Disclaimer: Prince of tennis es de su dueño y no soy yo.

Sumario: Días feriados es una compilación de drabbles, en que nos muestran como los personajes se relacionan durante esas fechas marcadas en nuestros calendarios. Es un ff de aventura, amistad y algo más.

Días Feriados

Primer día feriado: Navidad.

La mascota de Momo

Ya era veintitrés,

Mi mamá adornaba la casa

y yo por mala suerte comía calabaza.

La navidad no prometía nada,

lo supe desde que comenzó.

Mamá al árbol le ponía un hada,

Papá a una ardilla atropelló.

El veinticuatro en mi casa todavía estaba,

las canchas no abrían en época decembrina.

Y mi papá en la cárcel todavía peleaba,

decía que no había visto a la ardilla.

Fastidiado en mi cama me acosté,

Karupin debajo de mis pies reposaba,

y fue cuando a Momo noté;

el chico entraba por la ventana.

Lo miré con cara de what,

él me sonrió.

Karupin de un brinco salió

y luego escuché un gran splash.

Alarmado busqué a mi gato

y lo escondí entre mis brazos.

--Momo, ¿Qué traes allí?

Eso ha roto mi plato.

Vamos, sal de ahí

-lo saqué de mi armario.

Cuando por fin lo saque,

vi lo que tenía en brazos.

Boca abierta me quedé,

un perro tenía abrazado.

--Es un perro -declaré con cara enfermiza.

Momo sonrió.

--Y su nombre es Narcissa.

Y con felicidad me vio.

--Y es la perra tenista.

Con razón Karupi huyó,

¡Un perro, que locura!

¿Y ahora que hago yo?

Después de que eche a Momo de mi casa,

mi madre me llamó.

--Que te llama la vieja uva pasa,

que si ya su nieta se te declaró.

--Jajajaja, ¿Qué Ryoma tiene una novia?

-mi papá se burló.

Lo miré con cara sobria,

él nunca maduró.

-Veo que te han sacado de la carcelo,

que mala suerte pienso yo.

Respondí sin temor a mi padre,

él nunca me atemorizó.

A eso de la tarde

me dieron unas inmensas ganas de jugar.

Me fui a la cancha del parque

me sorprendí que no podía jugar.

Es que Momo está usando la cancha

-me dijo Ibu-chan.

Me sonreí a mis anchas,

me está esperando a mi no más.

Me encaminé en busca de mi amigo

--Que buen compañero tiene ese chico

-decía un tenista al pasar.

Cuando de pronto yo tuve que parar.

--Oh, no, me ha cambiado por Narcissa.

Me quedé en shock,

tenía que ser tenista.

Cuando recuperé el habla,

cinco mosca me cayeron en la boca.

Mientras yo vomitaba,

Momoshiro se reía como morza.

--¡jajaja, atolondrado!

-el tonto argumentó.

-No te creía tan tarado.

--Cómo me has cambiado por un perro

-exclamé rojo de ira.

--Ryoma, nada de peros,

esta es Narcissa.

Atormentado me largué

y a casa de Eiji fui.

--Navidad, navidad, blanca navidad

-cantaba el pelirrojo.

Y así a la puerta

le quitó el cerrojo.

--¡O´ chibi! -exclamó él encantado.

--Eiji -traté de safarme casi ahogado.

--O´ chibi, mira mi carta a Santa Claus.

Y entonces la leí.

Mientras el pelirrojo me daba otro abrazo,

de que no pude huir.

Querido Santa Claus:

Quiero unas raquetas de tenis,

un pendrive digital,

una cámara filmadora,

un pequeño bonsái.

Una caja de chocolates,

una mata de aguacates,

cinco bolsas de caramelo,

un conflay de Kelloggs.

Una caja de creyones,

un maletín multicolores.

Un helado con todo,

bolas de nieve y lodo.

Un celular,

una computadora,

una pasta dental.

Pasteles y pastelitos,

dulces de crema,

pan de frambuesa

y una pera.

Un carro de Schumi control remoto,

un DVD,

un terremoto.

La colección del hombre araña,

un libro escarlata.

Un reproductor,

un suéter,

un hermanito,

un televisor.

Un carro mercedes,

un uniforme de Ferrari,

un cantante de J-music

y una bolsa de chicles tutti-fruti

Y te cuento que me he muy bien me he portado,

me tomo todos los jugos de Sadaharu.

Soy un niño bueno e inteligente,

que no molestaría ni a una serpiente.

Tengo excelentes calificaciones

y nunca me he copiado

mucho menos habló con Syusuke en los salones.

Ni con otro muchacho.

De la cancha siempre recojo las bolas

y nunca me meto con Ryoma.

