Seguir viviendo

Capítulo 1

By

Tsukire


Disclaimer: Los personas no me pertenecen, esto lo hago sólo por diversión. ATENCIÓN: Los personajes podrían no comportarse como en el anime/manga.


Un joven apuesto de ojos azul y cabello negro trenzado completaba así la décima vuelta alrededor del lugar, totalmente nervioso, se tronaba los nudillos, se mordía el labio inferior ¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Tres horas? ¿Cuatro? Tal vez era menos tiempo, en realidad no lo recordaba, sólo quería que el tiempo fuera más rápido.

EL señor Soun estaba llorando en una esquina del lugar, mientras Genma lo acompañaba convertido en panda mostrándole carteles "Ella estará bien" "Pronto seremos abuelos" Nabiki y Kasumi también estaban presentes, ambas igual de ansiosas que Ranma pero sin demostrarlo tanto.

-¡Maldita sea! ¿Cuándo va a salir el Doctor Tofú?-dijo Ranma mucho más nervioso que en los últimos minutos.

-Tranquilo hijo, un parto puede llegar a tardar hojas-le dijo Nodoka quien traía algunos cafés.

-Es verdad Ranma, además Akane es alguien muy fuerte, tu la conoces. Todo saldrá bien-le sonrió Kasumi.

A pesar de que era algo que ya sabía, Ranma no podía dejar de estar nervioso, el sólo ver como Akane comenzaba a sufrir las contracciones…fue bastante horrible. Nunca había querido que ella tuviese que pasar por algún dolor, incluso si se trataba de algo natural, no sabía mucho de mujeres pero esperaba que a Akane le doliera lo menos posible. Si pudiera disminuir su dolor o hacer algo por ella, es seguro que ya lo habría hecho.

Había llegado el día tan anhelado cuando Akane le dijo que estaba embarazada, fueron muchos sentimientos encontrados al mismo tiempo, es decir ambos ya eran mayores de edad, si, pero no lo bastante maduros. Ahora iba a ser padre, un padre muy distinto obviamente de cómo Genma lo fue con él.

Aún así, no se arrepentía de nada aquella noche en que Ranma y Akane estuvieron juntos por primera vez, la calidez de su piel, Akane sonrojada la mayoría del tiempo, esa noche fue la mejor que jamás haya tenido, porque fue con ella, porque ahora estaban juntos, después de tantos problemas y de tantos malentendidos por fin podría gritarle a todo el mundo que la mujer que amaba era Akane.

Cuando decidieron contárselo a la familia, Akane ya tenía dos meses de embarazo, fue algo que ambos decidieron confesar en ese tiempo, aunque hubieran querido ocultarlo después el vientre de Akane los delataría. Estaban muy nerviosos y temerosos de la actitud que su familia tomaría, después de todo no era muy responsable que a esa edad fueran papás.

-Voy a estar contigo ahí, Akane, cualquier cosa que digan, defenderé nuestro derecho a tener este bebé.

Fue lo que Ranma dijo, esas palabras que hicieron sonreír Akane y que les dieron fuerza a ambos para poder hacerlo. Aún recordaba las expresiones de todos, mirándolos y pensando cuidadosamente en lo que dirían.

Genma y Soun al instante comenzaron a llorar de felicidad, gritando que por fin serían familia, que sus hijos al fin se unirían y que lo mejor de todo serían abuelos. Nodoka por su parte estaba feliz por la llegada de un nieto pero decepcionada porque el matrimonio era prioridad en ese momento. Por su parte, Kasumi le dijo que a pesar de que no era la manera adecuada y ni la edad para tener un bebé, que ella les ayudaría en lo que fuera y que esperaba a su sobrino. Nabiki, de hecho fue la más difícil, se mostró muy molesta con ambos por ser irresponsables, durante unas semanas los ignoró por completo demostrando que estaba totalmente desacuerdo con la decisión de ambos.

Fue cuando el vientre de Akane ya se notaba cuando Nabiki preguntó una vez si podía tocarlo, Akane accedió y entonces Nabiki sonrió saludando por primera vez en meses a su sobrino.

Aunque esta noticia no fue buena para todas, en especial para ciertas personas que les gustaba complicarle la vida a ambos prometidos: Kodachi, Shampoo, Ukyo, Kuno y Ryoga.

