Fic
Mujer Bonita
Por Mayra Exitosa
Desesperación
Prologo
Mujer Bonita de la película solo la imagen, fue para mí la creación para este fic, es alterno, no es una adaptación, es un fic corto, por lo tanto, te invito a que leas cuando la complete, así no sentirás… DESESPERACIÓN.
- Estoy desesperada Fleming, ya se acabo el dinero y el sigue en el hospital
- Candy, no podemos hacer más, ese niño sufrió mucho, los médicos dicen que solo nos queda esperar.
- No es justo, apenas comienza su vida, se encuentra solito, perdió a su madre y a su padre, ya no tienen a nadie.
- Lo ves, deja que Dios haga, lo que tiene destinado para él.
- No, no acepto dejarlo morir, requiere un tratamiento, es costoso, pero debemos dárselo
- No es un hospital de beneficencia, Candy.
- Lo sé, pero ese niño no tiene a nadie y eso se lo pueden deducir de impuestos al hospital si entra como beneficio gratuito para el pequeño.
- ¡Candy! Todavía crees en los Ángeles y las hadas, que no te das cuenta que hasta cambiaron del hospital al Dr. Martin por todas las veces que lo convenciste de que le diera medicamentos gratuitos a pacientes sin recursos.
- No fue por eso, el recibió un ascenso.
- Eso dijo él, para no hacerte sentir mal, pero lo cambiaron a un hospital en Tampa, todo por hacerlo sentir mal con sus ingresos, Candy no todos nacieron en cuna de oro, ni son tan gentiles como tú para perder el tiempo quedándote horas extras gratis para cuidar a un niño que tal vez ya ni te escuche.
- ¡Fleming!
- Es verdad Candy, está casi en etapa de coma, y no le darán tratamiento porque no se invirtieron por ser tan costosos, se espera que dure unos días y… se vaya con sus padres, haya será más feliz.
Candy salió llorando y corriendo a ver a Anthony, el pequeño de la ultima habitación, ellos habían llegado juntos en un accidente automovilístico, una familia hermosa, el señor estaba muy mal y solo preguntaba por su esposa y su hijo, fue nostálgico, cuando ella a pesar de estar tan herida, fue a verlo y le decía cuanto lo amaba y que se encontraba bien, ella y su hijo, mintiéndole para no hacerlo sentir culpable por ir manejando.
Ese mismo día en la noche murió ella, las heridas internas no sanaron y el pequeño quedo solito, tan lleno de amor y sin sus padres. Tenía herido el brazo derecho, su pierna derecha y su oreja había sido casi sacada de su lugar. No era nada bueno lo que había pasado, pero nadie le pudo decir que sus padres ya no estaban, entro en shock y para Candy se volvió un reto mantenerlo con vida.
Con su desesperación busco lugares de beneficencia, apoyos y el niño comenzaba a recibir tratamientos, con eso habían recuperado ya la operación de su orejita. Pero el pequeño portaba metales en su pierna y en su brazo, su tristeza se había incrementado al no ver a su madre, pero Candy le hablaba de ella y le comentaba que debía sanar para ir a verla.
En África,
Albert recibía una llamada, el auto donde viajaba su hermana y su hijo, no había llegado a Lakewood, desapareció en Chicago, los documentos no se encontraban al parecer había huido por una discusión con su prima. Apenas recibía la información y volaba para América.
- ¿Dónde se encuentra George?
- El no se ha reportado, señor. Desde que desapareció su hermana, no sabemos tampoco nada de él.
- ¿Crees que se encuentren juntos?
- No lo creo, el ya hubiera llamado.
- Gracias, Trevor. Contratare a un detective, iré para allá.
Candy estaba desesperada, firmaba pagares al hospital y el niño sería entregado al no poder continuar en la institución, ella se lo llevaba a una clínica de servicios gratuitos, ofreciéndose como enfermera a cambio de medicamentos y tratamiento para la piernita y el brazo del menor.
- ¿Pero es su hijo?
- La madre me nombró tutora provisional del menor, hasta que regrese su hermano y busque al niño.
- Muéstreme el documento.
- Aquí lo tiene, dijo que su hermano buscaría a su sobrino, pero si eso no pasaba, me lo dejaba a mí.
- Comprendo. Lo que no entiendo es como una mujer tan bella puede sacrificar su vida y su juventud de manera gratuita por un niño que no es suyo.
- Porque habernos seres en el mundo, que no necesitamos del dinero, sino de un motivo para vivir.
El doctor la miraba de arriba abajo, Candy era delgada y a la vez tenía un cuerpo admirable, su mirada y su rostro podía ser de una modelo, sin embargo ella prefería ser enfermera y ahora gratuita, con tal de que atendieran al niño.
Por fin, después de varias cirugías y tratamientos, el pequeño le era retirado el metal del brazo y de su pierna, ahora tendría que comenzar de nuevo, enseñarlo a caminar y darle fortaleza a sus músculos. Para Candy ya era un avance y bendición de sus padres desde el cielo. Pero ya no tenía dinero y el departamento carecía de luz y servicios.
- Hola Annie, podrías ayudarme, mi niño y yo estamos en problemas.
- Lo siento Candy, mi novio es muy especial y… no le agradan los niños, no puedo ayudarte, pero toma, aquí hay un poco de dinero. No puedo hacer más por ti.
Candy le tomaba el dinero, cuantas veces ella le dio asilo en su hogar, ahora no podía recibir el favor de su mejor amiga, pero que màs daba, no es bueno eso de favor con favor se paga, aquí se hacen favores y regalos sin esperar nada de regreso, Dios es muy poderoso y hace que ese regalo gire por el mundo para devolver con creces todo los que mereces. Y ella tenía un milagro en sus brazos, su niño, era milagroso que estuviera con vida.