No como antes de la pesca

y la verdad, siempre le hago caso a Tezuka.

Me porto bien con Momoshiro

y nunca le pego a Syuichiroh.

Soy un niño modelo,

por eso te pido este perolero.

Sin más nada que decir,

me despido.

Y te recuerdo

que te voy a caes a palo sino me das lo que te pido.

De quien te adora,

se despide Eiji Kikumnaru y Ryoma.

--Nya, ¿qué opinas de mi canta?

En la casa de Eiji todo estaba adornado,

los mueblas, la mesa,

hasta la pequeña casita del gato.

Y yo que pensaba que mi mama era paranoica,

y entonces, ¿dónde dejamos a esta loca?

--En el primer día de navidad

yo te quiero regalar:

unas raquetas, unos zapatos, una bicicleta

y algo más.

-cantaba la señora.

Y lo extraño no era que lo regalara

sino que venia vestido de hada.

Asustado me marché

y fue la milla lo que marqué.

Pensé en a Syuichiroh hacerle una visita,

pero el chico estaba cantando villancicos de villa en villa.

Luego continuó marchando a orfanatos,

iba a los pobres dando regalos.

Dio un concierto de buena voluntad

dinero para los pobres iba a recolectar.

Adornó casas con muchos colores

e hizo galletas de deliciosos sabores.

Arregló la cena de navidad

y creo un nacimiento de lo más real.

Por fin de lo más ocupado estuvo,

tanto que por mi no se detuvo.

Desistí de la visita,

lo que quería era desaparecer a la Narcissa.

Por el camino encontré a los hermanos Fuji.

Venían de volada,

iban regalando sushi

y también empanadas.

Lo que las personas no sabían,

es que aquello era peor que el pastrami.

Y de saberlo volarían,

porque todo aquello contenía Wa Sabih.

De la sed

me fui al restaurant de Kawamura,

por mala suerte

ahí lo que estaban era asando a una mula.

Todos cantaban villancicos

y cuando digo todos,

es que hasta los pericos.

Estúpida época decembrina,

la odiaba más

que a la misma Narcissa.

Era hora de hacer algo vergonzoso

y me dio por ir a casa de Kaoru.

Cuando toqué

un pequeño niño me abrió la puerta,

no vi a la serpiente,

así que pensé en dar una vuelta.

Por desgracia,

el niño era amable

y me jaló

con fuerza notable.

Adentro todo estaba navideño,

había olor a galletitas calientes.

Un gran ambiente navideño

para ser la casa de la serpiente.

--Mira mi carta y la de mi hermano

-exclamó de la serpiente el enano.

Querido San Nicolás:

Quiero darte gracias por el amor en casa,

quiero pedirte por la paz universal

y por la buena voluntad.

Para mis obsequios solo te pido

que todos seamos felices

sobretodo mi gato fetiche.

Si te queda tiempo

me puedes traer un instrumento de viento

o un juego de raquetas,

me serían bien coquetas.

De quien te quiere...

Pero no terminé de leerla,

la verdad tenía ganas

de leer la de la camarada.

"San" Nicolás:

Sino le traes todos sus regalos a mi hermano,

te juro que me dislocaré las manos.

Y es que te pienso golpear,

hasta que el reggeton se convierta en arte.

Y a mi puedes traer otra bandana

y que sea verde o naranja.

De quien te matará un día...

Kaoru Kaidoh

quien te estima.

PD: De favor me gustaría,

que me traigas un video

de Tezuka cuando sonría.

La raqueta que le sacó el ojo a Ryoma

y una caja de la ponta que tanto toma.

La fuente de paciencia de Syuichiroh,

el doble de lo que le traerás a Momoshiro.

Ser tan alto como Sadaharu,

una pasta de dientes como la de Kikumaru.

Un auto como el de la hermana de Syusuke,

también, si puedes, un buque.

Y recuerda lo que te dije,

le traes todo a mi hermano

o te golpearé fuertemente hasta que delires.

Firma: el mejor tenista del mundo.

Me decidí a irme al rato

esta familia estaba loca.

Mejor a casa de Sadaharu

con tal solo hay que cerrar la boca.

--Ryoma, un placer recibirte en mi casa

-y sus ojos resplandecieron y

un rayo resonaba.

--¿Me aceptarías algo de tomar?

-dijo con un tono espantoso.

-No -respondí sin vacilar,

primero beso a Jin Akupsu.

--¿Por qué no tienes nada navideño?

-pregunté con curiosidad.

--¿Quieres pan de centeno?

-me respondió sin chistar.

--Me vas a tener que disculpar

-dijo Sadaharu -.

Pero necesito al baño viajar.

Lo disculpé y se marchó,

vi a los lados buscando un sillón.