Kodachi y Shampoo reaccionaron casi de la misma forma, ambas se pusieron histéricas ¿Cómo era posible que su prometido fuera a tener un hijo con la chica más fea? Kuno también estaba bastante enojado con la situación aunque no tan loco como la amazona y su hermana. Ukyo y Ryoga por su parte, fueron los más sensatos, ellos aunque les doliera profundamente, entendían la situación, a pesar del amor que sentían la llegada de ese hijo era el más claro de todos los mensajes. Ranma y Akane estarían juntos y no tenían de otra más que aceptarlo.


-Ranma, hijo, recuerda que después de esto deben contraer matrimonio- le recordó su madre entregándole su café.

-Lo sé mamá, quiero hacer las cosas bien-le dijo sonriéndole.

-Estoy orgullosa de ti- le dijo sonriendo.

Ranma sonrió asintiendo. De repente lanzó un pequeño grito que lo hizo saltar cuando alguien le picó las costillas.

-Tranquilo, Ranma, sólo soy yo-dijo Nabiki en tono juguetón.

-¡Nabiki! Casi me matas-dijo Ranma poniéndose la mano en el pecho.

-Mírate, Ranma Saotome, nervioso-rió la castaña.

-¿Qué? ¡Claro que no!-dijo Ranma cruzándose de brazos y desviando la mirada.

Nabiki sonrió. La forma de negarlo todo seguía siendo muy inmadura por parte de él, pero confiaba en que cuidaría a su hermana y a su bebé.

-Les tengo noticias de Akane- dijo el Doctor Tofú que hace unas horas había llevado a Akane adentro, ahora salía tranquilamente.

El doctor se sorprendió un poco al ver a todos ahí y luego sonrió.

–Ranma...-lo miró seriamente-¡Felicidades! ¡Es una niña!- dijo el doctor sonriendo -¿Quiere pasar a verla?- preguntó.

Al escucharlo Ranma se sentía el hombre más feliz del planeta ¡Tenía una hija! ¡Una hija con la mujer que amaba! ¿Qué más podía pedir?

Soun y Genma se abrazaron llorando, Nodoka sonrió feliz, Nabiki y Kasumi también lo hicieron, diciendo que estaban ansiosa por ver a la bebé. Ranma fue el único que se mantuvo estático, reaccionó después de unos segundos y sólo asintió.

-Si, si quiero verla.

El doctor le mostró el camino para llegar con Akane, cuando abrió la puerta las vio ahí, estaba Akane con sus cabellos ligeramente pegados a la frente, se veía aún más hermosa de lo que estaba hace unas horas y en sus brazos, estaba ella…su hija. Se acercó temeroso.

-Akane ¿Estás…-se aclaró la garganta -¿Están bien?- preguntó.

-Muy bien Ranma…mira…- le quitó la cobija que cubría parte del rostro a la bebé –Es nuestra hija…-le sonrió la peliazul.

-Es…es muy bonita ¿Verdad?

-Si, lo es…se parece mucho a ti-dijo Akane sonriendo.

-Espero que no, ojalá se parezca a ti- le dijo el ojiazul haciendo a Akane sonreír.

-¿Quieres cargarla?-le pregunto.

-Eh…yo…no sé- dijo nervioso-Nunca he cargado a un bebé antes, ni siquiera sé como debo cargarla ¿Qué tal si la lastimo?-dijo Ranma temblando.

-No te preocupes, mira, la enfermera me dijo que le hiciera así.

Y diciendo esto, Akane colocó lentamente a la bebé entre los brazos de Ranma quien una vez la tuvo, su agarre fue firme, le sonrió picándole una mejilla a la bebé.

-Hola…soy tu papá- le dijo Ranma mientras se movía de un lado a otro. –Hola…- volvía a repetir.

La bebé estaba calmada, parecía reconocer que ahora estaba en los brazos de su padre.

-Es muy pequeña…-dijo Ranma asombrado.

Akane rió tímida ante la inocencia que demostraba Ranma en este momento.

-Claro que si Ranma, es un bebé- los miró tiernamente, para ser sincera si pensó llegar a tener hijos con él, aunque la sola idea de estar juntos la ponía tan nerviosa que era imposible creer que eso pudiera pasar algún día.

Y ahora aquí estaban, los dos, con su primer hijo, ya eran una familia, muy pronto se casarían y podrían estar juntos para siempre.

