Disclaimer :Digimon no me pertenece es propiedad de Akiyoshi Hongo y Bandai


"No quiero estropear su equipo de trabajo"

Ken miraba por quinta ocasión el mensaje que le envió a Miyako diez minutos antes.

Después de sobrevivir días atrás a la emboscada de Arukenimon en aquella enorme casa, Ken pensó que los digielegidos finalmente lo aceptarían en el equipo.

Pero estaba equivocado. Iori Hida no lo perdonaría fácilmente.

Él, Ken Ichijouji, cuya sola presencia en un lugar público enloquecía a sus fanáticas,que gritaban y le obsequiaban regalos por montones. Ken Ichojouji, despreciado por el orgulloso Iori Hida.

Iori Hida no le parecía un chico malo, pero se mostraba muy altanero con él. Después de aceptar que fue mala idea que Daisuke los animara a digievolucionar sus Digimons para derrumbar una torre de control -la cual según Motomiya, Flamedramon no logró destruir- Ken se retiró de la escena comentando que sabía que no lo aceptarían en su equipo.

Una oleada de pánico sacudió a Ken. ¡Y él como un iluso, pensando en ser aceptado!, ¿Cuántas veces había pasado por eso en su vida?«Ken,deberías aprender a ser como tú hermano Osamu.. », «Siempre ocuparás un lugar importante en el corazón de tus padres, pero…, no es común tener un hijo prodigio como tú hermano, así que siempre será primero él y luego tú…¿comprendes?», «Hermano de Ichijouji… ¿podrías darle esta carta a tu hermano Osamu? es que me da mucha vergüenza acercarme a alguien tan importante como Osamu sama…»

No, nadie lo había necesitado jamás. Pensaba que tal vez sería diferente esta vez. Pero él era tan prescindible para Iori Hida como lo había sido para los demás, empezando con sus padres hasta culminar con todo Japón.

En la escuela siempre se referían a él como el hermano menor de Ichijouji. No tenía nombre ni apellido , simplemente era el hermano de Osamu Ichijouji. Ken se sentía como el hermano gemelo opacado. Aquel que es siempre rezagado y solamente se acuerdan de su existencia cuando lo comparan por motivos académicos, deportivos, culturales y,¿por qué no? físicos.

Daba igual lo mucho que se esforzara por demostrar lo que valía, el final siempre era inevitable. A esas alturas ya tendría que haberse le dolía. ¡Como le dolía!

Él también tenía sentimientos, dolores, deseos y necesidades como todo el mundo. ¿Acaso los había suprimido por completo al tener que pasarse años conteniéndolos, obligado a obedecer y a callar frente a su prominente hermano?

Iori Hida, un chico orgulloso y necio. ¡Quién lo diría! Rechazado y a la vez rescatado de morir, por el miembro más joven del equipo.

Al salvarlo de caer de una gran altura ,por ende de una muerte segura, Iori le devolvió la deuda salvándolos a él y a Stingmon,de ahogarse en aquel fregadero enorme con la ayuda de Submarimon.

Sin embargo…,fue una suerte que una de las digievoluciones de Armadimon fuera Submarimon, un digimon marino , procedente de el digiegg de la Sinceridad.

Si no fuera por que esa evolución era marina…

Ken no dudó en sacrificarse cuando cayeron en la telaraña y , un Dokugumon controlado por la flauta de Arukenimon, se aproximaba hacia ellos . Iori, el chico analítico, observó que en ese lugar se encontraba un aire acondicionado, y aunque pidió ayuda a Miyako, Hikari y Takeru, ninguno de ellos acudió en su rescate al encontrarse bajo ataque enemigo.

Si no fuera por que cerca de él, cayó un pedazo de madera del piso que Digmon minutos atrás destruyó y, el cual sujetó con sus piernas como si se tratara de un balón de fútbol, y lo lanzó a Daisuke.

Si no fuera por ese fragmento de piso, ese aire acondicionado y el tiro certero de Daisuke …

¿Me dicen niño genio?Si fuera tan genio- como dicen que soy- hubiera evitado que Stingmon y Armadimon evolucionaran. Arukenimon controlaba a los insectos con su flauta y vaya que olvidé lo elemental: que la digievolución de Wormmon es un insecto.

Y pensar que mi propio compañero, el mismo que siempre creyó en mí, estuvo a punto de eliminarnos…

Ken se encogió de hombros.

