Disclaimer: Los personajes son de Meyer, solo la historia me pertenece. Se prohíbe la copia parcial o total.
Summary: Vientre plano, cadera pequeña, espacio entre las piernas. Huesos de la clavícula, huesos de la cadera. Que sintieran envidia al verme caminar. Todo eso era lo que deseaba, pero ese deseo te lleva a una muerte segura cuando pierdes el control.
¡Un eterno agradecimiento a mi beta Romy! Que gracias a ella esto es posible.
Sin darme cuenta mi vida ya no era mía… ya no me pertenecía.
Anorexia y bulimia hecha poesía.
Me perdí.
Fernanda Sevilla.
Prefacio.
Ya no podía más y lo sabía, era mi fin. Estaba cansada.
¡Faltan solo cinco kilogramos para que seas hermosa! No te rindas ahora. Susurró ella en mi mente. Sabía perfectamente quien era, la conocía a la perfección. Ella tenía tiempo gritándome para que no me rindiera.
¿Cuál es el límite de la perfección? ¿Cómo sabes que debes detenerte? Yo solo quería ser perfecta, entonces, ¿cuál es el precio que se debe pagar?
Sentía sus gritos en mi mente, cada vez que veía mi reflejo en alguna ventana o en algún espejo, sabía que debía seguir adelgazando, aún no alcanzaba mi meta y ella se encargaba de gritarlo a cada minuto, a cada segundo. Cuando pensaba en comer algo, ella me decía que no, que solo me haría daño y que no sería hermosa, ella me decía que me convertiría en el mismo cerdo que era cuando la conocí.
Su nombre era Ana, mejor conocida como anorexia nerviosa, su amiga se llamaba Mía, la bulimia y me estaban llevando a la muerte.
Si aprecias tu salud mental no me sigas en twitter, igual el link está en el perfil.
L. Rococó