La familia Tendo y los padres de Ranma entraron instantes después a conocer a la nueva integrante de la familia, todos querían cargarla y estaban muy emocionados, sus hermanas la felicitaron y dijeron que se encargarían de traerle ropa a ella y a la bebé, que estarían ahí cuidándola, en cuanto a Soun estaba llorando en la habitación al conocer a su nieta, Genma y Nodoka estaban más que orgullosos de al fin ser abuelos.

-¡Hola! - dijo el doctor entrando a la habitación.

-Disculpe ¿Podría decirnos cuando podemos llevarnos a mi nuera y a mi nieta con nosotros?- dijo Nodoka.

Ranma y Akane se sonrojaron al instante por el comentario.

-Debido a que el parto fue natural, y la bebé no presenta complicación alguna, el día de mañana ambas serán dadas de alta-dijo la enfermera sonriendo –Ahora, les pido por favor, que dejen descansar a la paciente para que recupere fuerzas y el día de mañana pueda salir sin ningún problema.

-¡¿Oíste eso Akane?! Podrás salir el día de mañana- dijo Ranma emocionado.

Akane asintió sonriéndole. Este podría ser el comienzo de la vida que siempre quiso tener al lado de su familia y de Ranma,


5 meses después.

Ranma y Akane se habían adaptado poco a poco a la vida tan diferente que ahora tenían, ambos seguían estudiando, Ranma estaba estudiando educación física, quería terminar pronto para hacerse cargo del Dojo Tendo y así poder aportar algo a la casa. Akane por su parte, también seguía estudiando y estaba en proceso de encontrar un trabajo de medio tiempo, puesto que no quería sentirse como una carga en ese casa, suficiente era pedirles a Kasumi, a su papá o a los señores Saotome que le ayudasen a cuidar a Hanna, ese sería el nombre que tendría su hija. No lo decía, pero sentía que los molestaban, por más que ellos dijesen que lo harían con gusto.

-Ya llegué- dijo la menor de los Tendo que estaba llegando lista para cenar.

Ya todos estaban reunidos en la mesa que tenía la vista al estanque.

-¡Si! Después de un cansado día, por fin llegó tu mamá…-dijo Nabiki quien cuidaba a la niña mientras se sentaba.

-¡Hanna!-exclamó contenta Akane, la tomó de inmediato entre sus brazos -¿Cómo estás mi amor?- la apretó más, la bebé sintió de inmediato que era su madre.

-Una razón más para no tener hijos, siempre están llorando y huelen muy, muy feo- dijo Nabiki arrugando la nariz puesto que ella le había cambiado pañales el día de hoy.

-Muchas gracias Nabiki, perdón por darte tantas molestias.

-No importa-sonrió la castaña-todo sea por mi futura socia en negocios.

-Akane ¿Puedes llamarle a Ranma? Está entrenando- le pidió Kasumi.

-Si, ya voy…-se llevó a su hija.

Akane caminó hasta llegar a donde estaba Ranma entrenando.

-Vamos a ver como entrena papá- dijo Akane.

Al llegar ahí, vio como ahora su futuro esposo lanzaba golpes y patadas al aire con concentración absoluta, podía ver como su playera estaba manchada ligeramente de sudor y como se limpiaba la frente con una toalla que traía en el cuello una vez que terminó.

-¡Hola!-dijo Akane alzando la mano de Hanna y con voz aguda.

Ranma volteó al instante sonriendo, de inmediato fue hacia donde estaba Akane y le dio un dulce beso en sus labios, cortó pero que le bastó a Akane para hacerla temblar de pies a cabeza.

-Es hora de cenar Ranma- le dijo.

-Si, voy enseguida, sólo me cambio- ahora miró a Hanna –vigila que tu abuelo no se coma mi comida.

Con la llegada de Hanna la hora del desayuno, comida y cena eran más que entretenidas, esa niña era realmente quien animaba el ambiente, todos se esforzaban por hacerla sonreír y si en algún momento comenzaba a llorar, había castigo para el causante de su llanto. Había ocasiones en que se quedaba dormida en los brazos de Soun o de Genma mientras jugaban al shogi, otras veces estaba en el cuarto de Nabiki jugando mientras ella contaba su dinero o a veces estaba en la cocina con Kasumi cuando era hora de comer.

Todos ahí la amaban muchísimo, pero era hora de irse a dormir. Uno a uno se despedían de Hanna como era su costumbre. Ahora Ranma y Akane compartían habitación, que antes había sido la de Akane.

Esta vez, al entrar a la habitación Akane sentía el ambiente un poco tenso, veía a Ranma preocupado sentado al borde de la cama mientras ella colocaba delicadamente a Hanna en su cuna para evitar que se despertara.