Pero no todo acabó ahí, si fuera tan genio- como aseguran que soy- hubiera expresado que el esconderse en un cajón era el lugar menos seguro ya que nuestros compañeros digimons tenían un taladro y un agijón como armas, en pocas palabras; objetos puntiagudos y penetrantes. Y nosotros quedamos encerrados escuchando como la madera saltaba en pedazos del exterior por los constantes taladro de oro que Digmon efectuaba. Escuchábamos el sonido cada vez más cercano y nuestros ritmos cardíacos incrementarse considerablemente.

Si no fuera por que tenemos esos D-Terminal, los cuales nos permiten comunicarnos entre nosotros por medio de mensajes… No hubiéramos logrado contactar a los otros digielegidos presentes en la casa.

Si no hubiera sido por Miyako y su avanzado conocimiento en software de audio…

Si no hubiera estado esa computadora en buen estado con su equipo completo en la habitación en la que se encontraban Hikari y Takeru, y si hubiera faltado servicio de electricidad en esa casa…

Si no hubiera sido por esos pequeños detalles…

-Ahora estaríamos muertos- dije en voz baja.

Iori Hida no era capaz de comprender lo afortunados que eran de encontrarse vivos ¿o sí?

Ken vio morir frente a sus ojos a dos seres importantes en su vida : su hermano Osamu y Wormmon.

Su hermano se interpuso en el camino evitando que ese camión zigzagueante y cuyo conductor manejaba bajo los influjos del alcohol los atropellara.

Osamu le comentó más de una vez que al cumplir la mayoría de edad compraría una cerveza, solamente una- para comprobar si era tan deliciosa como los adultos y anuncios de televisión aseguraban- lo que son las ocurrencias de la vida…, no alcanzó a tomar una gota de alcohol y sin embargo, falleció por culpa de ella.

Años después como si no fuera suficiente la pérdida de su propio hermano, la desgracia golpeó nuevamente en su vida. Wormmon sacrificó su vida, confiando en que Ken se liberaría del Emperador de los Digimons.

Gracias a Osamu sigo vivo, y gracias a Wormmon volví a ser yo mismo. Quién pensaría que yo, el digielegido de la bondad, imploré que ambos desaparecieran de mi vista…

Ken volteó a ver a Stingmon que derribaba otra aguja de control y sintió una opresión en su pecho.

Es que… acaso Iori Hida, ese orgulloso chico ¿no podía ver lo inevitable?

Ken exhaló profundamente. Bajó su vista a su digivice y por sexta ocasión miró el mensaje enviado.

No me arrepiento de enviarles esa respuesta. Si antes, cuando fui emperador de los Digimons los cinco chicos se las pudieron arreglar solos, en esta ocasión también lo lograrán.

Me pregunto…¿Qué sería de mi vida en estos momentos si Osamu estuviera aquí?

Osamu sería el niño elegido , de eso no tengo duda, ya que siempre fue mejor que yo en todo y quizás yo lo hubiera acompañado ocasionalmente al Digimundo a visitar a Wormmon…Sí, así sería. Estoy seguro.

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Stingmon destruía la sexta aguja de control. Cuando lanzaba el Ataque De Aguijón escuchó aquel sonido familiar que emitía el D-terminal de Ken cuando recibía un mensaje.

Se giró y se encontró a Ken muy pensativo.

Ken podía engañar a Daisuke y los otros niños elegidos, pero no podía engañarlo a él. No por algo era su compañero digimon.

Sabía que Ken deseaba enmendar todo el daño que ocasionó en el Digimundo, y que no quería permanecer solo. Pero, primero debía obtener el perdón y aprobación de todos. No se sentiría tranquilo hasta conseguir la aprobación grupal.

A veces Ken lograba desconcertarlo con su actitud atípica. Aun así , era su compañero humano y él haría todo lo que estuviera a su alcance para ayudarlo a salir de su ensimismamiento aunque tuviera que sacrificarse nuevamente con el fin de lograrlo.

Se acercó sigilosamente a Ken que miraba su D-Terminal.

Al notar su presencia, Ken alzó la vista.

-Vamos Ken-

-¿A dónde?- preguntó Ken haciéndose el desentendido.

-Daisuke y sus amigos te están buscando.

-Ellos están mejor sin mí- declaró en voz débil.

Ken iba a explicarme los motivos que lo obligaban a permanecer aislado. Pero, en ese instante escuchamos una voz a la distancia.

-¡Ken Ichijouji!- gritó una voz de mujer.

Nos giramos y observamos a Aquilamon que se aproximaba a nosotros. Si Aquilamon se encontraba ahí, eso significaba que su compañera, la chica de cabello lila y grandes anteojos iba con él.

