Hoooooooli! Bueno, nuevo fic. Esta fue una idea que me surgió desde hace muchísimo y no tuve tiempo de plantearla. Sé que no termine la otra historia, y voy a hacerlo, lo prometo, pero también voy a empezar esta. Ninguna tiene que ver, son absolutamente paralelas. Si te gusta hacemelo saber con tu Review y sino también podes dejarme un comentario =D. Por fis, me sirve para saber como voy y si verdaderamente merece la pena escribirla.

Eeeeen fin, Disfruten =D. Shaman King no es mio, sino Men seria mi hijo e.e

Capitulo uno: Tres son multitud.

Abrí la puerta del apartamento silenciosamente, entre en puntitas de pie, y trate de cerrar la puerta, sin que hiciera ese chirrido estrepitoso que siempre hace. Logre pasar por la cocina sin hacer ruido, sin chocarme con nada, tarea difícil por que son las tres de la madrugada y están todas las luces apagadas. Estoy pasando por el living dirigiéndome al pasillo, el cual conduce a mi cuarto, otra vez logrando no chocarme con nada. Casi podía sentir el picaporte de mi habitación en mis manos. Casi. La sala se ilumino de pronto, cegándome por un rato. Cuando mi vista se acostumbró a la luz, pude divisar una figura, la culpable de frustrar mi plan de pasar inadvertido. Todo el esfuerzo a la basura.

-Miren quien decidió aparecer. Te parece que son horas de llegar a casa, Rency Poo? Vos que opinas Anna?- Dijo mi compañero de piso, con su característico tono burlón

Corrección, eran dos figuras las que se encontraban en la sala esperando mi llegada ¿Para que? Solo para joderme la vida, seguramente.

-Espero que tengas una buena explicación para llegar tan tarde, no respetando el horario. De lo contrario, Hao buscara la forma de castigarte- Dijo Anna de forma amenazante.

Hao y Anna, los conozco desde salita de 4, y nos volvimos mejores amigos desde ese entonces. Nos mudamos juntos cuando teníamos 18 años, hace cuatro años atrás, al centro de la ciudad de Tokio.

Resople molesto.

-No tengo por que dar explicaciones de nada, ya soy mayor de edad. Y no se comporten como si fueran mis padres, es fastidioso-

-Por que nos trata así, amor? Acaso no le dimos una buena educación? Comida, un hogar digno? Ves, le das todo y así te pagan- Hao y sus bromas. Algún día, lo voy a matar.

Anna lo miro con una ceja levantada. Era obvio que pensaba lo mismo que yo: Es un idiota con deficiencia mental.

-Hagan lo que quieran, yo me voy a dormir- Dije, cansado de tanta tontería.

-Quieto ahí!- Grito Anna- Por que llegas tan tarde?- Simplemente no podía dejar el tema y ya?

-No pueden simplemente dejar el tema?-

-No- respondieron al unísono.

Fruncí el ceño. Es que no tenían nada más importante que hacer que fastidiarme la vida?

-No paso nada de lo que están pensando. Me retrase por que me quede en la biblioteca terminando un trabajo práctico de la facultad. Punto- Dije, decidido a dejar el tema ahí.

Pero la mirada cómplice y burlona que se dirigieron me decía que ellos tenían otros planes.

-Ajaaam, un trabajo para la facultad, que interesante- Dijo el imbécil con complejo de Ken- Vamos Ren, ni a mi me lleva tanto tiempo hacer un trabajo practico. Y ambos sabemos que no es la primera vez que llegas a esta hora. Que nos hagamos los otros, no significa que no lo sepamos- Dijo Hao divertido- Así que confiesa, quien es el afortunado?-

Los colores se me subieron al rostro. Avergonzado como estaba, viendo que me tenían atrapado, los ignore y me encamine corriendo hacia mi habitación, con sus risas de fondo. Por qué no me mudaba? Arrrg.

Sobre lo que dijo Hao, no es una sorpresa para nadie que soy gay. Me acuerdo cuando se lo confesé a mis padres. Mi mama empezó a fumar 4 paquetes por día, y mi viejo, bueno, comenzó a creer en la terapia. Pero me aceptaron, así que da igual. Mi hermana fue la única que no tubo problema, ella me ama por quien soy, es por eso que es una de las personas mas importantes en mi vida.

En cuanto a mis mejores amigos, ellos se lo tomaron normal, nuestra relación no cambio para nada. De hecho, Hao, siendo el depravado bisexual que es, se ofreció a que pruebe con el. En sus sueños estaría con alguien como yo, en sus sueños. Anna dijo que lo sabía desde que me conoció. Conociéndola, es probable.

Hace cuatro años que vivimos juntos. Tenemos nuestras peleas, manías y locuras, como todas las personas que conviven, pero nos llevábamos genial, y al conocernos tanto, se nos hace más fácil, conviviendo tranquila y amenamente. Bueno, también esta el hecho de que casi ni nos vemos. La facultad y el trabajo nos hacen estar, desde las 7 de la mañana hasta las 22:00 de la noche, fuera de casa. Sin embargo, cuando estamos juntos sentimos como si nos hubiéramos visto todo el día.