-Ranma ¿Qué sucede?-preguntó Akane sentándose a su lado.

-Akane, vámonos por un tiempo-dijo Ranma mirando al suelo.

Eso tomó por sorpresa a Akane, quien lo miró preocupada.

-¿Por qué? Estamos viviendo bien aquí o ¿No te gusta? Además, aunque nos fuéramos no podríamos mantenernos a nosotros mismos, ninguno de los dos ha terminado la carrera.

-No estoy diciendo que nos vayamos siempre, sólo por un tiempo Akane, por favor-suplicó el chico de la trenza.

-Pero ¿Por qué? ¿A qué se debe esta decisión de repente?

El chico se mantuvo en silencio durante unos segundos, después tomó aire y miró a Akane, tratando de explicarle lo que le sucedía de la manera más calmada posible.

-Es por Shampoo y Kodachi- finalmente dijo.

-¿Qué tienen que ver ellas? Ya tiene mucho que no vienen por aquí, desde…bueno desde que Hanna llegó- Akane susurró esas últimas palabras.

-Exactamente por eso- la miró Ranma.

Akane retrocedió un poco preocupada.

-Esto sucede-Ranma se levantó –El otro día fui a comer okinomiyakis con Ukio, estábamos platicando y me contó que Shampoo y Kodachi fueron a hablar con ella para saber si, bueno…-el joven aclaró la garganta –quería participar en algo.

-¿Sobre qué Ranma? ¿Qué tiene que ver esto con Hanna? ¿Qué no ya te habían dejado en paz?

-Si, se supone que si, hace mucho tiempo que ya no sabía de ellas pero Ukyo me dijo que Shampoo y Kodachi dijeron que de ninguna forma aceptaban que Hanna pudiese ser un obstáculo entre ellas y su compromiso que crearon conmigo, así que…por eso te estoy pidiendo esto Akane, ambos sabemos que esas dos están locas, podrían lastimar a Hanna y jamás me perdonaría que hiciesen una cosa así, incluso que te hicieran algo, yo…-Ranma tembló –Yo no podría soportarlo Akane.

Por su parte, la chica estaba anonadada, se llevó ambas manos al rostro aterrorizada por lo que Ranma le había dicho, instintivamente fue la cuna donde estaba Hanna y las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.

-¡No Ranma! ¡Esto no puede estar pasando! ¿Quiénes demonios se creen ellas para decir eso? Tengo miedo Ranma, no quiero que nada le pase a nuestra hija.

-Puede que sólo sean palabras de Ukyo, puede que sólo lo hayan dicho por el enojo-Ranma tomó las manos de Akane para tranquilizarla.

-¡No lo creo! Sabemos como son, y que son capaces de hacer cualquier cosa para lograr lo que quieren.

Ranma abrazó a Akane, quiso hacerla sentir segura con ese abrazo, por su parte la chica comenzó a llorar.

-¡No nos pueden hacer esto Ranma! ¡No pueden!-decía Akane.

-¡Lo sé! Y no voy a dejar que nada les pase- la abrazó aún más fuerte –te lo prometo.

Ranma la separó gentilmente de él, con su dedo índice y pulgar le levantó la cara mirándola a los ojos.

-ahora entiendes por qué te pido que nos vayamos por un tiempo, no quiero preocupar a tu familia, quiero que estén a salvo ustedes dos.

-Pero Ranma ¿Eso no sería huir?- preguntó Akane debido a que conocía al orgulloso artista marcial.

Ranma se quedó en silencio unos instantes, era algo que en otra situación no hubiera hecho ¿Salir huyendo como un cobarde? Eso nunca jamás habría cruzado su mente, pero ahora, tenía que hacerlo mientras pensaba en algo.

-Tengo ahora motivos que me importan más que mantener mi orgullo- le sonrió a Akane para después mirar de reojo a Hanna.

-Entonces ¿Cuál es el plan?- preguntó Akane.

-Mañana les avisaremos a la familia que iremos a unas vacaciones improvisadas, que quiero entrenar por unos días para volverme más fuerte y que me gustaría pasar tiempo con ustedes, además creo que le haría bien a Hanna tomar aire fresco.

-¿No creerán que es un poco peligroso llevarla así?-preguntó la peliazul preocupada.

-Por eso tenemos que encargarnos de convencerlos de que todo estará bien, mientras se calman las cosas.

