Responsabilidad

Ser un guerrero no es nada fácil. En especial cuando tienes la responsabilidad de educar y convertir a un joven en otro guerrero mucho mejor que tú mismo.

Esa era la situación en que se encontraba Gohan cuando el joven Trunks le pidió que lo entrenara arduamente con el propósito de vencer a los androides que destruían las ciudades sin piedad.

Jamás pensó que podría convertirse en maestro. Justo como lo fue Pikoro con él en su infancia. Recordó con nostalgia esos momentos en que se sintió abandonado a su suerte y a merced de los peligros de las montañas. No obstante, todo eso lo ayudó a madurar y a crecer emocional y espiritualmente.

Fue difícil. Era ilógico decir que tuvo una niñez normal para un niño de cinco años, pero arrepentirse no era una opción. Ahora era un adulto y veía las cosas positivas de toda su vida. Incluso la muerte de su padre lo ayudó a formarse como hombre.

Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora. Tenía una nueva responsabilidad y esa era apoyar al hijo de Vegeta en su conversión para ser un sayajin igual de poderoso que los padres de ambos. No creía tener el potencial de su padre, tal vez tampoco Trunks tendría las habilidades de Vegeta, pero debía intentarlo.

Era necesario que lucharan todo lo posible por salvar el mundo y detener a los androides número 17 y 18.

Sonrió para sí mismo ante la idea. ¿Quién lo hubiera creído? El hijo de Goku entrenaría al hijo de Vegeta. Dos rivales por naturaleza se unirían en espíritu por sus descendientes. Era algo que resultaba épico.

-Me recuerdas a cuando era niño. Mi madre siempre me quería detener, pero yo quería seguir entrenando para poder derrotar al enemigo.

El orgullo inundó el corazón de Gohan al percatarse de ese sentimiento que compartía con Trunks. Ambos deseaban el bien de la humanidad.

-Te advierto que su fuerza no es tan ordinaria como tú piensas.

Habló firme, aunque sin perder su cualidad amable que lo caracterizaba desde muy niño. Asumir la responsabilidad era la mejor opción; un nuevo paso para seguir madurando y sobrepasar a su padre, al igual que a los demás guerreros caídos.

-Haré mi mejor esfuerzo-respondió Trunks con ánimo y seguro de sí mismo.

La responsabilidad comenzaba.

-De acuerdo. Te entrenaré.

Gohan supo que, algún día, vería el fruto de su decisión. Porque estaba plenamente convencido de que Trunks sería su sucesor.

Su obligación era evolucionar en alguien mejor que sus antecesores y en dejar asegurado a quienes lo suplantarán llegado el momento.

Ser maestro es una gran responsabilidad.

FIN

Gracias a todos los que lean este pequeño detalle. Supongo que adivinan el momento en que sucede este escrito.