No recuerdo en que momento me dormí, pero si que me desperté a las 5:15 de la mañana. En realidad, me despertaron, ya que alguien tocaba incesantemente el timbre. Me levante dispuesto a matar al desgraciado que había interrumpiendo mi sueño de belleza. Observe, con los ojos casi completamente cerrados, por el mirador de la puerta. Es Yoh. Maldito infeliz. Él es el hermano gemelo de Hao, vive al otro lado, por Funbari Oka junto a unos anormales que el denomina amigos. Solo los había visto una vez, en una reunión que Hao organizo por su cumpleaños, hace 2 años. Seres completamente inadaptados y escandalosos. Abrí la puerta.

-Que?!- Le espete, con mi mejor cara de felicidad. Nótese el sarcasmo.

-Hola Ren, jiji- Dijo con su cara de drogado y su risita horrible. Definitivamente, este es el gemelo que peor me cae. Encima, confianzudo- Lamento la hora. Debe ser muy tarde, verdad?-

Lo mire incrédulo. Tenía el atrevimiento de venir a molestar y ni siquiera sabía que hora era?

-A que diablos viniste?- Si venia a molestar, le haría conocer el verdadero infierno.

Se rasco la parte de atrás de la cabeza, con indecisión. No tengo tiempo para esto. Con un gesto de hastío e irritación, tome la puerta, dispuesto a cerrársela en la nariz. Pero su mano interrumpió mi acción

-No! Espera! Vengo por algo importante- Dijo desesperado.- Te molestaría llamar a mi hermano?- Dijo nervioso.

Que si me molestaría? Por supuesto que si!.

-Si- Dije sin rodeos, y tratando de volver a cerrar la puerta.

Pero su mano seguía ahí, impidiéndomelo. Arrrg, hippie insoportable!

-Por favor! En serio, es importante, lo prometo- Dijo suplicante

Resople. Lo pensé un momento, con la mano rascándome la barbilla y finalmente lo mire.

-No- Y ahora si, frente a su asombro y sacando su mano, le cerré la puerta en la cara.

Me fui corriendo a mi cama. Mire el reloj, 5:45 am. Arrrg copia barata de Hao, doblemente insoportable. Me levante molesto, y fui hacia al baño. Cuando salí, en el pasillo me cruce con Anna.

-Buenos días- Dijo cortésmente, como siempre, dirigiéndose al baño

-Buenos días, Anna- Dije, todavía de mal humor.

-Que te pasa?- Siempre tan perceptiva.

-Que no escuchaste el timbre?-

-Si, pero no pensaba levantarme. Tarde o temprano alguno de ustedes se levantaría- Dijo encogiéndose de hombros. A veces, pienso que somos sus esclavos.

-Era el hermano de Hao- Dije molesto.

Ella abrió lo ojos un poco, como si se sorprendiera. Me pareció raro, pero no tenia ganas de preguntarle y, en realidad, poco me importaba. Fui hasta la cocina, y me encontré con Hao durmiendo sobre su cereal. Le di un golpe en la nuca, haciéndolo despertar sobresaltado.

-Despierta idiota, un día te vas a ahogar. Aunque, pensándolo bien, no seria mala idea- Dije medio sonriendo. Lo admito, joder a Hao mejoraba mi humor considerablemente.

-Ese día, vas a llorar como perro abandonado sin mí- Dijo, limpiándose la cara, refunfuñando.

-Ya quisieras, imbécil-

-Yo sé que me amas- Dijo tirándome un beso- Por cierto, quien toco la puerta?-

-QUE?! Acaso, vos también lo escuchaste y no fuiste capaz de levantarte a abrir?- Dije enojado

-Bueno, esteeeem…- Dijo nervioso- Estoy muy cansado, Ren– Caradura, él era el que menos colaboraba con las cosas de la casa, incluso es el mas descuidado con sus estudios, y aparte trabajaba sentado.

-Arrrg olvídalo, no tendremos esta discusión otra vez- Dije rodando los ojos, sentándome con mi taza de café. Olía delicioso.

-Bueno, y quien era gato con botas?-

-Tu hermano- Respondí aburrido.

Su cara fue de total asombro, creo que la noticia lo shockeo un poco. Sacudió la cabeza, tratando de salir de su asombro. Que? Acaso ahora era un perro?

-Y a que vino?- Dijo un tanto ¿Desconfiado?

- Nose, le cerré la puerta en cara- Dije simplemente.

Se rio de buena gana.

-Bien hecho. Yo hubiera hecho lo mismo. Menos mal que no abrí- Si, era un bastardo con su hermano menor, pero no era mi problema, por mí que lo trate como se le da la gana.