-Pero ¿A dónde iremos?

-No te preocupes por eso, Ukyo y Ryoga accedieron a ayudarnos, en realidad nos quedaremos en un lugar que ellos nos ayudaron a conseguir, sobre todo Ukyo.

Akane sonrió tranquila, el saber que a pesar de que no era tan cercana con Ukyo, la ayudara de esa forma, estaba muy agradecida y muy feliz de contar con personas tan amables. Y Ryoga, su gran amigo y aunque Ranma lo negara sabía que también lo consideraba así. Nada, absolutamente nada podía salir mal.

-Bueno, mañana nos preocuparemos por eso, ahora, hay que dormir-Ranma le dedicó una sonrisa.

-Es verdad, necesitamos descansar.

Ambos se metieron a la cama, Akane se acostó en el pecho de él, mientras éste la rodeaba por la cintura.

-Todo saldrá bien- Ranma le dio un dulce beso en su frente a Akane para después quedarse profundamente dormido.

-Es verdad, todo saldrá bien.

Al día siguiente ambos chicos dijeron lo que tenían planeado a la familia, Soun y Genma los miraban extasiados de que "la parejita" estuviera más cerca que nunca, fortaleciendo su amor. Ellos accedieron de inmediato. Kasumi les dijo que se cuidaran muchísimo, que cualquier cosa le llamasen y que si querían volver antes podrían hacerlo. Por su parte Nodoka y Nabiki no estaban muy de acuerdo con la decisión. A pesar de que trataron de convencerlos no pudieron lograrlo, lo único que pudieron hacer fue aceptar su decisión y esperarn que estuvieran bien. Nodoka le dio instrucciones a su hijo de que la llamaran cuando llegaran, que se cuidaran muchísimo y sobre todo que cuidaran mucho a Hanna. Todos se despidieron, se abrazaron por un rato, a Nabiki le costó mucho trabajo soltar a su sobrina a quien no verían durante unas semanas. Soun y Genma lloraron al cargar a Hanna.

-Al parecer la extrañarán mas que a nosotros- dijo Ranma entre risas.

-¡Claro que si!-exclamó Nabiki.

Y diciendo esto los despidieron en la puerta del Dojo, Ranma llevaba cargando una gran maleta con todo lo necesario, Akane también llevaba una más pequeña, llevaba a Hanna entre los brazos, se despidieron para perderse caminando por las calles.

-De verdad la voy a extrañar-susurró Nabiki.

-Ella es la alegría de la casa, espero que mi hijo pueda cuidarlas y demostrar que es un gran hombre.

El sol se iba ocultando en la ciudad de Nerima, Ranma y Akane iban caminando por las calles tomados de la mano, sin saber que un extraño los estaba vigilando en una copa de un árbol algo lejana, había escuchado la conversación que habían tenido la noche anterior, puesto que esas dos chicas lo habían amenazado para hacerlo, una vez que les contó su plan le ordenaron hacer algo más, si esas dos no estuvieran locas y fueran unas expertas en combate él probablemente no estaría ahí.

Ranma y Akane tuvieron que caminar un gran trayecto, hasta que vieron poco a poco un gran lago.

El sol ya casi salía, muy pronto estarían llegando a su destino.

-Ranma ¿podemos descansar? Hanna necesita comer.

-Claro que si-dijo Ranma dejando la mochila a un lado.

Caminó para acercarse a ellas cuando de repente se detuvo, miró alrededor frunciendo el ceño, agudizando sus sentidos puesto que sentía la presencia de alguien, algún movimiento entre los árboles, probablemente sería algún ave, así que decidió ignorarlo.

Se sentó al lado de Akane y nuevamente escuchó ese sonido, incluso la chica lo oyó.

-Ranma ¿Qué es eso?- preguntó la peliazul protegiendo instintivamente a Hanna.

-No sé…-dijo Ranma mirando a distintas direcciones, muy concentrado, alguien estaba ahí, definitivamente. El problema era si ese alguien planeaba hacer algo contra ellos.

-¿Quién está ahí? ¡Sal!- gritó el ojiazul colocándose enfrente de su prometida.

-Ranma Saotome…-se escuchó una voz de un joven parado en una rama de un árbol.

Debido a la oscuridad que aún había, el rostro era imposible de ver, era de complexión delgada y tal vez de la misma altura que Ranma, sólo eran aproximaciones ya que no estaban frente a frente.

-Tan observador y hábil…o al menos eso dicen.

