Pues tengo tiempo sin ingeniar mayores detalles, pero tengo dos ideas que revolotean mi mente como abejorros. Me están comenzando a desesperar. Bien, luego de todo eso les presento mi idea. Dedicada a mi novio amaterasu.
Disclaimer: Nada es mío, excepto la idea. El resto saben que pertenece a JK Rowling. Sin fines de lucro.
S's Lady.
Antes de que me digan "es muy cortito", es solo el prólogo. Prometo más.
Futuro
Lo sabía, sería todo un éxito. Suspiró, cuando las gotas de sudor caían sobre su frente y las limpió con un pañuelo. Admiró su obra maestra realizada y sintió las expectativas, surcando su corazón que latía con tal fuerza, que podía estallar en cualquier momento. La ciencia y sus avances, habían dado frutos. En esa época tan maravillosa y llena de novedades. De nueva vida y oportunidades.
Había sido una experiencia difícil, un tiempo complicado. Pero al final se había terminado y podía respirar tranquila.
La operación había sido un éxito total. Sonrió ligeramente, mientras movían los aparatos electrónicos muggles, hacia un lado. Quizá la magia no podía salvar vidas, pero los científicos y la medicina muggle, sí podía.
- Despertará en unas horas, perturbado y sin saber. Probablemente, no pueda hablar muy bien, ni moverse.
- Entendido doctora. Estaremos al pendiente de todo, mientras debería rellenar los formularios de esta operación.
Asintió ligeramente y caminó hasta el recibidor de aquel hospital. Miró a la enfermera residente y le sonrió. En su mesa, estaban los papeles a ser firmados. Primero por ella y luego por el paciente.
Aunque una parte de sí, le decía que él no apreciaría lo que acababa de realizar por él. Negó varias veces con la cabeza y firmó los recaudos.
Mientras, un hombre se sentía terriblemente mareado y enfermo. De pronto, su corazón había enviado un latido tan fuerte, que sintió el palpitar en sus oídos. Sentía que sus manos sudaban frío y podía percibir a su alrededor, otra vez.
¿No estaba muerto ya? Podía sentir la fresca brisa, helar sus dormidas manos. Necesitaba moverlas, no sentía mayor cosa en sus extremidades.
Se sorprendió de poder mover sus dedos. Débilmente, pero podía. Movió primero el pulgar y luego, comenzó a mover el resto de sus dedos.
Cuidadosamente.
- Creo que responde a estímulos, doctora Hermione- dijo una mujer y ella, se inclinó para mirar con atención.
Se estaba moviendo. Sus párpados vibraban y tenía signos vitales estables y funcionales. Había sido todo un éxito.
- Rápido, prepárense para su despertar. No permitan que se atormente. Dejen que despierte con mucha calma. Dejen que despierte y mire a su alrededor. Estará algo aturdido, pero podrá comprender luego. Necesitaremos sedantes para calmarlo por si tiene una mal reacción a lo que le rodea.
Antes de seguir, Hermione y el resto de los médicos presentes, notó que abría sus ojos con mucha dificultad.
Estaba vivo al puro estilo de Frankestein.
- Bienvenido al futuro, profesor Snape. Soy Hermione. ¿Me recuerda?