Escuchamos el grito matutino de Anna, como todas las mañanas. El típico "APUNRENSE DESGRACIADOS INUTILES O NO LLEGAREMOS". Tan dulce como siempre. Sin embargo, era mejor hacerle caso, así que salimos corriendo con nuestras cosas en una mano, y la llave del auto en la otra.

El día transcurrió tranquilo, como siempre. Lento, monótono, nada especial. Eran las 21:30 pm, cuando estacione el auto frente al edificio. Subí por el ascensor, pero cuando llegue a mi piso, algo se salió de lo normal. Había un montón de valijas y cajas frente a la puerta del departamento, la cual se encontraba abierta. Ahí estaban Hao y un sujeto completamente desconocido para mí, tratando de hacer entrar algo, que pude distinguir como una mesita de luz. Al parecer discutían.

QUE RAYOS?!

-Te dije que no, que así no!- Decía el chico desconocido, enojado. Tenía el pelo verde, ojos verdes, era maso menos de mi altura, llevaba una remera verde oscuro, pantalones negros y zapatillas de color verdes. Al parecer, el color verde es su favorito.

-Bueno, entonces hacelo solo, complejo de Peter Pan. Intento ser amable, pero me lo estas dificultando- Respondio Hao. Ay, por favor, él amable? Desde cuando?. Me acerque a ellos con los ojos entrecerrados.

-Que carajo significa esto?- Dije, temiéndome lo peor.

Ambos voltearon a verme. El chico lechuga me miro con ojos asustados, intimidado. Mi "amigo" me miro nervioso y con una mirada culpable. Que había hecho ahora este imbécil? Mucho pelo, nada de cerebro.

-Gatito gruñón! Llegaste temprano hoy! Como te fue? Disculpa el desorden, en un segundo lo arreglamos- Dijo tratando de parecer normal.

Me estaba cargando? Juro que va a amanecer rapado.

-Hao, que diablos significa esto?- Dije despacio, conteniendo la ira.

-Yo… voy adentro un segundo- Dijo la planta viviente. Buena decisión, no quería tener testigos.

El imbécil extensionado me miro con ojos de perrito, buscando compasión. Se olvido que esa palabra no existe en mi diccionario.

-No te enojes, si?- Dije, soltando un suspiro resignado- Te acordas que anoche vino mi hermano? Bueno, resulta que esta tarde se apareció en mi trabajo. Y adivina que? Tendremos tres nuevos compañeros de piso!- Dijo sonriendo emocionado

Si, definitivamente firmó su sentencia de muerte. No lo golpees, respira, respira Ren. Conta hasta 10!.

-EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO?- Respirar no funciona- Anna lo sabe?- Inquirí furioso

Trago saliva, mirándome con miedo y suplica. Genial, este imbécil había invitado o mejor dicho traído inquilinos a casa y ni siquiera nos consulto a nosotros.

-Estas soñando si pensas que te voy a defender de Anna. Es mas, voy a ayudarla a matarte- Dije pasando por su lado, mientras esquivaba un par de cajas, tratando de entrar a la casa.

Una vez adentro, lo único que distinguí fueron cajas, cajas y más cajas. Sentía que me iba a dar un ataque. Me dirigí a mi habitación, ya tenía la mano en la manija, cuando esta se abrió desde adentro. Frente a mi se encontraba un sujeto de pelos azules, mas alto que yo, con los ojos negros y dedicándome la sonrisa mas estúpida que vi en mi vida. Sin embargo, y jamás lo admitiría, lo primero que pensé fue en lo lindo que es. Pero después reaccione. ¿Quién demonios es este y por qué estaba en mi cuarto?

-Quien sos? Responde, ahora- Dije demandante. Como si no bastara con el chico lechuga, ahora también, aparecía el pitufo.

El sujeto, quien me miro sorprendido cuando abrió la puerta, encontrándose conmigo de frente, frunció el ceño, haciendo que su sonrisa se borrara.

-Ya veo, vos debes ser Ren- Que inteligente, seguro ganó el premio nobel de la lógica. Me tendió la mano y paso a presentarse- Soy Horokeu Usui. Podes decirme Horo-Horo, si queres- Y reapareció esa adorable sonrisa. UN SEGUNDO! ¿Adorable? Quise decir estúpida, si, eso.

Ignore su mano. Estaba demasiado enojado como para ser cortes en este momento.

-Que se supone que hacías en mi cuarto?- Indague, buscando intimidarlo.

-Tu cuarto?- Dijo sorprendido, pero la cambio rápido por una mueca de diversión- Bueno, lamento informarte que, desde ahora, este será NUESTRO cuarto-

Me quede estupefacto. No, de ninguna manera. Un grito, proveniente de la entrada, llego a mis oídos en ese momento… Un grito de mujer

-HAO! QUE SIGNIFICA ESTO-

El pitufo con cabeza de hielo se estremeció asustado. Sonreí con suficiencia, sin saber que este seria el comienzo de muchos dolores de cabeza.

Continuara?