-¿Qué quieres?- Ranma adoptó su conocida pose de combate.

-Tu vida…-el chico sonrió de lado.

Diciendo esto, el extraño se lanzó directamente contra Ranma, éste inmediatamente recordó que Akane y su hija estaban cerca de ellos así que dio un gran salto alejándose de ahí, su atacante lo siguió lanzando una serie de golpes y patadas que el artista marcial detenía y esquivaba por una mínima diferencia.

-Es como dicen, eres bastante bueno-dijo el chico.

Ranma ahora podía observarlo mejor, era un poco más alto que él, tenía grandes ojos miel y cabello castaño, por su apariencia no mostraba ser alguien fuerte, se puso en guardia y lanzando un grito volvió a lanzarse contra Ranma.

Esta vez le costó más trabajo detener los golpes, el chico sabía exactamente a donde dirigirse para intentar golpearlo.

-Tu también eres bueno…pero ni sueñes que podrás ganarme-dijo Ranma bastante confiado.

-¡Lo haré! ¡Claro que si! Aprendo bastante rápido.

Nuevamente se lanzó contra el ojiazul pero esta vez, Ranma no pudo ver algunos de sus golpes que se impactaron directamente en su estómago y en la cara, Ranma no podía defenderse, era como si hubiera entendido su patrón de pelea y estuviera usándolo en su contra. Casi al instante Ranma regresó todos esos golpes aunque no acertó la mayoría algunos sí que se impactaron en el cuerpo del chico.

Este se alejó un poco, bastante emocionado por la pelea.

-Es todo un honor pelear contigo

-¿qué rayos quieres? ¿Por qué me atacas así de repente?

-Tengo una orden que cumplir- dijo tranquilamente –aunque tengo una duda Ranma- el chico sonrió de medio lado-¿Qué tan cierto es eso de que te transformas en chica?

Su atacante corrió hacia él, Ranma lanzó una patada al aire que fue esquivada por el chico al agacharse, lanzó un puñetazo cuando el chico logró impactar su cuerpo con el ojiazul levantándolo del suelo y arrastrándolo hasta el lago donde ambos se sumergieron.

Akane corrió hasta donde estaba la pelea, en cuanto vio a Ranma ser sumergido en un desesperado intento se adentró un poco a la orilla del lago aún con Hanna en brazos, pero retrocedió un poco al ver el agua. Nunca había aprendido a nadar y si se lanzaba para ayudar a Ranma probablemente le traería más problemas. Lo único que pudo hacer fue tranquilizar a Hanna quien empezaba a llorar y confiar en que Ranma saldría, de una u otra forma lo haría.

El extraño empujaba a Ranma por los hombros cada vez más profundo, el ojiazul quien había ya tomado la apariencia de una chica luchaba con todas sus fuerzas para soltarse de su agarre sin éxito alguno. El chico, en un movimiento rápido se colocó detrás de Ranma sujetándola firmemente para que no se moviera.

Con una mano comenzó a presionar puntos exactos en la nuca y cuello de Ranma, éste sólo sintió como si pequeñas agujas fuesen incrustadas, sintió como la fuerza poco a poco se iba de su cuerpo, como sus ojos se iban cerrando adormilados y como todo el cuerpo comenzaba a debilitarse. Fue cayendo lentamente mientras veía como la superficie cada vez se alejaba más y más y el último recuerdo que tuvo fue de Akane con Hanna antes de caer inconsciente.

El chico lo soltó y se alejó de ahí nadando, saliendo a unos pocos metros de donde había sumergido a Ranma

Akane no supo cuanto tiempo había estado ahí, esperando, hasta que el sol comenzó a salir un poco más, la chica caminó hasta la orilla del lago mirando por todas partes por si Ranma aparecía, pero no fue así. Comenzó a asustarse.

-Ranma…-murmuró –Ranma…-intentó gritar pero tenía la garganta cerrada –No….no, no, por favor…Ranma…sal….sal…tienes que salir, tienes que salir, por favor….por favor.

Si tan sólo ella no tuviese tanto miedo al agua podría entrar por él pero no había tiempo para suposiciones.

Akane esperó…pero Ranma no salió a la superficie.


NOTAS: ¡Hola! Había querido subir este fic hace ya algún tiempo pero primero quería tener los capítulos adelantados. La actualización será semanal, es decir, cada sábado habrá nuevo capítulo.

¡Nos leemos la siguiente semana!