- Mira Anthony, tenemos para cenar, que se te antoja, mi amor.
- Leche, con pan.
- Vamos, iremos a tomar leche con pan, y te comprare frutita y dormirás muy bien.
- Si, dormiré contigo.
- Por supuesto, mi cielito.
La desesperación crecía, pero buscaba trabajo de limpieza y encontraba, ahora solo tenía que buscar donde le cuidaran a su niño. Al no encontrar se lo llevaba y lo dejaba sentadito mientras terminaba todos los deberes.
- Toma, solo el trabajo es por hoy, ven en quince días para volver lo hacer.
- ¡quince días!
Candy tomaba a su niño, se marchaba al parque y lo invitaba a caminar despacio con su ayuda. Pasaban semanas, Tony volvía a gatear, era un comienzo inmejorable, porque ya adquiría fuerza en su cadera y eso hacía que Candy se pusiera contenta.
- Vamos te quedaras hoy con… Mandy.
- ¡Mandy! Siempre está dormida.
- Si, trabaja de noche, por eso duerme, pero si la necesitas le llamas, aquí está la comida, vendré para ayudarte, puedes ir al baño solo.
- Si. Pero te extraño mucho cuando te vas.
- Lo sé. Mandy despertaba y comentaba,
- Candy, puedes trabajar de noche, y el niño será atendido por ti, solo un par de horas, asi lo ayudas a caminar.
- Es que… nunca he trabajado en eso que haces, Mandy.
- Piénsalo, un par de horas, descansas y… cuidas a tu hijo.
Albert llegaba a Chicago, el hospital mostraba todo lo que había pasado, molesto e indignado por como trataron a su administrador como esposo de su hermana, para colmo el seguro de George estaba dado de baja y su hermana no fue revisada por falta de recursos, el niño había salido volando del auto.
- Esto no se va a quedar así.
- Su hermana nombro una tutora provisional para el niño, no podíamos tenerlo aquí, el tratamiento era costoso.
- Es usted un imbécil, mi hermana tiene un seguro completo de gastos mayores, ella con un sonar de dedos compara su hospital.
- No es verdad, la señora Johnson…
- Ella se llamaba Rosemary Andrew, no es Johnson. Le juro que lo que hizo no se quedará así, pagara caro por no revisar las identificaciones de mi hermana.
El hospital fue demandado, los periódicos lo anunciaban, buscaban donde había quedado el cuerpo del sobrinito desahuciado de William Andrew. Fleming se acercaba a él y le comentaba,
- Señor, tome, esta es una copia del poder que dejo su hermana a Candy, ella no dejaría morir a su sobrino, ella se lo llevo a otros hospitales, aquí le dijeron que estaba desahuciado, pero Candy pago caro, le quitaron su liquidación y la pusieron a trabajar extra para pagar el tratamiento de su sobrino, cuando ya no pudieron quitarle más…. Tuvo que llevarse al niño.
- ¡Dios! ¿Está diciendo que… mi soborno está vivo?
- Candy vivía en Cherpe 245, se quedo sin servicios, sin alimentos y aun así… busco todo para sacar al niño adelante, tenga por seguro que si murió, no fue por falta de tratamiento, ella le daría su vida a ese niño.
William Albert Andrew, buscaba e investigaba donde podía estar la joven Candy White, pero por falta de recursos económicos, parecía que se la hubiese tragado la tierra, vio hospitales de beneficencia, había estado ahí su sobrino, fue operado seis veces y le habían quitado metales de su cuerpo, todo lo investigaba, además con las enfermeras se enteraba que un doctor había intentado abusar de Candy, a cambio de operar al pequeño, pero ella lo denunciaba y se operaba al niño sin costo.
- Lo último que sabemos es que… su sobrino está con vida, no camina, no puede moverse mucho y su enfermera, hizo cosas inauditas para que el niño se salvara.
Los meses se hacían pasar, Candy ahora estaba en los Ángeles, era una ciudad costosa, pero fue donde podía tener mayores ingresos y caridad para su niño. Continuaba trabajando de limpieza, pero si pequeño necesitaba un aparato para caminar, ahora que ya tenía más fuerza, con lo que ganaba no alcanzaba y los servicios gratuitos no contaban con ese aparato.
Alguna vez has escrito un fic. Es una historia inventada, con personajes de sus creadores correspondientes, alguna vez has conocido a quien escribe, son personas como tú, si comienzan fics y no los terminan, hay una razón, si deseas saberla, escribe y explota también ese don… si dejas comentarios sin estar registrado y juzgas mal a quien sin pago te regala su tiempo, sus horas y sus intentos…
No arrojes piedras, mejor demuéstrales que tu, si eres de las que escriben y terminas completos todos tus fics, aun con tu vida diaria, con tu trabajo, con tu familia, con tus estudios, con tus problemas…
Has recibido alguna vez un comentario que te decepcione y te haga daño, no, tu no escribiste, tu no supiste de donde nació un fic, tampoco sabes de quien escribe, de quien fue atacada verbalmente en un escrito.
Ahora bien… a ti, buena lectora, te ha costado mucho esperar, a mi me ha costado más escribir y a mis amigas crear nuevos fics y aun así roban su esfuerzo, reciben regaños, en vez de halagos, reciben comentarios sin remitente, reciben palabras insultantes… sabes cuantas se han ido… no, ni importa, escribimos para las personas que apreciamos. Por favor... demos aprecio... así recibiremos más finales
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
