Prólogo

La vida es como un reloj de arena, se esfuma tan rápido como los mismos granitos a través del vidrio, es por ello que debemos saber cómo aprovecharla.

A lo largo de nuestra existencia, conocemos a mucha gente nueva que pueden llegar a convertirse en nuestros compañeros o hasta amigos, pero, que a un principio no conocemos nada de ellos y podemos, incluso, llegar a tenerles miedo o indiferencia.

Hay que conocer nuestro pasado para poder comprender nuestro presente: quiénes somos, de dónde venimos, por qué somos de esta manera y qué compartimos con los demás, conociendo de ello a través de nuestros recuerdos.

Una persona puede aprender de sus errores para no volver a cometerlos, pero hay ocasiones en que esos errores no fueron culpa nuestra, sino de otros y puede conllevar a cambiar totalmente la personalidad de un individuo con las experiencias que tuvo en lo que lleva de vida.

Podemos llegar a conocer a la gente tan sólo por su forma de vestir, su personalidad o su actitud hacia los demás, pero hay ocasiones en que ni siquiera nos podemos acercar a una minúscula parte de su vida, ¿por qué son así? Algo hubo en el pasado que hizo que fueran así, pero simplemente no lo sabemos ni tenemos la más mínima idea de esa causa.

¿Qué sucedería si te dijeran que tienes que pasar tu tiempo con alguien que ni si quiera conoces? ¿Qué tal si es un psicópata o un asesino, pero tienes que cuidarlo porque te lo ordenan y no puedes hacer nada en contra de tus superiores? Esto es una responsabilidad muy peligrosa, pero que puede llegar a tener unas buenas consecuencias. ¿Pero, si tuvieras miedo de esa persona? ¿Qué acaso eres el único que siente y esa persona no tiene sentimientos por el simple hecho de que muestra una personalidad fría?

Todos los seres humanos, absolutamente TODOS, tenemos sentimientos aunque no los demostremos a simple vista. ¿Y qué pasaría si te mostraras indiferente hacia esta persona? ¿No se sentiría mal? ¿O simplemente es un cuerpo con vida, pero que no siente? Imposible, de esto se puede aprender mucho.

Esa chica, con un pasado tremendamente doloroso, se parece a alguien, ¿no lo creen? Nuestros shinobis de la arena tendrán que hacer lo posible por convivir con una completa extraña que ni siquiera les dirige la palabra y llegar a ser sus amigos, o aunque sea, tratar de serlos, para poder desencadenar las acciones del pasado y tratar de mejorar el presente y el futuro de esta joven.

Pero algo más, ¿qué ocurriría si no supieras nada de esa perfecta incógnita, pero ella sepa todo acerca de ti? Es momento de conocerlo…