Verdes campos y tableros de ajedrez
Camino, paso tras paso, un pie delante del otro. Un paso, dos pasos, tres pasos. Me detengo. No sé a dónde voy ni por qué lo hago. Me siento vacío, golpeado y atragantado. Me muevo otra vez, paso tras paso, porque si me detengo me puede alcanzar a mí también.
La muerte.
Huyo, giro en un pasillo, está cerca mi habitación. Doy tres pasos más y escucho mi nombre ser pronunciado. Me detengo de nuevo y volteo la cabeza. Bones está ahí. Avanza hasta mí, llega a mi lado.
Respira una vez. Vuelve a respirar. Toma aire y me habla.
—Quería decírtelo en persona.
Lo sé. No quiero oírlo. Él sabe que no quiero oírlo.
Nos quedamos callados.
Su ropa está cubierta de verdes campos y tableros de ajedrez.
Todo está vertido en su ropa.
Siento una presión en mi nariz que sube y se instaura en mis lagrimales. Mis ojos se llenan de agua, se nubla mi vista y de pronto ya no puedo ver ni los campos de verdor asombroso ni los prometedores tableros.
De pronto no puedo ver nada.
Bones mueve su mano hacia mi nuca. Aprieta y empuja mi cabeza hasta que golpea su hombro. Escucho como de mi garganta brota en silencio un grito desesperado.
Me abrazo a él y comprendo que nunca voy a volver a estar rodeado de calor.
Estoy detenido. Ya no me importa.
Puedo unirme a esas almas que ya no están. Es lo justo. Es lo que quiero. Lloro de nuevo, por la injusticia: no es lo que obtendré. No lo acompañaré. Se me ha demostrado una y otra vez que no puedo tener lo que deseo.
Sollozo. Busco aire, una vez. Y otra vez. Pero no hay nada ahí.
—Tranquilo— me dice—. Respira— me dice.
No puedo.
La muerte ya me alcanzó, y no cómo yo esperaba. Sino de la forma más cruel y retorcida.
Se lo llevó a él.
Notas de la autora:
Mi vida últimamente ha sido una montaña rusa casi literalmente, en cinco semanas han ocurrido desgracias muy oscuras, muchas, y han ocurrido alegrías muy claras. Creo que este drabble está influenciado por el duelo y lo más oscuro, lo que es catártico para mí como autora. ¿Por qué Jim y Spock son mis víctimas? Porque es lógico pensar que quien se va a ir primero es Jim, pero lo único predecible de la vida es que es impredecible.
En cuanto al formato, en clase de edición surgió una duda: ¿se pueden contar historias sin elipsis? Quise aceptar el reto, y no estoy muy segura de haberlo logrado del todo. En todo caso, este es mi intento.
Espero que les guste la historia, yo lloré un poco cuando la escribí.
Comentarios, sugerencias, críticas... Todo será bien recibido :)
Saludos!