Y cerca de la licuadora,

me encontré una carta roja.

Estimado Señor Claus:

Mi vida es sencilla

y todos los días como patilla.

Soy un buen amigo,

un buen vecino,

un buen tenista,

un buen narcisista,

un buen estudiante

y seguro, hasta un buen amante.

Es decir, bien me he portado,

revíselo en la lista,

es Inui Sadaharu.

Mi pedido de regalos es corto:

¿Quisiera saber de que largo el pelo me corto?

Lo que más me inquieta es tu existencia,

si existes o te cambias de vivienda.

En el caso de que existas,

esta es mi lista:

Los peores ingredientes

para mi jugo repotenciado,

se lo agregaré sublímente,

eso le encantará a mis entrenados.

Cebolla, azul, naranja y rosa;

te pido las más amargas de todas.

Espinacas de los piratas del caribe,

los ingredientes del shampoo Elvive.

Una caja de conchas de naranjas,

cinco litros de yogurt súper fermentado,

una caja de galletas rancias,

un jugo de zanahoria concentrado.

La lista seguía y seguía

y el pobre Ryoma,

moría y moría.

Al final, ganas de vomitar le entraron,

justo cuando Sadaharu

salía del baño.

Y al final de la carta...

Más leche para Ryoma,

aún se encuentra enano.

Más zanahoria para Momoshiro,

para ver si se le quita el hambre a ese tío.

Más remolacha para Syuichiroh

o sino le doy más pepino.

Para Kaoru más jugo carbonatado,

mi querido no conoce ni el refresco naranjado.

A Syusuke le recomiendo chocolate,

el paladar lo tiene vuelto un desastre.

A Tezuka roscas sonrisas,

para ver si el rostro se le suaviza.

Para Eiji cero azúcar

y juntarse menos con Oishi o Kawamura.

Para Ryoma un especial:

jugo de cebolla,

de remolacha,

de pepino

y un menjurje de concha de naranja.

Y un poco de jugo para ver si crecía,

¿por qué tanto insistía?

Al parecer Inui estaba desesperado,

¿Por qué Ryoma era tan enano?

Asustado marqué la milla,

pero en las escaleras

me resbalé con un poco de semillas.

Necesitaba jugar tenis con urgencia,

¿será que iba a casa de Tezuka?

Pero Tezuka estaba ocupado,

iba a sacar real al banco.

Necesitaba hacer un regalo,

¿quién sería el afortunado?

Por fin ni me interesa,

e ir a casa de Sakuma me daba pereza.

Decepcionado me fui a mi casa,

estaba mi papá cocinando en una paila.

--Vamos a cenar estofado de ardilla

-dijo Echizen Nanjiroh -.

¿No te parece una delicia?

--Ah, Karupin, que no daría porque te comieras a la fulana Narcissa.

n.n

Al día siguiente a la noche buena,

llegó Momoshiro a mi casa.

Yo lo sentí de distinta manera

y además no me miraba.

--¿Te pasa algo? -pregunté yo.

Pero mi sempai me dio un impulsivo abrazo,

que obviamente no me había esperado.

--¿Qué pasa? -le pegunté al ver sus lágrimas.

Y mirándome me dijo:

--Se ha ido Narcissa.

"Yes, Dios existe" Pensé con emoción.

--Estaba yo en la cancha

cuando llego la tal Anne Tachibana.

Dijo que esa perra era suya

y a la final se la llevó para su casa.

-dijo entre lágrimas y lágrimas.

--¿Ves? Estate tranquilo,

que es mejor tener a un humano de amigo.

-respondí sin pena tener -.

Mada mada dane.

--¿Ryoma? -me preguntó con una sonrisa extraña,

mientras Karupin jugaba con una rana -.

Estabas celoso, me extrañaste pequeñín.

-me dijo el cara de oso,

pero si piensa así pobre infeliz.

--¿Qué? ¿Estás loco?

-pregunté lleno de asombro.

--Tranquilo, yo solo te quiero a ti.

Entonces se aproximó,

me enmarañó el cabello

y me abrazó.

Si lo preguntan,

esta es mi idea de una navidad feliz.

Estuvimos todo el invierno jugando tenis

y comiendo maní.

No eran las vísperas,

no era el tenis,

es la persona que te hace sonreír.

No soy una experta en rimas o algo parecido sino que me pareció gracioso y lindo un ff así. Así que acepto críticas con respecto a mi forma terrible de utilizar esta técnica pero no soy poeta o algo parecido. En fin, a mi me gusto el ff así y quería compartirlo. En la próxima entrega colocaré otro día festivo y seguramente tendrá como protagonista otros personajes. Espero que lean y que continúen leyendo.

n.n Un reviewsito por el amor del fic.