-¿Miyako san?- escuché decir a Ken, visiblemente conmocionado.

-Ven conmigo ahora mismo- ordenó la chica al acercarse a hizo un digimon increíblemente fuerte.

La chica prosiguió hablando rápidamente-: ¡Necesitamos a Paildramon!

Ken la miraba con expresión de asombro. Pero tras explicar el motivo de su llegada, pareció deprimirse.

Ken se puso de pie y se acercó un poco a Aquilamon con la cabeza baja.

Presentía que algo bueno no iba a suceder en todo esto.

-Miyako, lo siento pero…

-Idiota- reprendió la chica.

-¿Idiota?-repitió él incrédulo por el adjetivo que utilizó.

-¡Ken reacciona!- levantó su mano derecha y con toda su fuerza abofeteó el rostro de Ken.

Por la fuerza de la bofetada Ken se inclinó hacia adelante.

Yo me quedé en blanco sin saber que hacer. No esperaba que esa chica fuera a lastimarlo.

Esperé vacilante la reacción de Ken.

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-¡Ken Ichojouji!- se escuchó una voz a distancia pero lo suficientemente reconocible.

Giré mi cabeza y divisé a Aquilamon aproximándose al cubo donde me encontraba junto a Stingmon que levitaba a mi lado.

-¿Miyako?- dije conmocionado.

Me sentí confundido al verla llegar, era la primera vez que venían en mi búsqueda, las veces anteriores solamente nos enviábamos textos, y así nos contactábamos. Pero esta vez, fue diferente, vino personalmente por mí.

-Ven conmigo ahora mismo- ordenó la chica al acercarse a hizo un digimon increíblemente fuerte.

Levanté la vista y miré a Miyako, ella me miraba ceñuda mientras explicaba apresurada la situación, bajé mis ojos nuevamente todavía escuchando su mensaje.

-¡Ken!- Stingmon me apremió a que fuéramos

-Necesitamos a Paildramon- terminó de explicarme.

Así que era eso… Sólo me buscaba por la digievolución.

En ese momento el recuerdo de Iori se reflejó en mi mente. No me querían en su equipo. Él no me quería en su equipo. Solamente querían que Stingmon evolucionara. Sólo por eso vino en mi búsqueda… Para lograr la digievolución DNA…, no por que me consideraban parte de su equipo o peor aun, su amigo.

Pero, yo me sentía indeciso. Mi voz interior me decía que fuera y otra parte me repetía que no era bienvenido.

¿Qué ocurriría si me niego a ir?¿Y si Iori no acepta luchar al encontrarme ahí? ¿Y si Daisuke se molesta conmigo y voy en vano?

El solo hecho de estar haciéndose aquellas preguntas le indicó mas sobre su estado mental de lo que estaba dispuesto a admitir.

Me levanté y me acerque a Aquilamon decidido.

-Miyako, lo siento pero…

Vi como Miyako mordió su labio inferior y a través de su mirada echaba chispas de ira.

-Idiota- dijo ella sin ocultar la cólera que sentía en su voz.

-¿Idiota?- pregunté sorprendido. Miyako siempre se dirigía a mi con amabilidad, entonces ¿por qué me...?

-¡Ken reacciona!- gritó ella.

No terminé de sugestionarme el por qué del asunto…,y en ese instante fue cuando sucedió.

Miyako ,la chica amable que días atrás me escribió que estaba agradecida y esperaba formara parte de su equipo y me sonreía dulcemente mientras me marchaba, ella misma…

Me dio una bofetada.

Me incliné hacia adelante debido al impacto y fue cuando reaccioné.

Miyako se quedó mirandome fijamente, y parecía sentirse al mismo tiempo preocupada y culpable, pero también esperanzada , todo al mismo tiempo.

Inspiré profundamente y luego dejé escapar el aire lentamente. Había tomado una decisión.

-Iré- le dije con voz firme.


Bueno, ¿qué les parece el fic? Siempre quise hacer una historia basada en esta escena. Puede que la personalidad de Ken sea distinta a como es en la serie o más del tipo Emperador.

Pero al ser muy serio, siento que guarda toda esa inseguridad y bueno, un día tiene que explotar. Estoy segura que cambió su manera de ser por segunda ocasión cuando los demás chicos lo trataron como amigo.

Y por primera vez se mostró como es realmente: un chico dulce que me cautivó jeje aunque no sea real lo adoro!