Hola, este en realidad es mi segundo fic, aunque el primero está definitivamente abandonado, porque una vez que JK siguió escribiendo libros ya no tenía mucho sentido. Pero bueno, aquí me tienen con una nueva historia, que espero que les guste y que dejen constancia de ello (o de que no os gusta si es el caso). Antes de dejarles leer, decirles que en un par de días subieré el primer capítulo (ya que esto es el prólogo) y los demás los iré subiendo cada dos semanas. Por último, decirles lo obvio, que no soy JK y que no gano nada con esto. Bueno les dejo que lean:

PRÓLOGO

Y allí estaba ella, como todos los años, delante de la flamante locomotora roja. Había llegado allí con sus padres y con su hermano Albus, pero en ese momento estaba sola en el andén. Sus padres tenían prisa, no sé qué reunión en el ministerio, y su hermano había salido corriendo hacia su nido de serpientes. Porque, aunque pareciera mentira, su hermano Albus Potter, el hijo del gran Harry Potter, había sido seleccionado para Slytherins. Aún recordaba el revuelo que se formó en su casa cuando llegó la lechuza de su hermano con la noticia. Y es que no se recordaba a ningún Potter ni a ningún Weasley que hubiese ido jamás a la casa de la serpiente.

Pero bueno ese no era el caso, la cuestión es que ella estaba allí parada, frente al famoso expreso, en medio del andén 9 y ¾. Estaba especialmente pensativa ese año, y no porque la hubiesen nombrado perfecta, lo cual por cierto había sido todo un orgullo para su familia, sino porque aquel año suponía la última oportunidad para conquistar al amor de su vida: Scorpius Malfoy, el mejor amigo de su hermano Albus.

Ella ya casi había olvidado cuando se enamoró de él, quizás fuera aquella primera vez que lo vio es ese mismo andén, hace ya siete largos años, en el primer día de colegio para Albus. O quizás fuera el día en que fue seleccionada y desde la tarima lo vio sentado junto a su hermano. La verdad es que no tenía ni idea de cuando había sido, pero si sabía que para él ella era totalmente invisible. Si bueno, era la hermana pequeña de su mejor amigo, pero contando lo reservado que era Albus aquello no era un punto a su favor.

Su mejor amiga, Anne Hausser, siempre le decía que se tenía que olvidar de él, que aquello no tenía ningún tipo de futuro. Y de verdad que lo había intentado, y con toda sus fuerzas. Incluso el año anterior había accedido a salir con algún que otro chico, había que reconocer que los pretendientes no le faltaban, pero cada vez que besaba a alguno de esos chicos la imagen de Scorpius se aparecía en su cara, con lo cual había acabado por desistir.

- ¡LILY!- de un sobresalto la voz de Anne la sacó de sus cavilaciones- Como no te subas ya vas a perder el tren.

Haciendo caso a su amiga rápidamente se subió al tren, que en ese preciso instante comenzó a andar…

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Mientras esto ocurría en el andén, en uno de los compartimentos del último vagón se encontraban los chicos de Séptimo de Slytherins.

- ¿Qué tal esas vacaciones, Scor? – Preguntó Albus Potter a su mejor amigo- ¿Has ligado mucho?

Todo el mundo sabía en Hogwarts que Scorpius Malfoy era un rompecorazones. Era un chico alto, rubio de profundos ojos grises, pero quizás lo que más destacaba de él era su altanería, esa mezcla de sarcasmo y misterio, que a la vez le daban su aire de chico malo y lo hacía irresistible para la gran parte de las chicas.

- Bueno, la verdad es que no me puedo quejar, mi experiencia con las francesas ha sido más que satisfactoria.- Levantó una ceja interesantemente.- ¿Y tu verano Al?

- Pues ya sabes un poco como siempre, rodeado de una familia como la mía, no es que se tenga mucha libertad de movimiento. Además siempre está mi querido hermano para llamar la atención de toda chica que se acerque.

Y es que si bien físicamente tanto Albus como James eran bastante parecidos, en lo que se refería a personalidad eran como dos polos opuestos. Albus era callado y reservado, y aunque cuando lo conocías era una persona bastante fascinante, era bastante difícil llegar hasta ese punto. Por su parte James era abierto y desinhibido, y cautivaba a cualquiera desde el primer momento en que comenzaba a hablar. Pero bueno aquel iba a ser, por fin, un año sin su flamante hermano en el colegio, con lo que era la oportunidad que los dos Slytherins estaban esperando para aumentar radio de conquistas.