desde la graduación. Él solo había vagueado, ido a la playa, just partying, etc... Su amigo usó ese tiempo para ir a estudiar inglés a Nueva York, él también quiso ir. Pero ya hablaba inglés… ¿ir a la Universidad en la gran manzana? Sí, claro, sus padres irían a visitarlo a la cárcel si se le ocurría ingresar a algún college. No era el rey de las fiestas, era el Emperador.

El tema del inglés era irreversible, pasó 10 veranos en IMG con clases en la mañana. Hablaba perfecto inglés, de hecho hablaba portugués, español y japonés también. No era estúpido. Simplemente no se le daban los exámenes. A pesar de que su amigo había sido el más popular en el colegio, él siempre fue el presidente de la clase, los demás decían que les caía mejor, en los modelos de las Naciones Unidas tenía el título de embajador fijo. Era todo un político, la gente se volvía su amiga con tan solo abrir la boca.

Su madre iba a descuartizarlo, la hoja aún estaba en blanco, faltaban cinco minutos para entregar el examen.

—¡Ey! Naruto—se escuchó una voz diminuta, una femenina. Volteó a su derecha, era una chica, era…imperceptible, como si nunca hubiese estado ahí. Ella movió su hoja, la puso a un lado y se hizo la loca. Quería que le copiase. Él puso una cara de owned y mascó dos veces el chicle que tenía en la boca

—Rápido —siguió, no lo podía creer. Tenía el cabello negro, con flequillo, le llegaba más abajo de los hombros. Sus ojos eran azules, más claros que los suyos; era rara, no podría saber la nacionalidad, pero Nipponjin no era. Debía tener siglos sin ir a la playa, seguro no tenía tan buen cuerpo.

Asintió, no le pareció mal copiarse si ella quería…aún había gente buena en el mundo.

—Vamos—dijo ella bastante nerviosa, algo tartamuda. Empezó a marcar los puntitos, eran demasiados, quedaban dos minutos, sería imposible. La muchacha se veía más asustada que él.

De repente, el profesor que supervisaba volteó hacia el pizarrón, les dio la espalda. Ella era valiente, osada, incluso más que él. Tomó su hoja y el un parpadeo cambió los exámenes, frente a Naruto apareció una hoja con todas las respuestas. Ninguno había puesto el nombre.

Dieron la señal de entregar.


Salieron del aula, el muchacho estaba calmado, por primera vez sintió que lo había hecho bien. Casi.

—Me duele la cabeza—dijo Sasuke masajeando sus sienes. Todos los demás se avanzaban al ascensor, serios, el examen había sido muy difícil.

—¿Ves a esa chica?—llamó a la atención de Sasuke. Una pelirroja, con un suéter cuello tortuga negro.

—Es Yakuza—Sasuke bufó.

—Es en serio, papá vio su expediente antes de que lo robaran, ella vengó la muerte de su papá Yakuza—Sasuke se rio. Él puso mala cara— ¿Recuerdas al tipo que mataron con la esposa en Shibuya antes de que te fueras?—Sasuke le veía entrecerrando los ojos. Le molestaba que no le tomase en serio. De pronto vio como una cabellera negra se movía rápido, parecía querer ocultarse.

—¡Oye!—gritó.

—¿Qué? ¿Esa otra es un vampiro?—odiaba que se burlara así de él.

—Hey, tú—dijo sujetándole el brazo. Ella parecía no haberse dado cuenta de que él estaba cerca, se puso muy roja.

—Naruto…—

—Oye, gracias por ayudarme—dijo sonriendo—pero tu examen…—ella negó.

—No importa…—hundió las cejas y miró hacia otra parte.

—Un momento…¿cómo sabes mi nombre? —

—Ya me lo habías dicho…durante las preinscripciones en marzo—

—¡Ah! Eras…—no tenía idea de quién era—…tú—dijo señalándola suavemente y poniéndose una mano detrás de la cabeza. No la recordaba, conocía a tanta gente que era difícil acordarse de todos. La escaneó, llevaba esos zapatos bajos CH que su mamá tenía por montones, medías pantys, una falda hasta la rodilla y un suéter ancho. Era una especie de monja, pero le debía la vida, ayuda divina everywhere. Pensó en todo lo que había rezado a la virgen inmaculada la noche anterior.

—Hinata— se presentó por segunda vez. Él se percató de un colgante de oro en forma de corazón… se detuvo, un poco más abajo. Dividad everywhere. Las tenía enormes, incluso con ese saco se notaban, debía ser copa D.

La miró a los ojos—¿ahí estoy yo?—dijo tocando el corazón con un dedo. Pálida y luego como un tomate. Le enseñó las palmas—Ey…ey...solo bromeaba—debía dejar de ser tan atrevido con la gente.

Ella volvió en sí—somos mi hermano y yo—lo abrió dejando ver las dos fotos pequeñas.

— ¡Ah! ¡Como en Flores en el ático!—Sasuke, que estaba a unos metros, pero pendiente del chisme como siempre, se tocó la frente cerrando los ojos.

—Ella no entendió, había hablado muy rápido para su oído. Sonrió otra vez.

—Naruto—dijo Sasuke tocándole el hombro—ya vámonos. No resistió la idea de que era tan insoportable… de que estaba celoso porque ninguna chica le había hablado aún y él sí.

—Nos vemos—cerró los ojos un memento—Hinata— Ella sacó una mano, despidiéndose. Su amigo lo arrastraba por el pasillo.

Subieron al auto, pasaron por Ginza, esa parte de Tokio le gustaba, le recordaba a la Gran Vía de Madrid. Había un silencio sepulcral. Sasuke repetía en su cabeza cada pregunta, corroborando si había respondido bien. El rubio pensaba cómo pediría las llaves de su coche, si pasaba el examen, sería más fácil que le levantaran el castigo. Si ella contestó todo bien…se corrigió.

—¡Maldición!—gritó.

El de cabello negro puso en neutro el E-Class Cabriolet arqueando una ceja.

—No le pedí el número— cerró los ojos y hundió la frente en la palma de la mano. Eso no se hacía. El otro rodó lo ojos. Pensó que en unas horas su cerebro haría reset como siempre y olvidaría que alguna vez vio a esa muchacha. Naruto salió de su depresión, encendió el radio. Las canciones de verano le encantaban, eran…fresh and soft. Como una peli de Lana Turner.

—¿Qué hacemos ahora?—preguntó. Era domingo, un poco más del mediodía, le daban ganas de una Margarita en la piscina— no pongas Blondie en mi carro— su amigo tenía que abrir sus fronteras musicales, no le prestó atención, tocó el botón para quitar la capota del auto, la rubia cantó. Recordó que la copa D tenía una cara de yo no fui que le había gustado.

I know a girl from a lonely street, cold as ice cream, but still as sweet

Sungirl. Sonrió con el dedo índice entre los dientes, apoyando el codo en la ventana.


Bien, este fue el primer capítulo de esta historia. Es un cuento paralelo otro fic titulado Something of the End, que es Sasusaku. En este, la trama será completamente distinta, es un amor demasiado romántico, también es una historia alegre.

Espero les haya gustado, gracias por leer, un beso!

Nipponjin: Japonés en japonés xD

IMG: es una academia de Florida famosa por ofrecer a los largo de todo el año entrenamiento atlético (fútbol, béisbol, tenis, etc…) y educación escolar , los campamentos de verano del campus también cuentan clases de inglés para los extranjeros.