Hola, buen día.
Esta es una historia que quería subir hace unos días pero por falta de tiempo no pude subir.
En fin, si les agrada, tienen una duda, comentario u opinión, dejen un review o podrían visitar mi tumblr ( .com ), estoy para lo que se les ofrezca. Me ayudarían bastante :)
Las frases que aparecerán al principio de los capítulos son pensamientos o acontecimientos. Más adelante los capítulos serán más largos :).
Espero que tengan una linda tarde. ¡Nos leemos!
Atte. Girl Of Dark.
Animagemina.
Girl Of Dark.
1
Apretó su puño al oír esa confirmación.
Su mente estaba hecha un desastre, al igual que su departamento.
Encendió un cigarro, le dio una larga calada.
Bien, sigamos con lo monótono, no hay nada que cambiar, ni nada que perder. —pensó con tristeza.
•
Lunes. Odiaba los malditos lunes. Bueno, al menos ya era su última semana de Preparatoria y tendría sus bien merecidas vacaciones. Sakura sonrío con felicidad. Cargo su mochila en su espalda y camino directo a la cocina. Su madre le preparó un café con leche y algunos panes con mantequilla, siempre ese delicioso aroma inundaba la casa por las mañanas.
—Hola, mamá. —le saludó Sakura entrando a la cocina. Su madre la saludo con buenos días y le señaló el plato con los panes en un gesto para que los llevara a la mesa. Sakura los llevó y se sentó, dejando la liviana mochila a un lado de la silla. Su madre llegó a los pocos segundos con las dos tazas, una en cada mano. Sakura tomó la suya con cuidado, estaba muy llena y caliente. Le sopló y le dio un sorbo, debió haberle soplado más.
—Creo que hoy llegaré un poco tarde, habrá un convivio después del trabajo y tengo que ir. Es obligatorio, mi Jefe cumple años. —dijo su madre mordiendo el pan.
—No te preocupes, diviértete. —dijo Sakura mientras masticaba un pedazo de pan con mantequilla.
—¿Es tu última semana, cierto?
—Si, por fin. Los exámenes me tienen un poco estresada pero no creo dejar ni una materia. —le sonrió con victoria. Le había prometido a su madre que jamás dejaría materias, y lo estaba cumpliendo perfectamente. Era algo difícil ya que no era fanática de la escuela, pero se esforzaba y eso era lo que importaba. Además, era muy inteligente según sus maestros.
—Me alegra oír eso. —La madre de Sakura le sonrío con orgullo y le dio un sorbo a su café. Sakura tomó su celular para checar la hora y chasqueó la lengua, se le hacía tarde. Tomó un pan y se lo llevó a la boca mientras se paraba de la silla. Tomó la ligera mochila y la cargó rápidamente.
—Se me hace tarde, hablamos en la noche. —Sakura corrió hacia la puerta principal, pero su mamá le gritó haciéndola frenar. Cierto, lo olvidaba. Se regresó y le dio un beso en la mejilla a su linda pero enojona madre.
Caminaba lo más rápido que podía, si se preguntaban por que no tomaba el bus es por que se tarda como 10 minutos en pasar, y en esos 10 minutos ya estaba a más de la mitad de la escuela. Sus piernas eran rápidas. No tomaba taxis por que tenía una mala experiencia con ellos, no le pregunten.
Llegó agitada al salón de clases, Ino la miró desde su banco sin ningún signo de sorpresa. Sakura solía ser impuntual en muchas ocasiones.
—Que barbara, frentesota. Deberías de ser más puntual. —le exclamó Ino con una sonrisa burlona. Sakura se sentó enfrente de ella.
—Cállate, cerda. —le dijo Sakura mientras sacaba su lápiz, esperando a que llegara el maestro junto con el examen.
• •
Su examen de Inglés lo acabó en minutos, era buena en el idioma, pero Ino no por lo que le enseñaba el examen unas veces sin que el maestro las cachara.
Ya iba directo a su casa, pero se detuvo en una cafetería que estaba enfrente de ella. Siempre había querido llegar a esa cafetería pero siempre andaba a las prisas y jamás se dio su tiempo. Pero ahora si lo tenía. Entró al lugar y saludó con un "buenas días" a la chica encargada. Pidió un café y una galleta grande que no estaba en sus planes, pero parecía hablarle que por favor la escogiera. Se sentó en una mesita redonda que estaba en el fondo del lugar a esperar su orden. Sintió un aura muy cómoda en el lugar y eso le encantó... ¿por qué nunca había llegado?
Dejó de preguntárselo y se le ocurrió sacar su cuaderno de dibujo. Nadie sabía que le gustaba dibujar, por eso no le gustaba que alguien agarrase su mochila. Pero ahí no había nadie que la conociera, de hecho, sólo era ella, no se había percatado de eso. La señorita de cabello morado volvió con el café en una hermosa taza decorada mediana y con la galleta en un platillo pequeño.
—Gracias. —le dijo Sakura con una sonrisa. Ella sonrío mientras asentía y se fue con sus manos juntas.
Bien, bien... ¿qué dibujo?, pensó. Sacó su lapicero, le era más cómodo. Escuchó la campanilla de la puerta de entrada y vió a un hombre de no más de treinta, y no menos de veinte años entrar con una cara de pocos amigos. Su cabello azabache algo largo, despeinado pero se veía formal. Sus ojos negros, algo opacos, miraron a la chica que le había atendido. Pidió un café negro y la chica -un poco tímida-, le dijo un "enseguida sale". Se sentó en la segunda mesa del lugar y sacó su celular. Frunció el ceño y miró hacia Sakura. ¡Mierda! Sakura fijó su mirada en el cuaderno, como si estuviera leyendo algo sumamente importante. Dicho gesto provocó una leve sonrisa en el azabache. Miró de reojo y vio que el tipo estaba mirando su celular de nuevo. Lo guardó y la chica se acercó a darle su café. El lo recibió y le dió un sorbo. Se acomodó más en la silla y buscó en su mochila un libro, no alcanzó a leer el título por las pequeñas letras.
Sakura le dio un sorbo a su café y miró a su cuadernillo, después al tipo, después al cuadernillo, después al tipo... si. Definitivamente lo dibujaría a él. Con solo verlo, podía sentir un aura misteriosa, triste... le recordó a su padre. No pudo evitar sentirse mal. Tomó el lápiz y empezó a hacer su cara mirando hacia abajo, hacia el libro. Su mano derecha tomaba el libro, mientras los dedos de su mano izquierda tocaban la taza grande con algún ritmo hecho tal vez por alguna canción en su cabeza. Después de unos segundos, Sakura acabó el bosquejo, y memorizó completamente su atuendo: camisa negra con el cuello un poco largo y de manga corta, pantalón de vestir y zapatos negros, algo informal.
Después de unos minutos, no quitando su vista del dibujo, -quería que al menos llegara un poco a la perfección-. Sonrió lista, no era el mejor dibujo, pero le había gustado el resultado. Volteó hacia él pero su sonrisa de inmediato se apagó al notar que ya no estaba, se había ido. Su ánimo bajo un poco. Le dio el último sorbo a su café ya frío y dejó el dinero en la mesa. Tomó sus cosas y las guardó, sin olvidar su galleta a la mitad para llevársela comiendo camino a casa.
